EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN COMO UN PROCESO DE AJUSTE DINÁMICO AL TRABAJO (Dawis y Lofquist, 1984)

Extracto de la tesis doctoral de Pinazo, D. (1997)

 

Dawis, R. V. y Lofquist, L.H. (1984). A psychological theory of work adjustment. Mneapolis, MN: University of Minnesota Press.

 

            La teoría basada en la importancia que posee el trabajo para los nuevos empleados y la existencia de diferencias individuales entre ellos, fundamenta sus predicciones en las siguientes premisas:

 

            1.- Uno de los aspectos característicos del trabajo, es la interacción entre un nuevo empleado y su ambiente laboral.

 

            2.- El ambiente laboral exige del empleado la ejecución de ciertas tareas, así como exige del nuevo empleado la capacidad suficiente para llevar a cabo esa ejecución con eficacia.

 

                        La capacidad del nuevo empleado para ejecutar las tareas del puesto, en la teoría esta representada por las 'habilidades' que éste aporta. Estas habilidades se han de corresponder con los 'requerimientos' de las tareas que ha de ejecutar, para que se dé el ajuste desde el punto de vista de la organización.

 

            3.- El nuevo empleado exige una compensación por su trabajo. Esa compensación la exige a través de su preferencia por ciertas condiciones laborales.

 

                        Los "valores" del nuevo empleado son la expresión de las condiciones laborales que éste requiere que el ambiente laboral le ofrezca. El ambiente laboral compensa al nuevo empleado por su trabajo a través de los "reforzadores". Valores y reforzadores han de corresponder para que se dé el ajuste, desde el punto de vista del nuevo empleado.

 

            4.- El ambiente laboral y el nuevo empleado deben encontrar y mantener sus exigencias mutuas para que se mantenga la interacción. El grado en que las exigencias mutuas se encuentran, refleja el grado de "correspondencia" entre ellas.

 

            5.- El ajuste al trabajo es el proceso por el cual se logra y mantiene un nivel de correspondencia aceptable para ambas partes.

 

            6.- El modo básico en que se manifiesta el nivel de ajuste al trabajo para el nuevo empleado, es su nivel de satisfacción con el ambiente laboral; mientras que para la organización es su nivel de satisfacción (satisfactoriedad) con el nuevo empleado.

 

            7.- El principal indicador de que el nuevo empleado se siente ajustado al ambiente laboral, es la "satisfacción" del nuevo empleado con el mismo.

 

            8.- El indicador de que el ambiente laboral está satisfecho con la ejecución del nuevo empleado, es la "satisfactoriedad". Ésta se define como el grado en que la organización está satisfecha con el nuevo empleado (Breeden, 1993; Bizot y Goldman, 1993; Bretz y Judge, 1994). La satisfactoriedad es un concepto que no corresponde exactamente con el rendimiento en el trabajo (Dawis, 1991), en este sentido Dawis y Lofquist (1993) han aclarado que la satisfactoriedad es un constructo compuesto por varios componentes, de los cuáles uno de los principales es el rendimiento en el trabajo. La satisfactoriedad se refiere a la satisfacción de la organización con el rendimiento y ejecución del nuevo empleado en el trabajo.

 

            9.- El resultado de la satisfacción y de la satisfactoriedad es la permanencia o no del nuevo empleado en su puesto de trabajo. Si el nuevo empleado no está suficientemente satisfecho, puede abandonar voluntariamente el ambiente laboral; si el la organización no está suficientemente satisfecho con la ejecución del nuevo empleado, puede despedirlo.

 

            10.- La permanencia del nuevo empleado en su puesto de trabajo es un indicador relevante del ajuste al trabajo.

 

            El encuentro entre el trabajo y el nuevo empleado se expresa a través de las características del ambiente laboral y las características de la personalidad laboral del nuevo empleado.

 

            La personalidad laboral es definida en la teoría, en función de las habilidades, valores y dimensiones de estilo más relevantes en el ambiente laboral.

 

            Las habilidades y valores del nuevo empleado son las dimensiones más importantes de una de las dos variables de la personalidad laboral, denominada "estructura de personalidad".

 

            La otra variable es el "estilo de personalidad", que se refiere al estilo con que el nuevo empleado interactua o responde al ambiente, en función de su estructura de personalidad.

 

            Por otra parte, los ambientes laborales tienen en común dos tipos de condiciones estimulares que permiten diferenciarlos:

 

            a) Señales: son condiciones estimulares que indican al nuevo empleado qué respuesta es apropiada y cuándo ha de responder. Se asocian con los reforzadores al indicar qué puede ser esperado y con qué intensidad.

 

            b) Reforzadores: son condiciones estimulares asociadas con el mantenimiento de la respuesta y la probabilidad de una respuesta futura. Están asociados con las necesidades del nuevo empleado.

 

 

            La estructura del ambiente laboral se describe en función de las habilidades exigidas para ejecutar las tareas, de los reforzadores presentes.

 

            La teoría establece la existencia de ajuste cuando las características del nuevo empleado corresponden con las características del ambiente laboral y viceversa.

 

            El ajuste al trabajo no es un hecho estático, según la teoría. Se trata de un proceso dinámico, en el que la correspondencia no se manifiesta siempre, sobre todo al principio de la relación. Para la teoría, conseguir la correspondencia, y por lo tanto lograr el ajuste al trabajo, es la motivación básica de los nuevos empleados en un ambiente laboral. La permanencia en el puesto de trabajo, por lo tanto, permite al nuevo empleado alcanzar un grado óptimo de correspondencia y estabilizar la relación.

 

            Lawson (1993a) considera la teoría del ajuste al trabajo (TWA), en su expresión más simple, como un modelo de "matching". Este autor afirma que la investigación sobre la TWA ha evolucionado desde un énfasis sobre el 'matching model' a un énfasis sobre la interacción dinámica entre los trabajadores y sus ambientes.

 

            Tomando como punto de referencia esta teoría, Wanous (1980) desarrolló un "Modelo del Ajuste (matching) entre el Nuevo empleado y la Organización", que revisó posteriormente (Wanous, 1990) replanteando la "Teoría del Ajuste al Trabajo” (TWA) a un contexto de investigación sobre socialización organizacional.

 

            El modelo de Wanous (1992) mantiene las premisas básicas de la teoría del ajuste al trabajo (TWA) de Dawis y Lofquist (1984), aunque presenta algunas diferencias de carácter teórico que analizamos a continuación.

 

            El “Modelo del Ajuste” distingue, al igual que lo hace la teoría, entre resultados buscados por el nuevo empleado y resultados buscados por la organización, sin embargo para describir el encuentro nuevo empleado-organización no utiliza el término correspondencia (correspondence) sino el término ajuste (match).

 

            Tanto en la teoría como en el modelo del ajuste se describen dos tipos de ajuste o correspondencia, pero la descripción de las variables difiere en una y otra descripción.

 

            La “Teoría del Ajuste” distingue dos tipos de correspondencias: entre habilidades y requerimientos para ejecutar la tarea, desde el punto de vista de la organización; entre necesidades y valores, y reforzadores desde el punto de vista del nuevo empleado.

 

            La teoría de Dawis y Lofquist (1984) establecía la satisfactoriedad como indicador de la satisfacción de la organización con el nuevo empleado. La satisfactoriedad se puede caracterizar con el nivel de rendimiento que la empresa cree que realiza el nuevo empleado, pero también es una expresión de las consecuencias de la satisfacción de la organización con el nuevo empleado (p.ej. despedir o promocionar a éste). En el modelo de Wanous (1992) la consecuencia para la organización del ajuste organización-nuevo empleado, es el rendimiento laboral. El rendimiento, en el modelo del ajuste, no es un indicador del ajuste, sino un efecto directo sobre la organización. Por otra parte, Wanous no considera otros efectos directos del ajuste que puedan ser considerados como satisfactoriedad, término que no utiliza en su modelo.

 

            Asimismo, en lo que afecta al nuevo empleado, Wanous establece que aquel busca el ajuste de sus necesidades y valores con el clima organizacional. El nivel de ajuste en este ámbito, produce un impacto directo sobre la satisfacción e indirecto sobre el compromiso organizacional. La satisfacción, como el rendimiento, es considerada un resultado y no un indicador. En la teoría del ajuste la satisfacción puede ser considerada tanto un indicador como un resultado del ajuste.

 

            La diferencia entre el modelo y la teoría del ajuste, al no considerar el primero el rendimiento ni la satisfacción como indicadores del ajuste, es importante. Wanous (1992) no plantea, desde este punto de vista, que rendimiento y satisfacción reflejen el nivel de ajuste sentido por el ambiente laboral o por el nuevo empleado, sino que aquellos son el resultado del modo en qué es vivido el nivel de ajuste alcanzado.

 

            Con respecto a la relación entre el nivel de ajuste y la permanencia del nuevo empleado en el puesto de trabajo, las diferencias del “Modelo del Ajuste” y la “Teoría del Ajuste”, van en el mismo sentido. Mientras para la segunda, la permanencia en el puesto de trabajo es tanto el principal indicador del ajuste como un resultado del mismo, para el “Modelo del Ajuste” la permanencia en la organización es un resultado indirecto del nivel de ajuste logrado.

 

            El “Modelo del Ajuste” describe, por su parte, dos tipos de ajuste (match): ajuste entre habilidades del nuevo empleado y requerimientos para ejecutar la tarea, desde el punto de vista de la organización; ajuste entre necesidades específicas del nuevo empleado y clima organizacional, desde el punto de vista del nuevo empleado. Wanous distingue entre necesidades específicas y necesidades básicas, así como entre cultura organizacional (asunciones subconscientes, significados compartidos y sentidos de interpretación de las cosas) y clima organizacional (percepciones compartidas de las cosas en un momento y lugar determinado). Son motivo de ajuste, en el modelo de Wanous, las necesidades específicas del nuevo empleado con el clima organizacional, así como las necesidades básicas del nuevo empleado con la cultura organizacional.

 

            Tanto en la “Teoría del Ajuste” como en el “Modelo del Ajuste”, el nivel de ajuste nuevo empleado-organización, tiene efectos directos sobre satisfacción y rendimiento-satisfactores, e indirectos sobre la permanencia del nuevo empleado en el puesto de trabajo o la organización. Desde un punto de vista del proceso de socialización y en el marco de nuestro estudio, nos interesa conocer cómo responde el recién llegado mientras permanece en la organización, a la experiencia del desajuste en los primeros momentos tras su incorporación laboral.

 

            La “Teoría del Ajuste” (Dawis y Lofquist, 1984) plantea la existencia de dos modos de ajuste (de adaptación en la terminología del presente trabajo) que el nuevo empleado o la organización pueden utilizar. Los modos de adaptación surgen cuando el nuevo empleado o la organización sienten que el nivel de correspondencia entre sus características y las de la organización, no es satisfactorio. Estos modos son los siguientes:

 

            1) Modo de adaptación activo: El nuevo empleado responde a la necesidad de aumentar el nivel de correspondencia actuando sobre el ambiente laboral, alterando sus características de forma que correspondan mejor con las propias.

 

            2) Modo de adaptación reactivo: El nuevo empleado responde cambiando la expresión o manifestación de sus propias características personales, para lograr un mayor nivel de correspondencia.

 

            Por otra parte, también la organización puede provocar en el nuevo empleado uno u otro tipo de respuesta. La organización, si no está satisfecha con el nuevo empleado, puede responder introduciendo su propio cambio (modo reactivo) para lograr acercarse al nuevo empleado, o hacer que cambie el nuevo empleado (modo activo). Esta iniciativa de la organización, se manifestaría en el nuevo empleado con actividades de cambio de su rol o la organización (modo activo) o respuestas de cambio de sus características personales (modo reactivo).

 

            Los modos de adaptación son una consecuencia de la falta de un nivel aceptable de correspondencia. Por lo tanto, un nivel insatisfactorio de correspondencia indicado a partir, bien del nivel de satisfacción del nuevo empleado, bien de la organización (expresado a través de la satisfactoriedad), será predictor del uso de los modos de adaptación.

 

            La teoría espera que el nuevo empleado no se limitará a utilizar un solo modo de adaptación, sino que utilizará ambos. Además el uso de los modos de adaptación, para mejorar el nivel de correspondencia estará inversamente relacionado con el nivel de correspondencia existente.

 

            Asimismo, la teoría describe cuatro estilos de ajuste básicos que afectarán al desarrollo de los modos de adaptación:

 

            1) Flexibilidad: tolerancia a la no correspondencia entre las características del nuevo empleado y las del ambiente laboral, antes de que el nuevo empleado considere necesario responder con el objetivo de reducir el grado de no correspondencia.

 

            2) Perseverancia: tolerancia a la no correspondencia antes de considerar necesario abandonar el ambiente laboral. La perseverancia viene indicada por el tiempo de permanencia.

 

            3) Reactividad: probabilidad de utilizar el modo reactivo de adaptación para reducir la no correspondencia.

 

            4) Actividad: probabilidad de utilizar el modo activo de adaptación para reducir la no correspondencia.

 

            La flexibilidad determina cuando se utiliza un modo de adaptación, y la perseverancia el tiempo que el nuevo empleado utilizaría para lograr el nivel de correspondencia mínimo aceptable. La actividad y la reactividad pueden ser pensados como modos de adaptación. De esta forma Dawis y Lofquist (1984) definen los comportamientos relacionados con la adopción de un modo u otro de ajuste, del siguiente modo: el nuevo empleado reaccionará con un nivel alto de actividad si organiza grupos y actividades actuando como un líder, asumiendo la iniciativa en su entorno o desarrollando nuevas formas de hacer las cosas; actuará con un nivel bajo de actividad cuando carezca de iniciativa y de conductas de innovación. El nuevo empleado, por otra parte, reaccionará con un nivel alto de reactividad, cuando muestre aceptación de las normas y reglas de la organización, y se comporte de acuerdo a los objetivos y procedimientos de la misma; reaccionará con un nivel bajo de reactividad cuando tenga dificultades para aceptar los objetivos, reglas, normas y procedimientos de la organización.

 

            Dawis y Lofquist (1984) creen que en los momentos más tempranos de la incorporación a la organización, es más probable que el nuevo empleado utilice el modo de ajuste reactivo, mientras que conforme desarrolle su experiencia laboral irá aumentando sus respuestas activas en la organización.

 

            Igualmente, estos cuatro estilos de ajuste, se pueden aplicar y describir desde el punto de vista de la organización.