Los predecesores de los sistemas de bases de datos son los sistemas de ficheros. Un sistema de ficheros está formado por un conjunto de programas que dan servicio a los usuarios finales. Cada programa define y gestiona sus propios datos. Aunque los sistemas de ficheros supusieron un gran avance sobre los sistemas manuales, tienen inconvenientes bastante importantes, como la redundancia de datos y la dependencia entre programas y datos, por lo que se han quedado obsoletos. Sin embargo, hay dos buenas razones para estudiarlos. En primer lugar, el conocer los problemas de este tipo de sistemas nos previene de volver a cometerlos. En segundo lugar, si en algún momento fuera necesario convertir un sistema de ficheros en un sistema de bases de datos, comprender cómo trabaja este sistema puede ser una ayuda esencial.
Los sistemas de bases de datos surgieron con el objetivo de resolver los problemas que planteaban los sistemas de ficheros. Una base de datos es un conjunto de datos relacionados que recogen las necesidades de información de una empresa u organización y que se comparten por todos los usuarios. Las bases de datos se generan y mantienen automáticamente por los sistemas de gestión de bases de datos. Un sistema de gestión de bases de datos es un conjunto de programas que permiten a los usuarios definir, crear y mantener la base de datos, además de proporcionar un acceso controlado a la misma. Todos los accesos a la base de datos se realizan a través del sistema de gestión de bases de datos.
Los sistemas jerárquico y de red representan la primera generación de los sistemas de gestión de bases de datos, surgida hacia los años sesenta. El modelo relacional, propuesto por Codd en 1970, representa la segunda generación de los sistemas de gestión de bases de datos, siendo el modelo más extendido en la actualidad. La tercera generación de los sistemas de gestión de bases de datos se encuentra representada por el modelo relacional extendido y el modelo orientado a objetos.