OBRA: Primera Crónica General, Alfonso X El Sabio.

FUENTE: Antología de..., selección y notas

Manuel Cardenal, Madrid, CSIC,1946

 

DEL DUELLO DE LOS GODOS DE ESPANNA

ET DE LA RAZÓN PORQUE ELLA FUE

DESTROYADA

Alli se reouaron las mortandades del tiempo de

Hercules, allí se refrescaron et podrescieron las lla-

gas del tiempo de los vuandalos, de los alanos et de

los sueuos que començaran ya a sanar. Espanna

que en ell otro tiempo fuera llagada por la espada

de los romanos, pues que guaresciera (118) et co-

brara por la melezina et la bondad de los godos, es-

tonces era crebantada, pues que eran muertos et ate-

rrados quantos ella criara. Oblidados le son los sus

cantares, et el su lenguage ya tomado es en ageno et

en palabra estranna. Los moros de la hueste todos

uestidos del sirgo et de los pannos de color que ga-

naran, las riendas de los sus cauallos tales eran como

de fuego, las sus caras dellos negras como la pez, el

mas fremoso dellos era negro como la olla, assi luzien

sus oios como candelas; el su cauallo dellos ligero

como el leopardo, e el su cauallero mucho mas cruel

et mas dannoso que es el lobo en la grey de las oueias

en la noche. La uil yente de los affricanos que se non

solie preciar de fuerça nin de bondad, et todos sus

fechas fazie con art et a enganno, et non se solien

amparar sinon pechando (119) grandes riquezas et

gran auer, essora (120) era exaltada, ca crebanto

en una ora mas ayna la nobleza de los godos que lo

non podrie omne dexir por lengua. ¡Espanna mez-

quina ! tanto fue la su muert coytada que solamientre

non finco y (121) ninguno qui la llante (122); la-

man (123) la dolorida, ya mas muerta que uiua, et

suena su uoz assi como dell otro sieglo, e sal la su

palabra assi como de so tierra e diz con la grand

cueta: "vos, omnes, que passades por la carrera, pa-

rad mientes et veed si a cuenta nin dolor que se-

meie con el mio". Doloroso es el llanto, llorosos los

alaridos, ca Espanna llora los sus fijos et non se puede

conortar porque ya no son. Las sus casas et las sus

moradas todas fincaron yermas et despobladas; la so

onrra et el su prez tornado es en confusión, ca los

sus fijos et los sus criados todos moriron a espada, los

nobles et fijos dalgo cayeron en cautiuo (124) los

principes et los altos omnes ydos son en fonta (125)

et en denosto, e los buenos conbatientes perdieron se

en estremo. Los que antes estauan libres, estonces eran

tornados en sieruos; los que se preciauan de caualle-

ria, coruos andabauan a labrar con reias et açadas;

los uiciosos del comer non se abondauan de uil man-

iar (126);  los que fueron criados en panno de seda

non auien (127) de que se cobrir nin de tan uil ues-

tidura en que ante non pornien ellos sus pies. Tan

assoora (128) fue la su cueta (129) et el su destroy-

miento que non a toruellino nin lluuia nin tempestad

de mar a que lo omne pudiesse asmar (130). ¿Qual

mal o qual tempestad non passo Espanna? Con los

ninnos chicos de teta dieron a las paredes, a los mo-

ços mayores desfizieron con feridas, a los mancebos

grandes metieronlos a espada, los ancianos et uieios

de dias moriron en batallas, et fueron todos aca-

bados por guerra; los que eran ya pora onrrar et en

cabo de sus días echolos a mala fonta la crueleza

de los moros; a las mezquinas de las mugieres guar-

dauan las para deshonrrar las, e la su fermosura (131)

dellas era guardada pora su denosto (132). El que

fue fuert et coraioso murio en batalla; el corredor et

ligero de pies non guarescio (133) a las saetas; las

espadas et las otras armas de los godos perdonaron

a los enemigos et tornaron se en sus parientes et en

si mismos, ca non auie y ninguno qui los acorriese

nin despartiesse unos dotros. ¿Quien me darie agua

que toda mi cabeça fuesse ende bannada, e a mios

oios fuentes que siempre manassen llagrimas por que

llorasse et llanniesse (134) la perdida et la muerte de

los de Espanna et la mezquindad et ell aterramiento

de los godos? Aqui se remato la santidad et la re-

ligion de los obispos et de los sacerdotes; aqui quedo

et minguo (135) ell abondamiento de los clérigos que

sieuien las iglesias; aqui perescio ell entendimiento de

los prelados et de los omnes de orden; aqui fallescio

ell ensennamiento de la ley et de la sancta fe. Los

padres et los sennores todos perescieron en uno; los

santuarios fueron destroydos, las eglesias crebanta-

das; los logares que loauan a Dios con alegría, essora

la denostauan yl maltrayen; las cruzes et los altares

echaron de las eglesias; la crisma et los libros et

las cosas que eran pora onrra de las cristiandat todo

fue esparzudo et echado a mala part; las fiestas et

las sollempnias, todas fueron oblidadas; la onrra

de los santos et la beldad de la eglesia toda fue tor

nada en laydeza (136) et en uiltanca (137); ¡as egle-

sias et las torres o solien loar a Dios, essora confesauan

en ellas et llamauan a Mahomat; las uestimentas et

los calzes (138) et los otros uasos de los santuarios

eran tomados en uso de mal, et enlixados (139) de

los descreydos. Toda la tierra desgastaron los ene-

migos, las casas hermaron (*), los omnes mataron

las cibdades quemaron, lo arboles, las uinnas et quan-

to fallaron uerde cortaron.