El primer objetivo de carácter esencial es que el alumnado conozca los distintos modos en que los registros se pueden organizar dentro de los ficheros físicos y los distintos métodos adicionales que se pueden utilizar en el acceso a los datos. Para ello, es preciso conocer, de modo muy básico, cómo funcionan los dispositivos de almacenamiento de datos, fundamentalmente los discos, llegando a ser conscientes del gran coste que supone un acceso continuado a los mismos. Este gran coste es el que ha movido a la comunidad investigadora a encontrar no sólo modos de organizar los ficheros, sino también estructuras de acceso adicionales que permitan un abaratamiento de este coste. El fruto de estas investigaciones, realizadas en la década de los setenta, fue muy postivo y prueba de ello es que hoy en día se siguen utilizando las mismas organizaciones de ficheros y estructuras de acceso de entonces. Sin embargo, dados los últimos avances en la tecnología, esta situación va a empezar a cambiar, y esto es algo que también se quiere transmitir al alumnado. Las CPU serán más rápidas, los discos serán más grandes y habrá grandes avances en las velocidades de comunicación. Es muy probable que dentro de una década sea común tener un terabyte de memoria principal, por lo que la mayor parte de los datos necesarios para las aplicaciones podrán residir en memoria principal. Estos cambios en la tecnología provocarán un replanteamiento de la organización de los datos y los métodos de acceso, ya que, por ejemplo, es bien conocido el hecho de que los mejores métodos de acceso a datos en disco no son los más apropiados para el acceso a datos en memoria principal.
El segundo objetivo esencial es introducir a los alumnos en la tecnología de bases de datos. Conocer sus predecesores, los sistemas de ficheros, y los inconvenientes que éstos plantean, para motivar así la aparición de los sistemas de bases de datos y la aplicación fundamental que los maneja: el sistema de gestión de bases de datos. En principio, sólo interesa conocer qué funciones realiza el sistema de gestión de bases de datos y no cómo las lleva a cabo ni cómo se puede influir sobre ellas. Se considera imprescindible que el alumnado llegue a ser usuario experto de estos sistemas, no el que llegue a administrarlos.
El tercer objetivo considerado de carácter fundamental es conocer a fondo el modelo de bases de datos relacional: la estructura de datos que ofrece, las reglas de integridad que son de obligado cumplimiento y los lenguajes que permiten manipular los datos de una base de datos relacional. Lo que se persigue mediante este objetivo es que el alumnado conozca en profundidad el lenguaje SQL y sea capaz de resolver cualquier consulta de datos mediante este lenguaje, por compleja que sea. Se pretende también transmitir la importancia de este lenguaje, que es un estándar para las bases de datos relacionales, las de uso más extendido en la actualidad.
El cuarto objetivo esencial consiste en introducir al alumnado en el diseño de bases de datos relacionales. En este punto, por los conocimientos adquiridos en otras asignaturas, el alumnado es capaz de obtener el modelo de datos conceptual que requiere un determinado sistema de información. Es por ello que el objetivo aquí es el de tomar este esquema conceptual, interpretarlo y ser capaces de transformarlo en un esquema lógico adecuado al modelo relacional, por lo que el dominio de este modelo es de extrema importancia (este dominio se consigue mediante el tercer objetivo esencial). Es muy importante transmitir al alumnado la gran importancia que tiene el seguir siempre una metodología en el diseño y qué problemas se pueden presentar por el hecho de no hacerlo.
El quinto y último objetivo esencial es de carácter introductorio y lo que persigue es que el alumnado conozca la existencia de herramientas que permiten el desarrollo de aplicaciones que acceden a bases de datos. Concretamente, se pretende experimentar con los precompiladores, herramientas que aceptan sentencias de SQL embebidas en programas escritos en lenguajes de programación de tercera generación, y también experimentar con generadores de formularios, herramientas de cuarta generación cuya filosofía y modo de funcionamiento difiere en gran medida de la filosofía procedural a la que el alumnado se encuentra acostumbrado.