El ámbito de la Sociología Industrial y de la Empresa

 

Entrar en la discusión del contenido ideal de la Sociología Industrial como subdisciplina académica parece una tarea intelectualmente estéril, en cierto modo metafísica y, cuando menos, bizantina y poco relevante. Más fructífero, sin embargo, puede ser centrarse en la identificación de las líneas principales de desarrollo teórico e investigación empírica desde las que se han abordado los fenómenos sociales relacionados con la industria y que no han llegado a constituirse en el objeto acotado de otras sociologías especiales netamente diferenciables y que también abordan problemas de la sociedad industrial (v. gr. estratificación y movilidad social, sociología urbana, sociología de la economía, etc.). Se trata, en definitiva, de una posición pragmática que busca identificar el objeto de la Sociología Industrial en términos de lo que los sociólogos llamados industriales hacen y que, actualmente, está más allá de una sociología estrictamente limitada al análisis de la organización empresarial y no llega a ser plenamente una sociología de la sociedad industrial; lo que prácticamente equivaldría a una sociología omnicomprensiva de todos los fenómenos sociales ya que los sociólogos no sólo son, en su mayoría, un producto de la sociedad industrial, sino que, en general, trabajan en el seno de sociedades industriales dedicando su atención a la problemática propia de las mismas.

En general, el desarrollo de la Sociología Industrial, hay que buscarlo en las tendencias derivadas del empirismo de principios de siglo, en la confluencia de la primera Sociología Industrial con la Sociología de las Organizaciones y en la persistencia de los temas clásicos del Industrialismo. Como ha señalado Castillo, el verdadero origen de la subdisciplina, está, por una parte, en los experimentos de Hawthorne, y, por otra, en la tradición sociológica europea; centrada en la problemática de las relaciones entre la industria y la estructura económica, social y política de la sociedad.

 

TRADICION EMPIRISTA

 

 

Como apunta Aron, cuando se desarrollan los métodos cuantitativos, la Sociología se hace analítica y empírica y aparecen las especialidades.

Los primeros indicios de investigación empírica en la materia se remontan a los últimos años del siglo XIX; tanto en Francia, Bélgica, Inglaterra y USA, como, sobre todo, en Alemania.

Hay que resaltar los estudios llevados acabo en Alemania por Max y Alfred Weber entre 1909 y 1911. El enfoque de estas encuestas es psicofisiológico y no llegan a incluir las "actitudes subjetivas" de los trabajadores, porque Weber no cree que puedan ser mensurables ya que pertenecen al "lado sombrio" de la conducta humana. Los temas del cuestionario eran: sueldos y productividad; transporte y actividades de ocio; ocupación de las cuatro últimas generaciones familiares (para ver el efecto de la herencia); historia ocupacional; vida familiar, etc; y dos preguntas sobre actitudes. En general, los trabajadores se negaron a responder el cuestionario y la única persona que entrevistó a todos los obreros de una fábrica fue Marie Bernays, quien había estado trabajando en ella de incógnito durante cuatro meses, previamente a la aplicación del cuestionario. Los resultados de esta encuesta fueron poco concluyentes.

En los Estados Unidos, la investigación sobre las condiciones de trabajo se inicia dentro de la más pura línea taylorista para desembocar en los experimentos de la Western Electric Company en sus talleres de Hawthorne, bajo la dirección final de Elton Mayo.
Estos experimentos, de 1927 a 1932, ponen en cuestión los principios básicos del taylorismo: la motivación económica en el trabajo y los determinantes físico de la productividad. El "descubrimiento" de la importancia de las relaciones informales en el trabajo, el papel del grupo como mecanismo de identificación y control y la necesidad de nuevos estilos de supervisión pusierón en marcha un movimiento de investigación que, en tres direcciones llega hasta nuestros días. Por una parte, está el trabajo de los primeros autore de las "Relaciones Humanas" entre supervisores y empleados. Por otra parte está el estudio de los grupos de trabajo y el liderazgo fundamentalmente ligado a la línea de investigación de Kurt Lewin. Y finalmente la llamada "Neoescuela de las Relaciones Humanas" para quienes la realización del individuo en la vida depende de su realización en el trabajo, aunque sin llegar aponer en cuestión el sistema de producción industrial americano.

Otra línea de investigación de las relaciones de trabajo y las actitudes del trabajador se centra en las implicaciones tecnológicas sobre tales relaciones y actitudes. En esta perspectiva, el centro de atención se desplaza de las "Relaciones Humanas" hombrehombre a las relaciones sociotecnológicas (hombremáquina) en la empresa.
En la relación con el estudio del impacto de las nuevas tecnologías sobre las relaciones de trabajo y la satisfacción del trabajador surge el tema de las relaciones entre el trabajo y el ocio o del significado que el trabajo tien para el individuo. En general, los autores que han estudiado el tema llegan a la conclusión de que el trabajo tiene para la mayoría de los hombres un significado instrumental: como medio para dar satisfacción a necesidades e interés fuera del trabajo.
Otros autores se pronuncian en sentido distinto, para quienes trabajo y ocio son inseparablas como dimensiones de realización humana y de búsquedas de significados en la vida.
Enlazado al tema de las actitudes sobre el trabajo se plantea el problema de la aparición de una "nueva clase media" o de una "nueva clase obrera" en una fase avanzada del capitalismo. La realidad a interpretar es el fenómeno de la extensión de los trabajadores de cuello blando y la apoximación entre las condiciones materiales de los trabajadores especializados y los empleados de oficina.

 

La aportación de la Sociología de las Organizaciones

Un segundo tipo de desarrollo en la acotación actual de la subdisciplina de Sociología Industrial hay que buscarlo en la confluencia de esta rama de la Sociología con la Sociología de las Organizaciones. Como señala Bell, en la literatura sociológica posterior a Marx, hay dos temas emergentes y que son centrales para la transformación de la sociedad capitalista e industrial: el de la burocratización de la empresa, cuando no de la sociedad total, y el del nacimiento de nuevas clases, sobre todo a nivel de las ocupaciones técnicas y de cuello blanco, a que antes se ha hecho referencia. En efecto, la temática de la burocracia está cada vez más presente en la investigación de las organizaciones empresariales. Se abandonan, en cierto modo, los grandes temas clásicos (burocraciademocracia, burocracia estratificación social) o pasan al ámbito de otras disciplinas (burocraciamodernización y cambio social). La investigación de la industria y de la empresa se centra en el estudio de las estructuras de autoridad organizacional, las limitaciones de la racionalidad organizativa, el conflicto entre este tipo de racionalidad y otras formas de racionalidad y las relaciones entre la organización y su entorno más inmediato.

El análisis de la estructura formal de las organizaciones entronca con el trabajo de Max Weber, principal punto de partida en el estudio de la organización (importancia de la jerarquía, de las normas escritas, del reclutamiento por mérito, etc.). Las contribuciones más importantes en esta línea son las de la Organización Científica del Trabajo (Taylor, Fayol, Gulick y Urwick) en su formulación de principios básicos de administración: la teoría de la función directiva de Chester Barnard (la organización como un sistema de cooperación y coordinación) y la teoría de la toma de decisiones de Herbert Simon (premisas de hecho y premisas de valor en la concatenación de medios y fines que supone la adopción de decisiones).