OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA

La asignatura troncal de "Psicología Fisiológica" debe ser considerada como una introducción general al estudio de las bases neurobiológicas del comportamiento. En este sentido, debe proveer al alumno de los conocimientos básicos en biología de la conducta, a la espera de que en las asignaturas optativas, éste pueda profundizar en aspectos más concretos de las funciones cerebrales.

· Así pues, un primer objetivo es familiarizar al alumno con el concepto de Psicología Fisiológica, el método científico experimental utilizado y las principales técnicas de investigación.

· Un segundo objetivo es presentar al alumno una síntesis, orientada temáticamente, de los procesos neurobiológicos que subyacen a diferentes funciones mentales y de conducta. En este sentido, para poder introducirse adecuadamente en la explicación biológica del comportamiento, los alumnos matriculados en Psicología Fisiológica deberían haber adquirido una serie de conocimientos mínimos sobre genética, evolución, neuroanatomía, neurofisiología, neurofarmacología y neuroendocrinología, los cuales son impartidos en la asignatura troncal de Introducción a la Neurociencia.

· Un tercer objetivo es que el estudiante conozca y ejercite algunos de los procedimientos de recogida de datos que los psicobiológos emplean habitualmente en el estudio de las bases biológicas del comportamiento. 

· Un cuarto objetivo, es favorecer la interrelación de la asignatura con otras materias de los planes de estudio, sobre todo aquellas en las que se estudian los procesos básicos.

· Finalmente, como último objetivo educativo, y quizás uno de los más importantes, se propone formar a los alumnos en la reflexión crítica, la duda razonable y el pensamiento lógico basado en inducción y deducción. En definitiva, se trata de introducir al alumno en la forma de conocimiento que caracteriza al pensamiento ciéntifico, procurando que supere cualquier vestigio de explicación mágica de la conducta.

EVALUACIÓN

La evaluación propuesta en este programa se realiza mediante los exámenes teóricos y la evaluación de las prácticas.

 La evaluación de los contenidos teóricos se lleva a cabo mediante un examen parcial y un examen final. Dichos exámenes teóricos constan de una parte en la que el alumno debe responder a preguntas de respuesta múltiple (tres alternativas), y otra parte, donde en un espacio reducido, el alumno debe contestar a una serie de de preguntas cortas. Esta forma de examen se ha elegido porque permite evaluar también el grado de comprensión y elaboración que el alumno tiene de la Psicología Fisiológica, y lo obliga a organizar sus conocimientos y a expresarse de manera coherente y lógica.

La nota del examen se calcula promediando lo obtenido en cada parte en la que el alumno puede obtener una puntuación máxima de 10. Con el fin de respetar, en la medida de lo posible, la proporción entre créditos teóricos y prácticos, la nota teórica representa el 80% de la nota global.

 La evaluación de las prácticas representa el 20% restante que se evalúa a partir de las memorias realizadas por el alumno sobre las prácticas de laboratorio y sobre las prácticas de aula. En este 20%, el peso mayor lo tienen las prácticas de laboratorio que representan un 75% de la nota total de prácticas. La nota de prácticas sólo se considera para la calificación total si la nota teoríca es igual o mayor al aprobado.

 

 EPÍGRAFES DEL TEMARIO PROPUESTO PARA LA ASIGNATURA DE PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA

Módulo I: Concepto y Método de la Psicología Fisiológica

TEMA 1: La Psicología Fisiológica: Concepto y bases filosóficas.

TEMA 2: Método y Técnicas de Investigación de la Psicología Fisiológica.

Módulo II: Funciones sensoriales y motoras

TEMA 3: Visión.

TEMA 4: Audición.

TEMA 5: Somatoestesia: Tacto y Dolor.

TEMA 6: Gusto y el olfato.

TEMA 7: Motricidad.

Módulo III: Aprendizaje y Memoria.

TEMA 8: Neuroanatomía funcional de los aprendizajes implícitos y relacionales

TEMA 9: Mecanismos moleculares y celulares de la memoria a corto y largo plazo.

Módulo IV: Funciones Básicas y Mecanismos Motivacionales.

TEMA 10:  Emoción.

TEMA 11:  Refuerzo

TEMA 12: Mecanismos endógenos de control de la ritmicidad. El ciclo sueño-vigilia

TEMA 13: Sed y homeostasis hídrica.

TEMA 14: Hambre y homeostasis energética

 

JUSTIFICACIÓN DEL TEMARIO PROPUESTO.

El temario propuesto deriva del concepto de Psicología Fisiológica que he defendido en el capítulo 1 de esta memoria. Es decir, el objeto de la Psicología Fisiológica es estudiar las complejas relaciones entre el cerebro y la conducta. No obstante, el cerebro no es una unidad funcional, sino un intrincado entramado de estructuras neuronales relacionadas entre sí y cuya actividad organizada permite el desarrollo y control de muy diversas funciones. Este programa tiene como objetivo abordar el estudio de las principales funciones cerebrales.

La organización en cuatro módulos temáticos pretende dotar de cierta coherencia al programa y permitir al alumno estructurar los conocimientos en categorías amplias. Evidentemente, algunos módulos son más homogéneos que otros. Por ejemplo, no cabe duda que los aspectos conceptuales y metodológicos de la Psicología Fisiológica deben impartirse juntos. Sin embargo, el módulo 4, en el que se analiza desde los ritmos biológicos hasta el refuerzo, podría parecer un cajón de sastre de funciones cerebrales básicas.

 

 

Módulo 1: Concepto y Método de la Psicología Fisiológica.

En este módulo se abordan los aspectos conceptuales de esta disciplina con la orientación que ha quedado plasmada en el primer capítulo de esta memoria. Asimismo, se presenta al alumno algunas cuestiones filosóficas, aún candentes en esta disciplina tales como, monismo-dualismo, el reduccionismo, los distintos niveles de análisis de las funciones de conducta y la polémica herencia-ambiente. También se delimita la Psicología Fisiológica en relación a otras disciplinas psicobiológicas.

Respecto a los aspectos metodológicos, el enfoque elegido es eminentemente práctico. Es decir, las técnicas se organizan por su utilidad en el laboratorio, y se presentan al alumno mediante casos experimentales prácticos. En mi experiencia, esta forma es menos árida y aumenta la comprensión por parte del alumno de la metodología experimental.

Reservo también un apartado para plantear las cuestiones éticas en la investigación experimental, haciendo especial hincapié en las limitaciones, controles y regulación del manejo de animales en el laboratorio.

Módulo 2: Funciones Sensoriales y Motoras.

En este módulo se estudia la neuroanatomía de los sistemas aferentes y eferentes y los procesos, mediante los cuales, los organismos reciben la información del entorno y responden con conducta motora organizada.

Tras una presentación inicial de los principios generales de la organización y procesamiento sensorial, se analiza para cada uno de los sistemas sensoriales: el estímulo físico que lo activa, los receptores especializados para cada tipo de energía, cómo la energía se transduce en potencial de acción, qué códigos utiliza el SNC para representar el estímulo, y los aspectos fundamentales del procesamiento cortical de cada sistema sensorial. La función visual se analiza extensamente ya que disponemos de muchos datos, y además es, posiblemente, una de las funciones sensoriales que más problemas de comprensión genera en el alumno. Finalmente, dentro del tema de la función visual se presentan al alumno los mecanismos básicos de atención visual.

Por otro lado, comprender cómo se produce el control motor de la conducta requiere: conocer los sistemas que participan en el movimiento (esquelético, muscular, nervioso y sensorial propioceptivo); estudiar los mecanismos sinápticos de comunicación entre el sistema nervioso y el muscular, así como, el proceso de contracción muscular. Asimismo, requiere el conocimiento de la neuroanatomía de los sistemas eferentes a todos los niveles de control (medular, troncoencefálico, cerebeloso, diencefálico y cortical). Una vez se han presentado estas nociones básicas, se abordan algunas funciones motoras divididas en tres categorías: reflejos monosinápticos; reflejos polisinápticos como la locomoción y conducta motora voluntaria.

Al final del tema de motricidad se explican los trastornos motores derivados de lesiones en los ganglios basales: la enfermedad de Parkinson y la Corea de Huntington.

Módulo 3: Aprendizaje y Memoria.

        En este módulo se abordan los distintos niveles de análisis a los que se pueden estudiar el aprendizaje y la memoria. La explicación de la psicobiología del aprendizaje y la memoria está organizada en dos temas atendiendo a criterios teóricos. Es decir, lo tratado en cada tema tiene suficiente entidad per se, como para abordarse por separado. Se introduce qué es la plasticidad neural y cómo dicha propiedad se puede estudiar a varios niveles.  A continuación, se ofrece una panorámica de los tipos de memoria que existen y se presentan casos clínicos y ejemplos que permiten diferenciar y disociar los distintos tipos. En tercer lugar, se lleva a cabo el estudio de la neuronanatomía funcional de los aprendizajes implícitos, aquellos que no requieren consciencia y que se expresan como cambios en la ejecución o facilitación de la percepción y de la memoria relacional. Se presentan,así, los aspectos más relevantes de la neuronatomía funcional del aprendizaje relacional y la memoria declarativa, con especial atención al sistema temporal de memoria y las funciones del hipocampo. En este tema también se aborda la neuroanatomía de la memoria funcional como un mecanismo que permite manejarse con información nueva y almacenada y que, de hecho, participa en la mayoría de las tareas de memoria. A continuación se aborda la explicación de los mecanismos celulares y moleculares del aprendizaje y la memoria. Se estudian los mecanismos básicos de representación a corto plazo de la información o de las habilidades adquiridas y de la representación a largo plazo de la información. El mecanismo de representación a largo plazo está ligado a tres procesos: la activación de la familia de genes CREB, la reducción de la expresión de las moléculas de adhesión sináptica, la reorganización de los circuitos. La explicación disociada de los mecanismos a corto y a largo plazo corresponde a la realidad de estos procesos que están claramente disociados. Resumiendo, la memoria implícita y declarativa tendrían representaciones en sistemas neuroanatómicos diferentes pero a través de los mismos mecanismos celulares. Sin embargo, para ambos tipos de memoria los procesos que permiten representar la información a corto plazo son diferentes de los que se requieren para la consolidación a largo plazo de las representaciones.

Módulo 4: Funciones básicas y mecanismos  motivacionales.

Este módulo es, quizás, el más heterogéneo. No obstante, todos los temas que aquí se tratan se relacionan con funciones cerebrales básicas, filogenéticamente muy antiguas y contribuyen de diferentes formas a la conducta motivada. Antes de comenzar con los temas de este módulo al alumno se le presenta el modelo conceptual de motivación. En este modelo la conducta motivada puede ser activada por tres mecanismos diferentes: la alteración de la homeostasis, la ritmicidad y mecanismos de aprendizaje ligados al valor incentivo y emocional de los estímulos ambientales y al hábito. El control cerebral de estos mecanismos está llevado a cabo por sistemas neurales diferentes, pero algunos sistemas son compartidos.

Los organismos viven en entornos cambiantes, cuya ciclicidad puede condicionar la obtención de alimento y líquido y puede incrementar las demandas metabólicas. La adaptación a este entorno cambiante ha requerido que los organismos organicen su conducta y el control de las funciones básicas también de una forma cíclica, mediante relojes endógenos sintonizados con los estímulos ambientales, también cíclicos. Además, la alternancia en los patrones de conducta, muy probablemente, ha sido seleccionada porque ha permitido a especies animales muy diversas, e incluso antagónicas, compartir el mismo hábitat.

En este módulo se explica la ritmicidad biológica como un mecanismo básico de organización de la fisiología y la conducta, con especial atención al ciclo sueño-vigilia. De dicho ciclo se aborda su descripción electrofisiológica y conductual, sus sistemas funcionales de control y las funciones que los fases de sueño lento y MOR parecen cumplir. Esta funciones se relacionan con la restauración anabólica y el aprendizaje y suponen, para muchas especies, una ventaja ecológica al posibilitar compartir el mismo hábitat.

Otra de las funciones básicas corresponde al control homeostático. De hecho, gran parte de la actividad cerebral se dedica a dicho control. Los organismos vivos necesitan mantener dentro de estrechos márgenes el nivel de líquidos, la temperatura, y moléculas como los carbohidratos, lípidos y algunos aminoácidos. Una alteración grave de estas variables supone serios peligros para la supervivencia. En la evolución se han seleccionado dos tipos de mecanismos homeostáticos. Los mecanismos puramente fisiológicos, son por ejemplo, el funcionamiento renal para el control de los niveles de agua y sodio o el metabolismo de los azúcares. Los conductuales, partiendo de un estado interno de necesidad (sed y hambre), energizan al organismo y organizan la conducta en patrones de búsqueda y consumo. De esta forma, la privación y pequeñas alteraciones en la homeostasis hacen que los organismos trabajen persistentemente para conseguir los estímulos que les permitirán restaurar el equilibrio. Pero el control conductual homeostático está también sometido a ritmicidad, de forma que los patrones organizados de búsqueda y consumo pueden activarse de forma cíclica, anticipando el déficit. El estudio de los mecanismos homeostáticos fisiológicos y conductuales se lleva a cabo en los temas sobre la Sed y el Hambre.

Todos los estímulos con valor de supervivencia, tienen un potencial emocional innato. Es decir, a través de la activación de determinados sistemas cerebrales producen una constelación de respuestas endocrinas, vegetativas y conductuales que mejoran la probabilidad de llevar a cabo patrones adaptativos de conducta. Muchos otras señales ambientales, por asociación condicionada, quedan también marcadas emocionalmente. En los humanos debido a las funciones de conciencia se produce la representación consciente de las reacciones emocionales y dando lugar a los sentimientos. Los mecanismos de control emocional son abordados en el tema de la Emoción.

No obstante, los organismos no solo realizan conductas de control homeostático, sino que existen otros estímulos internos y externos que tienen un valor motivacional intrínseco o adquirido por aprendizaje y desencadenan patrones de conducta sexual, aproximación, escape, evitación o ataque. Estas conducta motivadas, no homeostáticas, permiten a los organismos interaccionar con el entorno y mejorar la supervivencia y transmisión de sus genes. El estudio de los sistemas de control nervioso y endocrino de estas conductas se realiza en el tema de refuerzo. Se hace hincapié en que, tanto la alteración de la homeostasis, como el valor emocional de los estímulos contribuyen a mejorar el aprendizaje o asociación entre los estímulos y los patrones de respuesta que permiten obtener esos estímulos, y aumentar así la probabilidad de repetir dichas respuestas en el futuro. Se discute las funciones del sistema dopaminérgico y se presenta un modelo funcional neuroanatómico de motivación que recoge los nuevos enfoques psicobiológicos. Por último, se alude a los trastornos adictivos como un ejemplo de conducta motivada y se defiende que la adicción produce un cambio en los mecanismos de control de la conducta motivada desde un control por incentivo a un control homeostático.

Resumiendo, los temas de los que consta el programa propuesto para esta asignatura revisan las bases neurobiológicas de los procesos que:

·       nos permiten adquirir conocimiento del mundo y responder mediante acciones motoras y  verbales: sensopercepción, motricidad, aprendizaje y memoria, lenguaje;

·       mantienen la homeostasis y reproducción del organismo y modulan la percepción y las acciones para permitir adaptaciones rápidas y eficaces: ritmicidad biológica, emociones, motivación, refuerzo.

TEMA 1:

la Psicología Fisiológica: concepto y bases filosoficas.

      

      1.1. Concepto de la disciplina. Relación con otras disciplinas   psicobiológicas y del ámbito de las neurociencias.

       1.2. Cerebro y conducta.

       1.3. Viejas y nuevas cuestiones filosóficas.

       1.3.1.Dualismo/Monismo.La superación de una vieja       polémica.

1.3.2.¿Es la Psicología Fisiológica una disciplina    reduccionista?. La cuestión de los niveles de análisis.

                1.3.3. Más allá de la dicotomía herencia/ambiente.

 

BIBLIOGRAFIA BÁSICA para el alumno:

 

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 1. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 1. Barcelona: Ariel

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 1. Madrid: Prentice Hall

KANDEL E.R.; SCHWARTZ J.H. y JESSEL T.M. (1997). Neurociencia y conducta. Capítulo 1. Madrid: Prentice Hall.

martinez selva j.m. (1995) Psicofisiología. Capítulo 1. Madrid: Síntesis.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulos 1 y 2. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y leiman a.i. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 1. Madrid: McGrawHill.

MIQUEL M. (1999). Memoria de titularidad. Capítulo 1.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

 

AUROUX M. (1998). ¿Tienen dos gemelos el mismo cerebro?. Mundo Científico, 194, 57-59.

     Interesante análisis sobre la contribución que el genotipo y el ambiente tienen en el desarrollo cerebral. Se discuten especialmente los resultados del estudio de Bartley y cols. (1997) en el que se demuestra que los gemelos monocigóticos no tienen el mismo cerebro. El genotipo parece determinar el tamaño y el peso del cerebro pero no así, la estructura de las circunvoluciones. Muy adecuado para que los alumnos entiendan cómo las influencias genéticas en la conducta están moduladas por la historia de aprendizajes y experiencias individuales.

BOUCHARD Jr. T.J. (1998). Cuando gemelos separados se reencuentran. Mundo Científico, 194, 16-20.

     De forma muy amena describe los estudios llevados a cabo sobre las capacidades cognitvas y conductas de parejas de gemelos monocigóticos. Las concordancias se extienden desde el CI hasta la tendencia a alargar las respuestas a las preguntas. Sin embargo, el autor reflexiona también sobre las influencias ambientales que se producen en cada individuo durante el proceso de desarrollo y que no suelen ser compartidas con el otro gemelo, modulando así las diferencias individuales entre ambos miembros del par.

Bunge M. (1988). El problema mente-cerebro. Un enfoque Psicobiológico. Capítulo 1 y 10. Madrid: Tecnos.

     Bunge presenta en este capítulo la perspectiva monista y dualista del problema mente-cuerpo y sus raíces filosóficas y aboga por una solución monista emergentista que considere a los sistemas neurales como sistemas materiales, pero con propiedades emergentes. Como ofrece argumentos a favor y en contra de ambas posturas es muy adecuado para estimular la reflexión de los alumnos.

crick f.h.c. (1979). Reflexiones en torno al cerebro. En: El cerebro (Libros de Investigación y Ciencia)  Barcelona: Prensa científica; pp: 220-228.

     Crick reflexiona aquí sobre varias cuestiones transcendentales para nuestro conocimiento y comprensión de los procesos cerebrales. En primer lugar plantea la cuestión de los niveles de explicación y reclama un diálogo permanente entre los niveles molares y los moleculares, así como la utilidad de las teorías neurobiológicas. Asimismo, se refiere a la analogía del ordenador para explicar el funcionamiento cerebral. Las diferencias entre el ordenador y el cerebro son importantes. Una diferencia fundamental se refiere a la redundancia típica de los circuitos cerebrales que probablemente produzca un trabajo más lento, pero mucho más seguro para mantener intacta la función. También explica el concepto de red asociativa y la relaciona con el funcionamiento cerebral.

CHANGEUX J.P. (1986) El hombre neuronal. Capítulo 1. Madrid: Espasa Calpe.

     Con un estilo ameno el autor narra las relaciones entre la mente y el cerebro y la historia de la localización de las funciones cerebrales desde los presocráticos hasta nuestros días.

FERRÚS A. (1998). El comportamiento de los genes. Mundo Científico, 194, 75-80.

     Reflexión sobre el alcance científico, social e ideológico del debate herencia-ambiente. El autor  apunta que la polémica es debida a que esta cuestión atañe al problema de la libertad humana. Atañe, en definitiva, a la antigua creencia sobre el libre albedrío y la indeterminación de la conducta humana. De hecho, muchos de los aspectos de este debate no son realmente científicos, sino sociales e ideológicos.

ILLING R.B.(2002). De la trepanación a la teoría de la neurona. Mente y Cerebro. Investigación y Ciencia, nº 1; pp:82-89. Recorrido histórico por las hipótesis y descubrimientos fundamentales que han dado lugar a la neurociencia actual.

JUNQUÉ C. (1994). Introducción. En C. Junqué y J. Barroso (ed.): Neuropsicología. Madrid: Síntesis; pp:20-70.

     Capítulo que permite conocer qué es la neuropsicología y cómo se relaciona con la psicobiología. Esta disciplina es definida como una disciplina psicobiológica, centrada en el estudio de las bases neruobiológicas, fundamentalmente neuroanatómicas de las funciones superiores en humanos.

LURIA A.R. (1974). El cerebro en acción. Capítulo 1. Barcelona: Martinez-Roca.

     Luria expone en este capítulo con toda claridad el concepto de sistema cerebral  funcional  y describe la organización cerebral como un conjunto de sistemas funcionales interrelacionados, organizados a diferentes niveles y redundantes. Esta organización permite el desarrollo de las funciones cerebrales con bastantes grados de libertad.

MORALES, A. (1990). Psicofarmacología : Multiplicidad de enfoques. Revista de Psicología General y Aplicada,  38, 141-148. Lo destacable de este artículo es la descripción diversos enfoques de la psicofarmacología. Cada uno de estos enfoques posee sus propios objetivos y metodología. La psicofarmacología clínica estudia los efectos de los psicofármacos en un contexto clínico. La farmacología de la conducta investiga los efectos de los psicofármacos sobre el comportamiento en el contexto del laboratorio animal. Finalmente, la neuropsicofarmacología intenta comprender cómo las sustancias afectan a las funciones conductuales del SNC, para poder conocer cuáles son las bases  neurobiológicas de dichas funciones.

Nelson R.J. (1996). Psicoendocrinología. Capítulo,1. Barcelona: Ariel.

     Introducción al concepto, método y técnicas de investigación de la psicoendocrinología que los alumnos pueden consultar para adquirir nociones básicas sobre esta disciplina psicobiológica. La psicoendocrinología es definida por Nelson como  la disciplina que estudia la interacción entre hormonas y conducta.

ORTEGA J. y ACOSTA J. (1983). Etología, Psicología comparada o simplemente ciencia del comportamiento animal. Revista de Psicología General y Aplicada, 38, 141-148.

     A partir de la exposición de las desavenencias entre los psicólogos comparativistas y los etólogos, los autores se definen como partidarios del enfoque integrador que subyace a la disciplina emergente de ciencia del comportamiento animal. Con este artículo los alumnos pueden conocer las relaciones y diferencias entre estas disciplinas, ya que es un tema que normalmente nunca aparece en los manuales de psicobiología.

ROUBERTOUX P.L. y CARLIER M. (1997). ¿Es hereditario el CI?. Mundo Científico, 117, 264-270.

     Visión crítica de los estudios sobre genética de la inteligencia. Los autores defienden que en realidad no hay tanto consenso como aparece en algunas publicaciones en relación a la genética de la inteligencia, y que muchos de las interpretaciones están realizadas a partir de la confusión entre la herencia y la heredabilidad. La heredabilidad es un índice estadístico que es igual a cero cuando un rasgo está totalmente determinado genéticamente, ya que lo que en realidad está estimando es la variabilidad observada en una rasgo en una población (varianza fenotípica). Si la variabilidad es cero, la heredabilidad es cero. Sin embrago, las conclusiones sobre los estudios de genética de la inteligencia, afirman los autores, están asumiendo que herencia y heredabilidad son lo mismo. Artículo adecuado para estimular la reflexión de los alumnos.

SEARLE J. (1985). Mentes, cerebros y ciencia. Capítulos 1,2,3,4,6. Madrid: Cátedra.

     En estos capítulos Searle reclama el carácter mental de los procesos mentales. Mental en el sentido de no observable y subjetivo. No obstante, el reconocimiento de lo mental no supone mantener una postura dualista, porque lo mental es una propiedad del cerebro. Por tanto, entre la mente y el cerebro existe la relación causal típica de los sistemas materiales y sus propiedades. Otra de las discusiones planteadas se refiere a la analogía del ordenador. la gran diferencia para el autor se encuentra en la intencionalidad de la conducta humana frente a las funciones automáticas del ordenador.  Es muy recomendable para los alumnos, aunque algunos de los ejemplos que utiliza son discutibles (por ejemplo, la analogía estómago-cerebro digestión-mente).

SIMON V. (1994). Mente y cerebro en el umbral del siglo XXI. Publicacions de la Universitat de Valencia.

     Este trabajo fue leído como discurso de apertura del curso académico 94-95 en la Universitat de Valencia y supone una reflexión sobre el estado de las relaciones mente-cerebro en la psicobiología actual. Plantea el autor que la evolución de esta relaciones ha supuesto la superación del dilema racionalismo-empirismo ya que las neurociencias han desvelado el cerebro como una estructura innata en su morfología básica pero con una  gran capacidad de ser modificado por el contacto con el entorno. Asimismo, otro gran avance ha sido la explicación de las bases del conocimiento desde las condiciones del sujeto, es decir, la adquisición de conocimiento del mundo como un proceso subjetivo e interpretativo. Así lo demuestran todos los estudios sobre percepción.

 

 

 

 

TEMA 2:

EL MÉTODO Y LAS TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN DE LA PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA

      

2.1. El método experimental aplicado a la Psicología Fisiológica.

2.2. Los límites epistemológicos y éticos de la experimentación animal.

2.3. Técnicas de investigación en Psicología Fisiológica.

2.3.1. Técnicas Generales

2.3.2. Técnicas Neuroanatómicas y Funcionales

        2.3.2.1. Técnicas de Registro de la actividad neuronal

        2.3.2.2. Técnicas para el estudio de los núcleos cerebrales

2.3.2.3. Técnicas para el trazado de las vias nerviosas de conexión entre núcleos neuroanatómicos.

2.3.2.4 Técnicas para el estudio de neurotransmisores y receptores.

2.3.2.5 Técnicas de manipulación genética

2.3.4.6. Técnicas de neuroimagen para localizar sistemas funcionales en humanos.

                2.3.2. Técnicas psicofisiológicas de análisis de correlatos.

                2.3.2. Técnicas de medición de conducta.

 

BIBLIOGRAFIA BÁSICA para el alumno:

 

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 5. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 5. Madrid: Prentice Hall.

JUNQUÉ C. (1994). Métodos de la neuropsicología humana. En Junqué C. y Barroso J.: Neuropsicología. Madrid: Síntesis.

KOLB B. y WHISHAW I.Q. (1986). Fundamentos de Neuropsicología humana. Capítulo 3. Barcelona: Labor.

martinez selva j.m. (1995). Psicofisiología. Capítulo 2. Madrid: Síntesis.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulos 1 y 5. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y cols. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 1. Madrid: McGrawHill.

MIQUEL M. y CORREA M (2004). Memoria de titularidad. Capítulo 1.

 

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

 

BOTTING J.H. y MORRISON A. (1997). La experimentación animal, imprescindible para la medicina. Investigación y Ciencia, Abril, 69-72.

Botting y Morrison abogan en este artículo por la experimentación animal y presentan al lector un compendio de aquellos avances en biomedicina que han dependido estrechamente de la investigación animal.

MARTINEZ M.; MIÑARRO J. y SIMÓN V. (1991). Análisis etoexperimental de la conducta agonística en ratones. Psicológica, 12: 1-22.

Describe el enfoque etoexperimental para el análisis de la conducta agresiva en el laboratorio. Desarrolla fundamentalmente el método de inducción a la agresión por aislamiento, y el registro posterior de un etograma que permite evaluar diferentes parámetros de conducta en el laboratorio.

Mazoyer B y Belliveau J.W. (1996). Los nuevos progresos de la imaginería. Mundo Científico, 172. Octubre; 816-823.

Ambos autores, especialistas en cartografía cerebral, realizan, en esta revisión muy recomendable para el alumno, un breve recorrido por la evolución de las técnicas de neuroimagen y un análisis del estado actual de dichas técnicas. De forma muy clara explican los principios técnicos, asi como, las ventajas e incovenientes de cada una de ellas. Para los autores la imaginería funcional del cerebro requiere la mejora de la resolución temporal y espacial, que ya comienza a conseguirse al integrarse las técnicas funcionales Rmf y TEP con EEG y magnetoencefalograma que tienen mucha mejor resolución temporal.

MILLET A. (1998). Ratones casi a medida. Mundo Científico, 194, Octubre, 36-37.

Escrito por una periodista científica, este artículo explica cómo se llevan a cabo los mutantes nulos o ratones knockout. Plantea también los pros y los contras de esta técnica: mecanismos de compensación de la mutación, falta de animales control adecuados, problemas derivados de los genes heredados de la cepa 129 de la que se obtienen las células embrionarias. Estos problemas se han intentado superar con las técnicas de inactivación inducible, que permiten iniciar la inactivación a expensas del experimentador y en cualquier momento del desarrollo.

MUKERJEE M. (1997). Tendencias de la investigación animal. Investigación y Ciencia, Abril, 74-83. Este artículo está recomendado para los alumnos, porque ofrece una visión del estado actual de las cosas respecto a la experimentación con animales. Realiza una aproximación histórica breve al origen de los movimientos  contra la experimentación animal y revisa los esfuerzos actuales en la búsqueda de técnicas alternativas, que si bien no podrán acabar totalmente con la utilización de modelos animales para la investigación, si que han permitido reducir considerablemente el número de animales utilizados en los ensayos.

RAICHLE M.E. (1994). Representación visual de las operaciones mentales. Investigación y Ciencia, Junio, 22-29. Raichle, que junto con Posner y otros colaboradores comenzaron la aplicación de las técnicas de neuroimagen a el estudio del funcionamiento del cerebro normal, presentan aquí un resumen de la historia, principios técnicos y logros recientes conseguidos con las técnicas de neuroimagen, EEG y magnetoencefalograma. La información contenida en este trabajo es muy similar a la que se puede encontrar en el artículo de Mazoyer y Belliveau.

SKINNER J.E. (1975). Neurociencia, manual de laboratorio. Mexico: Trillas. Para aquellos alumnos que quieran profundizar en las ténicas de laboratorio utilizadas en Psicología Fisiológica, este manual, aunque antiguo, recoje en un lenguaje muy asequible las principales técnicas. Los dibujos explicativos de como llevar a cabo cada procedimiento facilitan mucho la comprensión de la técnica.

 

TEMA 3:

 LA vision

3.1. Los principios generales del procesamiento de la información sensorial.

       3.1.1. Reglas de  funcionamiento de los sistemas sensoriales.

3.2. El estímulo visual. La luz.

3.3. El órgano receptor. Anatomía del ojo.

3.4. El proceso de transducción en la retina.

3.5. Vías visuales y organización anatómica de los centros de procesamiento.

3.6. Percepción visual.

       3.6.1. Percepción del movimiento.

       3.6.2. Percepción de la forma.

       3.6.3. Percepción de la profundidad.

       3.6.4. Percepción del color.

3.7. La integración visual.

3.8. Mecanismos de atención visual.

 

 

BIBLIOGRAFíA Básica para el alumno:

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulos 9 y 10. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulos 4,5,6. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 6. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 6. Madrid: Prentice Hall.

CUDEIRO J. y  ACUÑA C. (1998).  Fisiología de la visión. Capítulo 21. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:539-578.

CUDEIRO J. y  ACUÑA C. (1998).  Procesos visuales centrales. Capítulo 22. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:579-614.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulos 20, 21,22,23,24,25. Madrid: Prentice Hall.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulos 7,8. Madrid: Prentice Hall..

POZO M.A. (1998). Fisiología general de los receptores sensoriales. Capítulo 17. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:437-456.

rosenzweig m.r. y cols. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 9. Madrid: McGrawHill.

Zeki S. (1995). Una visión del cerebro. Capítulos 12-27. Barcelona: Ariel.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

Hubel  D.H. ; Wiesel. T. N. (1979). Mecanismos cerebrales de la visión. En: El cerebro. Barcelona: (Libros de Investigación y Ciencia) Prensa Científica; pp: 115-128.

     Revisión ya clásica sobre el procesamiento cerebral de la visión que proporciona  a los alumnos una perspectiva clara de los experimentos llevados a cabo por los autores y de los datos obtenidos. Aunque no es una revisión reciente, es muy aconsejable porque presenta conceptos básicos sobre la organización anatómico-funcional del cortex visual y  sobre el procesamiento de la forma que son fundamentales para la comprensión de la función visual.

PÉNZIL H. (2003) Mundo real e imagen percibida. Mente y cerebro. Investigación y Ciencia, 3, 36-41.

REPPAS J.B.; DALE A.M.; SERENO M.I. Y TOOTELL R.B.H. (1996). La visión, una percepción subjetiva. Mundo Científico, 172. Octubre, 838-843.

     Los autores, todos ellos especialistas en el estudio del sistema visual humano a través de las técnicas de neuroimagen, analizan los datos recientes sobre la organización anatómica y funcional de las áreas corticales visuales humanas a la luz de los conocimientos adquiridos en macacos.

wurtz r.h.; goldberg m.e., robinson d.l. (1982). Mecanismos cerebrales de la atención visual. Investigación y Ciencia, Agosto, 48-57.

     Recoge los estudios llevados a cabo por los autores sobre la neuroanatomía funcional de la atención visual en macacos. Es una buena revisión para que los alumnos conozcan la metodología utilizada en los estudios neurobiológicos de atención.

Zeki S. (1992). La imagen visual en la mente y el cerebro. Investigación y Ciencia, Noviembre, 27-35.

     Una revisión muy adecuada para los alumnos porque sintetiza los conocimientos recientes sobre la anatomía funcional de la corteza visual, explica el paralelismo y jerarquía en el procesamiento visual de forma clara y propone mecanismos para la integración visual, basados en las conexiones de ida y vuelta entre las distintas áreas visuales; además de presentar datos sobre el sistema visual humano.

 

 

 

TEMA 4:

LA AUDICIÓN

  

       4.1. El estímulo auditivo. El sonido.

       4.2. El órgano receptor. Anatomía del oído.

       4.3. El proceso de transducción en la cóclea.

       4.5.Vías auditivas y organización de los centros de procesamiento auditivo.

       4.6. Percepción auditiva.

                4.6.1. Percepción del volumen.

                4.6.2. Percepción de la frecuencia.

                4.6.3. Percepción del timbre.

                4.6.4. La localización del sonido

 

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA para el alumno:

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 11. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulos 4,5,6.                  Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 7. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 7. Madrid: Prentice Hall.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 8. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y cols. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 9. Madrid: McGrawHill.

SALDAÑA E. y  MERCHAN M.A.. (1998).  Sistema auditivo. Capítulo 20. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:509-538.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

ALTENMÜLLER E. (2002). Neurología de la percepción musical. Mente y cerebro, nº 1. Monografías de Investigación y Ciencia, 48-54

HUDSPETH A.J. (1983). Células ciliadas del oído interno. Investigación y Ciencia, Marzo, 65-76.

     Hudspeth presenta una descripción de la morfología y funcionamiento de las células ciliadas en el proceso de transducción de la información auditiva y vestibular. Durante años sus estudios se han centrado en el análisis de preparaciones de células ciliadas procedentes de la rana.

KANDEL Y COLS. (2001). Audición. Principios de Neurociencia. Capítulo 30. Madrid: McGraw Hill pp: 590-613.

KANDEL Y COLS. (2001). Transformación sensitiva en el oído. Principios de Neurociencia. Capítulo 31. Madrid: McGraw Hill pp: 614-624.

KELLY J.P. (1991). Hearing. Capítulo 32. En E.R Kandel; T.M. Jessel y J.H. Schwartz (eds.): Principles of Neural Science. New York: Prentice Hall; pp: 481-499.

KONISHI M. (1993). Audición binaural. Investigación y Ciencia, Junio, 26-33.

     Muy interesante para los alumnos porque describe sus experimentos con lechuzas sobre la localización del sonido variando la intensidad del sonido que llega a cada oído o el tiempo de llegada y explica su modelo de audición binaural para la localización de la fuente sonora, desarrollado a partir del modelo teórico planteado por Jeffress. Las neuronas binaurales comienzan a encontrarse en el colículo inferior del mesencéfalo y actúan como detectores de coincidencia, excitándose solamente cuando llega la información simultáneamente de cada oído.

SHEPHERD, G.M. (1985). Neurobiología. Capítulo 16. Barcelona: Labor.

 

TEMA 5:

somatoestesiA

      

       5.1. Los estímulos somatoestésicos: Estímulos mecánicos, térmicos y nocivos.

       5.2.  La piel y sus receptores.

                5.2.1. Mecanorreceptores.

                5.2.2. Termorreceptores.

                5.2.3. Nocioceptores.

       5.3. El proceso de mecanotransducción.

       5.4. Vías somatoestésicas y organización de los centros de procesamiento.

        5.4.1. Transmisión del la información táctil: El haz de la columna dorsal.

5.4.2. Transmisión de la temperatura, el dolor agudo y del dolor   crónico: Haces neoespinotalámico, espinorreticular y espinomesencefálico.

       5.5. Percepción táctil. Discriminación táctil y localización de las sensaciones táctiles.

       5.6. La percepción del dolor: aspectos sensoriales y afectivos.

       5.7. La modulación endógena del dolor: El sistema endógeno de analgesia.

 

bibliografia básica para el alumno:

 

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 12. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 4,5,6. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 7. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 7. Madrid: Prentice Hall.

GARCÍA MERITA M. (1986). El dolor. En V. Simón: Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 193-218.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 8. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y cols. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 8. Madrid: McGrawHill.

LOPEZ GARCÍA J.A. Y HERRERO J.F. (1992). Somestesia: mecanorrecepción, termorrecepción y nociocepción. Capítulo 18.En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 457-482.

otras lecturas recomendadas al alumno:

KANDEL Y COLS. (2001). El sentido del tacto. Principios de Neurociencia. Capítulo 23. Madrid: McGraw Hill pp: 451-471.

KANDEL Y COLS. (2001). La percpeción del dolor. Principios de Neurociencia. Capítulo 24. Madrid: McGraw Hill pp: 472-491.

melzack  R. (1990). La tragedia del dolor innecesario. En I. Morgado (recop): Psicología Fisiológica. Libros de Investigación y Ciencia. Barcelona: Prensa Científica; pp: 45-53.

     Melzack, especialista en los mecanismos del dolor y su tratamiento, realiza un estupendo resumen de las vías de transmisión del dolor agudo (haz lateral) y crónico (haz medial), del sistema endógeno de analgesia y de la sensibilidad de cada uno de estos sistemas al tratamiento con morfina. Además explica los principales modelos animales para el estudio de los dos tipos de dolor: El test del tirón en la cola, modelo para el dolor agudo y muy sensible a las manipulaciones del sistema de analgesia; y el test de la formalina, modelo de dolor crónico, y sensible a la presencia de morfina en estructuras del sistema límbico como la habénula.

melzack  R. (1992). Miembros Fantasma. Investigación y Ciencia . Junio, 72-79.

     Melzack presenta aquí un resumen de sus investigaciones sobre los mecanismos cerebrales que explica las sensaciones del miembro fantasma. El autor propone un modelo basado en tres sistemas. El primero corresponde a la red asociativa somatoestésica. El patrón de conexiones asociativas somatoestésicas está, para Melzack, determinado genéticamente en su mayoría, aunque puede ser modificado por la experiencia. Esto explica que las personas que nacen sin un miembro también puedan experimentar sensaciones fantasma. El segundo sistema, se relaciona con las aferencias somatoestésicas al sistema límbico. Los sujetos con sensaciones fantasma informan de dolor y de sensaciones desagradables o agradables en el miembro fantasma por tanto, la dimensión afectiva se mantiene. El último lugar, tenemos las regiones de lóbulo parietal derecho implicadas de alguna manera en la experiencia del yo. Las señales sensoriales procedentes de la periferia se transmiten, después de llegar al cerebro, a los tres sistemas. Si la organización de estas conexiones es en parte genética puede ser que a pesar de que no llagan aferencias al cerebro existe una actividad en forma de ráfagas en las neuronas que deberían estar dedicadas a representar la actividad del miembro amputado.

SHEPHERD, G.M. (1985). Neurobiología. Capítulo 13. Barcelona: Labor.

 

TEMA 6:

olfato y gusto

           

       6.1. El olfato.

                6.2.1. Las moléculas olorosas.

                6.2.2. Células receptoras del epitelio olfativo.

                6.2.3. El proceso de transducción olfativa.

                6.2.4. Vías olfativas.

                6.2.5. Percepción olfativa.

       6.1. El gusto.

                6.1.1. Las moléculas del sabor.

                6.1.2. Células receptoras en las papilas gustativas.

                6.1.3. El proceso de transducción gustativa.

                6.1.4. Vías gustativas.

                6.1.5. Percepción gustativa.

 

 

 

bibliografia básica para el alumno:

 

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 8. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 4,5. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 7. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 7. Madrid: Prentice Hall.

GONZALEZ C.; OBESO A. y ROCHER A. (1998). Quimirreceptores internos y externos. Capítulo 23.En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 615-640.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulos 8. Madrid: Prentice Hall.

rosenzweig m.r. y cols. (2001). Psicología Fisiológica. Capítulo 9. Madrid: McGrawHill.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

AXEL R. (2005) Biología molecular de la olfacción. Los cinco sentidos. Investigación y Ciencia. Temas 39; pp: 30-36.

 

KANDEL Y COLS. (2001). Olfato y Gusto. Los sentidos químicos. Principios de Neurociencia. Capítulo 32. Madrid: McGraw Hill pp: 625-654.

Freeman W. J. (1991). Fisiología de la percepción. Investigación y Ciencia. Abril, 30-38.

     Este artículo expone los aspectos básicos del procesamiento olfativo y del aprendizaje olfativo, centrándose especialmente en los estudios llevados a cabo por el autor y su equipo en las neuronas del bulbo y cortex olfativos de conejos. Sus investigaciones demuestran que la codificación se lleva a cabo por una población de neuronas cuya actividad está asociada, y son estas neuronas las que con distintos patrones de actividad pueden codificar las memorias olfativas. Para el autor este disparo sincrónico ante la presencia de un olor se verá reforzado si dicho olor predice una recompensa.

LECLERC. V.Y COLS. (2002). El gusto. Mundo Científico, 232: 72-75.

SHEPHERD, G.M. (1985). Neurobiología. Capítulo 12. Barcelona: Labor.

SMITH D.V.; MARGOLSKEE R.F. (2005). El sentido del gusto. Los cinco sentidos. Investigación y Ciencia. Temas 39; pp: 65-71.

 

TEMA 7:

motricidad

7.1. Introducción a las funciones motoras.

                7.1.1. Sistemas orgánicos que participan en el movimiento.

7.1.2. Las funciones motoras: reflejos, patrones motores repetitivos, el movimiento voluntario.

7.2. Descripción del sistema muscular.

                7.2.1. Tipos de músculos.

                7.2.2. Tipos de fibras musculares.

7.3. La unión neuromuscular. Las unidades motoras.

7.4. El proceso de contracción muscular .

7.5. El control del movimiento reflejo. Los circuitos espinales y troncoencefálicos.

                7.5.1. Reflejos monosinápticos.

                7.5.2. Reflejos polisinápticos.

7.6. El control de los patrones motores repetitivos. Los generadores centrales de pautas y su control troncoencefálico.

                7.6.1. Locomoción.

7.7. Sistemas funcionales de control del movimiento voluntario.

                7.7.1. Control cortical del movimiento voluntario.

                7.7.2. Función de los ganglios basales.

                7.7.3. Función cerebelosa.

7.8. Procesamiento motor.

7.8.1. Representación espacial y elaboración de los planes motores.

                7.8.2. Codificación neuronal de la fuerza

       7.8.3. Codificación neuronal de la dirección del movimiento

7.9. Algunos trastornos motores.

 

bibliografia básica para el alumno:

 

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulos 17 y 18. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 7. Madrid: Alianza Psicología.

CANEDO A. (1998).  Médula espinal: motoneuronas y unidades motoras; reflejos espinales. Capítulo 25. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:663-691.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 8. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 7. Madrid: Prentice Hall.

DELGADO J.M. (1998).  Aspectos motores del tronco del encéfalo y del cerebelo. Capítulo 26. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:693-713.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo 26,27,28,29. Madrid: Prentice Hall.

PINEL J.P.J. (1993). Biopsychology. Capítulos 9. Boston: Allyn and Bacon.

rosenzweig m.r. y COLS. (12001). Psicología Biológica. Capítulo 11. Barcelona: Ariel

RUBIA F. (1998).  Control cortical y de los ganglios basales del movimiento. Capítulo 27. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:715-730.

RUBIA F.J. y DELGADO J.M. (1998).  Introducción al estudio de los sistemas efectores. Capítulo 24. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp:641-661.

otras lecturas recomendadas al alumno:

 

KANDEL y COLS. (2001). Movimiento. Capítulos: 33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43. Principios de Neurociencia. Madrid: McGraw Hill.

Evarts E.V. (1979). Mecanismos cerebrales del movimiento. En: El cerebro. Barcelona: (Libros de Investigación y Ciencia) Prensa científica; pp: 131-141.

     En este artículo Evarts resume los resultados de sus experimentos neurofisiológicos sobre el control cortical, cerebeloso y somatosensorial del movimiento, describiendo a partir de estos, los circuitos de control motor para el movimiento voluntario.

Grillner S. (1996). Redes nerviosas para la locomoción en vertebrados. Investigación y Ciencia. Marzo, 40-45.

     Es una buena revisión para que los alumnos se familiaricen con los circuitos de control de la locomoción. Explica con claridad el concepto de generador central de patrones y los experimentos que han llevado a situar dichos generadores en la médula espinal.

SHEPHERD, G.M. (1985). Neurobiología. Capítulos  18,20,21,22. Barcelona: Labor.

STEIN J.F. (1986). El control del movimiento. En Coen C.W.: Las funciones cerebrales. Barcelona: Ariel; pp: 105-143.

     Es un excelente capítulo para que los alumnos conozcan y comprendan las funciones motoras que son ejercidas a distintos niveles del SNC. Repasa los diferentes criterios con los que se puede categorizar el control del movimiento. Señala la inexactitud de dicotomías tales como involuntario/voluntario, porque el movimiento involuntario está presente en cada movimiento voluntario para mantener postura y controlar los ajustes en la ejecución. Lo más interesante de este trabajo es que no se limita simplemente a describir el control motor en cada nivel, sino que realiza explicaciones funcionales muy clarificadoras de cada centro de procesamiento motor. 

 


tema 8:

Psicobiología del aprendizaje y la memoria

               

8.1. La naturaleza biológica del aprendizaje y la memoria.

       8.1.1. ¿Cuál es la propiedad neuronal que permite aprender? La plasticidad neural.

       8.1.2. Restricciones biológicas al aprendizaje.

8.2. ¿Qué se aprende?

8.2.1. Tipos de aprendizaje y memoria

8.3. ¿Dónde se producen los cambios cerebrales?.

       8.3.1. Neuroanatomía del aprendizaje y la memoria relacional o explícita. El sistema temporal de memoria.

       8.3.2. Neuroanatomía del aprendizaje y la memoria procedimental o implícita. El circuito estriatal-córtico-límbico

8.4. Mecanismos celulares y moleculares de neuroplasticidad

       8.4.1. Habituación: Decaimiento presinàptico.

       8.4.2. Sensibilización: Facilitación sináptica.

8.4.3. Potenciación a largo plazo y Depresión a largo plazo.

8.5. El proceso celular de consolidación de la memoria a largo plazo.

       8.5.1. Activación de los genes CREB.

       8.5.2. Las moléculas de adhesión celular.

       8.5.3. Reorganización cortical.

8.6.  Las funciones de los lóbulos frontales en la memoria la memoria funcional y los procesos de recuperación.

8.7.  Recordar, olvidar y extinguir.

           

 

bibliografia básica para el alumno:

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 19 y 20. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 11. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulos 14 y 15. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 8. Madrid: Prentice Hall.

JUNQUÉ C. (1994). La memoria y las amnesias Capítulo 4. En: Junqué C. y Barroso J. (eds.): Neuropsicología. Madrid: Síntesis; pp: 204-246.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo 35 y 36. Madrid: Prentice Hall.

martinez selva j.m. (1995) Psicofisiología. Capítulos 5 y 6. Madrid: Síntesis.

MORGADO I. (1998). Aprendizaje y memoria: conceptos, categorías y sistemas neurales. Capítulo 32. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 825-852.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 14 y 15. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y leiman a.i. (2001). Psicología Biológica. Capítulo 17 y 18.  Madrid: McGrawHill.

SÁNCHEZ ANDRÉS J.V. (1998). Bases moleculares y neurales de la memoria y el aprendizaje. Capítulo 33. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; 855-874.

otras lecturas  recomendadas  al alumno:

alkon d.l. (1989). Almacenamiento de memoria y sistemas neurales. Investigación y Ciencia. Febrero; 42-53.

Artículo muy adecuado para conocer los procesos que subyacen a la reorganización de las representaciones somatoestésicas cuando un individuo se entrena en una habilidad manual como tocar el violín o el piano. Los estudios han observado que la representación cortical de determinados dedos en músicos es muy superior a la de sujetos que no tocan un instrumento de cuerda. Además, cuanto más temprano se aprendió a tocar el instrumento, más amplia es la zona de representación en el giro central. En estos sujetos además hay problemas de discriminación de los dedos porque al entrenar tantas veces al día varios dedos en una sucesión muy rápida, las representaciones se fusionan, siguiendo la regla hebbiana de que dos neuronas que disparan juntas, se asociarán.

BAILEY C.H. y KANDEL E.R. (1986). Aproximaciones moleculares al estudio de la memoria a corto y a largo plazo. En C.W. Cohen (ed.): Las funciones del cerebro; pp: 144-182. Aunque los datos que se presentan en este capítulo son antiguos y la información experimental reciente está mejor reflejada en el artículo de Kandel citado a continuación, este capítulo es muy didáctico en su presentación de los principios generales de la biología del aprendizaje. Breve comentario sobre las hipótesis fisiológicas de Hebb en relación al aprendizaje. Frègnac expone los experimentos realizados sobre plasticidad en la preferencia de las neuronas visuales en el gato. En estos experimentos se hace coincidir la exposición a un estímulo opuesto a la preferencia de esa neurona con una activación artificial de ésta, demostrándose un cambio en la preferencia funcional de dicha neurona.

Capítulo con una orientación muy neurobiológica sobre los diferentes mecanismos neuronales y gliales de plasticidad. La plasticidad se presenta como una característica que procede del desarrollo cerebral, periodo en el que las sinpasis son estructuras dinámicas. A continuación se presentan las bases celulares y moleculares de la renovación de sinapsis durante el desarrollo y merced al aprendizaje: activaciones sinápticas; desconexión de sinapsis; formación de brotes axonales; maduración de las nuevas sinapsis.

Capítulo sobre las amnesias y los efectos de lesiones cerebrales en la memoria. Es muy didáctico para los alumnos y muy agradable de leer por los ejemplos y los datos del propio autor.

COLL ANDREU M. y MORGADO BERNAL I. (1992). Modulación hormonal del aprendizaje y la memoria. Psicothema, 4, 221-235.

El autor es uno de los investigadores más importantes sobre la memoria, y en concreto es que que hace una década introdujo el término de memoria implícita para referirse al proceso por el cual las experiencias previas, facilitan la ejecución posterior, en tareas que no requieren recuperación consciente de la información, ni intencionalidad. Una de sus áreas de estudio ha sido la predeterminación o facilitación, y los sistemas cerebrales de los que depende este tipo de memoria implícita. Este libro que se recomineda  alos alumnos es un libro sobre todos los procesos de memoria con un enfoque psicológico, pero en los que de una forma muy asequible se presentan muchos datos neuropsicológicos. En el capítulo 6 se aborda el aprendizaje latente y la memoria implícita.

El condicionamiento clásico del reflejo de extensión del pie muscular del caracol  Hermissenda es uno de los modelos de invertebrados que ha permitido conocer datos muy valiosos sobre los mecanismos biológicos del aprendizaje. Es un artículo muy interesante para los alumnos porque describe todos los niveles de análisis a los que el aprendizaje puede ser estudiado: descripción de la conducta, los circuitos neuroanatómicos; y los mecanismos celulares y moleculares del condicionamiento de este reflejo.

Elbert. t. (1996). Una huella en el cortex de los violinistas. Mundo Científico, 172. Octubre, 880-883.

En este capítulo se resumen los principales trabajos experimentales sobre la facilitación del aprendizaje de evitación activa de doble vía mediante dos intervenciones: el sueño paradójico y la autoestimulación intracraneal. Esta facilitación se produce tanto antes como después del aprendizaje y favorece especialmente a los sujetos que en condiciones normales son malos aprendedores. Muy probablemente, entonces, la facilitación del aprendizaje que ambos procesos provocan se deba a un proceso inespecífico de activación neural, más que por el reforzamiento específico de los circuitos implicados en el aprendizaje de evitación. Muy accesible para los alumnos.

En este capítulo, además de lo anteriormente comentado, se resumen los mecanismos de consolidación a largo plazo de una forma muy didáctica.

En la última parte del artículo se resumen los posibles mecanismos de representación de la memoria a largo plazo.

     Es un artículo un poco complejo para el alumno, pero si se le explica adecuadamente puede obtener información muy importante. Partiendo de un análisis sistémico Fuster expone como la representación de las memorias se produce en redes neuronales jerárquicamente organizadas. El nivel más bajo en la jerarquía lo constituyen las memorias filéticas, tanto sensoriales como motoras, y que están representadas en las áreas de procesamiento sensorial primarias y secundarias. A esta memoria se le superpone la memoria individual, cuya representación está en las cortezas de asociación temporal, parietal y prefrontal. Los lóbulos temporales permiten manejar información almacenada con nuevas entradas sensoriales y la ejecución de las respuestas. son por tanto, fundamentales en la selección de respuestas adecuadas y en la recuperación y activación de memorias.

Esta revisión aborda la neuroanatomía, tanto de la memoria declarativa como de la procedimental, haciendo especial hincapié en los circuitos límbicos, ya que uno de los -autores ha aportado numerosos datos sobre la participación de las estructuras temporales en la memoria.

     Expone los mecanismos sinápticos de plasticidad, en vertebrados e invertebrados, aunque se centra especialmente en la potenciación a largo plazo y la depresión a largo plazo.

FRÈGNAC Y. (1994). Las mil y una vidas de las sinapsis de Hebb. Mundo Científico,150. Octubre; 854-856.

fuster j.m. (1997). Redes de memoria. Investigación y Ciencia. Julio, 74-83.

goldman-rakic P.(1992). La memoria funcional y la mente. Investigación y Ciencia. Noviembre, 69-75.

HEALY S.D. (1994). La memoria y la adaptación animal. Mundo Cientifico, 150. Octubre, 836-841.

HITIER R. Y COLS. (2002). La memoria de la mosca. Mente y Cerebro, nº1. Monografías de Investigación y Ciencia: 32-38.

ITO M. (1994). La plasticidad de las sinapsis. Mundo Científico,150. Octubre; 846-853.

KANDEL Y COLS. (2001). Aprendizaje y memoria. Mecanismos celulares de aprendizaje y el sustrato biológico de la individualidad. Principios de Neurociencia. Capítulos 62,63. Madrid: McGraw Hill.

Kandel e.r.; hawkins r.d. (1992). Bases biológicas del aprendizaje y de la individualidad. Investigación y Ciencia. Noviembre, 48-57.

El autor es uno de los investigadores que más ha trabajado en las bases neuroanatómicas y celulares de la memoria funcional. De hecho, su modelo de los Dominios Específicos está recibiendo cada vez más apoyo experiemental. En esta revisión persenta el modelo y un resumen de los datos que lo avalan. Este modelo sitúa la memoria funcional en el cortex prefrontal lateral, subdividido en dominios de representación sensorial diferente: visual, auditiva, espacial. Los datos neurofisiológicos en primates, los estudios de lesión prefrontal, y la hipofrontalidad observada en esquizofrénicos, corroboran este modelo. Los autores presentan un resumen de sus trabajos sobre los mecanismos celulares y moleculares que permiten la sensibilización y el condicionamiento del reflejo de retirada de la branquia en el caracol marino Aplisia. Además también describen el mecanismo de la potenciación a largo plazo en el hipocampo de vertebrados. Muy claro y con esquemas muy buenos para explicar estos procesos en clase.

Los autores revisan los efectos que sobre tareas de aprendizaje tiene las hormonas liberadas, especialmente en situaciones de estrés: adrenalina; hormonas del eje hipotálamo-hipofisiario-corticoadrenal; y neuropéptidos.

Mishkin M. y Appenzeller T. (1987). Anatomía de la memoria. En Y Morgado Bernal (recop.): Psicología Fisiológica. Libros de Investigación y Ciencia:  Barcelona: Prensa Científica; pp:110-121

Morgado Bernal I. (1996). Facilitación del aprendizaje y la memoria: sueño paradòjico y autoestimulación eléctrica cerebral. En Mora F. (ed): El cerebro íntimo: ensayos sobre neurociencia. Barcelona: Ariel.

Muy recomendable como introducción general a los temas de aprendizaje porque define y distingue aprendizaje y memoria, los tipos de memoria y la relación entre memoria y adaptación. Además, ofrece ejemplos en distintas especies animales: invertebrados abejas, aves, etc, de cómo funcionan los mecanismos de aprendizaje. Trata especialmente la habituación, sensibilización, condicionamiento y procesos de reconocimiento visual.

Morgado Bernal I. (2002). Memoria y aprendizaje en las ratas. Mente y Cerebro, nº1. Monografías de Investigación y Ciencia: 32-38.

Nieto Sampedro, M . (1996). Plasticidad neural: una propiedad básica que subyace desde el aprendizaje a la reparación de lesiones. En Mora F. (ed): El cerebro íntimo: ensayos sobre neurociencia. Barcelona: Ariel; pp: 66-96.

Por lo que respecta a la formación de hábitos o de memoria de procedimientos, los autores ponen de manifiesto que se trata de conexiones automáticas en las vías estímulo-respuesta implicadas en cada función. En general, en los aprendizajes de este tipo los circuitos en los que se producen los cambios comprenden los centros de procesamiento sensorial por donde entra la información, estructuras diencefálicas como el estriado, la sustancia negra y tálamo, el cerebelo y finalmente las cortezas motoras suplementaria y premotora. Presenta la información de forma asequible y tiene buenas figuras para los alumnos.

SCHACTER D.L. (1999). En busca de la memoria. El cerebro, la mente y el pasado. Capítulo 5 y 6. Barcelona: Ediciones B; pp: 233-279.

TSIEN JZ. (2000). Ratones expertos. Investigación y Ciencia. Junio: 44-50

UNGERLEIDER (1997). Los dédalos de la memoria. Mundo Científico, 177, 265-268. Trabajo muy recomendable para que los alumnos entiendan los procesos cerebrales que ocurren en los aprendizajes implícitos de predeterminación o facilitación visual y la memoria de procedimientos. Compara los datos obtenidos en humanos con técnicas de neuroimagen y los estudios electrofisiológicos en monos. Ambos tipos de estudios concuerdan en que la predeterminación se representa por un caída en la activación de aquellas neuronas de las corrientes ventral y dorsal que inicialmente fueron activadas con la primera presentación del estímulo. Sin embargo, la memoria procedimental  va acompañada de expansión de las zonas implicadas de la corteza motora primaria.

 

TEMA 9:

emoción

              

         9.1. Introducción a la Psicobiología de la función emocional y la motivación.

                9.1.1. Definición y relación entre emoción y motivación.

       9.1.2. Breve historia de las concepciones psicobiológicas de la emoción.

       9.2. El miedo como ejemplo de función emocional.

                9.2.1. La función del miedo. Perspectiva evolutiva.

                9.2.2. Modelos animales de miedo en el laboratorio.

                9.2.3. Neuroanatomía funcional del miedo. El rol de la amígdala.

                9.2.4. Respuestas neuroendocrinas, vegetativas y conductuales.

9.2.5. La expresión emocional de miedo en humanos y en animales.

       9.3. La función emocional apetitiva. El papel de la amígdala.

       9.4. Memoria emocional y memoria de la emoción. La función de la amígdala en la consolidación de la memoria.

       9.5. Los sentimientos: una función cortico-subcortical.

       9.6. Emoción y cognición.

 

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA para el alumno:

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 16. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 9. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta.  Capítulo 9. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 9.  Madrid: Prentice Hall.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo 32,33. Madrid: Prentice Hall.

martinez selva j.m. (1995) Psicofisiología. Capítulos 8 y 12. Madrid: Síntesis.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 17. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y Cols. (2001) Psicología Biológica. Capítulo 15. Barcelona: Ariel.

SIMÓN V. (1983). Enfoques teóricos en la Psicofisiología de la motivación. Capítulo 1. En Simón V. : Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 7-22.

DELGADO J.M. y MORA F. (1998). Emoción y motivación. Capítulo 35. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 891-908.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS  al alumno:

BARTELS A. y ZEKI S. (2003) Amor en imágenes. Mente y cerebro. Investigación y Ciencia, 3, 58-59.

kalin n.h. (1993). Neurobiología del miedo. Investigación y Ciencia. Julio, 56-63. Partiendo de los estudios  realizados con primates de distintas edades a los que se les exponía a diferentes situaciones provocadoras o no de miedo, Kalin expone los mecanismos cerebrales y hormonales de la respuesta de miedo y defensa, y presenta las correlaciones entre algunas variables hormonales como el cortisol y la tendencia de algunos individuos a manifestar respuestas inadaptadas en dichas situaciones de miedo. Presenta asimismo los resultados de cómo las conductas de miedo se modifican después del tratamiento con benzodiacepinas. Excelente artículo para introducir a los alumnos en las bases neurobiològicas del miedo y la ansiedad.

KANDEL y COLS. (2001). Estados emocionales y sentimientos. Capítulo: 50. Principios de Neurociencia. Madrid: McGraw Hill.

Le Doux J,E (1994). Emoción, memoria  y  cerebro. Investigación y Ciencia. Agosto, 38-45.

     Esta revisión de LeDoux  es otro de los trabajos fundamentales para que el alumno conozca y comprenda la emoción como una función cerebral y los mecanismos cerebrales que producen dicha función.  Además permite al alumno familiarizarse con las últimas investigaciones y los enfoque más recientes en psicobiología de la función emocional, y con el modelo de Respuesta Emocional Condicionada (REC) para el estudio del miedo en el laboratorio.

LeDoux J. (1999). El cerebro emocional. Barcelona: Planeta Ariel.

     Libro de obligada lectura para conocer los enfoques modernos en psicobiología de las funciones emocionales. Tiene esquemas y diagramas muy útiles para las explicaciones en clase. Utilizando un enfoque evolutivo LeDoux realiza una brillante exposición de las funciones emocionales, centrándose especialmente en los mecanismos cerebrales del miedo. Los principales resultados experimentales expuestos proceden de los trabajos llevados a cabo por su equipo sobre la función de la amígdala en el control emocional. Estos trabajos han demostrado que los distintos núcleos amigdalinos tienen un papel fundamental en el análisis de la valencia emocional de los estímulos, y proporcionan un vínculo entre los sistemas sensoriales tálamo-corticales y los sistemas ejecutivos neuroendocrinos, vegetativos y motores del diencéfalo y troncoencéfalo Tiene además interesantes reflexiones sobre los sentimientos, sobre la distinción entre memoria emocional y memoria declarativa de la emoción, y sobre las patologías de las funciones emocionales, en concreto sobre la ansiedad.

SHEPHERD, G.M. (1985). Neurobiología. Capítulo 26. Barcelona: Labor.

SIMON V. (1997). La participación emocional en la toma de decisiones. Psicothema, 9, 365-376.

     Aunque emoción y cognición son funciones cerebrales diferentes no son independientes, ni ajenas la una a la otra. En este trabajo, partiendo de un comentario al libro de Damasio (1995) se intenta demostrar que procesos cognitivos como la toma de decisiones, aparentemente muy alejados de la esfera emocional, requieren una función emocional intacta para que se puedan llevar a cabo adecuadamente. Es un artículo muy interesante para que los alumnos reflexionen sobre la interacción entre funciones cognitivas y emocionales.

VAAS R. (2002). Neurobiología del miedo. Mente y Cerebro, nº 1. Monografías de investigación y Ciencia: 56-63.  Revisión de los últimos datos y de los modelos animales en el estudio de las bases neurobiológicas del miedo.

 

Tema 10:

el refuerzo

10.1. ¿Qué es el refuerzo y cuál es su función?.

10.2. ¿Cómo se puede estudiar el refuerzo en el laboratorio?. Modelos animales de conducta reforzada.

10.3. La estimulación cerebral reforzante.

                10.3.1. Descubrimiento.

                10.3.2. Características.

                10.3.3. Neuroanatomía.

       10.3.4. Significado funcional de la estimulación cerebral reforzante.

10.4  El sistema dopaminérgico.

                10.4.1. Los reforzadores naturales y el sistema dopaminérgico.

                10.4.2. Mecanismos dopaminérgicos de las drogas de abuso.

                10.4.3.La teoría de la anhedonia.

       10.4.4. Explicaciones alternativas a la función del sistema dopaminérgico.

10.5. Más allá del sistema de dopaminérgico

10.6. La conducta adictiva: Algo más que refuerzo.

                10.6.1.  Modelos animales de conducta adictiva.

       10.6.2.Las drogas producen modificaciones a largo plazo en los sistemas de refuerzo.

                10.6.3. Tolerancia, dependencia y adicción.

                10.6.4. Genética de la adicción.

       10.6.5. Hipótesis sobre la etiología y mantenimiento de la conducta adictiva.

 

bibliografía básica para el alumno:

 

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 16. Barcelona: Masson.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 18. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 8.  Madrid: Prentice Hall.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo 33. Madrid: Prentice Hall.

MORGADO I. (1983). Autoestimulación eléctrica intracraneal. En: Simón V. Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 175-192.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 8. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y COLS. (2001). Psicología Biológica. Capítulo 6. Madrid: McGrawHill.

otras lecturas recomendadas al alumno:

MIQUEL M. (1999). Psicobiología del refuerzo. Lección magistral.

MIQUEL M Y ARAGON CMG. (2005). Consumo de Drogas y Adicción: Algo más que Refuerzo. En Psicobiología (I. Morgado, ed). Barcelona: Ariel.

PULVIRENTI L. y KOOB G.F. (1996). Bases neurológicas de la adicción a la cocaína. Investigación y Ciencia, Julio, 48-55.

     Repaso a los mecanismos de acción de las drogas psicoestimulantes, y más específicamente de la cocaína. El mecanismo de acción de la cocaína se produce en las sinapsis dopaminérgicas mediante la inhibición de la recaptación de DA cuando la molécula de cocaína ocupa los recaptadores dopaminérgicos (DAT). 

Snyder S. (1992). Drogas y cerebro. Barcelona: Prensa Científica.

     Libro en el que se explican de forma amena la historia y los mecanismos básicos de acción de las distintas drogas psicoactivas. Ofrece una visión general de cómo las sustancias de uso y abuso ejercen sus efectos psicoactivos a través de cambios en los circuitos cerebrales.

TASSIN J.P. (1998). Drogas, dependencia y dopamina. Mundo Científico, 189, 68-73.

     Artículo muy adecuado para que los alumnos conozcan el efecto de las drogas sobre el sistema dopaminérgico y cómo estos efectos pueden inducir en algunos individuos a un consumo compulsivo de éstas. Explica además algunas de las hipótesis sobre las funciones del sistema de dopamina y los modelos de adicción y los efectos del estrés sobre el consumo de drogas. Contiene excelentes figuras para ejemplificar las explicaciones.  

 

TEMA 11:  

MECANISMOS ENDÓGENOS DE CONTROL DE LA RITMICIDAD.

 EL CICLO SUEÑO-VIGILIA.

11.1. La ritmicidad biológica.

                11.1.1. Ritmos ultradianos.

                11.1.2. Ritmos circadianos.

                11.1.3. Ritmos circanuales.

11.2. El control endógeno de la ritmicidad: Los relojes biológicos.

                11.2.1. Los núcleos supraquiasmáticos.

                11.2.2. La glándula pineal y la melanotonina.

                11.2.3. Los estímulos sincronizadores.

11.3. Una descripción electroencefalográfica y conductual de ritmo sueño-vigilia. Sueño lento y del sueño paradójico.

11.4. Las funciones del sueño.

       11.3.1. Funciones del sueño lento.

       11.3.2. Funciones del sueño paradójico.

11.5. Control neurobiológico del sueño y de la vigilia.

       11.4.1. Neuroanatomía funcional de la vigilia, sueño lento y sueño paradójico.

       11.4.2. Control neuroendocrino.

11.6. Trastornos del sueño

bibliografia BÁSICA para el alumno:

BEAR M.F.; CONNORS B.W. y PARADISO M.A. (1998). Neurociencia. Explorando el cerebro. Capítulo 17. Barcelona: Masson.

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 10. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo  9. Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 9. Madrid: Prentice Hall.

CASTAÑO D. (1983). Mecanismos neurofisiológicos y neuroquímicos del sueño y la vigilia. En V. Simón (ed): Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 231-246.

DE ANDRÉS I.T. (1998). Ciclo vigilia-sueño. Capítulo 31. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 803-824.

GARCÍA FERNANDEZ J.M. (1998). Los ritmos biológicos y sus fundamentos neurales. Capítulo 30. En J. M. Delgado; A. Ferrús; F. Mora y F.J. Rubia (eds.): Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis; pp: 779-800.

Nelson R.J. (1996). Psicoendocrinología. Capítulo 9. Barcelona: Ariel.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 12. Madrid: Prentice Hall.

rosenzweig m.r. Y COLS. (2001). Psicología Biológica. Capítulo 14. Barcelona: Ariel.

SALVADOR A. (1983). El sueño y sus etapas. En V. Simón (ed): Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 219-230.

stoynev A.G.; Ikonomov O.C. (1990). Los núcleos supraquiasmáticos en la regulación de los ritmos circadianos. En G. Buela-Casal y J.F. Navarro (eds.). Avances en la investigación del sueño y sus trastornos. Madrid: Siglo XXI, pp: 129-138.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

Buela-Casal G. y Navarro  J.F. (1990). Avances en la investigación del sueño y sus trastornos. Madrid: Siglo XXI.

Monografía sobre los múltiples aspectos de la investigación sobre el sueño. Como bibliografía básica está citado el capítulo sobre relojes biológicos por su especial claridad y relevancia, y por existir poco tratamiento de este tema en los manuales clásicos. El resto del libro rastrea todods los aspectos del sueño, incluyendo varios capítulos de trastornos. Son especialmente recomendables para el alumno los capítulos: Funciones del sueño (1), Evolución del sueño (2), Ontogenia (3), Efectos de acetilcolina y aminas (6), Factores inductores (7), Fatiga y ritmos (10), y la quinta parte sobre trastornos del sueño.

CERMAKIAN N. Y SASSONE-CORSI P. (1999). Ritmos biológicos : secretos de un reloj. Mundo Científico, 221: 9-14.

HENNEVIN-DUBOIS E. (2002). Memorizamos mientras dormimos. Mundo Científico 232: 58-66. Explica las relaciones funcionales entre el sueño y la memoria.

Jouvet M. (1979). El comportamiento onírico. En: El cerebro. Barcelona: (Libros de Investigación y Ciencia) Prensa científica, pp: 204-218.

Revisión antigua pero completa sobre las bases neurofisiológicas del sueño MOR, escrita además por Jouvet, uno de los investigadores que más ha contribuido al conocimiento de las bases neurofisiológicas del ritmo sueño-vigilian a través de sus estudios en gatos. Además de describir las fases del sueño, explica pormenorizadamente cómo se produce la atonía muscular y dónde se encuentra el origen de los comportamientos oníricos observados tras lesiones de la protuberancia que dañan la inhibición del tono muscular.

KANDEL y COLS. (2001). Sueño y ensoñación. Capítulo: 47. Principios de Neurociencia. Madrid: McGraw Hill.

LAVIE P. (1997). El fascinante mundo del sueño. Barcelona: Grijalbo Mondadori.

Lavie, uno de los investigadores sobre el sueño más importantes, ha escrito un libro estupendo y ameno, muy útil para conocer todos los aspectos del sueño: la historia de su investigación, sus funciones, los mecanismos de control neurofisiológico, su relación con el aprendizaje y sus trastornos. Muy recomendable para los alumnos.

MAQUET P. (1999). La función del sueño. Mundo Científico, 227: 15. Analiza algunas cuestiones polémicas de la relación entre memoria y sueño.

morrison A.R. (1983). Una ventana abierta al cerebro dormido. Investigación y Ciencia. Junio, 68-77.

Este trabajo se centra fundamentalmente en los mecanismos neurofisiológicos del sueño MOR, y en especial, en la producción de la atonía muscular, y en los fenómenos observados tras lesiones de la protuberancia pedunculo pontina y del tegmento pontino dorsolateral. La paralisis del sueño se produce debido a dos procesos: La lesión de ambos núcleos colinérgicos de la protuberancia impide que el centro inhibidor del tono muscular del bulbo se active, y por tanto, tras dichas lesiones, se libera a la médula de la inhibición y son activadas las motoneuronas, coincidiendo con la entrada en fase MOR. Pero además, otro proceso contribuye a la parálisis y es, la inhibición que la protuberancia ejerce sobre el tracto motor lateral que inhibe a su vez al generador espinal de patrones de locomoción. Tiene figuras muy ilustrativas sobre los procesos que explica.

SIEGEL JM. (2004). ¿Por qué dormimos? Investigación y Ciencia, Enero, 70-75.

 

Winson J. (1991). El significado de los sueños. Investigación y Ciencia. Enero, 44-51. Artículo que analiza las principales hipótesis sobre la función de los sueños. Se repasan las hipótesis de Hobson, Crick y Mitchinson; y del propio autor.  Respecto a la hipótesis de Winson en ella se propone un paralelismo entre las fase de adquisición de la información en la que se observan ondas theta en el hipocampo y picos muy parecidos a las ondas PGO, y el sueño MOR en el que se puede observar la misma actividad electrofisiológica en la red hipocampo-corteza. Según el autor, en la fase MOR en la que no existen entradas sensoriales de información, se almacena la memoria de interés para la supervivencia y se integra con la experiencia anterior. Esta hipótesis está basada en hallazgos neurofisiológicos en los que las mismas neuronas del hipocampo que disparan durante una tarea de exploración espacial, disparan en la siguiente fase MOR. Uno de los problemas de esta hipótesis es que en primates no se ha observado ritmo theta durante MOR en primates.

 

WRIGHT K. (2002). El tiempo biológico. Investigación y Ciencia, noviembre: 27-33. Artículo sobre ritmicidad biológica, sus bases neurobiológicas, y su influencia en la percepción temporal.

 

tema 12:

SED Y homeostasis hídrica

        

       12.1. Homeostasis y conducta motivada.

       12.2. El equilibrio de fluidos.

                12.2.1. Distribución del fluido corporal.

                12.2.2. Variables a regular: concentración y volumen.

       12.3. La Sed.

                12.3.1. La sed osmótica.

                12.3.2. La sed hipovolémica.

       12.3.3. Mecanismos hormonales y sistemas cerebrales de la sed.

                12.3.4. Saciedad.

       12.4. Apetito de sodio.

 

bibliografia básica para el alumno:

 

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 8. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo  12.  Barcelona: Ariel.

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 12.  Madrid: Prentice Hall.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo,33. Madrid: Prentice Hall.

Nelson R.J. (1996). Psicoendocrinología. Capítulo 10. Barcelona: Ariel.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 10. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y Cols. (2001) Psicología Biológica. Capítulo 8. Barcelona: Ariel.

salvador a. (1983). La sed y la conducta de beber. Capítulo 2. En V. Simón.: Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 23-46.

OTRAS LECTURAS RECOMENDADAS al alumno:

MORALES A. y PUERTO A. (1986). El sodio como posible factor determinante en la neurobiología de la regulación de fluidos. Revista de Psicología General y Aplicada, 41, 687-693.

     Artículo adecuado para que los alumnos profundicen sobre el sistema de control de la osmolaridad. Explica los mecanismos hormonales y la intervención de zonas troncoencefálicas (bulbo dorsal) e hipotalámicas (anterior; posterior; mamilar) que no sólo controlan la puesta en marcha de mecanismos conductuales sino también la excreción y absorción del sodio.

ROLLS B.J. y ROLLS E.T. (1986). Sed. Barcelona: Herder.

     Este libro es muy adecuado para los alumnos que quieran profundizar en los mecanismos de la sed y de la conducta de bebida. El libro revisa todos los aspectos fundamentales: distribución corporal de líquidos, factores que inician y detienen la bebida, control cerebral de cada uno de estos procesos, el control no homeostático de la bebida.

 

tema 13: 

Hambre y homeostasis energética

           

       13.1. Los procesos metabólicos.

                13.1.1. Los macronutrientes.

                13.1.1. Almacenes energéticos.

       13.2.  Estimulación de la conducta alimentaria.

13.2.1. El hambre: neuronatomía y mecanismos hormonales.

                13.2.2. Otros factores de estimulación.

       13.3. Inhibición de la conducta alimentaria.

13.3.1. La saciedad: neuronatomía y mecanismos hormonales.

13.3.2. Otros factores que determinan la finalización de la conducta de alimentación.

       13.4. Propuesta de un modelo integrador de control de la conducta alimentaria.

       13.4. Trastornos metabólicos y de la conducta alimentaria.

                      

bibliografía básica para el alumno:

 

BRIDGEMAN B. (1988). Biología del comportamiento y de la mente. Capítulo 8. Madrid: Alianza Psicología.

Carlson N.R. (1999). Fisiología de la Conducta. Capítulo 8. Barcelona: Ariel

CARLSON N.R. (1996). Fundamentos de Psicología Fisiológica. Capítulo 12.  Madrid: Prentice Hall.

kandel R.r.; jessel t.m. y Schwartz j.h. (1997). Neurociencia y Conducta. Capítulo 33. Madrid: Prentice Hall.

Nelson R.J. (1996). Psicoendocrinología. Capítulo 10. Barcelona: Ariel.

PINEL J.P.J. (2001). Biopsicología. Capítulo 10. Madrid: Prentice Hall..

rosenzweig m.r. y Cols. (2001) Psicología Biológica. Capítulo 8. Barcelona: Ariel.

SALVADOR A. (1983). Hambre y conducta alimentaria. Capítulo 3. En V. Simón: Psicofisiología de la motivación. Valencia: Promolibro; pp: 47-75.

otras lecturas recomendadas al alumno:

Gibbs W.W. (1996). La obesidad. Investigación y Ciencia. Octubre, 70-77.

     Buena revisión sobre las causas genéticas y no genéticas de la obesidad y la farmacología terapéutica contra ésta. Explica además las dos teorías del control del peso: la teoría del punto fijo o teoría lipostática que defiende que existe un control fisiológico del peso en estrechos márgenes basado en mecanismos hormnales de feedback negativo; y la teoría del ajuste de punto que considera que existen bucles de retroalimentación que dependen de la genética y de los hábitos alimenticios.

lienhard G.e.; slot j.w; james d.e. y mueckler m.m. (1992). Absorción celular de la glucosa. Investigación y Ciencia. Marzo, 22-28.

     Explica el proceso de absorción de la glucosa y el mecanismo de la insulina. Tiene una orientación muy bioquímica pero es claro en las explicaciones del proceso de absorción y tiene figuras inteligibles e ilustrativas para conocer dicho proceso.

Puerta m. (1996). El tejido graso pardo. Investigación y Ciencia. Septiembre,14-20.

     Aunque el papel del tejido adiposo pardo en la regulación del peso corporal en humanos ha sido muy discutido, en roedores este tejido es muy importante. Es fundamental para la termogénesis y la disponibilidad energética a temperaturas bajas. Es un tejido que debe su nombre a su color pardo producido por el gran número de mitocondrias y por tanto, con una gran capacidad metabólica. Su función en la homeostasis energética de algunas especies queda patente porque ratones mutantes para los genes que determinan el desarrollo de este tejido se convierten en obesos. Es una buena revisión para que los alumnos conozcan las funciones e implicaciones de este tejido en el control del gasto energético.

ROHNER-JEANRENAUD F.; CUSIN I y JEANRENAUD B. (1996). La obesidad: ¿problema neurohormonal?. Mundo Científico, 173, 916-917.

     Breve resumen sobre los mecanismos de acción de la leptina y la cascada hormonal que esta controla, así como los desajustes que puede originar la obesidad.

Wurtman.R.J. (1982). Alimentos que modifican la función cerebral. Investigación y Ciencia. Junio,20-30.

Esta artículo ofrece al alumno una revisión de cómo algunos macronutrientes se relacionan con la síntesis de moléculas neurotransmisoras. Se examina la relación entre la dieta y la síntesis de serotonina, acetilcolina y noradrenalina.

 

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