Fuente: Ramón Menéndez
Pidal, Crestomatía del español medieval,
Madrid, Gredos, 1982, vol. I
[I. Prólogo]
Aristotil, que fue mas complido delos otros filosofos et el que mas natural
miente mostro todas las cosas por razón uerdadera et las fizo entender com-
plida miente segund son, dixo que todas las cosas que son so los cielos se
mueuen et se endereçan por el mouimiento delos cuerpos celestiales, por la
5 uertud que an dellos segund lo ordeno dios, que es la primera uertud et don-
de la an todas las otras; et mostro que todas las cosas del mundo son como
trauadas et reciben uertud unas dotras, las mas uiles delas mas nobles; et
esta uertud paresce en unas mas manifiesta, assi como en las animaleas et en
las plantas, et en otras mas asconduda, assi como en las piedras et en los
10 metales. Et destas fizieron los sabios libros en que dixieron delos cuerpos
celestiales que non son compuestos delos quatro elementos, et esso mismo
de los otros que dellos se componen, assi como de animalias, que son todas
las cosas uiuas que an alma de sentir et de mouer; et otrossi delas plantas
que son delos fructos que nascen dela tierra, assi como arboles et yeruas;
15 et fablaron otrossi delas cosas mas duras que se fazen de la tierra, assi como
piedras et metales. Et de cadauna destas fizieron libros. Mas los que escriuie-
ron delas piedras, assi como Aristotil, que. fizo un libro en que nombro siete-
cientas dellas, dixo de cadauna de que color era et de que grandeza et que
uertud auie et en que logar la fallauan. Et assi fizieron otros muchos sabios
20 que en estas cosas tanxieron.
Mas entre aquellos ouo y algunos que se metieron mas a saber el fecho
dellas, et touieron que les non abondaua de connosçer su color et su grandez
et su uertud, si non conn[os]ciessen quales eran los cuerpos celestiales con
que auien atamiento et de que recibien la uertud por que se endereçauan a
21 fazer sus obras, segund el endereçamiento delos estados delos cuerpos de
suso en toda obra de bien o de mal. Et entre los sabios que se mas desto tra-
baiaron fue uno que ouo nombre Abolays. Et como quier que el tenie la ley
delos moros, era omne que amaua mucho los gentiles et sennalada miente
los de tierra de Caldea, por que dalli fueran sus auuelos; et por que el sabie
30 fablar aquel lenguage et leye la su letra, paga[ua] se mucho de buscar los sus
libros et de estudiar por ellos, por que oyera dezir que en aquella tierra fue-
ran los mayores sabios que en otras del mundo. Mas por las grandes guerras
et las otras muchas occasyones que y acaecieron, muriera la gente et ficaron
los saberes como perdudos, assi que muy poco se fallaua dello. Et este Abo-
35 lays auie un su amigo quel buscaua estos libros et gelos fazie auer, et entre
aquellos quel busco fallo esfe que fabla de trezientas et sessaenta piedras,
segund los grados delos signos que son en el cielo ochauo. Et dixo de cada-
una qual color et qual nombre etT que uertud a et en que logar es fallada, et
dela estrella dela figura que es en el grado daquel signo donde ella recibe
40 fuer[ç]a et uertud. Et esto segund el sol corre en todo el anno por los grados
delas figuras delos doze signos, que se fazen por todos trezientos et sessaenta,
que son todos figurados de estrellas menudas, et otras figuras muchas que
estan en el ochauo cielo, que son figuradas otrossi de estrellas, las vnas a par-
te de septentrion, que es ala estrella que
llaman trasmontana, et las otras a
45 parte de medio dia, que son dellas dentro en. los Cignos et las otras
de fuera
dellos assi que se fazen por todas con los
signos quarenta et ocho.
Ende, quando Abolays fallo este libro, fue con el muy liedo, ca touo que
fallara en el lo que cobdiciara fallar deste saber delas piedras. Et
desque
ouo por el mucho leydo et entendio, lo que en el era, traslado lo de
lenguaie
50 caldeo en arauigo. Et en su uida punno de prouar aquellas cosas que en
el
iazien, et fallo las ciertas et uerdaderas, ca el era sabidor déla arte
de astro-
nomia et dela natura de connosçer las piedras.
Et despues que el murio, fico como perdudo este libro muy grand tiempo,
de guisas que los quel auien nol entendien bien nin sabien obrar del
assi com-
55 mo conuinie, fasta que quiso dios que uiniesse a manos del noble Rey
don
Alfonso, fijo del muy noble Rey don Ferrando
et dela reyna donna Beatriz,
et Sennor de Castiella, de Toledo, de León, de
Gallizia, de Seuilla, de Cordoua,
de Murcia, de Jahen et del Algarbe. Et fallo[l] en seyendo Jnfante, en
uida
de su padre, en el anno que gano el Regno de Murcia, que fue en la era
de...;
60 ouol en Toledo de un iudio quel tenie ascondido que se non querie
aproue-
char del nin que a otro touiesse pro. Et desque este libro touo en su
poder,
fizo lo leer a otro su judio, que era su fisico et dizien le Yhuda Mosca
el me-
nor, que era mucho entendudo en la arte de astronomia et sabie et
entendie
bien el arauigo et el latín. Et desque por este iudio, su fisico, ouo
entendido
é5 el bien et la grand pro que en el iazie, mando gelo trasladar de
arauigo en
lenguaie castellano, por que los omnes lo ente[n]diessen meior et se
sopiessen
del mas aprouechar. Et ayudol en este trasladamiento Garci Perez, un su
clerigo, que era otrossi mucho entendudo en este saber de astronomia. Et
fue acabado de trasladar el segundo anno que el noble Rey don Ferrando,
su
70 padre, gano la cibdat de Seuilla. Et este libro es muy noble et muy preciado
et qui del se quiriere aprouechar conuiene que pare mientes en tres
cosas:
la primera, que sea sabidor de astronomia, por que sepa connosçer las
estrellas
en qual estado estan, et en qual sazon uiene mayor uertud a las piedras
dellas,
segund la uertud que reciben de dios. La fegunda cosa es que sepan
connos-
75 çer las piedras et las colores et las faiciones dellas, et otrossi
que sepan cierta
miente los logares sennalados o se crian et o se fallan, et estremar la
contra
• fecha dela natural, et departir otrossi las que natural miente se
semeian en
uno, connosciendo las por peso et por dureza et por las otras sennales
por que
se pueden connosçer a omne que fuere entendudo en este saber. La tercera
80 cosa es que sea sabidor dela arte de fisica, que iaze mucho della encerrada
en la uertud delas piedras, segund en este libro se muestra, et que sepa
dellas
obrar assi como en el manda, et que sea de bon seso por que se sepa
ayudar
delas cosas que fazen pro et se gua[r]de delas que tienen danno. Et obrando
desta guisa llegara alo que quisiere fazer por ellas et uera cosas
marauillosas
85 dela su uertud que recibe de dios, por que aura a loar et bendezir el
su nom-
bre, que sea benido por siempre iamas, amen.
23: connciesen ms—30: paga ms.—40: fuerca ms.—58:
fallo ms—59: espacio en
blanco en el ms.—66: entediessen ms,—83: guade ms