Soneto XVIII (Shakespeare)

¿Compararte con un día de estío?
Tú eres más dulce y más afable,
pues marchita la flor el viento frío
y el contrato estival torna mudable.
Al principio el solar rostro nos ciega,
luego es su áureo rostro ensombrecido,
y hasta el  más bello cuerpo se doblega
ante el curso del azar entrometido.
Mas durará tu eterna primavera
y mantendrás tu muy rubia semblanza,
no rondará ruin muerte a tu vera,
de mi inmortal verso obtendrás templanza:
Y en tanto que perdure la cordura,
pervive esta canción y tu hermosura.