"Si no tengo pasión, no estoy investigando. Quiero tener esta pasión que me arrancará de mi mezquino encierro. He construido un muro alrededor de mí que soy yo mismo. Y el hombre ha vivido con esta cosa durante millones de años. Y yo he intentado salir de eso mediante el estudio, la lectura, la frecuentación de los gurús, mediante toda clase de cosas, pero sigo anclado ahí ... Usted, que ha visto «la base», debe hacer algo explosivo, algo que demuela este centro completamente."
(Krishnamurti & Bohm: Más Allá del Tiempo, 1985, 102)
6.- Sintonía, Organización y Mercado: un Modelo de Satisfacción de Necesidades
6.1.- Sintonía: la Articulación de lo Individual con lo Colectivo.
Abundando en lo expuesto, toda ciencia, como todo hecho humano, ha sido una búsqueda incesante de relaciones, conexiones y asociaciones entre fenómenos por medio de "representaciones" o modelos. También hemos sugerido cómo estas se han establecido sobre un conjunto de creencias implícitas de las que raramente se es consciente y que constituyen un vasto mar de tradiciones, usos y costumbres atávicas. Es en tal océano desde donde la razón del hombre emerge intermitente, confusa y balbuciente, tratando de establecer ese misterioso y resbaladizo concepto denominado "Método Científico".
El fenómeno social y grupal, léase el propio del hombre, es, obviamente, algo que trasciende la mera suma de los individuos que lo componen, y así ha sido reconocido por muchas teorías modernas. Sin embargo, el misterioso puente entre el individuo y el grupo (o sociedad), el mecanismo que articula el paso bidireccional de lo individual a lo colectivo, dista mucho de haberse esclarecido. Y, aunque es de buen gusto científico no hacer preguntas que se salgan del paradigma preponderante en una época determinada, el ánimo que inspira este capítulo es indagar en esta incógnita.
El asunto que nos ocupa nos obliga a comenzar preguntándonos si el pensamiento y la conciencia, colectivos o no, tienen cierta objetivación y realidad "material" y si existe algún modelo plausible que de pie a su existencia.
El asunto no es nuevo pues ya Platón habló del conocido mundo de las Ideas, eterno y ubicuo, del cual el mundo que percibimos "participaba" parcialmente. Más recientemente, y como vimos más arriba, Carl Jung postulaba, como distinción del inconsciente personal, la existencia de los polémicos Arquetipos Colectivos (inconsciente colectivo): viajando por todo el mundo encontró un conjunto básico de patrones simbólicos, signos etc. en comunidades culturales distintas y que nunca tuvieron contacto en el curso histórico del planeta.
Siguiendo a Garzón y Rodríguez (1989), la Filosofía tuvo un buen exponente en Hegel (1807), cuando hablaba de la existencia de una mente o espíritu colectivo que determinaba la evolución de una sociedad. En el campo de la Psicología Social, Wundt (1916), intentando sintetizar la actividad psicológica consciente e individual y los procesos que la trascienden, postuló la existencia del "Wolkgeist" o Alma del pueblo que el sujeto interiorizaría vía aprendizaje pero que, supuestamente, sólo cobraría existencia en el interior del "sujeto pensante", sea lo que fuere tal concepto. En la Sociología, Emile Durkheim (1898) atribuyó a tal "alma" una existencia externa (representaciones colectivas) al sujeto (representaciones individuales) pero en el sentido de que este se encontraba con ella al nacer (Garzón & Rodríguez en Mayor & Pinillos, 1989, vol. VII, 4).
No obstante, el desarrollo de la Psicología Social "científica" "evolucionó" por otros derroteros. Como expresan estos autores, la actual definición de la Psicología Social:
"... sólo fue posible olvidando una temática clásica dentro de la Psicología y la Psicología Social: la existencia de una mente grupal o colectiva" (Garzón y Rodríguez en Mayor & Pinillos, 1989, vol. 7, 3).
La mente colectiva, pues, no pasó en la Psicología "científica", de Jung, un autor que, con el libro ya citado de "Sincronicidad", "cavó su tumba" en cuanto a prestigio y reputación (la segunda parte de esta obra la constituye un trabajo empírico en defensa de la Astrología). Este hecho, triste en nuestra opinión, no es un acontecimiento aislado. Que el "nuevo paradigma" haya resucitado a esta mente colectiva con un vigor y "elegancia científica" inusitados no se debe, desgraciadamente, a los Psicólogos ni Sociólogos, sino a las Ciencias Naturales citadas en el primer capítulo. Aún hoy en día se percibe un "espeso" entendimiento en los foros académicos hacia estos temas, más ligado a inercias emocionales, probablemente como consecuencia del miedo atávico hacia lo desconocido, que al rutinariamente repetido rigor científico.
En el ámbito de la Organización de Empresas, a nuestro juicio, y como respuesta a una especie de "espíritu del tiempo" (o mente colectiva) también han acontecido fenómenos similares. Citemos una anécdota: Henry Mintzberg (1989) relata cómo su visión de la Organización y la Dirección se trastocó totalmente después de leer, en 1975, el libro del Psicólogo Robert Ornstein (La Psicología de la Conciencia) sobre los dos hemisferios cerebrales y su papel respecto al análisis y la intuición, porque confirmaban gran parte de lo él mismo estaba descubriendo en su investigación. Sin embargo:
"Hay una deliciosa ironía en el hecho de que, en cierto sentido, la intuición fue resucitada por los biólogos. En realidad, la intuición debería ser un concepto psicológico. Pero la mayoría de los psicólogos, con el objeto de que se les considere buenos científicos, la han menospreciado durante mucho tiempo, cuando no la han ignorado por completo. Después de todo, si la intuición es un proceso mental inaccesible a la mente consciente, ¿cómo iban a utilizar métodos científicos para describirla? (Mintzberg, 1989, 49-50).
Esta lectura le inspiró el conocido artículo de "Planificación en el lado izquierdo y dirección en el derecho" respecto al cual tuvo un "tropiezo" con Herbert Simon, receptor del premio Nobel de Economía en 1978. Como Mintzberg relata, Simon "es el teórico de las organizaciones más sobresaliente de nuestro tiempo" y su premio Nobel no se lo debe a su trabajo como economista, sino a su trabajo sobre la Teoría de la Organización (Mintzberg, 1989, 66). Además:
"desde los años 70 Simon ha hecho su hogar del Departamento de Psicología de Carnegie-Mellon, donde prosigue con sus actividades en la toma de decisiones a través de los estudios de la cognición humana" (Mintzberg, 1989, 66)
Mintzberg envió a Simon el citado artículo recibiendo enseguida la respuesta de este, que sugería que su razonamiento era falso:
"Hasta ese momento, yo había sido un estudiante bastante convencional. Jugaba con las ideas de la intuición, etc., pero sólo cuando decidí publicar el artículo me abrí realmente a ellas. Herbert Simon sabía muchas cosas más que yo sobre la cognición humana ... el problema ... era ... si él sabía lo suficiente, en esencia, si alguien sabía realmente el significado completo de la intuición." (Mintzberg, 1989, 67).
Mintzberg concluyó que ni los teóricos organizativos ni los mismos psicólogos lo sabían, afirmación que compartimos totalmente. Señalemos que, como el mismo autor reconoce, el artículo original enviado a Simon incluía una "provocativa" afirmación:
"Estoy tentado a plantear aquí el asunto de la percepción extrasensorial. Hay demasiadas evidencias para no considerarla un medio de comunicación, por lo menos en algunas personas, y, tal como sugiere Ornstein, es, presumiblemente, una actividad del hemisferio derecho" (Mintzberg, 1989, 69).
Estas frases fueron retiradas de la versión definitiva en la Harvard Business Review por acuerdo mutuo con el editor de esta revista, pero no han cambiado un ápice, a tenor de sus últimas obras, la visión "mintzbergiana" de que existen "dos procesos mentales fundamentalmente diferentes": análisis e intuición. El "descubrimiento repentino" de una idea creadora después de una incubación intelectual parece confirmarlo. Estas afirmaciones, junto a una apasionada defensa de la percepción extrasensorial citando investigaciones experimentales que la apoyaban: "Nadie se puede inventar tantas mentiras.", están en la carta de respuesta que Mintzberg envió a Simon.
Volviendo a nuestro tema, una de las tesis de este trabajo es que el pensamiento y la emoción tienen, en cierta medida, una independencia de los individuos que los explicitan, y que una eventual raíz común de las ciencias sociales (y quizás de todas las ciencias entre sí) podría muy bien encontrarse en ello.
Lo que vamos a exponer, siguiendo los descubrimientos expuestos en el capítulo 2 y las formulaciones del "nuevo paradigma", es un ensayo sobre el mecanismo por el cual el cerebro individual accede al campo exterior convirtiéndose en "grupo" o "sociedad" o, viceversa, se aísla de él como individuo. El mecanismo postulado, de momento muy próximo a términos físicos, es el de Sintonía de Frecuencias, de modo que guarda ciertas similitudes con la Neurofisiología Holográfica de Karl Pribram y con la Resonancia Mórfica del biólogo Rupert Sheldrake ya citadas.
Plantear tal tesis hace apenas quince años hubiera sido poco menos que quijotesco e indemostrable. Incluso ahora podría, en muchos círculos académicos, provocar la hilaridad suficiente como para seguir sugiriendo que se evite. Pero la emergencia de los nuevos paradigmas que involucran a todos los campos científicos sin excepción y que requieren acercamientos interdisciplinares donde nadie puede prescindir del vecino, hacen, creemos, posible su abordaje.
6.1.1.- La Evolución hacia el Campo Unificado.
Es bien cierto que, como hemos comentado desde la exposición de Gareth Morgan, casi todos los modelos explicativos de la realidad social han sido importados desde las ciencias naturales. La organización como una máquina (física e ingeniería), como un sistema abierto (biología), como cerebro (neurofisiología y cibernética), etc.
Sin embargo, las ciencias naturales se han visto abocadas, como ya vimos,
hacia unos marcos filosóficos y conceptuales implícitos sobre
la naturaleza de lo real cuyas consecuencias epistemológicas suponen
verdaderas revoluciones.
Esquemáticamente, y a nuestro juicio, cabría distinguir
4 etapas o paradigmas diferenciados en la evolución de todas las
ciencias (aunque básicamente todas parecen basarse en la Física).
Estas descansan sobre una representación básica de la realidad
y suponen la existencia de un "círculo no se pasa" donde caen todas
las explicaciones posibles del mundo. Estas se exponen en la tabla 6.1.
Tabla 6.1: Etapas en la Evolución de la Ciencia. Fuente: Elaboración Propia
çEl primer estadio es el mecanicista (cuya más diáfana imagen la representan las bolas de billar chocando y rebotando) y donde la explicación última (ontología) reside en ciertas partes "re-elevadas" o conceptuadas como tales por el observador de la realidad como "objetos", "cosas" o "variables". Su cometido, a partir de esta operación, es encontrar relaciones significativas entre esas partes. Estas partes recapitulan inconscientemente las partículas sólidas de los físicos o los objetos físicos dotados de espacialidad, aunque estemos hablando de ciencias sociales. Un ejemplo son los Estímulos y Respuestas de los conductistas en Psicología o los Factores de Producción de la Economía clásica. La base donde se fundamenta es que todo sigue a todo de forma lineal en el hilo del tiempo. La noción de causa y efecto es la base fundamental, con el correlato implícito de cierta irreversibilidad en estos procesos.
El siguiente nivel es el energético donde "todo es energía". Su eje central podríamos encontrarlo en la ecología, la termodinámica (2º principio: "la energía no se crea ni se destruye: solamente se transforma") y la noción de procesamiento input-proceso/ transformación-output de energía, la Teoría de Sistemas en interacción, etc. Quizás el puente más formidable entre el nivel anterior y este vino de la mano de la conocida ecuación de Einstein: E = m·c2, donde se estableció un cierto (si no completo) isomorfismo entre masa (materia) y energía.
Con el avance del conocimiento del código genético, de la cibernética, informática y ciencias de la información, nos encontramos con la etapa del significado. Las recientes investigaciones en neurofisiología, nos sugieren la existencia de un continuo entre el cerebro (materia), electricidad (sistema nervioso) y pensamiento simbólico. Así, y valga como ejemplo, existen investigaciones que sugieren correlaciones importantes entre el cáncer y el infarto y ciertas actitudes psicológicas ante la vida (Ferrero, 1990). Recordemos, además, todos los descubrimientos del "nuevo paradigma" ya tratados en los primeros capítulos
El próximo nivel que, creemos, se está alcanzando es el sintónico, armónico o de resonancia. En él, la "vibración" es el concepto fundamental. Mientras que el nivel anterior (el de significado) "impregnó" el capítulo anterior, es este el nivel que pretendemos desarrollar en este tema. Volveremos a él inmediatamente, pero antes examinemos brevemente ciertas contradicciones o polos que configuran el panorama actual de las ciencias sociales.
Existen grandes dicotomías por resolver en las ciencias sociales. Ampliando el análisis citado en Torregrosa (1981, 26), se exponen las más pertinentes para nuestra búsqueda como base de una pertinente reflexión. Probablemente, y según nos refiramos a unas ciencias o a otras, cobrarán mayor o menor relevancia:
6.1.2.- Dicotomías en Ciencias Sociales.
1.- Naturalismo vs. Historicidad. Lo social se entiende como algo que puede investigarse "tal cual" u obedece a al pasado histórico.
2.- Universalismo vs. Especificidad. (Transversalidad del conocimiento: aspecto sincrónico). El conocimiento ¿"vale" para todas las partes y culturas o no?
3.- Conocimiento Acumulativo vs. Puntual (Homogeneidad diacrónica o longitudinal del conocimiento). El conocimiento ¿se acumula y se construye sobre el existente previamente, o existe, en términos de Kuhn (1961), una revolución y ruptura?
4.- Pasividad vs. Actividad del sujeto. Este ¿responde pasivamente al entorno, es un producto de él o viceversa?
5.- Mecanicismo vs. Constructivismo. En el mismo sentido ¿somos consecuencia de la realidad o la construimos mentalmente como representación?
6.- Nomológico-Deductivo vs. Idiográfico-Inferencial. Cada caso o fenómeno ¿es único y sólo puede explicarse en su contexto o es generalizable?
7.- Laboratorio vs. Campo. ¿Puede replicarse experimentalmente en laboratorios la realidad social o hay que sumergirse en ella sin manipularla?
8.- Metodología vs. Teoría (Método contra Sustancia). ¿Es el método el que determina lo científico o el la teoría que lo sustenta?
9.- Razón Analítica vs. Dialéctica.
10.- Aproximación Individuo-centrada vs. Socio-centrada. ¿El individuo explica la sociedad o la sociedad crea al individuo?
Todas estas dicotomías, en las que no vamos a entrar por rebasar ampliamente nuestros objetivos, podrían ser trascendidas en cierta medida si investigamos las bases e implicaciones del modelo de la vibración que vamos a proponer.
6.2.- Las Bases de la Sintonía.
Es conocido por todos el hecho de que una soprano, emitiendo una nota musical específica, pueda destruir a distancia una copa de cristal al acoplarse la frecuencia de su voz con la del sonido en que emite esa misma copa cuando es golpeada. Se dice entonces que la cantante ha "sintonizado" con la frecuencia fundamental de la copa en cuestión.
Cuando un hipotético Capitán de Compañía ha de cruzar un puente sobre un río ordena, antes de cruzarlo, a los soldados que rompan el paso para evitar el derrumbamiento del puente. Si todos los soldados llevaran un paso uniforme, crearían una onda expansiva de potencia igual a la suma de las ondas individuales de cada soldado, y ello pondría en peligro la estabilidad de la estructura del puente.
En el Antiguo Testamento se habla de la demolición de los muros de la ciudad de Jericó haciendo sonar siete trompetas al unísono. Se diría que "sintonizaron" la frecuencia de los muros.
A veces, cantando en cualquier parte, emitimos una nota que hace vibrar algún objeto y, cuando el motor de nuestro coche llega a unas determinadas revoluciones, hace vibrar sonoramente las llaves que están en la guantera, las monedas de calderilla que abandonamos allí, o cualquier otro componente del coche que no esté demasiado fijo en su sitio. Si nos fijamos, veremos que existen unas revoluciones específicas para las cuales vibra un determinado elemento y no otro, el cual lo hace a distintas revoluciones (otras frecuencias). Es decir, cada objeto (o conjunto de objetos) tiene su frecuencia. Asimismo, podemos darnos cuenta de cuándo un instrumento musical está afinado o desafinado, tanto con respecto a sí mismo como a otro resto de instrumentos al acompañarlos en la interpretación de una sinfonía. Solemos decir también que tal persona "desafina" o que no "coge el tono" de la guitarra o piano, y/o se "va del ritmo" de la melodía que interpreta.
En la esfera social cotidiana tenemos un sinfín de expresiones en que utilizamos la "metáfora de la Sintonía" para describir comportamientos humanos. Decimos que una persona vestida de "hippy" "desentona" en una fiesta de la "Jet-Set" así como que alguien de "smoking" "desentona" en una "comuna libertaria". Desentona una carcajada en un entierro y también un sacerdote en una casa de prostitución etc. En lenguaje coloquial hablamos de que los "viejos no están en la onda" o de que alguien "no se enrolla" o "no está en el rollo", etc.
Además, en nuestra vida diaria, cada uno preferimos unos ambientes diferentes a otros. Nos unimos a quien "sintonice" con nuestras inquietudes y evitamos a los que no lo hagan. A esto le llamaremos "Afinidad Vibratoria" que tiene mucho en común con el modelo que vamos a proponer.
Ya hemos visto cómo algunos científicos modernos de las ciencias naturales, conciben todo lo existente en el Universo como "una Esfera de Frecuencias" (Pribram, 1971). Para tal modelo: "todo es vibración". En Mecánica Cuántica cada electrón, al cambiar desde un orbital determinado, emite o absorbe una energía luminosa con una longitud de onda específica al nivel ocupado (son las series de Paskin, Limman etc.) con su color correspondiente siempre.
Los colores del espectro de la Luz vienen definidos exclusivamente por su Longitud de Onda. Un progresivo decremento de ésta (la inversa de la Frecuencia) nos llevará desde los rayos infrarrojos, invisibles para el ojo humano, a los del rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta y más allá al ultravioleta, también imperceptible para el ojo humano.
Igualmente sucede con los sonidos musicales. Su tono viene definido por la Frecuencia o Longitud de Onda. Los diferentes Timbres (sonido peculiar de cada instrumento) no son sino Armónicos (longitudes múltiplos o divisores simples de la Frecuencia Fundamental). Valgan como ejemplo los actuales sintetizadores digitales de Modulación de Frecuencia (i.e. el Yamaha OPL 3 y 4), capaces de sintetizar artificialmente cualquier sonido o ruido, conocido o desconocido, mediante transformaciones matemáticas (series de Fourier) de Frecuencias Moduladas.
No hace falta que hablemos de las telecomunicaciones, la radio y la televisión, todas ellas posibles gracias al fenómeno ondulatorio. Podemos "sintonizar" tal o cual programa con sólo deslizar el dial de la radio o cambiar de canal de televisión. Esas vibraciones están "flotando" en el aire las veamos o no, y sólo si disponemos de un artilugio receptor, podemos captarlas, decodificarlas y escucharlas.
¿Qué es lo que mide el Electroencefalograma?: La actividad del cerebro, vibraciones: las ondas a, ß, etc. Ya es sabido que cada una de ellas se asocia a un estado de conciencia determinado, la vigilia, la relajación, el sueño, (sea este paradójico -fases R.E.M.- o no), etc.
Si armonizamos los actuales descubrimientos de la Física y la Neurofisiología, ya abordados en capítulos anteriores, con toda nuestra existencia, deberemos aceptar que, si todo es vibración, el ser humano y sus creaciones, v.g.. la Ciencia, la Organización o Empresa y la Economía, lo son también. Siendo consecuentes con esta idea, la ciencia no sería, aunque de un tiempo a esta parte así se la considerara, algo fragmentado entre sí: la Física por un lado y la Biología e incluso la Filosofía por otro. Ni tampoco debería estar separada del vivir cotidiano.
Pero antes de proseguir, examinando las implicaciones de tales premisas, recordaremos esquemáticamente las propiedades del fenómeno vibratorio, tales como la ciencia clásica las ha observado.
La onda pura si se representa bidimensionalmente y en un eje de coordenadas,
puede representarse mediante una función trigonométrica sinusoidal.
Matemáticamente y simplificando en extremo: y = sen (ó cos)
x. Obviamente las ondas reales vibran al menos en tres dimensiones, además
de ser infinitamente más complejas en cuanto a su representación
matemática.
La onda tiene tres dimensiones principales: la Longitud de Onda, la
Frecuencia (medida en ciclos por segundo: c.p.s. o Hertzios y que es inversa
a la longitud de onda) y la Amplitud. Se asocia la Frecuencia al tono,
color o dimensión cualitativa, mientras que la amplitud va ligada
a la potencia o volumen, su dimensión cuantitativa. Ello puede verse
en la figura 6.1.
Figura 6.1: La Ecuación de Onda. Fuente: Elaboración Propia.
Cuando se emiten dos ondas sonoras armonizarán si existe cierta proporción matemática entre sus frecuencias respectivas. Es el caso de los instrumentos en un concierto o las voces (1ª, 2ª etc.) humanas cuando suenan "afinado(a)s. El caso de que no sean proporcionales producirá un "desentone" inarmónico.
Cuando se encuentran dos ondas "en fase" y de la misma frecuencia, suman sus potencias en una amplitud nueva, pero si se encuentran en fase invertida (una en la fase superior del eje de ordenadas, y otra en la inferior) entonces, si son de la misma amplitud, se anulan mutuamente y se produce el silencio, mientras que en otro caso se contrarrestan. Finalmente, una onda de mucha mayor amplitud que otra, "tapará" o "barrerá" a otra más débil.
6.3.- El Universo: un movimiento de Sintonía Holista.
La generalización de cuanto decimos es que podría existir una esfera de frecuencias que es común a todo reino, especie o grupo social dotándole de una conciencia peculiar.
Así como, por ejemplo, la frecuencia comercial de emisión de radio F.M. oscila entre los 88 y 108 Megaherzios (es su "Banda" de frecuencias) cada átomo de cada elemento o compuesto químico tiene su banda o espectro característico. Esto permite a los astrónomos deducir la presencia de Hidrógeno, Helio u Oxígeno en estrellas distantes por un análisis espectroscópico de la luz emitida por ellas, y a los químicos detectar por el mismo fenómeno la composición química de sustancias etc.
La extensión de lo dicho podría ser la suposición de que los organismos pertenecientes a cada especie están "en Sintonía" con una banda específica de frecuencias que pone, a nivel "esencial", en contacto a todos los individuos de ese Sistema. Hablamos de una especie de "alma grupo" al estilo de la "Wolkgeist" de Wundt, los Arquetipos e Inconsciente Colectivo de Jung, pero existente en todos los niveles imaginables de la naturaleza. Y esta "Alma Grupo" tendría, presumiblemente y en alguna medida, una existencia independiente en el espacio, al igual que las ondas de radio y televisión, solares, radioactividad natural, atmosféricas etc. El cerebro de cada organismo únicamente sintonizaría, en principio, las vibraciones de su especie correspondiente y, en proporción decreciente, las de especies cada vez más alejadas de ella en semejanza.
Así, los grupos sociales humanos estarán en cierta Sintonía. Nótese el hecho de que muchos descubrimientos científicos han sido hechos "simultáneamente" por investigadores diferentes en ubicaciones espaciales lejanas y sin conocimiento previo entre sí.
Se cita el hecho de que la síntesis artificial de cristales nuevos en laboratorio provocó su "aparición espontánea" en la naturaleza. Aprendizaje de ratas en un laboratorio de una conducta específica, coincidió con un más rápido aprendizaje de la misma, algún tiempo después, por las de otro laboratorio geográficamente distante y sin ningún tipo de contacto. Tales son las bases de los citados "Campos Morfogenéticos" del biólogo R. Sheldrake (1985).
Un corolario interesante, que cabría deducir de lo anterior, es que las ideas, inspiraciones y teorías humanas no son, en último término, atribuibles al científico, poeta etc. que las explicitó, pues realmente su labor no fue sino sintonizar con un campo cuántico común a la especie y decodificarlo a un lenguaje estructurado, lenguaje que sí cabría asociar al "descubridor" en cuestión.
Otra implicación es que campos frecuenciales semejantes vibrarán dentro de una banda o esfera dotada de un núcleo y una periferia donde, de forma gradual, el desplazamiento hacia su exterior supondría una menor afinidad y viceversa.
Y ello supone conceptuar al cerebro, sea humano o no, como un Receptor- Emisor de frecuencias con capacidad selectiva. Esto implica una profunda revisión epistemológica, de consecuencias incalculables todavía, pero que toda ciencia social debe arrostrar por la plausible verosimilitud que viene avalada por la Física y Neurofisiología cerebral. Su aceptación podría dar con la enigmática clave del continuo individuo - sociedad.
Esta concepción enriquece además la del paradigma dominante actualmente en Psicología: el Cognitivismo, el cual, gracias a los modelos cibernéticos, rescata del naufragio al Conductismo prevaleciente antaño. Pero como veremos, también aclara el mecanismo económico que articula el paso del mercado a la empresa organizada, el sistema de precios y el de coordinación de funciones diferenciadas vertical y horizontalmente.
Abarca, de igual modo a la Teoría de Sistemas original de Von Bertalanffy y todas sus derivaciones en las ciencias sociales. De hecho, el modelo de Sintonía soporta en su marco conceptual, como veremos, la práctica totalidad de los modelos vigentes en Psicología y Economía: la del Procesamiento de la Información y la Teoría del Equilibrio General de la Economía clásica junto a sus "imperfecciones" añadiendo, sin embargo, ciertas esenciales e importantes peculiaridades.
La Sintonía es pues un modelo sintético, una manifestación de esa antigua manía humana que recupera las también antiguas, y hoy en día siempre fracasadas, intenciones de dar una explicación científica globalizadora al fenómeno de la vida.
Vamos a intentar describirla con términos más conocidos desde el paradigma previo del procesamiento de la información:
1.- El procesamiento y almacenamiento de la información en la memoria sigue el modeloHolográfico, de modo que ésta carece de ubicación geográfico-espacial en el cerebro. Asimismo el cerebro es parte de un Holograma mayor que abarca la entera totalidad de lo existente. El cerebro puede pues, sintonizar con el movimiento total del sistema del que es parte aunque sea en contadas ocasiones, si bien habitualmente sólo lo haga de forma muy limitada (un desarrollo más pormenorizado del mecanismo holográfico puede verse en el capítulo del mismo Pribram en Wilber y otros, 1982, 43-52). De este modo, el paso de la conciencia individual a la colectiva se desliza a lo largo de un continuo individuo-grupo, cuyo correlato económico es el continuo mercado-organización. Asimismo, el concepto de identificación (como opuesto al de transacción) es vital también para nuestro modelo. Ello será abordado más adelante.
2.- El mecanismo de almacenamiento y recuperación obedece al de sintonización, y su ordenamiento al de Afinidad Vibratoria (según una jerarquización holista sistémica), donde los clásicos constructos aristotélicos de Asociación por Contigüidad, Semejanza y Contraste cobran, en el contexto totalizador, una comprensión y significancia más profundos: los de Sintonía Parcial o Total. Ello permite abarcar sin roces ni incoherencias al modelo de la Gestalt también, en cuanto a que la Figura vs. Fondo son atributos de la Atención Selectiva que es el mecanismo de la sintonización, del "Tuning In". Una analogía óptica sería el "enfocar": lo enfocado es nítido, con orden, mientras que lo desenfocado es borroso, caótico.
3.- Pero además el cerebro es un Sistema Abierto que posee la capacidad de funcionar de forma dual:
a.- Como Sistema o Universo Cerrado (individuo), procesando información propia dentro de sí mismo sin contacto con el Suprasistema. Este fenómeno es propio del Self y lo denominaremos "Concentración". Está sujeto a un funcionamiento secuencial e involucra al Tiempo Psicológico flexible interno. Es plausible pensar que sea característica exclusiva del ser humano, causa de su grandeza y de su miseria. El estudio de este modo de funcionamiento viene abordado desde dos polos opuestos: por las ciencias psicológicas de la personalidad en cuanto a su extrema subjetividad y del consumidor racional de la economía clásica en cuanto a su extrema objetividad.
b.- Como Sistema o Universo Abierto, donde el cerebro tiene acceso al Suprasistema Total. Esta apertura puede darse de dos formas fundamentales:
1.- De modo centrado en el Self, donde la apertura es limitada y existe un intercambio informativo que ha sido traducido perfectamente por las ciencias del Procesamiento de la Información, la Psicología de la Comunicación, el Management y Marketing Global, así como la Economía Industrial en su énfasis en la racionalidad limitada contemporáneos y que denominaremos de Sintonía Parcial. Tenemos aquí el amplio campo de batalla entre la identificación y la transacción, entre la organización y el mercado.
2.- De modo no centrado, donde el cerebro tiene acceso al sistema de forma no Ego-centrada. Es característico de la Atención y no involucra en absoluto al tiempo sino al Espacio Vacío Psicológico. Es el Insight propio de la Sintonía Holista o Total, es ilimitado y, puesto que el Ego, con su procesamiento propio, está ausente, el cerebro no es sino un receptor exteriorizando el Suprasistema. Es propio del funcionamiento grupal y social puro de la humanidad y puede, irónicamente, explicar los modelos de competencia perfecta de la economía clásica desde el punto de vista opuesto: la ausencia del individuo como sujeto decisor.
Esto nos recuerda a la analogía de un ordenador con varias terminales periféricas: Una de las terminales puede funcionar de tres formas: cerrada al sistema total (por sí misma aisladamente), como un intercambio de datos con la unidad central o como un simple terminal o servidor del proceso central.
Otro ejemplo que nos atañe es el de los electrones en un metal: normalmente estos están libres dentro de la estructura cristalina de los núcleos atómicos y cada uno lleva un movimiento caótico con respecto al resto, es decir, cada uno de ellos se comporta "a título individual" y sin más relación con los otros que el resultado de la interacción mecánica al azar. Pero si hacemos pasar una corriente eléctrica a través del metal, de pronto, todos ellos asumirán una "conducta" totalmente ordenada e idéntica al resto. Han pasado de una conducta individual a otra colectiva. Han "sintonizado" en grupo a una "onda colectiva" hasta que el metal deje de estar conduciendo la corriente.
Así, toda situación social tiene situaciones donde los individuos, (los cerebros u organismos), dejan de serlo para funcionar dentro de un suprasistema que les trasciende, sintonizan con el nivel frecuencial común del grupo, con su "forma grupal" o con campos cuánticos más vastos. El fenómeno social del "contagio" en las multitudes (Tarde, 1890, Le Bon, 1895), es explicado más satisfactoriamente así. Extendámonos algo en este punto.
La teoría clásica del contagio plantea varias fases:
a.- Concentración de la atención en un símbolo, concepto, etc. fuertemente cargado de significado emocional. De modo muy similar operan las Técnicas de Concentración del Yoga, los principios de la Hipnosis etc. Explicado brevemente desde la óptica sintónica, supone lograr hacer vibrar en una sola banda de frecuencias a la conciencia, conseguir que la totalidad del cerebro vibre al unísono para conseguir una claridad inusual de conciencia. Las etapas iniciales de este proceso suponen la concentración exclusiva en un objeto, pensamiento o imagen en detrimento del resto. Existen máquinas sincro-inductoras de ondas cerebrales que producen experimentalmente estados similares.
b.- Restricción del campo cognitivo. En nuestros términos, estos supondría hablar del "Tuning in": sintonización. Cuantos menos contenidos existan en la R.A.M., "Working Memory" o Memoria de Trabajo (asociada en las modernas teorías con la Inteligencia), menos vibraciones dispares existirán que perturben el acople con la "Onda Colectiva". Por ejemplo, en la conducta de un estudiante cuando se prepara para tomar contacto con sus libros, se observan fases similares, así como en todo fenómeno de masas.
Similarmente acontece cuando escuchamos intensamente una melodía o contemplamos una escena cinematográfica interesante, aunque estemos a solas.
Traigamos a colación también el espinoso tema de lo que en Oriente se llama "Meditación" o en Occidente Mística. Teresa de Ávila hablaba de concentración en una imagen o pensamiento con exclusión de los demás, los Yoguis también. Son estados que la Psicopatología Constructivista denomina como de "Pérdida de los Límites de Ego", pero que elude abordar directamente por desbordar ampliamente sus posibilidades epistemológicas.
Aquí huelga enunciar las fases siguientes en aras de brevedad. Lo importante es que el individuo, con sus cogniciones y contenidos que le son propios, ha dejado de funcionar temporalmente con ellos para trabajar únicamente y al unísono con una "Variable Oculta" común al grupo, una onda que es sintonizada y amplificada por cada conciencia particular. Nos gustaría sugerir también que la investigación del fenómeno del liderazgo carismático podría tener fructíferas aportaciones desde esta óptica.
Ya hemos nombrado a David Bohm y su teoría de las "Variables Ocultas no Locales". La no localidad es fundamental para la presente Tesis, con sus consecuencias sobre el Tiempo, el Movimiento, los Emisores-Receptores y la Comunicación. Obsérvese que una variable no local implica la ausencia de todos los anteriores constructos.
La experiencia mística, estética, el "Insight" científico y no científico, el "descubrimiento repentino" de Mintzberg obedecerían a mecanismos análogos pero, afortunadamente, encaminados a estados mucho más positivos, creativos y enriquecedores que los que acontecen en los estadios de fútbol y similares.
La "Variable oculta" es una vibración, en el último caso, relativamente artificial (podría compararse a los refuerzos generalizados de los conductistas e incrustados en la memoria genética por la filogenia de la especie, resultado de asociaciones con refuerzos primarios), pero en el primer caso, caso del "Insight", quizá sea una Sintonía con campos creativos de los cuales el hombre sólo sea un apéndice o instrumento. Aceptarlo podría ser el principio del final del antropocentrismo en ciencias sociales. Tal como aconteció con el geocentrismo ptolomeico en la astrofísica, los golpes dados a la racionalidad humana por Nietzsche, Darwin, Freud y Marx no llegaron a desterrar al "yo" humano, a su identidad. Sin embargo, hablar, como proponemos, del "yo-grupo-universo" como un continuo fenomenológico sí parece apuntar en esta dirección.
Cuando abordábamos el estudio del poder y la clásica catalogación de French y Raven (1959) nombramos, de pasada, la distinta eficacia en el cambio de actitudes, del tipo de poder de la fuente emisora del mensaje. Sin embargo, parecía observarse que el cambio profundo está lejos de ser explicado.
Desde una perspectiva Constructivista se sugiere que, cuando hay un real cambio, existe una especie de "Iluminación" que precipita lo que algunos autores llaman un "Cambio de Punto de Anclaje". Y ello es consecuente con la sintonización. En el intercambio comunicativo puede llegar un punto donde los organismos que "interactúan", sintonicen con algo esencial a todos (y/o a grupos más grandes en los que ese sistema está inmerso).
Para nuestro modelo propuesto, una de las características fundamentales de la Sintonía, en el cambio de actitudes, es la ausencia de Emisor y de Receptor, de interactuantes o participantes. En lenguaje económico ello podría, en un primer análisis, explicar el paso desde el mercado a la empresa u organización. Y, cuando es lo suficientemente intensa, existe un vibrar al unísono en el que los polos de tensión creativa (los sujetos) quedan relegados semánticamente a la más absoluta irrelevancia para un modelo explicativo satisfactorio.
En este momento (para los sujetos la percepción del tiempo es escasa o nula entonces), se produce un verdadero cambio, una reorganización tanto perceptual como cognitiva. Y esto no sólo a nivel cualitativo, sino a nivel cuantitativo en cuanto que se añaden nuevos esquemas, se abren nuevas vías perceptivas allí donde existía una sensibilidad precaria o nula, y se establecen nuevos nexos y/o diferenciales semánticos entre conjuntos de categorías previamente estancas o simplificadas en extremo. Y todo ello en un lapso de tiempo increíblemente corto. Existe, verdaderamente, una "conversión" del tipo "¡ajá! de los gestálticos.
Véase que esto implica rechazar el supuesto de que el cerebro percibe todo lo existente fuera de él, como una cámara fotográfica y de que es la conciencia la que establece una atención "Selectiva" aunque todo esté grabado en este. Implica decir, por el contrario, que el cerebro sufre continuamente la apertura de nuevas vías perceptivas y, por lo tanto, está percibiendo diferencialmente tan sólo aquello de lo que tuvo un "Insight". La falta de percepción (Insight) es ignorancia y por tanto inexistencia en el cerebro. En el resto de las situaciones donde no hay "insight", para nosotros no hay percepción, sino sólo "representación".
Desde este enfoque pues, todo lo que llamamos comunicación, en el sentido clásico, nunca producirá una verdadera "conversión" en el cambio de actitudes, puesto que la información, por sí misma, no posee el poder de la Sintonía "Holista" que abarca toda la complejidad humana con sus correspondientes niveles jerárquicamente interrelacionados.
Desde una perspectiva filosófica, la sintonía guarda muchas analogías con la doctrina platónica de "Participación" de la "cosa" (realidad = res-rei) con la "Idea" (verdad). Por ejemplo, el coche rojo participa, por sintonía con, del rojo (energía lumínica dentro de una banda frecuencial determinada) por el hecho de que su pintura absorbe todo el espectro luminoso menos aquella banda que refleja por las propiedades físico-moleculares de la pintura. No hay coche rojo, el coche no es rojo, sino que la frecuencia resuena en nuestro cerebro en una longitud que el lenguaje humano ha descrito como rojo.
Recordemos que realidad viene de "res, rei": cosa. Luego cambiemos realidad por "cosidad", es decir, aquello que tiene propiedades físico-químicas, entre ellas la más fundamental es la extensión, la espacialidad o el ocupar un lugar en el espacio (la "res extensa" de Descartes en oposición a la "res cogitans"). La lógica aristotélica o la visión newtoniana diría: "si esto 'existe'", tiene que estar en algún lado y si está en ese lado no puede estar en el otro". Así la "ubicuidad" fue relegada al reino de los ángeles o de la teología, como cuestión de fe, creencia o fantasía. Recordemos cómo era interpelado, burlónamente, Platón con las preguntas "¿donde está la verdad? vemos un caballo o un hombre veraz, pero no la verdad o la «caballidad»". Y cómo, este filósofo, era incapaz de replicar de modo eficiente a estas críticas. Querían decir que tales cosas carecen de "realidad", de "cosidad", de extensión. Y es cierto, carecen de extensión.
Platón contraargumentaba diciendo que las cosas visibles "participaban" en mayor o menor grado de la "idea". El modo por el cual participaban las cosas peregrinas de las eternas quedaba escasamente explicitado. Pero, curiosamente, más de 2.000 años más tarde, en la actualidad, la participación de Platón es un hecho indiscutible. Simplemente: la articulación operativa de la participación es el mecanismo de resonancia: la sintonía. Como decíamos en el primer capítulo(1), después de referir el ejemplo de R. Sheldrake, la emisión de cualquier canal de TV (o de radio) está "en todas partes" es ubicua dentro de su ángulo de cobertura y, paradójicamente, carece de extensión. Basta enchufar un aparto receptor, sintonizar y "participar" del canal deseado. Pero decir que porque no se ve, ni tiene extensión, no existe, es poco sensato.
De este modo, la ubicuidad, la esotérica o fantástica
participación de Platón, incluso el clásico misterio
de la "Unión Hipostática" (2)del
cristianismo podrían ser hoy algo
aceptable, sin ningún esfuerzo, desde la Ciencia ortodoxa. Metafóricamente
hablando, si lo sagrado ha sido, en casi todas las religiones mundiales,
asimilado con la luz, este aparente "misterio" puede ser visto con "nuevos
ojos": la luz blanca está "compuesta" de tres colores básicos,
los cuales son "uno" en la luz a la vez que "uno" por separado. Valga también
extender esto a la Ciencias de la Empresa que nos ocupan cuando hablamos
de sus subsistemas: el subsistema de producción (en una semántica
funcional) o el técnico-económico (en una semántica
de niveles explicativos) son "uno" en la empresa a la vez que uno por separado.
Un "remiendo añadido" (Arquetipo-Ideas) al esquema cartesiano/kantiano
de ver el mundo podría quedar como sigue:
Tabla 6.2: Sintonía, Ubicuidad y Conceptos Cartesianos/Kantianos. Fuente: Elaboración Propia.
6.4.- Sintonía y Comunicación.
Para el modelo propuesto, la Sintonía el Yo, el Self (tal como lo conceptúan las teorías Dinámicas y Fenomenológicas) y el Rol (como las teorías Sociológicas y de la Psicología Social y de las Organizaciones lo definen) son lo mismo: una "representación". El Rol interiorizado y cargado en memoria más a menudo es el Yo. Pero para que haya Rol o Yo, debe haber cierta desintonización, al menos consciente, con la naturaleza o contexto, en el sentido ecológico y sistémico del término.
Contrariamente, Sintonización Completa es pues la pérdida momentánea del Ego o Yo consciente. Utilizando el modelo del procesamiento de Información y su analogía informática, el Rol podría asimilarse al Programa que, desde el Disco Duro, léase la Memoria a Largo Plazo (Almacenamiento Externo, en el caso de existir un programa adecuado en nuestro interior) o desde los Indicios Contextuales (caso de incertidumbre ambiental), se carga en la R.A.M. o Memoria de Trabajo (a corto plazo) para interactuar con el exterior.
El ser humano actual es casi asimilable al Rol o Ego porque su conciencia está prácticamente definida por él. Más allá del Rol no hay mas que ambigüedad o inconsciencia absoluta. El Rol deviene diacrónicamente Cíclico (Sueño-Vigilia) así como de existencia Intermitente (según sea cargado en consciencia o no).
Además el Rol tiene una naturaleza esencialmente Teleológica en el sentido de optimizar, continua y puntualmente su Necesidad Activa(3), por ejemplo su "Imagen Social" (actualizando de forma histórica la Deseabilidad Social -caso del nivel 3 en la jerarquía de Maslow- o el Status -nivel 4- etc.). Nótese que, independientemente del nivel general de motivación de un individuo o grupo, esta optimización es puntual y totalmente endógena al contexto (al menos en las primeras etapas de la jerarquía), quizá como una analogía superior del instinto de supervivencia darwiniano, en el nicho ecológico o hábitat social. Ello implica considerar distintos niveles particulares de la necesidad activa.
Y tal proceder no se lleva a cabo en la interacción social únicamente, sino que continua cuando el sujeto se encuentra sólo. En este último caso, el Rol se disocia comúnmente en dos o más entidades (Roles o Egos) que representan, en el campo mental interior, una similar relación comunicativa y locutoria (cabe contemplar la alternativa de que se carguen dos roles simultáneos en ram). Esta es otra de las razones por la cual insistimos en el intrínseco carácter social del Yo: en solitario, el Yo tiene que desdoblarse para ser un Yo dentro de sí mismo. Si no lo hace, no hay Yo posible. Y ello le dota de continuidad aunque paradójicamente usted, lector, como yo, seamos el Rol cargado en consciencia (diferente siempre) en un momento dado. Esto significa que no existe un yo real, en el sentido sustancial, sino un paquete (Programa) de información que proyecta una continuidad y un centro (Ego) ilusorios.
6.4.2.
El Rol como Economía Evolutiva Bifactorial de las Necesidades.
Como sugerimos, lo que hemos denominado Necesidad Activa está
cimentada en la jerarquía de valores de Maslow
y en la transacción de bienes-atributos-símbolos que las
satisfacen. Como en la Economía Clásica, cabría modelizar
su optimización cruzando en ejes de coordenadas ciertos factores
dicotómicos en cuanto a la optimización citada. Una sugerencia
en este sentido puede verse en la tabla 6.3. En ella se supone que la
evolución lleva a las personas a enfrentarse a la dicotomía
existente entre la necesidad que está trascendiéndose y la
inmediata superior. Aunque se esté crecientemente motivado por
la superior, la inferior juega el papel compensador, motivando por igual
al principio y quizás como restricción al final (recordemos
el origen de las curvas de indiferencia para explicar la utilidad económica).
El relativo equilibrio entre estas vendría seguido de la nueva necesidad
superior donde se repetiría el proceso.
Tabla 6.3: Evolución de Variables Dicotómicas a Optimizar por el "Yo". Fuente: Elaboración Propia
En cuanto a: | Variable Dicotómica | "Deseconomías" | ||||
Trascendencia | Señal | Verdad (Todo) | Comprensión | Realidad (Yo) | Ignorancia | |
Autorrealización | Significado | Comprensión ö | Prestigio | Ignorancia | Desprestigio | |
Estima (Poder) | Diferenciación | Status | Prestigio ö | Éxito | Desprestigio | Fracaso |
Logro | Éxito ö | Aceptación | Fracaso | Marginación | ||
Sociales (Amor) | Asimilación | Aceptación ö | Orden | Marginación | Desorden | |
Seguridad | Existencia | Orden ö | Adaptación | Desorden | Inadaptación | |
Fisiológicas | Supervivencia | Adaptación ö | Inadaptación |
El "realizing" supone el "darse cuenta" de que la lucha inicial dicotómica no es sino un juego de ajuste de optimización de ambas respecto a una tercera que es la superior en jerarquía. Se esperaría así que combinaciones cada vez más inclinadas a favor del factor superior, sean las que optimicen la consecución aquel superior a este último. Y ello sería así hasta que estos dos superiores devenguen finalmente en una nueva dicotomía respecto a la optimización del siguiente en jerarquía. Por ejemplo, combinaciones con una "ratio" creciente entre éxito y aceptación serían las óptimas para conseguir valores máximos de prestigio. Llegado un momento, la aceptación sería irrelevante, mientras que la dicotomía se ha establecido entre el prestigio y el éxito respecto a la comprensión.
La emisión de conductas, en consecuencia, viene modulada por factores que pocos investigadores parecen valorar en su justa medida. Así, lo que en Psicología se conoce como el efecto del experimentador y similares (Orne, Rosenthal, Greenspoon etc.) que son tomados como varianzas residuales en la mayoría de experimentos son, demasiadas veces, lo más significativamente importante del Rol, su esencia teleológicamente dirigida a la Deseabilidad Social. Tal es uno de los pilares del modelo de Dirección Estratégica y de la Teoría de Juegos. Es probable que esto tenga peso al justificar la desilusión provocada por el concepto de Actitud en ciertos científicos sociales contemporáneos.
La Actitud pues, sólo cobra significación en un marco puntual y dinámicamente determinado por el contexto de la interacción. La Actitud llega a ser maleable y flexible hasta extremos en que la situación experimental y/o instrumentos de medida son incapaces de captar.
Ello redunda en la necesidad de conceptuarla dentro de un complejo sistema de decisiones estratégicas que el sujeto pondera en aras de la optimización citada. Cierto es que casi todas las definiciones de Actitud exigen que esté dotada de "cierta permanencia", p.ej. el racismo etc., pero están ignorando el "porqué" de esta permanencia. Esta es una variable dependiente del contexto.
Pongamos por caso una dualidad básica: todo ser humano tiende
a querer conciliar dos extremos opuestos: la identidad separativa y
la identificación grupal (con sus correlatos de independencia-dependencia).
Para ello optimiza situacionalmente los valores de tales términos,
para conseguir una imagen social máxima. Los extremos "feos" (rendimientos
marginales negativos) de tales valores son el ser "un egocéntrico"
y el ser "un borrego" respectivamente, mientras que los valorados positivamente
son el ser "independiente, diferenciado" y ser "cooperativo, pertenecer
a un grupo". En condiciones "ceteris paribus" es probable que podamos afirmar
que valores intermedios de estos dos factores maximicen la imagen social,
mientras que los extremos o la falta de proporción en ambos la reduzcan.
Esto es lo que pretende ilustrarse en la figura 6.2.
Pongamos otro ejemplo. Supongamos una situación con dos interlocutores
donde uno acusa al otro de ser demasiado independiente e insensible con
respecto a su familia y amigos. Contextualmente, en ese momento puntual,
podríamos afirmar que la dependencia (mostrar algún tipo
de dependencia familiar) es "elástica a la imagen social", es
decir que, cualquier declaración que sugiriese dependencia maximizaría
contextualmente su imagen social, mientras que la conducta contraria será
"inelástica". Asimismo, en la citada optimización entran
los seres humanos cuya profesión es la ciencia, por ejemplo, cuando
muestran una actitud hostil hacia paraciencias tales como la Astrología:
investigarla o, simplemente, declarar la creencia en ella son conductas
inelásticas respecto a su status social.
Figura 6.2: Combinaciones deIdentidad Separativa-Identificación Grupal para la Imagen Social. Fuente: Elaboración Propia
Es esta también una de las recientes aproximaciones al estudio de las Organizaciones que ya hemos citado: el Modelo de Organización como una dinámica política, de decisiones complejas Estratégicas explicitadas por la "Coalición Mínima Dominante" a nivel Grupal, tal como muchos teóricos han señalado.
Corolario de lo anterior es que la Actitud explicitada sea, a lo sumo, la punta del "iceberg" resultante de un "Role Playing" cuidadosamente elaborado, no la transparente constatación de un constructo cognitivo-evaluativo estático e inconexo que flota en la cabeza de cierto ser humano a la espera de que un diseño de investigación, inocente por los cuatro costados, la eleve al elegante rango de variable experimental.
Ahora bien, una situación dotada de intensidad "vivencial" produce un "corrimiento o reestructuración de esquemas", según los constructivistas, que producirá una actitud diferente. Y tal intensidad viene generada también por las exigencias del contexto.
6.4.3.- Fases o Estadios de la Comunicación.
Si nos fijamos en la conciencia humana y sus relaciones, y atendemos al concepto "intensidad", observaremos la existencia de varias fases o estadios que van sucediéndose. Centrémonos en una interacción simple de dos personas por ejemplo. Hay que destacar que, en la interacción social usual, sólo la primera que veremos se da en su total extensión. Las siguientes son posibles únicamente si el interés persiste y el Ego no se ve amenazado (o este interés es superior, en intensidad, a la amenaza). Estas fases son tres: de Expresión, de Sintonía Parcial y de Sintonía Total.
En esta fase los participantes actúan como yoes o roles separados. En esta fase existe interacción como dos o más entidades distintas, dos Universos Cerrados (concepto tomado de Vicent Meliá -1989- aunque, seguramente, con distinto significado) heterogéneos donde la interacción toma el nombre específico de Comunicación elemental.
Está compuesta de Emisor, Receptor, Mensaje y el Canal que lo posibilita es el Lenguaje. Obviamente esta normativa simbólica (el lenguaje) es compartida, aunque sea en un nivel primario por ambos participantes, sea a un nivel de lenguaje verbal (caso que compartan el mismo idioma) o al de gestos (caso que no exista tal coincidencia). Recordemos que comunicación viene de "Común".
6.4.3.2.- Fase de Sintonía Parcial.
Si el interés es mutuo, el tema tocado, o la situación vivida, comienza a cobrar relevancia en proporción inversa a la de los Roles personales de los intervinientes. A este fenómeno le denominamos "Sintonía Creciente". Es característico cómo las resistencias individuales (identidad, comparación social, conformismo, identificación, diferenciación etc.) pierden fuerza en la consciencia. Estas resistencias son los "Aspectos o Dimensiones del Rol", son inherentes a él, puesto que la esencia del Rol, o Ego, es la interacción social.
Es en esta etapa donde puede haber lo que los constructivistas denominan un cambio de punto de anclaje desde un Rol específico a otro y/o una reorganización de uno o varios de ellos. Y también es en ella donde aquellas resistencias citadas permiten el proceso de "Validación" en términos de Psicología Social (existen tantos roles como situaciones diferentes aunque, para simplificar, podríamos agruparlos, en función de su estabilidad temporal, en un número finito).
Fundamental es pues de esta etapa, el hecho de que el tema o situación de interés cobra al menos tanta importancia como el "Role Playing" de los individuos, pero no los anula. Y añadir que estas dos etapas son las que la Psicología de Grupos ha estudiado satisfactoriamente hasta tropezar con el inextricable problema del cambio de actitudes.
El problema surge cuando queremos explicar la "Conversión" en términos absolutos, es decir, un cambio que no implica, al menos de forma evidente, la optimización de la "Imagen Social" (Necesidad Activa). Aquí es donde entran nuevamente los conceptos de Sintonía, Arquetipos y Jerarquía Holista.
Sintonía de Arquetipos
Para este modelo, existe una escala casi infinita de niveles dentro de lo que podríamos llamar Inconsciente Colectivo. Cada nivel es más sintético y global que su nivel inferior en el sentido que nos dan los diagramas de Venn y su Teoría de Conjuntos. Por ejemplo, los Arquetipos de Jung, que guardan estrecha relación con los llamados Valores Terminales de Rokeach (Rokeach, 1973 en Garcés, 1988), en contraste con los Instrumentales, son síntesis de muchos valores de orden sintético inferior en globalidad. Para nosotros, sin embargo, también sería válido lo contrario: que sean los Instrumentales los que obedecen a una ramificación hacia la particularización de los Terminales.
El sintonizar con Arquetipos tiene como resultado una reorganización de todo el "árbol" ramificado cuya cúpula es tal valor y cuyas "ramas y hojas" son una multiplicidad de valores de instrumentalidad creciente. Es decir, toda sintonía con un concepto implica una reorganización de aquellos inferiores en globalidad. Aquí tenemos nuevamente el concepto de Organizar tal como lo exponíamos al principio del capítulo anterior. Ello guarda cierto paralelismo con las operaciones aritméticas sencillas y con las clasificaciones de archivos en los ordenadores. Otro ejemplo puede ser la aplicación similar en el Plan General de Contabilidad Español al asignar significados a los números: como sabemos, el número 6 designa todos los Gastos de una Organización, y el 7, todos los Ingresos. Añadiendo más números a la derecha de estos, iríamos particularizando la naturaleza de tales conceptos en niveles cada vez menos inclusivos. Buscando un razonamiento adimensional numérico tendríamos que:
La División es la búsqueda de una Razón o Constante:
y/x = Razón, Proporción, Razonamiento = Constante
Sin embargo, la multiplicación obedece al fenómeno inverso:
y/x = Cte. --> y = Cte.· x --> Multiplicidad.
Es decir, obtenemos casos particulares dando valores concretos a la variable independiente.
Insistamos en que esta descripción no es sólo metafórica. Recordemos que el cerebro parece codificar, según las recientes teorías de Karl Pribram (1971, Pribram en Wilber y otros, 1982, 43-52), de forma matemática las frecuencias (en las vesículas sinápticas neuronales (entre las neuronas) donde existe un espacio cuántico adecuado para tales procesos) y que ello sugiere la existencia de patrones básicos respecto a los cuales obtener los "Restos Semánticos". Estos se obtienen por la "relación de fase" (la cual, matemáticamente se obtiene por división que produce el resto citado) entre ondas y son independientes de los impulsos nerviosos que se generan dentro de la célula nerviosa (Pribram en Wilber y otros, 1982, 49).
Para nuestro modelo pues, la mente en proceso de multiplicar genera, reproduce la multiplicidad a partir de la raíz generativa o "Razón", aplicándole parámetros particulares. Tal proceso es inconsciente en cuanto a la fuente (raíz generativa o "razón"), pero consciente en cuanto a los resultados concretos múltiples. Este funcionamiento es típico de los niveles 1, 2, 3 y 4 de Maslow. La raíz generativa puede encontrarse en las definiciones que se hacen en el Lean Management de la Cultura, como de aquello "que-no-es-puesto-en-cuestión", lo axiomático o "Lógica Mayor" de la que parte toda "Lógica Menor" deductiva.
En el próximo apartado nos referiremos a esta lógica menor multiplicativa como "Razón Instrumental": a partir de unos axiomas más profundos (sean ellos culturales, irracionales, lúdicos o hedonistas) se crean representaciones de la realidad compuestas de ciertas partes en el campo mental compartido de representación. Estas partes son traídas a la existencia ("creadas desde la nada") mediante el "conjuro" del lenguaje sustantivo deviniendo en "objetos" (objeto "sensible" o categorial, entidad matemática, variable, parámetro etc.) y la convicción (también "ex-nihilo") de que, consecuencia directa de su etiquetamiento nominal, vienen revestidos de distintos grados de importancia e independencia (ortogonalidad). Tras este "bautizo", los objetos subordinados (juzgados de menos importancia) son entendidos como "recursos" a optimizar para la consecución de los objetos superiores en jerarquía (objetivos).
Pero la mente en proceso de razonar (búsqueda de significado propios del nivel 5 de Maslow), parece ir a la búsqueda de unos patrones constantes.
Intentando especular más, quizá tales patrones constantes sean sólo unos pocos, guarden estrecha relación con valores numéricos (más allá de sus guarismos) y sean psicológicamente asimilables a los Valores Terminales o a los Arquetipos. Asimismo, la generación a partir de tal raíz de infinitos valores posibles, permitiría su ulterior reducción a los patrones básicos dejando un resto numérico como significativo pero ligado a tal Arquetipo básico.
Intentemos ilustrar lo anterior con un ejemplo. Tomemos una taxonomía en árbol tomada de Alice A. Bailey (1977, 99): Idea, Ideal e Ídolo, y usémosla para derivar desde un Valor Terminal Básico, por ejemplo la Libertad. Ahora, interpolémosle un término más: Ideología.
Inconsciente Colectivo ====Þ 1.- Idea.
½ 2.- Ideal.
Representaciones Sociales =Þ½ 3.- Ideología.
½ 4.- Ídolo.
Ahora tratemos de imaginar un orden generativo a partir de tal patrón básico. Los niveles de Ideales, Ideologías e Ídolos, caen todos dentro del Paradigma del Procesamiento de la Información, porque dotan de objetivos a ésta. Pero la captación de la Idea está más allá del Ego. La experiencia real de Sintonía con ella carece de Rol. Ello nos obliga a diferenciar exactamente entre Ideal e Idea.
Para ello asimilaríamos ideales, ideologías e ídolos con las denominadas "Representaciones Sociales" tan en boga en la Psicología Social contemporánea y tan próximo al de "Imágenes de la Organización" de Morgan, "Ideología" de Mintzberg o, en el más amplio sentido, "Cultura". El resultado se expone en la tabla 6.4, partiendo del ejemplo de un valor terminal (libertad) o idea hacia grados crecientes de multiplicidad.
Asimismo cabría distinguir entre el polémico Inconsciente Colectivo de Jung y el de Representaciones Sociales. Sin ánimo de establecer una diferencia clara y delimitada:
1.- El primero hace referencia a todo el conjunto de símbolos, instintos o conductas dotados de una cierta generalidad, tanto longitudinal como transversal, cuya misteriosa base parece residir en la Filogenia de la especie humana (aunque cabría datarla en períodos muy anteriores), y con soporte material en el Hardware Biológico-Genético de esta. Lo dicho implica rechazar la idea de Darwin y de los neodarwinistas de que la selección genética se debe al azar y por supervivencia del más apto, para aceptar teoría más cooperativas al estilo de las, ya citadas, de Erich Jantch, en la línea que Sheldrake apunta.
2.- Las Representaciones Sociales parecen más identificables con el aspecto Ontogenético, su naturaleza es marcadamente Socio-Cognitiva; por lo tanto materializan el Software particular en uso dentro de cualquier comunidad social y cuya generalidad está seriamente limitada en las dos dimensiones anteriormente citadas.
La relación entre ambos es obvia pues no existe civilización cuyas Representaciones Sociales (Software) no sean compatibles con el Sistema Operativo requerido por el Inconsciente Colectivo (Hardware).
Resumiendo pues, las Ideas son atributo específico del
Inconsciente Colectivo (I.C.), mientras que los Ideales, Ideologías
e Ídolos lo son de las Representaciones
Sociales (R.S.).
Ahora bien, el I.C. puede abarcar campos inmensamente más vastos
que los ligados a los aspectos primitivos de la vida.
Tabla 6.4: Idea, Ideal, Ideología e Ídolo.
Fuente: Elaboración Propia:
Valor Terminal Þ Orden más
instrumentalizado Þ Valor Instrumental
Idea | Ideal | Ideología | Ídolo |
Idealismo (positivo) | Cristianismo, Jesús-Cruz, Hegel | ||
Emancipación (Interna) | Vitalismo | Schopenhauer, Nietzsche | |
Nihilismo (negativo) | Budismo (Buda, meditación) Sartre | ||
Libertad | |||
Liberalismo (laissez faire) conservador | Adam Smith (dinero, poder, individuo) | ||
Ausencia de Trabas (Externa) | Comunismo (lucha) reivindicador | Marx (bienes, igualdad, colectividad) | |
Anarquismo | Bakunin |
Para ilustrar lo anterior podemos poner el ejemplo de las innumerables conductas automatizadas que realizamos subconscientemente pero que, en su día, fueron foco de atención consciente: conducir un coche, usar el lenguaje, los cubiertos al comer etc.
Y también existe aquello que es potencialmente conscienciable: aprender un nuevo idioma, etc. Todo esto pertenece al campo de las R.S. y se caracteriza por ser fragmentado, concreto y parcial, válido de forma efímera tanto en lo que respecta al aspecto temporal como al geográfico.
Pero el I.C. se caracteriza por su carácter globalizador y holista, característico de la especie, tanto en su aspecto subconsciente (conductas evitativas ante un león etc.) como en el supraconsciente (Insights). Además, nunca implica un movimiento aislado del contexto. Y quizá ahí resida su tremenda fuerza.
La humanidad ha sido llevada al desastre (o, mucho más raramente, a mejor puerto) por sintonizaciones parciales con ideales (los ideales, aunque carecen del holismo total de la idea, tienen mayor grado de este que las ideologías e ídolos) políticos, sociales o religiosos que poseían este principio holista (siquiera parcialmente). Mientras que aquellos que realmente contactaran con ideas (cabría especular: una selecta minoría) serían individuos aislados que, como puntas de lanza, abren un camino para unos seguidores que tendrían, como máximo, la oportunidad de captar la idea a un nivel inferior: el de ideal o ideología, llegando hasta el extremo más reducido de la idolatría.
Cabría describir a esta minoría como lo que Dane Rudhyar llama "personas semilla" que, como el hombre Z de Maslow, están "más allá de la cultura y la sociedad":
"La persona-semilla ya no es leal a su cultura, sino a la especie en general ... La diferenciación reside en los místicos, quienes verdaderamente son la floración del espíritu religioso de una cultura, y en aquellas personas-semilla que son ... mentes visionarias o prometeicas. En tanto que filósofos, artistas y hombres de estado, el destino primordial de estas personas-semilla consiste en transformar radicalmente las teorías socioculturales de, por lo menos, una parte de la humanidad, así como ciertos aspectos genéricos de la naturaleza humana." (Rudhyar en Watts, y otros 1988, 256).
"Simbólicamente, su objetivo rebasa el devenir de su cultura para llegar a la transformación evolutiva, lo cual sólo puede ocurrir en las semillas mutantes. Como personas-semilla, llegan a separarse de la planta (cultura), por lo que respecta a la conciencia y al ser interior, para evolucionar fuera de ella" (Rudhyar en Watts, y otros 1988, 262).
El ídolo (caso extremo inferior del líder) poseería un cierto holismo del que el resto de la comunidad carece. El "sentido", los significados, ese "segundo sistema de señales" de Pavlov, "viaja hacia arriba" en el grado de globalidad u holismo. Recordemos la "Semántica General" de Alfred Korzibsky (1948) que guarda íntima semejanza con este marco.
Hemos sugerido pues que el Rol o Yo está compuesto de R.S. actuando sobre una base que es el I.C., y que en la Sintonía Completa este aspecto (el yo) está fenomenológicamente ausente.
Una experiencia de Sintonía Completa mutaría el conocimiento (individual u organizativo), léase Representaciones Sociales, en "Saber" o "Inteligencia". Por el contrario una de Sintonía parcial lo haría en Ideal, Ideología, Creencia o Ídolo con sus grados de holismo pertinentes.
6.4.3.3.- Fase de Sintonía Total u Holista.
En esta etapa desaparecen el Emisor, Receptor, el Lenguaje e incluso el Mensaje. Abordémosla:
Definimos la Sintonía Total u Holista como aquella situación comunicativa donde la intensidad del tópico/tema de interés o situación vacía la memoria de trabajo del Rol.
Nótese que el concepto de Intensidad es fundamental para entenderla. La Intensidad sólo puede existir si hay interés mutuo y/o requerimientos apremiantes del contexto.
El puro "darse cuenta", el "Awareness" (sin Self) se da a menudo en las civilizaciones que están más en contacto con la naturaleza. Ante una amenaza física (un león o una serpiente), existe un Estado de Alerta Intenso donde la cognición no existe. Aunque podría argumentarse que esta sí se da, pero de forma inconsciente, tal matiz no niega la ausencia del Rol, constructo de liviana y superficial consistencia). Sin ánimo de ser exhaustivos, la ausencia de Ego consecuente a la intensidad acontece, aunque en grados y características diferentes, en las siguientes situaciones:
1.- En las citadas de Amenaza Física.
2.- En situaciones cercanas a la Muerte del organismo o donde la muerte exhibe proximidad contingente.
3.- En el "Insight", percepción instantánea del científico, irónicamente asimilados al "Ajá" de los chimpancés de Köhler por la PsicologíaGestalt.
4.- En la Experiencia Estética del artista, músico o poeta.
5.- En la "Capacidad de Asombro" de los antiguos filósofo/científicos.
6.- En la Experiencia Místicaoriental u occidental.
7.- En las Experiencias Cumbre de Abraham Maslow (Peak Experiences).
9.- En situaciones provocadas por ciertas Drogas Psicotrópicas.
10.- En cantos, danzas, plegarias y Músicas Repetitivas.
11.- En la contemplación de algo dotado de Contenido Estético Intenso.
12.- En donde la Atención es Intensa pero no centrada en el Ego.
13.- En la percepción de Contrastes Semánticos Extremos en eventos evaluados como muy importantes por el Yo. Ello sucede en tres situaciones principales:
13.a.- En el Sentido del Humor (carente de hilaridad) fruto de la comprensión del contraste.
13.b.- En la Compasión, definida aquí como consecuencia de la inconmensurabilidad de dos fenómenos.
13.c.- En la percepción de Paradojas donde las dualidades se esfuman y el razonamiento lógico fracasa.
14.- En el "Arousal" del Sistema Reticular Ascendente ligado al Sistema Nervioso Central en ausencia de Stress.
Dijimos antes que el Rol es una completa desintonización. Ello significa tildar al Yo con connotaciones desadaptativas en cuanto a la supervivencia esencial. Su utilidad apela únicamente a su dimensión social, social en el sentido de R.S. Avanzando una Psicopatología del Rol, distinguiremos entre:
1.- El Rol Desenmascarado o Desidentificado: referido al "darse cuenta", a la consciencia de los múltiples roles desempeñados. "Soy eficiente en el trabajo porque es necesario".
2.- El Rol Enmascarado o Identificado: "Soy Economista, Español o del Barcelona". Es este, comúnmente citado como "Autoconcepto", "Actitud" etc. según el nivel u objeto de análisis, el potencial causante de desequilibrios. También constituye lo que, en la literatura clásica, se denomina Yo o Self como diferenciado del Rol. Pero, para el objeto que nos ocupa, los consideraremos sinónimos; la única diferencia que estableceríamos es que el primero está desenmascarado y el otro es asumido como propio. De ahí que una persona madura o autorrealizada, en el sentido maslowiano del término, carezca de Rol Enmascarado o Interiorizado.
Resumamos pues las características de la situación deSintonía Completa:
1.- Ausencia de Ego o Rol.
2.- Intensidad de Vivencia.
3.- Atención Intensa.
4.- Ausencia de Comunicación (sustituida por la comunión).
Probablemente, frente a esta descripción operativa, sería interesante recurrir a una descripción subjetiva de este fenómeno. Ya hemos expuesto que la asimilamos a la Experiencia Cumbre de Maslow, y que este autor no solo la encontró en todos los sujetos autorrealizados que examinó, sino que pensaba, como nosotros, que era propia de todo ser humano. Sin embargo, es plausible aventurar que sólo quienes se autorrealizan comprenden o entienden su valor ontológico, mientras que los no autorrealizados la experimentan condicionada a los contextos, con sus objetos y personas correspondientes, a los cuales se asocia la vivencia. A nuestro juicio, el mecanismo atribucional de causalidad es pues inverso: para los autorrealizados la experiencia en sí misma es el origen de la especial percepción del contexto; para los que no lo están, es el contexto (por ejemplo personas, música, libros o películas) el que genera la experiencia. De ahí que estos últimos desarrollen apego a las personas y/o situaciones que les procuran la experiencia y que la rotulen con variopintos nombres.
En el ámbito organizativo y grupal, ya comentamos previamente términos muy similares: recordemos nuevamente la Metanoia de Senge, la Transformación Organizativa de Tosey o la Visión de 3 o 4 Pliegues de Rooke y Keeley. Pero, también deberíamos dejar por sentado que, trascendiendo la errónea interpretación clásica, tal fenómeno se da en todos los ámbitos de experiencia humana y social y que su comprensión está claramente más allá del campo religioso o artístico.
La introducción en el ámbito científico de la Sintonía Total o de la Experiencia Cumbre, abre todo un camino poco explorado, pero cada vez más necesario, para el estudio de la creatividad y la innovación en las organizaciones, para el incremento de la "performance" en Dirección y Dinámica de Grupos (i.e. Brainstorming), y para, como veremos más adelante, explicar desde ella el dinámico puente entre la transacción y la identificación, entre el mercado y la organización.
Además, como ya anunciamos anteriormente, frente a los tradicionales niveles contemplados por la Psicología en cuanto al ser humano (Fisiológico-conductual, Emocional y Cognitivo), cabe introducir un cuarto nivel jerárquico por encima del nivel cognitivo: el intuicional que Mintzberg reivindica (ya que los psicólogos no lo hacen). Tradicionalmente se ha distinguido, en el nivel cognitivo, dos niveles fundamentales de pensamiento que cada autor ha rotulado distintamente: convergente vs. divergente, cristalizado vs. fluido, concreto vs. abstracto o analítico vs. sintético. Sin pararnos demasiado en ellos, baste señalar que el aspecto sintético (abstracto, fluido, divergente), siempre ha estado ligado a la creatividad y que creemos que supone un estado intermedio entre el nivel cognitivo y su nivel superior: el intuitivo.
A continuación presentamos un relato subjetivo que nos ha parecido muy ilustrativo y que completa las anteriores definiciones. Corresponde a un hombre de negocios bastante desconcertado que, después de explicar insistentemente que no era religioso ni tomaba droga alguna, contaba a otro (Jiddhu Krishnamurti) su "rara" experiencia. Pedimos disculpas por su extensión pero nos parece que, en su lectura, todos podemos intuir algo familiar y valioso en nuestra propia experiencia. Asimismo, podría interpretarse como la potencialidad inherente a toda nuestra especie.
"Una mañana me desperté muy temprano; la ciudad aún dormía y su murmullo no había comenzado todavía ... sentía el impulso de salir ... Desde el momento en que traspuse la puerta de la calle, tuve una extraña sensación de ligereza, como si fuera caminando sobre el aire. El edificio de enfrente, una pardusca casa de apartamentos, había perdido toda su fealdad; los ladrillos mismos se mostraban vivos y claros. Todos los objetos que ordinariamente yo nunca habría advertido parecían tener una extraordinaria cualidad propia, y, cosa extraña, todo parecía formar parte de mí. Nada estaba separado de mí; en realidad, el 'yo' como observador, el perceptor, estaba ausente ... Camino del parque hay una florería. He pasado a su lado centenares de veces, y solía lanzar una ojeada a las flores al pasar. Pero aquella mañana me detuve frente a ella ... Mientras estaba allí mirándolas, me di cuenta de que estaba yo sonriendo y riendo con un gozo que nunca hasta entonces había experimentado. Aquellas flores me hablaban y yo les hablaba a ellas; yo estaba entre ellas y ellas formaban parte de mí ... El tiempo había cesado; no había pasado, presente ni futuro. Había sólo ... oh, no sé cómo ponerlo en palabras, pero no importa. Había una Presencia -no, esa palabra no-. Era como si la tierra, con todo lo que hay dentro y sobre ella, se hallara en un estado de bendición, y yo, caminando hacia el parque, formara parte de ella ... me daba cuenta de que mi corazón palpitaba rápido; tengo el corazón sano, pero apenas podía respirar al entrar en el parque, y creí que iba a desmayarme. Me senté en un banco y por mis mejillas corrían las lágrimas. Había un silencio que era totalmente abrumador, pero aquel silencio estaba purgando todas las cosas de pena y dolor. Al penetrar más profundamente en el parque, se percibía música en el aire. Me sorprendió porque no había casa alguna cercana y nadie tendría una radio en el parque a aquella hora de la mañana. La música formaba parte de todo aquello. Toda la bondad, toda la compasión del mundo estaba en aquél parque ... Me temblaban las piernas y me vi obligado a sentarme de nuevo ... Daría todas las cosas del mundo, mi vida y todas mis posesiones, para vivir de nuevo en aquél mundo ..." (Krishnamurti, 1962, 117-119).
Evidentemente, entendemos que existe un continuo entre la experiencia pura (que asimilaríamos al relato anterior) y el estado normal egoico procesador de información. Mientras que aquella estaría ligada a la sintonización con ideas o arquetipos, todas las gradaciones intermedias caerían dentro de la sintonía parcial y estarían relacionadas con los ideales, ideologías e ídolos. Las experiencias individuales o de grandes multitudes frente a un líder o grupo carismático (el Papa, un grupo del rock, etc.) corresponderían a niveles inferiores de los fenómenos sintónicos.
Ahora bien ¿qué relación existe entre estas experiencias
y la experiencia normal cotidiana? Nuestra opinión es que son
estas las experiencias en donde los conocimientos, creencias y marcos globales
con que contemplamos el mundo se establecen y reorganizan (organizan
en nuestra definición del capítulo anterior: "dar sentido
a lo que eran varios sentidos"). Son tanto la esencia de lo que conocemos
hoy como empresas, organizaciones o mercados (independientemente de que
estos tengan "ánimo de lucro", de que actúen estratégicamente
o de que sean "perfectos") como la base de su principal mecanismo de coordinación:
las representaciones sociales resultantes, la cultura en su amplio sentido.
Abordaremos esto más adelante.
Para una mejor comprensión, podríamos enfrentar extremos
conceptuales polares que involucran, respectivamente, la situación
clásicamente estudiada en toda Ciencia Social y la de Sintonía:
Tabla 6.5 Extremos conceptuales Procesamiento-Sintonía. Fuente: Elaboración Propia.
Ego (Procesamiento Información) | ó | No Ego (Sintonía) |
Comunicación | ó | Comunión |
Concentración | ó | Atención |
Pensamiento Convergente/Cristalizado | ó | Pensamiento Divergente/Fluido |
Procesamiento de Información | ó | Vacío (Sintonía con la Idea) |
Tiempo | ó | Espacio |
Motivación | ó | Ausencia de Motivación |
Condicionamiento | ó | Descondicionamiento |
Libre Albedrío | ó | Libertad |
Elección Racional | ó | Saber Intuitivo |
Discriminación | ó | Discernimiento |
Análisis | ó | Síntesis |
Jerarquía | ó | Holismo |
Estrategia | ó | Innovación |
Dualidad Sujeto/Objeto | ó | Unidad Isomórfica |
A continuación se presenta un continuo entre el Ego y la Sintonía
Total que denominaríamos Ego-Cultura-Religión.
Explicado mediante diagramas de Venn quedaría:
Figura 6.3: Sintonía y articulación del
Continuum: Ego-Cultura-Religión. Fuente: Elaboración Propia
6.6.- Ego, Representación, Cultura y Religión.
Podríamos definir la religión como la experiencia total del hombre ante el mundo, como la expresión del esfuerzo voluntario y consciente de integrar al hombre y el universo o también como la voluntad del hombre de armonizarse él mismo con la realidad. Algunos autores relacionan "religión" con el latín "re-ligare": re-ligar al hombre con la totalidad del universo, concepto que también se parece al de "Yoga": yugo, unión.
Desde cierto punto de vista, cabe establecer una especie de sendero en la incesante búsqueda de la verdad por parte del ser humano. Primeramente está la religión que busca las "grandes" verdades universales, como quiénes somos, de donde venimos y a dónde vamos. Consecuencia de tal investigación se concluye en unos puntos de partida que determinan una "filosofía" específica, desde la cual se establecen un especie de saberes particulares llamadas "ciencias", las cuales se concretan en unas "técnicas" más detalladas.
Referirse a la Religión en una Tesis científica no es sólo una idea avalada por el Nuevo Paradigma. Además existe, para muchos científicos, la profunda convicción de la estrecha relación existente entre religión y ciencia. Por eso escogimos comenzar este capítulo con una cita de Einstein en este sentido. La filósofa Renée Weber recogió muchos testimonios de científicos prominentes en este sentido. He aquí otra más del Físico más notable de nuestro siglo:
"Llegamos a una concepción de la relación de la ciencia con la religión muy distinta de la habitual ... Sostengo que el sentimiento cósmico religioso es el motivo más fuerte y noble para la investigación científica". (Einstein en Weber, 1990, 3).
O del premio Nobel de Medicina, George Wald:
"La ciencia es la tentativa de entender la realidad. se trata de una actividad cuasi-religiosa en el más amplio sentido del término". (Wald, en Weber, 1990, 1).
Así como el físico David Bohm, para el que la ciencia es:
"Tratar de comprender la realidad o naturaleza como un todo. Con esta definición se coincide con el área por la que se interesan los místicos." (Bohm, en Weber, 1990, 166).
Ahora bien, la mayor parte de las veces se entiende religión como un conjunto de creencias culturales: dogmas y doctrinas que hay que aceptar haciendo uso de algo completamente disímil de la razón: la fe. Entendida así, entonces, y a nuestro juicio, asistimos sólo a las "cenizas de la llama de la religión". Si atendemos a esta última acepción, y para ubicarnos pues, las ciencias existentes en nuestra civilización no son sino consecuencias de una religión/cultura particular que arranca quizá en los egipcios, la cual pasó a los griegos y de estos a los romanos. De la mezcla de la cultura romana con el cristianismo ha surgido casi toda nuestra cultura occidental. El cristianismo ha sustituido a la religión romana, pero su Derecho (romano) es aún la base del nuestro, mientras que la filosofía griega (Platón y, sobre todo, Aristóteles) se ha mezclado indisolublemente tanto con la religión como con la ciencia occidentales. Otras culturas y religiones, como la oriental, han seguido puntos de partida y rumbos distintos con sus distintas creencias y filosofías.
Para las religiones orientales existe la reencarnación, de modo que todo lo que hagamos hoy influye en lo que nos pasará en la próxima vida y la nuestra actual es consecuencia de las acciones en vidas pasadas. Este punto de vista explica mucho de por qué lo que nosotros llamamos "civilización" no existe allí en el mismo grado. También redunda esto en la línea de los estudios de Max Weber y de McClelland ya citados donde se relacionaba la Necesidad de Logro con el capitalismo y con la religión protestante.
Digamos que, desde el nuevo marco científico y como ya Jung apuntaba,
la religión es una necesidad o un instinto en el mismo sentido que
Maslow habla de las necesidades básicas. Al igual que el sexo, el
impulso místico o trascendente es tratado por el ego social como
algo a reprimir. De modo que si hemos visto una muy plausible explicación
de la Burocracia como resultado de las necesidades de seguridad y de un
trastorno obsesivo-compulsivo ligado a la represión sexual, también,
y de modo inverso, queremos reivindicar la Organización
Innovadora, Adhocrática o Transformacional como resultado de la
"liberación" del instinto creativo o místico que reside el
la misma naturaleza humana, social y organizativa.
Una interpretación propia y más amplia de la teoría
psicoanalítica ampliada por Jung la tenemos en las Figuras 6.4 y
6.5, donde vemos que, al igual que el ego tiene que negociar tanto la satisfacción
de las tendencias subconscientes (sexo y placer) como las supraconscientes
(Religión y Creación) con la cultura social existente (superego)
por medio de la represión, también la organización
se desenvuelve similarmente.
En este caso, la represión, tanto del supraconsciente (religión)
como del subconsciente (sexo) conduce al hombre compulsivo y a la organización
maquinal o burocrática. Sin embargo, cuando predomina la comprensión
como consecuencia del aprendizaje (individual u organizativo), estas potentes
energías desembocan en el hombre autorrealizado o en la organización
innovadora.
Figura 6.4. Analogías Ego - Organización
respecto a Religión y Sexo cuando predomina la Represión.
Fuente: elaboración propia.
Figura 6.5. Analogías Ego-Organización
respecto a Religión y Sexo cuando predomina la Comprensión.
Fuente: elaboración propia.
Dentro de las religiones, y para ubicarlas en nuestro marco teórico, cabe distinguir dos tipos fundamentales: aquellas que ponen como aspecto fundamental la existencia de un ser aparte, superior, el cual "creó" este mundo material y que está aparte y es independiente de Él (creación "ex-machina") y aquellas que conciben tal ser como parte de todo lo existente y no "separado" del universo (panteísmo, etc.). Como puede apreciarse en la tabla 6.6, nuestro concepto de identificación-sintonía tiene su analogía con estas últimas, con la "moderna" (hablamos ahora de milenios) Teoría de Sistemas y con su "holismo". Por el contrario, la primera hace referencia a nuestro concepto de transacción-desintonización, al de "cosas separadas" y de causalidad etc. típicos de la ciencia clásica occidental.
De modo aproximado, podríamos decir que las primeras son "Trascendentes o Teológicas" mientras que las segundas serían "Inmanentes o Místicas".
1.-Trascendentes o Teológicas.
En estas, el ser humano ha sido creado por un ser superior (Dios, Alá etc.) para que cumpla un designio que él ha trazado. Para ello, y por medio de intermediarios (enviados, profetas etc.), ha elaborado ciertas reglas o mandamientos que deben ser cumplidos para conseguir la perfección o meta para la que ha sido hecho. Estas reglas suelen estar recogidas en algún libro sagrado, el cual suele tener "intérpretes" (hermeneutas con su método de investigación de modelización en nuestras palabras) dotados de cierta autoridad (sacerdotes, rabinos etc.) y que forman parte de una organización mas o menos estructurada. Son dualistas: el hombre es distinto al creador (aunque hecho a imagen y semejanza a veces) pero puede y debe esforzarse para alcanzar dicha trascendencia. Suelen también tener una ética desarrollada donde existe el "bien y el mal" y las correspondientes leyes regulando la conducta humana.
Para estas, el ser humano es parte de un "todo" mayor, como una célula
más del universo. No existe diferencia entre él y la totalidad
del cosmos, así que la labor del hombre es armonizarse con el resto
del mundo, comprender, por medio de la observación, experimentación
y contemplación de la realidad y sus relaciones con ella, su verdadera
naturaleza y papel en el mundo(4).
Dios (o su equivalente) no está "fuera" ni es distinto del hombre,
sino que la realidad supone un orden de conciencia jerarquizado donde el
hombre no es el vértice superior, sino alguno intermedio. Lo sagrado
está dentro de uno (Inmanencia), sólo queda "darse cuenta"
de ello, como cuando un niño va descubriendo a los padres, la amistad,
la sexualidad etc. Abriéndose a la realidad mediante la atención,
la contemplación y la reflexión consecuente, se cambia poco
a poco la conciencia y el entendimiento haciéndolos más similares
y parecidos a otra conciencia más amplia.
Como puede apreciarse, es patente que nuestra cultura arranca con una
religión del primer tipo y su filosofía y ciencia consecuente
tiene esa base. Ahora bien, no cabe duda que el cristianismo mismo tiene
variantes. Así, y como ya expusimos, el protestantismo,
típico de países anglosajones, siempre ha visto con buenos
ojos el "ánimo de lucro" y el éxito social, móvil
de la sociedad y economía modernos, mientras que el catolicismo
(apostólico-romano) los ha visto contrariamente, y durante mucho
tiempo, como una forma de "perder el alma". Aunque cada vez menos, el empresario
con éxito tiene cierta mala prensa en los países latinos
de Europa como consecuencia de una diferente escala cultural de valores,
y quizás sea este el origen de sus menores desarrollos económicos.
Tabla 6.6: Religión Trascendente e Inmanente. Fuente: Elaboración Propia.
Religión | |
Trascendente | Inmanente |
Autoridad | Armonía |
Obedecer-Cumplir | Entender-Comprender |
Dualismo | Monismo |
Dios-Creación | Universo |
Mente-Materia | Conciencia |
Cosas Separadas | Cosas Relacionadas |
Leyes e Intermediarios | Atención y Observación |
Ética | Compasión |
Causalidad | Sincronicidad |
Eco-nomía | Eco-logía |
Transacción | Identificación |
Mercado | Organización |
Comunicación | Comunión |
Desintonización | Sintonía |
Asimismo, nuestra filosofía occidental está basada en gran parte en Platón yAristóteles. Brevemente, sabemos que Platón afirmaba que el hombre se componía de cuerpo y alma. Y aunque está muy extendida la opinión de que esto es un dualismo, la verdad es que planteaba la existencia de una participación o armonía entre estos dos. Más adelante comentaremos la relación entre este concepto y el nuestro de Sintonía.
Como es bien sabido, y ya sugerimos indirectamente antes, Aristóteles creó la lógica formal que sustenta la ciencia actual y la tendencia a catalogar y clasificar los conocimientos. Inspirados en él, y en menor grado en Platón, han surgido el racionalismo cartesiano y el positivismo modernos que tanto auge tienen en las teorías y ciencias de la empresa. Pues bien, aunque existan muchos autores que piensen de modo inverso, podríamos asimilar las religiones trascendentes con Aristóteles mientras que las inmanentes podríamos asociarlas con Platón(5).
Sin pretender ser demasiado exactos, la línea inmanente, mística tuvo cierta continuidad en autores que siempre fueron algo marginales a la evolución del mundo occidental. Tal es el caso de Spinoza, Schopenhauer, Nietzsche, Cioran, etc. La línea más importante, la teológica, con sus concepciones taxonomistas (de clasificación) heredadas del aristotelismo son las que han llegado a nosotros con toda una historia más diversificada, ramificándose tanto hacia posiciones agnósticas radicales como en abiertas filosofías teológicas. El racionalismo de Descartes y el empirismo de Locke y Hume, los cuales quisieron ser sintetizados en una sola concepción por Kant, son las corrientes principales que impregnan nuestra ciencia e incluso modo de concebir la empresa moderna. A pesar de sus bases dialécticas, a esta línea adscribiríamos también el marxismo(6) al enfatizar el concepto de "lucha" entre opuestos más que "armonía" (muy parecido en estos planteamientos al cristianismo) y todas las teorías "capitalistas" cuando hablan de la "maximización del beneficio" y de la racionalización de los factores de producción.
En el campo de la Psicología pueden percibirse también estas dos corrientes: por una parte todas la teorías psicodinámicas que destacan los aspectos emocionales e irracionales del ser humano como Freud, Adler, Jung, etc. mientras que otras enfatizan la racionalidad aunque cada una de forma muy distinta: el conductismo y cognitivismo de forma mecánica concibiendo al hombre como un sujeto pasivo y el constructivismo, la "gestalt" y el humanismo reconociendo cierta creatividad y papel activo al sujeto. Finalmente, podríamos asociar el "monetarismo" en Economía al aspecto trascendente y el "estructuralismo" al inmanente.
Una verdadera síntesis debería estar basada en la propia de estas dos macro-representaciones de la realidad, como los arquetipos básicos donde se edifican las restantes.
También deberíamos contemplar otro fenómeno que, desde el punto de vista sintónico, está íntimamente ligado al de religión y cultura: el sexo. Aunque el sexo como necesidad puede contemplarse entre las fisiológicas, nada impide considerarla culturalmente como inextricablemente ligada a casi todo el resto de necesidades. La necesidad sexual siempre ha supuesto un rompecabezas de difícil solución desde cualquier marco teórico. Sin entrar en absoluto en ese amplio debate, nos gustaría ampliar algo que ya ha sido señalado indirectamente en otros capítulos: cómo, en esencia, el fenómeno del sexo, la religión, la cultura y del consumo de drogas van mucho más juntos de lo que podría pensarse a simple vista: todas proveen de Sintonía.
Basta una somera investigación antropológica para constatar cómo es casi imposible, en cualquier grupo o sociedad humana, establecer fronteras claras entre estos aspectos. Las "fiestas" y celebraciones de cualquier colectivo "ligan" siempre lo cultural y el sentido lúdico con lo religioso, las drogas(7) y el sexo. El folklore popular liga la mitología profana con la religión en una rica simbiosis iconográfica que conocemos por muchas ciencias sociales. Esto es igualmente válido para las organizaciones económicas modernas. Ya sabemos que un estudio completo, léase una teoría completa de la Organización, debe contemplar no solo el "trabajo" explícito y formal que en ella se espera encontrar, sino también el implícito o informal que se da dentro de aquella y en momentos de asueto (almuerzos, cafetería, comidas de compañeros etc.). Pero, en nuestra opinión, esto no basta. Debería ir más allá e incluir holísticamente, junto a lo que en ella se realiza de "Lunes a Viernes", tanto el ocio implícito de los fines de semana y vacaciones, como las costumbres y "representaciones sociales" en su ámbito familiar y de amistades. Así, la organización y el mercado pueden ser vistas como los dos modos fundamentales de relación social.
Como ya hemos expuesto, el "self", el "yo" o el "mí", es relación. Toda deficiencia en la relación es una deficiencia en el propio "Self". Así pues, toda incidencia en las relaciones, es una incidencia directa en el "Yo".
Además, filogenéticamente, el hombre mantiene siempre una tendencia de relación holista con el medio que, con la aparición del fenómeno social, va deteriorándose en favor de un paradójico aislamiento. A esta deficiencia de relación amplia, le denominaremos el "Yo" (en el sentido de desintonización ya explicado). Y es paradójico porque, curiosamente, el ego es un constructo social y relacional cuyo aislamiento (sentimiento de separación) crece proporcionalmente a esta naturaleza social.
Si quisiéramos sintetizar antropológicamente, y desde una perspectiva sistémica y holista amplia, la evolución de la conciencia humana, podríamos encontrar 3 etapas o Niveles de Relación Sistémicos(8):
1.- Conciencia Tribal (Sub-conciencia).
2.- Conciencia Egoica o Social (Auto-conciencia).
3.- Conciencia Grupal (Supra-conciencia).
El primer nivel supone el grado de interdependencia más indiferenciado. El hombre no tiene aún capacidad de identificarse a sí mismo como diferente del resto, por lo que su comportamiento es el mostrado por la totalidad de la tribu, manada o rebaño. Este nivel posee un alto grado de holismo y se acude a menudo al consumo de sustancias que alteren el estado habitual de conciencia junto a conductas altamente estereotipadas:
a.- Danzas y Rituales.
b.- Repetición rítmica de frases y cantos con fuerte carga simbólica(9).
El segundo nivel supone que el ser humano se ha concebido ya como diferente del resto, es decir, ha emergido el "Yo". Aunque parezca paradójico, este "yo" es el que define el nuevo nivel alcanzado por el grupo, rebaño o tribu: "la Sociedad". En resumen, y para nuestro propósito puntual, la aparición paulatina del "yo", es la aparición paulatina de la sociedad.
Este nivel, a diferencia del anterior, carece del holismo que caracteriza a los otros dos niveles. Desde la perspectiva sistémica amplia que defendemos, el "yo" conlleva un alto grado de incomunicación y de falta de relación amplia con el resto del sistema. Y huelga decir que es este el nivel donde nosotros, los científicos sociales, "vivimos, nos movemos, y tenemos el ser". La emergencia de la Auto-conciencia implica, en sus primeras etapas, esta necesidad de independencia y diferenciación del "Sentimiento del Nosotros" como sentimiento de tribu o manada. Quedan así incluidas aquí, las necesidades sociales, de logro y de estima de Maslow.
Tanto los grupos "urbanos" como las organizaciones tienen su fuerza cohesiva en la afinidad de intereses, costumbres y modas, aspectos todos cuya fuente es el "yo", no el sentimiento indiferenciado que caracterizaba al nivel anterior.
Pero, aunque sea en una nueva vuelta de la espiral, se vuelve necesario crear, aunque sea periódicamente, el estado de conciencia holista. Y esto se consigue de nuevo con celebraciones culturales, el sexo, la música y las danzas (bailes, discotecas, "parties" etc.) y las drogas (alcohol, cannabis, cocaína etc.). Todos estos factores consiguen "Re-ligar" al "yo" con el sistema alterando la Autoconciencia.
Esto nos introduce en el tercer nivel donde el concepto "Re-ligar" se nos hace imprescindible. Adoptamos tal término desde su raíz latina "re-ligare", cuya derivación actual es "Religión", al igual que en oriente el vocablo "Yoga": Unión.
Su significado es el de Reintegrar al yo en el sistema. Este sistema tiene, desde la perspectiva humana, un nivel sub-humano y otro supra-humano. Luego, para el propósito de nuestro trabajo, Religión es el arte de integrarse en el sistema ecológico total.
Finalmente, la conciencia grupal (Supra-conciencia), tiene grandes afinidades con los momentos que Maslow llama de "Experiencias Cumbre" (Peak Experiences), Senge de "Metanoia" etc. Sin embargo ya dijimos que, aunque de modo no tan puro, estas experiencias son también accesibles mediante diversos mecanismos:
a.- Uno podría ser la propia evolución humana por la que el individuo trasciende, en terminología de Maslow, el Ego para acceder a un estado de conciencia diferente. Tendrían su analogía en las necesidades de autorrealización y de trascendencia.
b.- Otra vendría propiciada por las drogas y el sexo, las cuales suelen acompañar a casi todas las demás. Por sexo no deberíamos entender el coito, sino todo tipo de relación social promovido directa o indirectamente por este impulso.
c.- También los rituales y danzas (i.e. baile, pubs, discotecas etc.) repetitivas. Estos rituales tienen analogías con la organización burocrática y en la compulsión por las normas y la obediencia. Vemos que están ligadas a las Necesidades de Seguridad.
d.- Una cuarta, ligada a las Necesidades Sociales y de Pertenencia, supone la identificación (sintonía) con líderes carismáticos, símbolos culturales (banderas, himnos, ritos, recitales musicales etc.).
e.- Finalmente tenemos el sentimiento de poder cuya manifestación
la tenemos como consecuencia del "logro", del triunfo, de honor y de gloria
ligados
a los reconocimientos y homenajes propios de las Necesidades de Estima
y a la Normalización de Habilidades de la Organización
Profesional.
Esto se sintetiza en la tabla 6.7.
Tabla 6.7: Necesidades y Modalidad preferente de Experiencia Sintónica. Fuente: Elaboración Propia.
Necesidades | Experiencia Cumbre Sintónica | Lugar | Amor-Sexo | |
No Ego ò Motivación Centrífuga | Trascendencia | Experiencia Cumbre | Imprevisible, "mística" | Amor |
Autorrealización | Descubrimiento, Capacidad de Asombro | Imprevisible, "Insight" | Amistad | |
ñEgo Creciente Motivación Centrípeta ñ | Estima | Gloria, Honor, Categoría | Acto Solemne, Homenaje | Reputación |
Logro | Consecución, Triunfo, Campeón | Acto Competitivo, Campeonato | Conquista | |
Sociales | Pertenencia | Acto Folklórico | Sentimiento | |
Seguridad | Militancia-Obediencia | Acto Castrense | Dominación | |
Fisiológicas | Placer | Imprevisible | Biológico |
Tales experiencias comparten, con las del primer nivel (tribal), su
elevado grado de holismo, pero se diferencian en que el individuo posee
un yo perfectamente estructurado e individualizado que permite reinterpretar
la experiencia en términos de "Yo" "a posteriori" (ya que la conciencia
trascendente carece fenomenológicamente de ego que la experimente).
Destaquemos que el Ego individualizado es conseguido en su grado máximo
en las necesidades de status (Maslow también
denomina a estas necesidades del Ego) correspondientes a la organización
profesional y a la normalización de habilidades en cuanto a mecanismo
de coordinación. A partir del nivel de status, postulamos que el
ego comienza a disiparse en beneficio de una conciencia holista "transpersonal".
Como veremos inmediatamente, también en este nivel existe un punto
de equilibrio entre lo que llamaremos normalización extrínseca
y la intrínseca. Este punto podría considerarse como el que
maximiza el "egoísmo" y, evolutivamente, supone un grado relativamente
elevado de complejidad e independencia. A partir de esta etapa, el ego
va descomponiéndose poco a poco y la motivación está
cada vez menos relacionada con él. casi con toda probabilidad, las
experiencias cumbre puras son uno de los fenómenos que contribuyen
a ello. Como indirectamente decíamos, sería de esperar que
el recurso instrumental a "agentes externos" (tanto cultura, éxito
por el logro, honores del status etc. como drogas y sexo) para la consecución
del estado sintónico, disminuyese también proporcionalmente.
Figura 6.6: Ego Máximo en las Necesidades de Estima Profesionales. Fuente: Elaboración Propia
6.6.1.-
Sintonía Total y Organización.
A continuación presentamos las analogías que hemos sugerido
en distintos lugares respecto a este tipo de experiencia y las aportaciones
tanto de la ciencia de la organización como de otras disciplinas
o "saberes". Con la tabla 6.8 queremos significar que todos los términos
allí expuestos hacen referencia a niveles que trascienden el pensamiento
discursivo, la racionalidad instrumental y la representación cognitiva
y que nosotros hemos descrito como de Sintonía Total. Creemos que
no obedecen a fenómenos idénticos, pero sí que comparten
la descripción anterior.
Tabla 6.8: Sintonía Total y Términos Sinónimos en otras Disciplinas. Fuente: elaboración propia.
Disciplina/Autor | Denominación |
Religión | Iluminación, Comunión de los Santos |
Misticismo | Éxtasis, Nirvana, Satori, Percepción |
Maslow (1967, 1970) | Experiencia Cumbre |
Mintzberg (1989, 1991) | Creatividad, Intuición |
Senge (1990) | Metanoia |
Rooke & Kelley (1994) | Visión de 3/4 pliegues |
Tosey (1994), Banner & Gagné (1995) | Transformación Organizativa |
Platón | Episteme |
Otras acepciones | "Insight", "Ajá", Experiencia Estética |
6.7.- Estructura y Cultura: Normalización Extrínseca e Intrínseca.
El Egoísmo máximo en las necesidades de Ego tiene, creemos,
una analogía con la configuración organizativa y con los
mecanismos de coordinación. Como vemos, la evolución en el
continuo hace que las normas se interioricen progresivamente. En un trabajo
ya citado (Grandío & Bou, 1994), en que establecemos paralelismo
entre la Jerarquía de Maslow y las Estructuras de Mintzberg, nos
parece útil establecer la distinción entre Estructura y Cultura.
Estas acepciones forman un continuo polar con una ellas en cada extremo.
Aunque vamos a postular la cultura como el mecanismo opuesto al mercado
en cuanto a asignación de recursos, dentro de la organización,
y en cuanto a los mecanismos de coordinación de Mintzberg,
también se puede hacer la distinción entre dos "culturas":
la Normalización Extrínseca y la Intrínseca.
La primera, más próxima a la transacción de nuestro
modelo, alude a los esfuerzos explícitos por establecer la estructura
(fundamentalmente: Estructura Formal u Organigrama
en las Maquinales, Sistemas
de Remuneración e Incentivos en la Diversificada-Divisionaria y Sistemas
de Habilidades y Formación en las Profesionales). Simbólicamente
hablando, en esta estructura el individuo se adapta comportamentalmente
a las normas y reglas, entra "desde afuera" de la organización y
es controlado por agentes percibidos subjetivamente como externos a él
mismo. En la Intrínseca, sin embargo, la Normalización "nace"
desde dentro "hacia fuera" y el control externo es sustituido crecientemente
por mecanismos internos de autocontrol. En la Figura 6.7 puede verse la
evolución de la Normalización a medida que avanzamos en la RATIO(10)
citada en el capítulo 5.
Figura 6.7: De la Estructura a la Cultura:Evolución
de la Normalización Extrínseca e Intrínseca en las
Configuraciones Estructurales. Fuente: Grandío & Bou, 1994,
15.
Observamos también que la Normalización extrínseca va decreciendo en jerarquía (actividades, outputs, habilidades), laAdaptación Mutua queda explicada mejor con la Intrínseca (su parte extrínseca podría reducirse a mera urbanidad) y la Normalización de las Normas entraña una meta-normalización, un ir más allá de las normas del nivel para encontrarnos con valores, símbolos y creencias compartidas, los cuales son, ya de por sí, una más que aceptable definición de cuanto sabemos del fenómeno cultural.
A partir del Punto de Equilibrio el sentido de causalidad se invierte entre Estructura y Cultura. Previamente a él (Organizaciones Simple, Mecánica y Divisional) la Estructura (u Organización Formal) ha sido la Variable Independiente que ha determinado, en mayor o menor medida a la Cultura (u Organización Informal). La Organización Profesional presenta un punto intermedio donde ambas fuerzas se equilibran. Finalmente, la Organización Innovadora (o adhocrática) y la Misionaria tienen a la Cultura (Organización Informal) como variable explicativa de la Estructura (Organización Formal). Esto matiza la afirmación de Chandler (1962, 1987) de que "la estructura sigue a la estrategia". En nuestro modelo, tal afirmación sólo sería cierta a partir del punto de equilibrio, mientras que su reverso sería lo más plausible en las etapas previas.
Resaltemos también que el Punto de Equilibrio corresponde a las necesidades de Status o Ego que, como hemos expuesto, son las del punto máximo en la "función egoica". Utilizando terminología económica, esto representa el nivel donde el Ego es "máximamente eficiente y eficaz" así como donde no lo es. Tanto en los niveles iniciales como finales de nuestro continuo, el ego es ineficiente organizativamente hablando. Y también sugiere que el Ego Máximo tiene completamente balanceados (al 50%) la motivación intrínseca y la extrínseca (lo interior y lo exterior).
Como corolario podríamos decir que, a medida que la complejidad y la "turbulencia" (11)se incrementan, tanto la motivación como los mecanismos de coordinación tienen que ser, también incrementalmente intrínsecos, perdiendo utilidad los mecanismos de recompensa y remuneración externos (sueldos, primas etc.).
6.8.- La Sintonía como Refuerzo Primario de la Organización y el Mercado.
Desde nuestra óptica, Motivación es Sensación hecha Recuerdo y éste Evocado posteriormente. Ahora bien, la sensación (dotada de intensidad holista) está sujeta tanto al principio hedonista placer-dolor (recordemos las bases del comportamiento económico de J. Bentham) como al principio asimilable a la Peak Experience de Maslow. Esta última supone un añadido importante a la teoría clásica sobre el comportamiento humano. Recordemos que la polémica no es nueva en absoluto. Por centrarnos en tópicos ya comentados, es conocido cómo Jung rompió la inicial epistemología compartida con Freud de que era la líbido (principio de placer) el único principio motivacional, para, junto a este, añadir el impulso religioso (re-ligare), arquetípico o de trascendencia.
Además, sería pertinente prestar atención a ciertas persistentes "representaciones sociales" tan poco documentadas como ampliamente compartidas respecto a la motivación básica humana. Más allá del placer y del propio interés sí existe algo más profundo. Hemos reivindicado la atención como factor esencial en la sintonía total. Existen innumerables experimentos en Etología con primates superiores en los que la ausencia de contacto físico con la madre en sus primeras etapas de vida, provoca el rechazo a ser alimentado de otro modo llegando, frecuentemente, a la muerte por inanición. La ausencia de atención por parte de la madre provoca asimismo, en bebés humanos, vómitos, cólicos, coma etc. (Spitz, 1967 en Pedrosa, 119-120) que pueden llegar a situaciones similares a las de los primates. La interacción, las "relaciones sociales" (que forman parte del núcleo de esta tesis), parten de la atención mutua, del no pasar desapercibido o ignorado. Los, ya mencionados, Juegos de Rol, parte importante del Análisis Transaccional en las fronteras de la Psicología "científica", entienden que la unidad básica de la transacción es la "caricia", representando esta la mínima atención objetivable e intercambiable entre personas (constituyendo así las relaciones una especie de "economía" de las caricias).
La explicación de por qué "jugamos" (en el sentido aludido) parece estar en que la necesidad más básica de todo ser humano (y de todo animal superior), aparte (o incluso antes) de las primarias (como la comida y las seguridad física), es la atención por parte de los demás, el reconocimiento de que existimos. Todos sabemos que el golpe más duro que podemos recibir en nuestra vida es pasar inadvertidos en cualquier situación por parte de quien amamos o, en general, por parte de quien forma nuestro grupo de referencia o sociedad en general. El famoso "látigo de la indiferencia" hace que el niño pequeño prefiera romper un jarrón y recibir una zurra de su madre que ser ignorado. Al recibir la reprimenda, está siendo objeto de atención. Sin embargo una interpretación hedonista, oportunista o biologicista de supervivencia tendrían que forzarse hasta el absurdo para explicar este hecho.
Igualmente, es frecuente encontrar en las parejas multitud de juegos para conseguir mayor "atención" por parte del otro. Uno de los más frecuentes es provocar inconscientemente riñas y llenarlas de dramatismo y frases construidas con palabras extremas tipo "sólo tú ...", "nunca ...(más)", "siempre", "no existe nada (que) ...", "todo (lo que) ..." etc. También existe el sentimiento de que "somos capaces de influir", de que tenemos poder de modificar la vida de los otros (en este caso hacer llorar o reír al otro), que somos, en suma, "alguien" en este mundo. En estos casos, tanto la riña como la reconciliación implican muchísima más atención (negativa o positiva) mutua que la vida "normal" cotidiana (recordemos el concepto de "intensidad de vivencia" propios de los momentos sintónicos).
Parece, pues, que preferimos primero recibir atención positiva. Y, si no es posible esto, preferimos "recibir palos" (atención negativa) que no recibir nada en absoluto.
Sea como fuere, redundemos en ello, tanto el placer como la experiencia cumbre son fenómenos altamente sintónicos (entiéndase aquí como antagónicos respecto al ego) que podríamos fácilmente comprender como refuerzos primarios de la conducta humana, tanto racional como irracional. En próximos apartados discutimos el concepto de racionalidad.
Démonos cuenta de que, paradójicamente, la ausencia de
yo (propio de la sintonía) es una característica fundamental
del yo. En nuestra vida cotidiana existe una tendencia omnipresente a escapar
de nosotros mismos. Esta contradicción se ve en el ciclo trabajo-ocio.
Tanto en uno como en otro, el refuerzo real de las conductas involucradas,
es justamente lo que "no es yo": el "placer" producido por el vaciamiento
de identidad experimentado en la diversión, drogas (alcohol) o incluso
la inmersión de lleno en el trabajo.
Tenemos pues la dialéctica continua: el Programa, (el Yo), sólo
cobra sentido procesando datos y ello implica esta continua ocupación.
La ocupación va desde "salir de copas" hasta "ejercer de científico",
desde las vacaciones hasta el trabajar duro en nuestra profesión.
Pero, paradójicamente, la misma ocupación es en sí
misma una evasión y viceversa. He ahí la complementariedad
económica del sector servicios en áreas del ocio y la diversión
con respecto a las áreas tradicionalmente "productivas", el estar
ocupados para evadirse de sí mismos y el evadirse para estar ocupados
(Figura 6.8). Definimos la Evasión pues, como toda actividad que
diluya los límites del Ego, que colapse el procesamiento de información
en el cerebro, pero autoiniciada por el sujeto.
Figura 6.8: La Paradoja del Refuerzo Sintónico: Ocupación-Evasión. Fuente: Elaboración Propia
Junto a la ocupación, la evasión es así la otra necesidad-motivación básica del rol (la otra cara de la optimización de la imagen social). Esta dialéctica paradójica continua da lugar no sólo al crecimiento de las creencias e ideales políticos, religiosos, sociales etc. y sus costumbres, sino también el nacimiento de las organizaciones y empresas cuyo mecanismo básico de coordinación (intra) se establece en función de ellos. Diríamos que estos factores constituyen mecanismos sintónicos fuertes.
La Evasión puede tener diversos grados de globalidad:
a.- Puede darse a nivel conductual: "divertirse".
b.- A nivel de erotismo o sexo, eficaz disolvente del Ego.
c.- A nivel emotivo: sentirse querido, apoyado y aceptado etc.
d.- Cognitivo: abrazar una fe, creencia, ideología, valor, símbolo etc.
Evidentemente, lo que es evasión en un momento dado puede ser ocupación en otro y viceversa. Así, esto es válido para los 4 fenómenos descritos.
Lo importante es que, una vez establecidas estas unidades
naturales de análisis (en torno a creencias, ideales etc. que
toman la forma de organización), comienza el segundo tipo
de relación: aquel que se da entre estas distintas unidades, las
cuales, al carecer de mecanismos sintónicos fuertes (cultura, creencias,
identificaciones), adoptan un mecanismo de coordinación distinto
(inter) basado en la mera comunicación (en el sentido que
aquí le damos de desintonización, sintonización débil)
de información y que abre la dualidad básica que constituye
una "cuenta contable" con su
"debe" y su "haber", con su "input" y su "output". Este tipo de relación
constituye la base del mercado y de la Economía Clásica,
basada en mecanismos sintónicos débiles (o inexistentes)
y curiosamente "rebautizados" como "racionalidad". El mecanismo de coordinación
es bien conocido como el sistema de precios.
La aparición de la transacción,
es pues el mecanismo "inter" resultante de una autoconfiguración
natural "intra" que llamaremos identificación.
Su perpetua y cambiante dialéctica configura nuestro mundo moderno.
Nótese que, en nuestra tesis, invertimos el orden, en cuanto
a causalidad, de la hipótesis de los Costes de Transacción en
cuanto a la elección de los límites de la empresa. Además
sugerimos que estos términos son los polos de un continuo, dentro
del cual caben infinidad de gradaciones, a las cuales vamos a referirnos
inmediatamente. El estudio más amplio de esta dualidad constituye
la tesis central de este trabajo, a cuyo objeto dedicamos el próximo
apartado. Lo denominamos el binomio
Identificación-Transacción, que da lugar al de Identidad-Cuenta.
Cuenta | |
Identificación | Transacción |
Apertura de | Utilización de |
Nombre (Rótulo) | Debe y Haber |
Sintonía | Desintonía |
Organización | Mercado |
Comunión | Comunicación |
Cultura | Economía |
Relación "Intra" | Relación "Inter" |
Unidad | Dualidad |
6.9.1.- Identificación y Transacción: una dialéctica
Como apuntábamos al final del capítulo anterior, una de las bases de nuestro análisis es la distinción entre identificación y transacción. La identificación supone la existencia de un conjunto de símbolos e imágenes compartidos que codifican la realidad de modo semejante, lo cual permite la consideración de ese grupo de intereses común como una unidad de análisis única. La definición de esta, a su vez, viene recíprocamente definida por la existencia de otra identidad de clase o intereses distintos o competitivos con los cuales se entra en transacción.
Estos dos aspectos están siempre fluyendo e intercambiándose y suponen además una visión compleja e interrelacionada de la realidad. Además dependen, obviamente, tanto del nivel o tópico que "enfoquemos" en nuestra investigación como del tema contextual candente (i.e. una amenaza de despido que se cierne sobre cierto colectivo etc.). Por ejemplo, en una organización podemos encontrar respecto a un individuo múltiples grupos de identificación y transacción según la dimensión que busquemos de referencia. Si hablamos de titulación académica vertical encontraremos su identificación correspondiente con los grupos de bachillerato, diplomados, licenciados etc. Profesionalmente su cargo puede pertenecer a una escala u otra con independencia de su grado académico y supondrá tanto unas lealtades (identificaciones) como unas transacciones distintas en la misma persona. Horizontalmente su pertenencia al grupo de las ciencias propias de su carrera (y/o profesión) le creará las correspondientes afinidades y diferencias con los representantes de otras ramas del saber, las cuales se agudizarán cuando compitan en campos fronterizos respecto a al reparto de su poder y representatividad social en tales ámbitos.
Al volvernos a la empresa y su entorno nos topamos con lo mismo. Cuando una sociedad anónima compra una parte significativa de las acciones de otra, nos encontramos con ciertas ambigüedades conceptuales respecto a las operaciones intersocietarias, tales como la valoración de las transacciones entre ellas y la cuantificación de los resultados de estas operaciones. Estos problemas son reflejados por la Economía Industrial y la Contabilidad Ínter y Multinacional cuando se aborda el problema de los Costes de Transferenciao de Transacción, la valoración de monedas heterogéneas (moneda extranjera) en distintas divisiones nacionales y la necesidad de la Consolidación de Balances y Estados Financieros desde conceptos tales como "grupo de empresas" y "empresas asociadas" definido en múltiples normativas contables. Démonos cuenta de que estos fenómenos nos colocan en la confusa zona fronteriza entre la organización (empresa: identificación) y el mercado (transacción). El problema es aquí identificar qué es la empresa y qué no lo es, lo interior y lo exterior a ella. Dicho de otro modo: cuándo una empresa está "organizando el mercado" mediante la "coloración invisible" de su identidad y, viceversa, cuándo el mercado está dividiendo la identidad de la empresa en subunidades transaccionales "separatistas".
No faltan analogías con este modelo. Recordemos a Coase/Williamson y los costes de transacción ya citados. Como sabemos, es usual en Economía de la Empresa, justificar desde este modelo la aparición de la empresa y la fijación de sus límites en base a dos factores:
"(...) se pueden anticipar dos de las causas principales que justifican la aparición y el papel de la empresa en el citado sistema de economía de mercado: a) la existencia de costes de mercado, y b) el riesgo o la incertidumbre en el sistema." (Bueno, 1993, 35).
Es de destacar, empero, el carácter primigenio, original en el tiempo, que la Economía, gratuitamente a nuestro parecer, da al mercado, postulando la aparición de la empresa como una "imperfección" de este. Tal postura difícilmente concuerda con una perspectiva rigurosa de la historia humana. La realidad es que ambos fenómenos siempre han coexistido y evolucionado juntos, a caballo de la creciente complejidad y desarrollo de los sistemas sociales y como aspectos complementarios del único fenómeno de la relación. Porque, obviamente, nada impide contemplar recíprocamente al mercado como una imperfección en la organización de los recursos vía cultura.
También existen explicaciones económicas de la cultura. Desde la Economía Industrial, existen esfuerzos teóricos para abordar la cultura como un aspecto de una transacción especial con su contrato específico: aquella donde la duración del intercambio es grande y los pagos mutuos se van sucediendo en el tiempo. La reputación, instrumentalizada en la cíclica representación del "principio" (conjunto de reglas y normas de actuación) tanto por parte de la organización como por los trabajadores es el núcleo que garantiza a ambas partes el cumplimiento del contrato acordado (Kreps, 1986).
Sin embargo, como hemos dicho, existe una crítica inicial y axiológica a esta postura. Aunque la Economía Industrial recientemente haya abandonado ciertas hipótesis irreales propias de la Economía clásica (es significativa su reconceptuación como "Organización Industrial"), no ha abandonado su creencia, a pies juntillas, en el mercado. Este, aunque imperfecto, sigue siendo el génesis de todo su aparato conceptual. La empresa (u organización) sigue siendo "un grumo en la leche" del mercado.
Pero casi todo ser humano nace en una familia, que es una organización, se incardina en grupos formales e informales de toda índole: colegio, pandillas etc., abraza y es educado en ciertas creencias religiosas (por ejemplo el cristianismo protestante que dio lugar a la revolución industrial y que amamantó a los economistas en su seno) y en ciertos modos, esquemas y representaciones de la realidad que constituyen sus "raíces" culturales, sus señas de identidad que le diferencian del resto y manifestadas en una miríada de patrones (léase estructuras) comportamentales y organizativos.
Si esto es cierto, la esencia de la organización precede, ontológica y filogenéticamente, a la del mercado. Y sólo desde este concepto puede entenderse el de mercado. El mercado podría entenderse como un imperfección de la organización. Sin embargo, el enfoque de los costes de transacción sostiene implícitamente que la organización sólo queda justificada por la existencia de imperfecciones en el mercado. Si este fuera perfecto, no habría lugar para aquella.
No obstante, podríamos argumentar de igual modo, si la convivencia humana (léase familia, pueblos o naciones) fuera perfecta, el mercado no tendría razón de ser. Pasaría a convertirse en un "grumo de nata en la leche" de la organización.
En el terreno de la literatura de ficción, afortunadamente, Aldous Huxley, en "Un Mundo Feliz"(12), nos mostró la "extraña" posibilidad de una "organización" perfecta. Afortunadamente también, sólo en un mundo "extraño" cabe el mercado perfecto. Este, paradójicamente, necesitaría de dos características teóricas irreconciliables: primero, un irreductible hedonismo individualista donde autómatas carentes de identidad funcionan teleológicamente determinados por el ciego hado del placer (propio, por supuesto) y, segundo, una racionalidad infinita completamente incompatible con el nacionalismo e identificación cultural e ideológica que define las unidades transaccionales de nuestro mundo (i.e. las organizaciones y naciones).
Racionalidad infinita debe entenderse, en este contexto, egoísmo infinito. Y esta "libertad", ciertamente extraña, nos hace preguntarnos acerca de la naturaleza de la racionalidad, uno de los puntos claves de disensión entre teóricos sociales: ¿qué es la racionalidad?
6.9.2.- La Racionalidad: Razón Instrumental vs. Razón Final.
Ya hemos comentado reiterada, aunque indirectamente, las anfibologías implícitas en el término de racionalidad. Permítasenos ser algo provocadores: ¿existió racionalidad en los campos nazis de exterminio donde millones de seres humanos fueron "procesados" como "inputs" de modo sistemático? Por otro lado: ¿son racionales los supuestos hombres Z de Maslow cuando rechazan como motivación primaria la riqueza, el prestigio o el placer? Evidentemente, estas afirmaciones nos muestran que la racionalidad parece estar intrínsecamente ligada a cierta dimensión ética o moral. Así que nos ocuparemos primero de este último aspecto.
6.9.2.1.- Racionalidad y Ética.
Una visión de la racionalidad desde la Ética filosófica la tenemos en Adela Cortina (1994), la cual sintetiza desde esta orientación el concepto de racionalidad aplicado a la empresa. Así, siguiendo a esta autora, si entendemos la ética como filosofía moral podemos distinguir dos partes que serían la fundamentación y aplicación de la misma. A continuación haremos un breve resumen de ambas (Cortina, 1994, 29, 33).
1.- Fundamentación de la ética:
Este aspecto trata de aclarar por qué los humanos nos comportamos moralmente. Existen 5 aproximaciones.
1.- Los hombres son estructuralmente morales: autores como X. Zubiri y J.L. Aranguren se inclinarían por esta postura. Según ésta, los hombres deben justificar sus respuestas al medio, puesto que eligen entre distintas alternativas (hecho que no ocurre con los animales, cuyo comportamiento es ajustado al medio). Así, el hombre es inevitablemente moral; existen hombres inmorales pero nunca amorales (Cortina, 1994, 29).
2.- Los hombres tienden necesariamente a la felicidad (eudemonismo): el campo de lo moral sería la elección racional, por parte del hombre, de los medios adecuados para conseguir la felicidad a la que tiende necesariamente. Los autores aristotélicos serían un exponente de esta aproximación.
3.- Todos los seres vivos buscan el placer (hedonismo): este enfoque podríamos encuadrarlo dentro de la ética teleológica. Como señala Cortina (1994, 29-30):
"... La moral es el tipo de saber que nos invita a perseguir la mayor felicidad del mayor número posible de seres vivos, a calcular las consecuencias de nuestras decisiones, teniendo por meta la mayor felicidad del mayor número".
Autores como J.S. Mill (1859) y H. Sigdwick serían representantes de esta opción.
4.- Autonomía y dignidad humana (kantismo): para Kant (1797), a diferencia del acercamiento anterior, el que nos ocupa sería exponente de las éticas denominadas deontológicas. Aquí, lo primordial sería que el hombre tiene derecho a ser respetado, tiene dignidad. Y esto es así porque es un ser autónomo (puede regirse por sus propias leyes). Por tanto:
"... consideremos como exigencias morales aquellas que cada hombre querría para toda la humanidad" (Cortina, 1994, 30).
5.- Todos los hombres son interlocutores válidos (ética del diálogo): los propulsores de esta ética son J. Habermas y K.O. Apel. Estos autores proponen que dado que la razón humana es dialógica, entonces el único modo de determinar qué normas son morales es el diálogo entre todos los afectados por las mismas. Desde este acercamiento podemos distinguir dos tipos de racionalidad a ser usadas en un diálogo:
- La racionalidad comunicativa: la utilizada por quien considera a los interlocutores como seres válidos y legítimos para exponer sus intereses y por tanto, hay que tenerlo en cuenta para la decisión final.
- La racionalidad estratégica: hace uso de ella quien
considera a los demás interlocutores como medios para conseguir
sus propios fines. Cuando hagamos referencia a la ética aplicada
(en nuestro caso a la ética de empresa) veremos el interés
de la distinción presentada.
Así, de lo dicho hasta ahora podríamos diferenciar los
siguientes tipos de racionalidad moral:
Tabla 6.10 Tipos de Racionalidad. Fuente: Cortina, 1994, 32.
TIPOS | CARACTERÍSTICAS |
Prudencial(tradición aristotélica) | 1.- El ámbito moral es el de la racionalidad que delibera en condiciones de incertidumbre sobre los medios más adecuados para alcanzar un fin.2.- El fin último (la felicidad) es lo que conviene a un hombre en el conjunto de su vida.3.- Las normas han de aplicarse a los casos concretos, ponderando los datos contextuales. |
Calculadora(tradición utilitarista) | 1.- El ámbito moral es el de la utilidad para todos los seres sintientes: buscar la mayor felicidad del mayor número.2.- Acción máximamente racional: la racional-teleológica.3.- Los derechos humanos son convenciones útiles. |
Práctica(tradición kantiana) | 1.- El ámbito moral es el del respeto a aquello que es absolutamente valioso: el ser humano.2.- No todo es mercancía que puede intercambiarse por un precio: el ser humano no tiene precio, sino dignidad.3.- Los derechos humanos son exigencias racionales innegociables: con ellos no se puede comerciar. |
Comunicativa(tradición dialógica) | 1.- Todo ser dotado de competencia comunicativa es un interlocutor válido (factor incondicionado).2.- Las normas morales son válidas según las consecuencias que tengan para los afectados por ellas (momento consecuencialista).3.- Siempre que satisfagan intereses universalizables (factor incondicionado). |
2.- Ética aplicada.
Como señala Cortina, el objetivo de la ética aplicada es llevar los principios éticos obtenidos en la fundamentación a los diferentes entornos sociales: la empresa, la política, etc. Dicho de otro modo: conocer cómo nos pueden orientar tales principios en las distintas actividades.
Sin embargo, la ética de la empresa, como ejemplo de la ética aplicada, no debe tratar de aplicar sólo una serie de principios generales,
" ... sino averiguar a la vez cuáles son los bienes internos que ... debe proporcionar a la sociedad, qué metas debe perseguir, ... y qué valores y hábitos es preciso incorporar para alcanzarlas" (Cortina 1994, 32).
Así, a la hora de construir una ética de las organizaciones habría que recordar la distinción señalada en el punto anterior entre racionalidad comunicativa y estratégica. Como apunta esta autora:
"... se suele entender que la empresa debe regirse por la racionalidad
estratégica, dirigida a obtener el máximo beneficio,
mientras que el momento moral es el de la racionalidad comunicativa"
(Cortina, 1994,31).
Una aplicación del modelo ético en la empresa hace distinguir
a esta autora tres niveles de Dirección
o Management, los cuales se muestran en la tabla 6.11.
Tabla 6.11: La empresa como Institución Social. Fuente: Cortina, 1944, 132.
I Nivel Acuerdo Político-Empresarial.(Management Normativo) | II NivelDirección Sistémico-estratégica(Management Estratégico) | III NivelInstancia de Recursos Operativos(Management Operativo) | |
Objeto racionalizaciónPerspectiva de la empresaTrasfondo experiencia | Ordenamiento de preferencias colectivas de la empresa (fines objetivos, normas)Institución socialPresión Legitimadora(Cambio de valores) | Principios de función (estrategias, estructuras, sistemas de dirección)Sistema Socio-económicoPresión de innovación(cambio estructural) | Factores de producción, (recursos, medios de producción)Combinación factores producciónPresión costes(desarrollo técnico) |
Criterio de éxito económico-social | RESPONSABILIDAD(consideración valor de la empresa) | EFECTIVIDAD(multifuncional) | EFICIENCIA(pluridimensional) |
Tareas BásicasTipos de racionalidadTipos de problemas económico-socialesMétodo básico | Construcción Potencial del acuerdo político empresarialRacionalidad comunicativaProblema de consenso (dominio de conflictos)Diálogo (argumentación) | Construcción del potencial estratégico de éxito (mercado y no mercado)Racionalidad estratégica (sistémica)Problema de dirección (dominio de complejidad e inseguridad)Tecnología social (dominio) | Construcción del potencial de producción operativoRacionalidad instrumentalProblema de producción (dominio escasez)Cálculo (cómputo) |
Referencia a la praxis | Crítico-normativa(entendimiento) | Empírico-analítica(disposición) | Normativa-analítica(optimización) |
6.9.2.2.- Racionalidad y Sintonía.
Desde nuestra óptica, el término razón parece venir del griego "lógos": argumento, discusión. También podemos entender el "logos" como el "fiat" o el "verbo", el origen y razón de ser de las cosas en el sentido ontológico. Encontramos también su origen en la acepción griega "légô": "yo digo". Sin embargo, en Latín, su significado cambió hacia "cálculo, cuenta" y "ración" o "porción" (Corominas, 1983). Recordemos también el concepto de "ratio": proporción del análisis contable.
De la exposición anterior extraemos claramente dos acepciones distintas: razón como cálculo o cuenta y razón como proporción. La primera hace referencia a un objetivo y a una unidad de medida, siendo su palabra clave la consecución (de ese objetivo). La segunda sugiere un concepto adimensional más holista (la proporción de las cosas) y su concepto clave va más ligado a la comprensión. La primera tiene íntima relación con la emoción y deseo humanos, mientras que la segunda con la Ciencia y el Saber humano, con, en suma, la comprensión del mundo (incluidos la emoción y el deseo humanos).
De este modo distinguiremos entre Razón Instrumental y Razón Final.
Supongamos, por ejemplo, que una persona que está contemplando un paisaje sentada bajo un árbol sin ninguna preferencia especial y que de pronto aparece un objeto de valor para ella (se apercibe de la existencia, a lo lejos, de un cofre lleno de dinero o de una bella señorita desnuda). Y supongamos que, a partir de ese momento, el resto de lo que constituía el paisaje se convierte en instrumento para conseguirla. Todo lo que constituía una proporción (estética, ecológica etc.) de igual e indiferenciado valor, de un fin en sí mismo, deviene ahora tanto en instrumento o recurso como en obstáculo o coste en función siempre del objeto que el deseo esté dictando. La experiencia previa a la aparición del objeto de valor podría asimilarse a la Razón Final, mientras que la segunda lo sería a la Instrumental.
Otro ejemplo podría ser la de una persona que tiene amigos con los que convive y disfruta de una estrecha amistad. Los amigos no "le sirven para..." sino que son un fin en sí mismos. Sin embargo, supongamos ahora que se enamora intensamente de una mujer y que empieza a subordinar y a utilizar a estos amigos para la consecución de sus fines. Puesto que existe una asimetría en cuanto a la potencia de los incentivos, los demás son subordinados y convertidos en recursos en función de la meta u objetivo (la conquista de la mujer deseada). Qué duda cabe que la manipulación estratégica de estos amigos guarda una escrupulosa correspondencia con los conceptos de maximización y minimización "racional" de los "recursos" a su alcance. A esto lo denominaríamos racionalidad instrumental. No importa cuán descabellado sea el objetivo. Si este, además, se persigue de acuerdo a ciertas normas "técnicas" arropadas por ciertos algoritmos matemáticos que permitan obtener un resultado cuantitativo, la "ilusión" de racionalidad crece desproporcionadamente. Recordemos a Morgan cuando sugiere, junto con Jung y otros teóricos, que el mito de nuestra civilización es la racionalidad (en el sentido instrumental que proponemos) y su tótem la algoritmización cuantitativa.
Otra interesante reflexión viene con el término "negocio". La partícula "neg" viene del latín y significa negación. Así, negocio significa "negación del ocio", ocupación en algo. En el mismo sentido funciona el equivalente inglés "business": de "busy" (ocupado). Mientras que el ocio significa "tiempo libre" (libertad respecto al tiempo), el negocio equivale a no estar libre del tiempo, a depender de él. La cárcel del tiempo es la ocupación, la instrumentalidad en el trato con el entorno.
Resumiendo, definimos la Razón Instrumental como aquella que supone la existencia de un fin u objetivo de acuerdo al cual se subordinan (instrumentalizan) los objetos convirtiéndose en recursos (por ejemplo los Recursos Humanos para la consecución de los objetivos de otros Seres Humanos). La "organización" sería poner "en orden" los recursos en función de tal objetivo. Podríamos contemplarla también como la subordinación y subvaloración de ciertos bienes, dotados de cierto valor intrínseco, consecuente y proporcional a la "supraordinación" y "supravaloración" de otros por encima de su valor intrínseco(13). Todo comportamiento teleológico (hacer todo para algo, y ese algo para otro algo de modo iterativo e indefinido) es un buen exponente de este tipo de razón, aunque de modo amplio (al largo plazo en términos económicos) no tenga excesivo sentido.
En cierto sentido, supone la lucha en contra de la realidad misma de las cosas hacia "lo que debería ser" o como queremos que sean. Individualmente supone la existencia de una dicotomía entre el Ego y los demás y organizacionalmente entre la empresa y el entorno.
Además, podemos ver la emergencia de dos dimensiones importantes:
1.- Dimensión Temporal. El tiempo se hace crucial en el sentido de que niega el ocio (negocio): hacer esto para ... .
2.- Dimensión Espacial. Asimetría de información, valoración discriminante: supravaloración del fin e infravaloración del instrumento o recurso.
La razón, empero, que preside la movilización de los genuinos científicos, filósofos o artistas es distinta. Supone la búsqueda de la comprensión o del significado de las cosas, de su razón de ser y de la relación existente entre ellas es su "late motiv". La vida de los más conspicuos de estos puede ser explicada mejor con este concepto de razón. Esta Razón Final podría definirse como la comprensión de la proporción y lugar de las cosas en el universo en cuanto a la relación entre ellas, su "ratio". La lucha es aquí el entendimiento de la realidad, no la lucha en contra de ella. La Razón Final es holista, enfocando las relaciones totales entre las partes y su importancia relativa. Sinónimos próximos son los conceptos de cordura, madurez (el "seny" catalán), sabiduría o inteligencia.
Como vimos en capítulos previos, se ha aceptado, sin demasiadas
objeciones, a la maximización del beneficio (o al menos, en su hipótesis
más débil, la búsqueda del propio interés)
como la "piedra angular" de la economía, aunque los mismos científicos
que lo aceptan desempeñen, a veces, conductas poco acordes con este
concepto. Cuando vimos las clasificaciones de Williamson
y de Winter, vimos cómo, cuando hablan
de racionalidad fuerte y/o débil, se refieren mayoritariamente a
su aspecto instrumental.
Nótese que, inversamente, desde el punto de vista de la racionalidad
final, la instrumental no supone mas que su aspecto inferior, su hipótesis
débil, en el sentido de una falta de sabiduría y conocimiento.
Desconocemos en qué medida los grandes científicos y pensadores
de nuestra civilización acudían, por ejemplo, a los eficientes
mercados de valores para efectuar sus también eficientes conductas
en aras de maximizar su utilidad. Pero nos tememos que, aún admitiendo
la así llamada "racionalidad limitada" la imperfección de
sus conductas sería tal que pasarían a ser catalogados como
los más irracionales consumidores del mundo.
Tabla 6.12: Razón Instrumental vs. Final. Fuente: Elaboración Propia
Razón Instrumental | Razón Final |
Teleología | Holismo |
Objetivo, Motivo | Significado, Comprensión |
Estrategia, Pensamiento | Investigación, Inteligencia |
Modificar la Realidad (Deseo) | Entender la Realidad (Sabiduría) |
Sesgo: Recursos-Objetivos | Objeto único |
Cálculo-Cuenta | Proporción-Relación |
Negocio (negación del ocio) | Ocio |
Tiempo-Ocupación | Libre del Tiempo-Diversión |
Evidentemente, no pretendemos negar la utilidad de la racionalidad instrumental como la mejor explicación de gran parte de las relaciones humanas, sino alertar de los peligros del inherente reduccionismo epistemológico. De modo inverso ello es aplicable, quizás en mayor medida, a la racionalidad final si la conceptuamos como hemos hecho hasta ahora. Si atendemos al fenómeno de la cultura, por ejemplo, vemos cómo cumple también un papel "final" en su interpretación de la realidad (vía mitos, símbolos y creencias). Y obviamente, en la mayoría de los casos, no supone, jerárquicamente, ningún avance en "sabiduría".
6.9.2.3.- Racionalidad y Mito.
Uno de los postulados fundamentales de la visión dialéctica
es que los polos opuestos se interpenetran de tal modo que el énfasis
en uno lleva a su "opuesto". La noche, en la medida que avanza, se convierte
en día, y el día, a medida que avanza, se convierte en noche.
Sin embargo, esto tiene sus bases en un concepto de la realidad no lineal
y no polar (con polos opuestos).
Algo similar podemos encontrar en la tradicional dicotomía de
racionalidad y mitología. Ellos han supuesto formas "opuestas" de
entender la realidad y, sin embargo, la una tiene sus raíces en
la otra. De hecho, y esta es la proposición de este apartado, cuanto
más nos esforzamos en ser racionales para no caer en el mito, llega
un momento en que el "rigor" se vuelve tan desproporcionado que caemos
inconscientemente en la "mitificación" de la racionalidad (con su
irracionalidad implícita). Y lo contrario también es cierto:
cuanto más deseamos defender la idea de que todo es mito, utilizamos
métodos tan "racionales" para demostrarlo que nos hacen caer en
la justificación racional del mito.
Figura 6.10: El Mito de la Racionalidad y la Racionalización del Mito. Fuente: Elaboración Propia
Un buen ejemplo de lo expuesto podemos observarlo en las comunidades científicas donde el "rigor" metodológico bien pronto suele trocarse en una irracional intolerancia hacia "enemigos" supuestos o manifiestos. El grado de pasión visceral que caracteriza a muchos "defensores" del método "científico", su mutua descalificación emocional sistemática, pero escasamente lógica, de cuanto no cuadre con el conjunto de significados compartidos por su particular comunidad ("cultura" científica), evidencian que la racionalidad explícita se nutre en las pantanosas aguas de la mitología implícita. Recordemos en este sentido la relación entre la organización profesional de Mintzberg, las necesidades de status de Maslow y el trastorno paranoide (ver enemigos en todos lados) de Miller y Kets de Vries. La inmensa mayoría de la comunidad científica es parte de una organización profesional (la Universidad); el resto de analogías son patentes.
En la literatura de Dirección Estratégica tenemos un ilustrativo estudio empírico que cuestiona la racionalidad incluso en los ámbitos empresariales. Rebautizando nuestro concepto de racionalidad instrumental como "racionalidad procedimental" (RP), Dean y Sharfman (1993), intentaron contrastar la hipótesis de que los directivos utilizan esta racionalidad en sus decisiones:
"Los resultados indican que la amenaza competitiva del entorno, el control externo de la organización percibido y la incertidumbre de los tópicos estratégicos (...) están relacionados con la racionalidad procedimental. Sorprendentemente, algunos de estos resultados lo fueron en la dirección contraria de nuestras predicciones." (Dean & Sharfman, 1993, 587).
Para ser más precisos, casi todos (no solo algunos) los resultados fueron opuestos a las hipótesis. Y en el único caso que no lo fueron (hipótesis 5), apoyaban de nuevo la ausencia de esta racionalidad (Dean & Sharfman, 1993, 591-598):
1.- La amenaza competitiva estará positivamente relacionada con la RP en la toma de decisiones estratégicas (se obtuvo una relación inversa significativa: T = -2.07; p<0.05).
2.- La importancia de las decisiones estratégicas estará positivamente relacionada con la RP (no se obtuvo una relación significativa).
3.- El control externo estará positivamente relacionado con la RP en la toma de decisiones estratégicas (se obtuvo una relación inversa significativa T = -2.06; p=0.05).
4.- La contención de objetivos estará negativamente correlacionada con la RP en la toma de decisiones estratégicas (no se obtuvo relación significativa).
5.- La incertidumbre estará negativamente relacionada con la RP en la toma de decisiones estratégicas (se obtuvo una muy alta relación significativa: T = -3.72; p = 0.001).
A pesar de que los autores atribuyen parcialmente estos "sorprendentes" resultados a una posible "discrecionalidad directiva", también concluyen su trabajo haciendo algunas sugerencias reveladoras, aunque, creemos, deliberadamente ambigüas:
"¿Conducen los métodos racionales a decisiones más efectivas? (...) Un próximo paso en esta línea de investigación sería buscar el vínculo entre los procesos estratégicos de decisión y su efectividad." (Dean & Sharfman, 1993, 603).
Terminemos este apartado con una ilustradora reflexión de Prigogine:
"(...) una racionalidad limitada no es necesariamente sinónimo de fracaso. Creo que sobrestimar el poder de la racionalidad humana puede ser una de las razones de intolerancia y de la mitológica visión del mundo, que probablemente sea una de la razones que haya tras las luchas ideológicas." (Prigogine en Weber, 1990, 226).
6.9.3.- Un Continuo Mente-Razón: las 6 Hs.
Basándonos en la perspectiva evolutiva que inspira esta tesis
y siguiendo el continuo que la jerarquía de Maslow nos sugiere,
podríamos aventurar una "Filosofía de la Racionalidad" evolutiva.
Ella vendría definida por una escala gradual de mente con el conjunto
de significados y símbolos inherente a cada escalón. Las
dimensiones contempladas para esta clasificación son, entre otros,
el plazo temporal a considerar, su objeto (o epistemología en su
sentido amplio), su método (metodología o instrumentalización
en sentido amplio), su resultados (outputs considerados como relevantes)
y los factores claves (imágenes o cosmogonías implícitas)
que subyacen holística e inconscientemente a cada nivel.
La visión constructivista y evolutiva propuesta supone a cada
nivel como un grado jerárquico superior que integra como casos particulares
a los niveles inferiores. Cada nivel puede considerarse como el resultado
de un "Insight" o "sintonía total" en
el nivel inmediatamente inferior, que produce su "trascendencia" (como
sinónimo de comprensión holista), de modo que la variable
exógena a considerar a lo largo de todo el continuo es el citado
insight o discernimiento. En aras de claridad, consideraremos sinónimos
los términos Razón y Mente. La tabulación propuesta
se exhibe en la tabla 6.13.
Tabla 6.13: Las 6 H's: Grados de Razón y algunos paralelos con otras taxonomías. Fuente: Elaboración Propia.
Grados de Razón | Objeto | Método | Output | Factor Clave | Maslow | Mintzberg | Sintonía |
Hipnótica | Supervivencia | Genético | Conducta | Fisiológicas | Entrepreneur | Icono | |
Hipócrita | Deseo | Astucia | Satisfacción | Certidumbre | Seguridad | Burocracia | Ídolo |
Hegemónica | Consecución | Estrategia | Opinión | Teleologidad | Sociales/Logro | Diversificada | Ideología |
Hermenéutica | Modelización | Pensamiento | Teoría | Normatividad | Status | Profesional | Ideal |
Heurística | Comprensión | Inteligencia | Ciencia | Realidad | Autorrealización | Innovadora | Idea |
Hermética | Fusión | Mística | Sabiduría | Verdad | Trascendencia | Misionaria | Identidad |
Estos niveles suponen también la resolución de unas
dicotomías cuya comprensión las hace relativas y endógenas
al nivel superior. Así:
Tabla 6.14: Las 6 H's (continuación): Grados de Razón y Métodos de Investigación. Fuente: Elaboración Propia
Grados de Razón | PlazoTemporal | Dicotomías a Optimizar | Evaluación | Problema | Método de Investigación |
Hipnótica | Intemporal | Curiosidad | |||
Hipócrita | Inmediato | Bueno-Malo | Pertenecia-Marginación | Lealtad-Traición | Desempeño de Rol |
Hegemónica | Corto | Fines-Objetivos | Éxito-Fracaso | Ilusión-Decepción | Análisis Teleológico |
Hermenéutica | Medio | Definición-Vaguedad | Prestigio-Desprestigio | Real-Ideal | Categorización Taxonómica |
Heurística | Largo | Real-Irreal | Comprensión-Ignorancia | Sujeto-Objeto | Observación Sistemática |
Hermética | Intemporal | Verdad-Falsedad | Verdad (todo)-Realidad (yo) | Contemplación Sistémica |
Reconociendo que la búsqueda de 6 palabras que empezaran por "h" puede parecer forzada, creemos oportuno justificar su elección. Para esta, nos hemos basado, fundamentalmente, en su significado etimológico.
La razón Hipnótica, propia de las necesidades fisiológicas, carece tanto de identidad como de independencia propia, de modo que cabe inferir que interpreta mecánicamente los dictados del sistema biológico. Hipnótico viene del griego "hypnõtikós", soñoliento, derivado de "hýpnos", sueño (Corominas, 1983, 321).
La razón Hipócrita, propia de las necesidades de seguridad, tiene su correlato organizacional en la burocracia. Si algo distingue esta configuración de otras es la preeminencia de la estructura formal y de los "puestos" a ella asociados. Predominantemente, a la conducta desempeñada por las personas que ocupan tales puestos se le denomina "rol" (configurando, como dijimos, el "role playing": la "conducta de rol" y el "conjunto de rol"), el cual está compuesto por un conjunto de atribuciones y tareas asociadas a ella. Como es sabido, el término "rol" viene del papel que desempeñaban los actores griegos. Ahora bien, etimológicamente, hipocresía viene de "hypokrisía", propiamente "acción de desempeñar un papel teatral" (Corominas, 1983, 322). Aunque en la actualidad este término tenga connotaciones morales y/o éticas, no cabe duda de que su origen etimológico justifica sobradamente su utilización aquí. El desempeño de rol pues, el cargo, tan importante en las burocracias pretéritas y actuales, es la característica propia de la mente hipócrita.
Afortunadamente para nosotros, también Mintzberg establece un paralelismo entre la "Hipocresía" y la organización burocrática. Refiriéndose, fundamentalmente, a las corporaciones públicas afirma:
"Para estos tecnócratas, la configuración maquinal no es sólo una , es la estructura; no es una manera de organizar, es la únicamanera de organizar. (...) trata(n) de obligar a que todas sus unidades, independientemente de cuáles sean sus necesidades de preparación o capacitación, se organicen como máquinas burocráticas.".
Y así, en un reciente seminario, un directivo:
"(...) me ofreció un nombre para añadirlo a mis «burocracias» y «adhocracias» -«hipo-cracia» dijo. Es lo mismo que decir una cosa cuando se hace otra, como cuando se centraliza en nombre de la descentralización, lo que es una práctica corriente." (Mintzberg, 1989, 319).
Otra justificación adicional la encontramos en Morgan cuando se refiere a los obstáculos para el aprendizaje de "Bucle Doble" en la organización, para el "aprender a aprender" que ya expusimos en el capítulo 4 (además, en el capítulo 5 también citamos a este autor para relacionar la Burocracia de Mintzberg con las Necesidades de Seguridad de Maslow).
La razón Hegemónica, propia de las necesidades sociales y de logro, viene del griego "hêgemón-ónos": "el que marcha a la cabeza" y este término de "hêgéomai": "yo guío, voy al frente". La necesidad de lograr, de destacar, de dirigir y estar al frente de las situaciones, tiene como método natural la estrategia cuya etimología nos es muy conocida y cuyos representantes más notables se encuentran en la línea media de Mintzberg con sus ansias de independencia y de ser evaluados por sus logros (normalización de outputs). El método de investigación característico es el "análisis medios-fines" (análisis teleológico) propios del estratega mientras que el "assesment" o evaluación se mueve dentro de un continuo cuyos polos son el éxito y el fracaso (outputs).
La razón Hermenéutica, propia de las necesidades de status y de la organización profesional busca, junto a una normalización de las habilidades (en forma de títulos y méritos asociados a ellas, que no al puesto -burocracia- o al logro -diversificada-), una interpretación, modelización y formalización de la realidad, vía pensamiento, que desemboque en teorías. Hermenéutico viene del griego "hermêneuticos": "relativo a la interpretación" derivado de "hêrmenéus": "intérprete, explicador, traductor" (Corominas, 1988, 318). El método de investigación característico lo constituye pues la categorización taxonómica, la búsqueda de un árbol teórico-conceptual que interprete la realidad conforme a ciertos paradigmas generalmente aceptados. En la misma línea, la evaluación viene dada por el "prestigio", tanto personal como grupal y organizacional.
La razón Heurística,
propia de la organización innovadora y del nivel de autorrealización,
intenta comprender e investigar más que modelizar. Etimológicamente
"relativo a la invención" y viene del griego "heurískõ":
"yo hallo, descubro" (Corominas, 1988, 318). Su correlato organizacional
está en el staff y en los departamentos de I+D y, en general, corresponde
al nivel científico genuino. Evidentemente, y abundando en lo dicho,
ello no implica la ausencia de normatividad propia del nivel hermenéutico.
Como hemos expuesto, supone más bien la subordinación de
la modelización a la investigación de la realidad fruto de
una observación sistemática. La elaboración de hipótesis
teóricas a contrastar surge como un instrumento, necesario
si se quiere, pero accesorio, para la comprensión e investigación
de la realidad.
Los científicos, a nuestro juicio y según esta taxonomía,
fluctúan dentro de la banda de lo hermenéutico (con las limitaciones
de lo académico y lo profesional(14))
y lo heurístico. Es bien patente la lucha inherente al científico
cuyo nivel sea este último. En este sentido, existe un "alarmante"
estudio historiométrico que investigó la relación
entre "nivel académico" y grado de "eminencia" de líderes
y personas creadoras (aunque no exactamente ligado a la actividad científica,
los científicos están también incluidos en la muestra).
Sus resultados son que existe una relación inversa entre grado
de estudios (Bachiller, Diplomado, Licenciado, Doctor etc.) y liderazgoy
una función en forma de U invertida respecto a la creatividad
(Simonton, 1984, 65). Esto se muestra en la figura
6.11.
Figura 6.11: Relación entre Educación Formal y Grado de Eminencia. Fuente: Cox en Simonton, 1984, 65.
Independientemente de su estricta validez en el ámbito científico, parece evidente que los grados académicos superiores no correlacionan demasiado bien con el descubrimiento de nuevas relaciones entre lo que se entiende que, según las teorías vigentes, está separado. Y es esta última una característica típica del investigador heurístico. Einstein, por ejemplo, intentó relacionar, ante la las burlas de sus colegas, la Teoría Electromagnética de Maxwell con la Mecánica de Newton, disciplinas absolutamente separadas para los físicos de su época. Así, es revelador conocer la opinión de este autor quien, en una carta a un amigo escrita 2 años antes de publicar su trabajo sobre la Relatividad Especial, afirma:
"No llegaré a ser un Ph.D. ... toda la comedia ha llegado a ser un aburrimiento para mí" (citado por Hoffman, 1972 en Simonton, 1984, 73).
Finalmente, la razón Hermética tiene su analogía en el nivel Z de Maslow y en la organización misionaria de Mintzberg. Aunque Hermes es el nombre griego del dios romano Mercurio (el dios de la elocuencia y el comercio), no deberíamos detenernos en esta "romanización" del término. La civilización romana, obviamente, tradujo a su particular cultura (paradigma, imagen o cosmogonía) guerrera y comercial los antiguos símbolos. De hecho:
"Hermes Trismegisto (Tres veces Grande, relacionado por algunos con la Trinidad) es el nombre que los griegos dieron a Tot, divinidad lunar de los egipcios, el creador de las artes y las ciencias (...) Hermes, el que rige la palabra -dice Jámblico-, es, según la antigua tradición, común a todos los sacerdotes; él es quien dirige la verdadera ciencia; él es uno en todo. Por ello nuestros antepasados le atribuían todos los descubrimientos y ponían sus obras bajo el nombre de Hermes." (Menard en Los Libros de Hermes Trismegisto 1979, 24).
El problema que afronta la mente "hermética" es traducir a la lógica deductiva, propia del pensamiento, aquello que lo trasciende. Es antigua la polémica acerca de si el pensamiento es previo al lenguaje o viceversa (la dicotomía Whorf- Sapir), junto al problema del universalismo lingüístico y todas sus implicaciones. Para nuestro propósito, sin embargo, nos bastaría considerar que el pensamiento y el lenguaje están en el mismo nivel de nuestro continuo (hermenéutica).
En este sentido, es interesante señalar el paso descendente dado por Aristóteles respecto a Platón. Aquél es el creador del pensamiento taxonómico y categorial, del proceso de "bautizar" las cosas en distintos órdenes de abstracción que axiomatizaron su omnipresente "lógica formal". Ello devino en la entronización del lenguaje, un peculiar modo de relacionarse de forma indirecta vía representaciones cerradas no isomórficas con la realidad, como método idóneo, sino único, para conocer nuestro mundo.
"... según ... Habermas ... cuando la mente se limita al conocimiento sensorial el modo se denomina empírico-analítico, y su interés es técnico. Cuando la mente trabaja con otras mentes, el método es hermenéutico, fenomenológico, racional o histórico y su interés es practico o moral. Añadámosle ahora la visión mística, que Habermas no cubre directamente, y digamos que cuando la mente intenta conocer el dominio espiritual, su modo es paradójico o radicalmente dialéctico, y su interés es soteriológico. Aquí lo pondré en este diagrama:
|- Espíritu - paradójico-mandálico/soteriológico.
mente |- Mente - hermenéutico-fenomenológico/moral.
|- Materia - empírico - analítico/técnico" (Wilber en Wilber y otros 1986, 313).
Lo que Wilber llama paradójico, nosotros lo llamamos hermético. El lenguaje paradójico, como ya describimos anteriormente, es típico en los hombres Z de Maslow y expresa una meta-realidad cuya expresión, como su nombre indica, es contradictoria en términos lógicos. El lenguaje "del ser" (Maslow, 1968), el poético y el místico entran dentro de esta categoría; pero, en su amplio sentido, también lo hacen el creativo y el innovador.
Lejos de suponer un "absurdo" (una "infra" lógica), esta "metalógica" correspondería, como ya dijimos, con nuestra "sintonía total", con el "insight" y con la "experiencia cumbre" de Maslow. Pretendemos, sin embargo, sacarla del confinamiento conceptual donde ha sido relegada (cuasi-místico e "inútil" o ajeno en principio a temas de organización) para reivindicarla como una variable esencial en:
1.- Los procesos creativos implícitos en ciertas técnicas de trabajo en equipo (i.e. el Brainstorming).
2.- La parte de la estructura denominada por Mintzberg (1979) "staff", con el mecanismo de coordinación de "adaptación mutua" y su correlato configuracional: la adhocracia. Por extensión en la cultura característica de la empresa, en términos de Mintzberg (1989), innovadora y misionaria(15).
3.- La explicación del liderazgo organizacional carismático, como opuesto al mecanismo burocrático, cuya característica más descollante sería este "insight" que, en literatura organizacional suele traducirse como "visión", sea estratégica o innovadora. En este sentido, Jay A. Conger (1989) ha destacado ciertas características básicas de los líderes carismáticos en las organizaciones:
"Por vocación, los líderes carismáticos son agentes de cambio. Ven las limitaciones de cualquier situación. McGill solía decir: «soy intolerante con 'qué es' y 'qué ha sido', creo que todo puede hacerse mejor. La gente nunca da lo mejor de sus capacidades. Siempre hay nuevas oportunidades, siempre hay maneras de contribuir más». Este sentido de insatisfacción con el 'statu quo' es una inquieta energía del líder carismático (...) parecen estar siempre descontentos y a la búsqueda de nuevas oportunidades." (Conger, 1989, 22).
A nuestro juicio, el verdadero liderazgo siempre tiene cierta dosis de carisma. Y Conger, en la investigación de estos líderes encuentra ciertas características diferenciales. Algunas de estas las hemos resumido en las siguientes (Conger, 1989, 22-39):
1.- Son agentes, maestros del cambio.
2.- Ven las limitaciones de cualquier situación y tienen sentido de la oportunidad.
3.- Son intolerantes con el statu quo y están insatisfechos con él. Muchas veces son aversos a la organización formal.
4.- Siempre parecen descontentos y a la búsqueda de nuevas oportunidades.
5.- Son empresarios (emprendedores). Tienen visión estratégica (frente a la usual "precaución estratégica" de los gerentes normales).
6.- Son impacientes. Esta impaciencia es, también, su debilidad porque alienan a los demás (les hace "echar chispas").
7.- Parecen estar siempre buscando un reto mayor.
8.- Tienen capacidad para resolver defectos y motivar el cambio mediante su visión estratégica.
9.- Carecen de convencionalismos, poniendo a prueba las tradiciones, normas y valores vigentes que se le interponen. Esto tiene dos desventajas: a) a veces arrasan todo, tanto lo bueno como lo malo, y b) los guardianes de las tradiciones se sienten amenazados.
10.- En cierto modo, se asemejan a "predicadores" de su particular "evangelio", dividiendo muchas veces a los subordinados en bandas opuestas, por un lado, de "seguidores" a los que "seduce" y "enemigos" por otro a los que amenaza directa o indirectamente. Esto, organizacionalmente, es preocupante.
11.- Son grandes conceptualizadores y promotores, pero suelen fallar
en la administración y la implementación operativa.
Como ilustración, este autor desarrolla 4 etapas del liderazgo
carismático (ver tabla 6.15). A través de ellas pudiera pensarse
que este comportamiento es deliberado (léase estratégico).
Sin embargo, nuestra interpretación, desde una teoría evolutiva,
sostiene que la mente hermética, que nosotros asociamos al hombre
Z u organización Z, desempeña tales conductas de modo espontáneo
como parte intrínseca de su "modo de ser" o de su "cultura".
Tabla 6.15: Etapas del Liderazgo Carismático. Fuente: Conger, 1989, 47 en Conger & Kanungo, 1988.
Primera | 1.- Detectar Oportunidades Inexploradas y Deficiencias en la Situación Actual. |
2.- Alta Sensibilidad respecto a las Necesidades de la Audiencia. | |
3.- Formulación de una Visión Estratégica Idealizada. | |
Segunda | 1.- Comunicar la Visión. |
2.- Expresar el statu quo como inaceptable y la visión como la alternativa más atractiva (poner la realidad en blanco y negro). | |
3.- Apoyarse en la motivación para guiar a los seguidores. | |
Tercera | 1.- Construir la confianza mediante el éxito, la pericia, el riesgo personal, el autosacrificio y la conducta no convencional. |
Cuarta | 1.- Demostrar los medios para alcanzar la visión mediante el ejemplo, la motivación y las tácticas no convencionales. |
Esta opinión podríamos basarla la de Warren Bennis (1985 en Kennedy, 1991, Vol. I, 30), para el cual"los directivos hacen las cosas bien. Los líderes hacen lo que deben". En este sentido, Bennis encontró cuatro capacidades en su estudio del liderazgo:
1.- Gestión de la Atención, atribuida a una visión en la que los demás puedan creer y que los demás puedan adoptar como propia. Esta tiene que ver con el largo plazo; los imperativos del mercado son a corto plazo. Con ella el líder proporciona el imprescindible puente que une el presente con el futuro de la organización.
2.- Gestión del Significado (Comunicación). Comunicar esa visión y traducirla en resultados positivos para la organización, que se comparta esta visión a largo plazo.
3.- Gestión de la Confianza. La confianza es el aglutinante emocional que mantiene juntos a los seguidores y a los líderes, implicando constancia e integridad.
4.- Gestión de Sí Mismo. Persistencia, conocimiento de sí mismo, voluntad para correr riesgos, dedicación y reto. Sobre todo, voluntad de aprender de la adversidad y el fracaso. La persona que aprende está al acecho de los fallos y errores. No hay nada peor en el liderazgo que el éxito prematuro.
Ahora bien, como afirma Kenedy (1991, vol. I, 30-31), en su última obra (1989), Bennis describe al líder como sinónimo de aquel que se convierte en uno mismo, en el que se autorrealiza, con lo cual aproxima su teoría a la Teoría Z de Maslow ya citada en el tema de la motivación.
De este modo, si el fenómeno de la dirección, como Mintzberg dice, tiene un 50% de Análisis, y otro 50% de Intuición, o la misma proporción de poder formal (autoridad) que informal (liderazgo), cuando la balanza se inclina claramente hacia estos últimos términos es probable que nos topemos con verdaderos "motores del cambio" o "agentes de la innovación".
En nuestra opinión, algunas características de estos líderes pueden encontrarse tanto en el concepto inicial la Autorrealización de Maslow como en su posterior desarrollo como Teoría Z. De hecho, como puede verse en la investigación de Conger, existen bastantes similaridades entre esta última, la del líder carismático que hemos expuesto y el tipo de razón o mente hermética de nuestras 6 H's.
6.10.-
Cultura vs. Economía.
Volviendo a la empresa, y no descubrimos nada nuevo, dentro de las
ciencias sociales parece existir una dicotomía esencial en cuanto
a líneas de investigación con sus presupuestos y paradigmas
implícitos correspondientes. Ellas están representadas implícitamente,
"grosso modo", por las dos corrientes fundamentales que Williamson
(1993) cita como la Económica (Costes de Transacción),
que él sostiene, y la Sociológica (Teoría
de la Organización) de Perrow (1986).
A nuestro juicio, y como desarrollo de cuanto expusimos en anteriores apartados
(6.2.1.), esto podría sintetizarse en la figura 6.12.
Figura 6.12: Dos Posturas: Organización y Mercado. Fuente: Elaboración Propia
Además, estas dos posturas conllevan dos visiones, a nuestro
juicio, complementarias:
Tabla 6.16: Visión Cultural vs. Económica. Fuente: Elaboración Propia
Presentamos ambos paradigmas en su forma extrema en aras de la claridad conceptual. Para el paradigma cultural, no existe la libertad individual. El individuo es hijo de la cultura donde nace y es condicionado por ella. La racionalidad es pues limitada y el aprendizaje (condicionamiento) explica la conducta. Pero, en este caso, los extremos se parecen puesto que la libertad total de la Economía nos recuerda la frase existencialista de que "el hombre esta condenado a ser completamente libre", de modo que tal libertad parece impedir que el hombre elija verdaderamente. Paradójicamente, no hay nada tan determinista como el azar puro (la distribución aleatoria de media 0 y desviación típica 1).
Llama la atención también la consideración económica del juego como algo "serio" donde están involucrados los "intereses". Las bromas, el sentido del humor, la imaginación, el "role playing" como autoexpresión válida y reforzante por sí misma, tan propias de los niños y de los hombres Z de Maslow, quedan fuera de su campo. Sin embargo, cada día existe más evidencia de la íntima conexión existente entre aspectos lúdicos y la innovación en todos los ámbitos. Como afirma George Wald, premio Nobel de Medicina:
"Un científico vive con la realidad al completo. No hay nada mejor. Conocer la realidad es aceptarla, y finalmente amarla. En cierto sentido un científico es un niño que aprende. Hay algo de científico en cada niño. Algunos crecen. Los científicos siguen en esta vía de por vida" (Wald en Weber, 1990, 284).
Como vamos a desarrollar, creemos que el paradigma de la cultura es el origen de la organización moderna, mientras que la economía lo es del mercado. En el próximo apartado abordamos esto.
6.11.- Organización y Mercado.
Desde nuestra tesis, y en su forma teórica pura, la identificación da lugar a la organización o empresa, mientras que la transacción da lugar a los mercados. La transacción viene referida al tipo de relación entre dos o más identidades mientras que la identificación lo hace con la relación dentro de una sola identidad clásicamente contemplada como una división horizontal de funciones y vertical de coordinación y control. Huelga decir que ninguno de estos fenómenos es abordable por separado: no sólo porque es imposible encontrarlos de forma tan pura sino, y esto es, con mucho, lo más importante, porque cada uno posee sus raíces en el otro y representan los dos aspectos cíclicos de la relación social, al igual que la noche y el día son aspectos de la rotación terrestre.
Así que no creemos que tenga sentido alguno pretender "tomar partido", a priori, por ninguna de las dos posturas. Desde una visión dialéctica, parecería juicioso tomar a ambas en cuenta, evitando caer en la ingenuidad, tanto de querer reducir la una a la otra como de alegar problemas de inconmensurabilidad entre ellas (en el sentido de Thomas Kuhn de no ser comparables en cuanto a términos y significados). Sin embargo, como sabemos, el intento de esta tesis es encontrar una síntesis y una cierta conmensurabilidad entre estas "imágenes", y a ello vamos a dedicarnos.
Para empezar pueden avanzarse profundos paralelismos entre el tema de la cultura organizacional (recordemos que parece ser el paradigma de relevo) y la organización. Brevemente, podríamos decir que el mecanismo de asignación de recursos que algunos economistas atribuyen al "control-coordinación planificado", con sus connotaciones autoritarias y jerárquicas, como el propio de la empresa (frente al de "sistema de precios" del mercado) es en realidad la cultura en sí. En esta línea, conceptos tales como la "coordinación racional e intencionada" mediante la división horizontal y vertical del trabajo, cuya cristalización es el organigrama o "estructura", son considerados por nosotros como un caso particular de cultura (ligada a ciertos valores, creencias y "representaciones" compartidas de la realidad). Esto se expone en la figura 6.13.
Huyendo de una solución ecléctica por su falta de elegancia
y parsimonia, nos esforzaremos en la búsqueda de síntesis.
Como sabemos, una investigación sintética implica justamente
lo opuesto del eclecticismo: encontrar una teoría que de cuenta,
como casos particulares de ella, a las teorías anteriores.
Si procediéramos así, podríamos hablar de una
interacción
dialéctica entre las dos. Tenemos pues, dos modos de asignación
de recursos con distinto tipo de señales: el mercado, con los precios
actuando como señales de información (cuantitativas), y la
organización, con la cultura (el "principio" según la terminología
de David Kreps) actuando, en el mismo sentido,
como señales de información (cualitativas). Además,
en el modelo propuesto por nosotros, existen los "costes" que, a falta
de una palabra mejor llamaremos Costes de Detachment(desarraigo,
desidentificación de una cultura específica) como la contrapartida
a los de transacción.
Figura 6.13: Mecanismos de Asignación de Recursos. Fuente: Elaboración Propia
El mecanismo de cotización supone una abstracción límite consecuencia de la compleja interacción de expectativas individuales y de la necesidad de reducción de la complejidad informativa. Sin embargo, de modo distinto al postulado por la teoría neoclásica, las expectativas cobran relevancia central. Y estas son aplicables tanto a la conducta racional como a la emocional sin existir otro rasgo distintivo respecto a la cultura que la de estar centradas en el precio. Esas mismas expectativas actúan en el Role-Playing, el desempeño de rol por parte de los integrantes de una organización de acuerdo con el puesto ocupado. Nuevamente, el rol-playing (desempeño de rol) es un concepto relacional e interactivo, el cual tiene su contrapartida en el denominado Conjunto de Rol (o Role Set). Como es conocido en Conducta Organizacional, el conjunto de rol se refiere al conjunto de expectativas de comportamiento respecto a una persona (persona focal del rol) de todas las personas relacionadas, directa o indirectamente, con él (Merton, 1957 en Peiró, 1980 vol. I, 331).
Los Costes de Detachment pueden reinterpretarse como los costes de individualizarse (sentirse "distinto a") respecto a un grupo. También incluyen los potentes aspectos, olvidados por los economistas, de inercia mental, de apego a ciertos esquemas, imágenes (recordemos a Morgan) o rutinas idiosincrásicos a la hora de procesar la realidad. Aunque de modo implícito, sólo la Teoría Evolutiva de Nelson y Winter la contemplan en su modelo económico al explicar la empresa como un conjunto de "rutinas". No ignoramos el hecho de que Williamson reconoce parcialmente este fenómeno cuando habla de la "Transformación Fundamental", deActivos Específicos y el conocimiento personal de Polanyi (Williamson, O. 1985). Sin embargo, como economista, este autor parece proceder, en orden causal, al revés: el mercado es el estado "natural" de las cosas y estos casos son excepciones e imperfecciones debidas a las limitaciones de la razón humana.
No vemos razón alguna, repetimos, en ver la razón pura en la acción cooperativa y al mercado como consecuencia de las limitaciones e imperfecciones de la razón humana, en el sentido de hacerle creer, ilusamente, que es una entidad separada esencialmente del resto de sus semejantes y del universo entero, además de basarse en los puritanos conceptos de que el hombre es "malo" por naturaleza y de que el placer es lo único que busca. Este credo ya ha sido trascendido en ámbitos tales como la educación: oscurantismos tales como "la letra con sangre entra", "quien bien te quiere te hará llorar" etc. pertenecen, afortunadamente, al pasado de la historia de los países civilizados. También lo ha sido en Organización y Dirección de Empresas, en gran parte de la Psicología y Sociología Modernas (i.e. Carl Rogers, Maslow y McGregor, los Círculos de Calidad, la Dirección Participativa etc.).
Ahora bien, el puritanismo anglosajón, "caldo cultural" desde donde emergió la mayoría de la teoría clásica y neoclásica en Economía, no parece haberse debilitado cuando volvemos a encontrarnos, en las más recientes Teoría de la Agencia y Economía de los Costes de Transacción, con el egoísmo y el oportunismo como axiomas fundamentales de la conducta humana. Evidentemente, negar estos conceptos es harto infantil, pero mucho más podría afirmarse de los que los enarbolan como naturaleza última del hombre. Afortunadamente, como comentábamos anteriormente, pocos economistas se comportan coherentemente en su vida personal respecto a sus postulados académicos.
Además, el concepto de placer egoísta es, "per se", muy ambiguo. Existen tantos placeres correspondientes al altruismo como al egoísmo. Toda la industria cinematográfica explota la capacidad de empatía del ser humano para con los débiles, arrancando lágrimas de los consumidores al mostrar las injusticias de los poderosos contra los desvalidos. La compasión, la solidaridad y su contrapartida: el odio fanático, racial e ideológico, son tan reales, sino más, que el comportamiento "racionalmente interesado".
Finalmente, la pretensión de utilizar al individuo como unidad de análisis independiente podría desanimar cualquier eventual intento "renovador" de los supuestos epistemológicos de la Economía.
Aún conscientes de las dificultades descritas (léase esperanzados)
postulamos la existencia de estos "costes" cuya esencia es opuesta a la
del mercado y cuya naturaleza es cultural, en el sentido de representación
compartida. Todos estamos acostumbrados a nuestra particular máquina
de escribir o determinada marca de procesador de textos, nuestro coche,
nuestro ambiente, nuestros amigos, casa, Departamento etc. También
los científicos están corporativamente ligados irracionalmente,
en mayor o menor medida, a su Departamento y Disciplina, siéndoles
más difícil aceptar explicaciones sobre el mismo fenómeno
venidas de ciencias "ajenas" (nótese el significado: ajenas) a "su"
disciplina. Todos estos sesgos son atribuibles a lo que denominaremos Costes
de Detachment. Una buena estimación
empírica de su potencia podría instrumentalizarse en una
encuesta pública con una sola pregunta: "Cree usted que su religión,
nación, ciencia, inteligencia etc. es "superior" a la media?". Probablemente
nos encontremos con la paradoja de encontrarnos que, estadísticamente,
"la media de las personas se creen superiores a la media".
Señalemos además que, como vimos en la metáfora
del cambio y la transformación, la diferenciación entre empresa
y entorno evoluciona desde su concepto geográfico-territorial al
Jurídico, de este al Económico y de este al de Información,
Formación e Innovación. La definición más global
que proponemos para los Costes de Detachment es la de costes de romper
con la rutina que, cuando cobran un sentido evolutivo, podríamos
redefinirlos como Costes de
Innovación. Así, si planteamos un continuo en el sentido
de complejidad del entorno (de estable a turbulento en la terminología
de Ansoff, 1985) y en cuanto a frecuencia y grado
de estandarización de las relaciones, los costes de detachment podrían
dividirse en 4 categorías, las cuales se muestran en la tabla 6.17.
Tabla 6.17: Clasificación Evolutiva de los Costes de Detachment. Fuente: Elaboración Propia.
Costes | Tópico | Conceptos Clave | |
Costes de Detachment | Costes de Desarraigo | Cultura | Hábito-Rutina-Costumbre |
Costes de Reestructuración | Información | Información-Significado-Actualización | |
Costes de Investigación y Desarrollo | Formación | Conocimiento-Adaptación-Anticipación | |
Costes de Innovación | Creatividad | Desarrollo-Crecimiento-Maduración |
Los Costes de Desarraigo implican la salida de una rutina para entrar en otra del mismo nivel en cuanto a las dimensiones citadas (frecuencia, estandarización y complejidad), tanto del entorno como de la empresa. Supondrían el coste de abandonar un hábito o costumbre para engranar en otra en el que el individuo o grupo responden de modo pasivo y reactivo.
Los Costes de Reestructuración, más que a un conjunto de rutinas o costumbres, vendrían a referirse al cambio de significados consecuentes a un cambio en la estructura formal u organigrama y a sus roles asociados. La diferencia respecto a los de Desarraigo es que implican un intento consciente y deliberado de adaptación al entorno autoiniciada por la propia organización. Este intento activo y consciente es, empero, puntual y carece de "protagonismo" en el "proyecto de empresa", en su cultura en sentido amplio, lo cual los diferencia de los de Investigación y Desarrollo.
En estos últimos, se ha "institucionalizado" el cambio como característica relevante del entorno y la necesidad de "anticiparse" a él. Aún así, el I + D se ve como una "necesidad" para sobrevivir o ser "competitivos" y tal filosofía impregna ciertos departamentos más que otros sin llegar a estar incorporado explícitamente en la estructura formal. Correspondería al actual "boom" en los Recursos Humanos" y su representatividad en el ápice estratégico de la empresa, así como en la conciencia de la necesidad de formación continuada.
Finalmente, los Costes de Innovación son parte intrínseca de la estrategia empresarial e impregnan la totalidad de la empresa. Su estructura formal (que incluye la política de formación, incentivos, promoción etc.) alude directamente al cambio y, más que adaptación, se entiende que la organización es un "ser vivo" que se desarrolla y madura del modo más natural como parte intrínseca del entorno.
Como decimos más arriba, esta taxonomía está ligada
íntimamente a la cultura organizacional. Una clasificación
de la cultura que guarda estrecha relación con aquella es la que
expusimos en el capítulo 3 debida a Ansoff (1985).
Antes de seguir, permítasenos, a modo de ensayo, establecer
las analogías de las teorías vigentes en Economía
Industrial respecto a nuestro continuo
evolutivo de relaciones. Ello se exhibe en la tabla 6.18, en la cual se
incluyen los tópicos directivos señalados en la Tabla 5.15.
Tabla 6.18: Continuo de Relaciones, Economía y Organización. Fuente: Elaboración Propia.
Etapas Continuo | Gestión de | Economía | Tópico Directivo | Tópico |
Jurídico-Normativa | Normas | Teoría de la Agencia | Planificación Estratégica | Contrato |
Económica | Beneficio | Costes de Transacción (Coase, Williamson) | Dirección Estratégica | Eficiencia |
Información | Significado | Teoría Evolutiva (Nelson y Winter, 1982) | Recursos y Capacidades | Conocimiento |
Formación | Aprendizaje | Teoría de la Complejidad (Bueno, 1994, Williamson 1991, Stacey, 1995) | DesarrolloOrganizacional | Flexibilidad |
Innovación | Creación | Costes de Detachment-Innovación (Grandío, 1995) | Dirección Innovadora | Innovación |
El origen teórico de los Costes de Detachment podría rastrearse
hacia el pasado y detenerse en la ya citada Teoría de la "Destrucción
Creativa" de Joseph Schumpeter,
con la labor del empresario como gestor del cambio, como entrepreneur cuyo
papel fundamental es la ruptura de la rutina (responsable del equilibrio
clásico y neoclásico en Economía). Así, una
Economía
de los Costes de Detachment sería una evolución natural
de Schumpeter, vía Nelson y
Winter(16),
hacia una verdadera Economía de la Creatividad, cuyo correlato en
las Ciencias de la Empresa podríamos encontrarla en la Dirección
y Gestión de la Innovación.
Finalmente en la tabla 6.19, y nuevamente a título ilustrativo,
distinguimos cierta evolución en la conceptuación de los
límites de la empresa, sus correlatos con la entrada y salida de
"bienes" y el concepto de valor implicado respecto al continuo de relaciones.
Esto tiene su importancia cuando queremos delimitar qué es y cuando
se ha producido una transacción para el paradigma relevante en cada
etapa. De nuevo, el grado de frecuencia y estandarización que lo
definen, es analógicamente asimilado al concepto de Entorno
Turbulento de Ansoff.
Tabla 6.19: Evolución de los Límites, Variables y Valores Clave en la Organización. Fuente: Elaboración Propia.
Límites-Fronteras | Entrada-Salida | Variable Clave | Valor Clave | Entorno | |
Ingeniería | Físicas-geográficas | de Género | Asentamiento | Materia Prima-Producto Terminado | Estable
ò ò ò Turbulento |
Jurídico | Legales | Puesta"a disposición" | Nuda Propiedad | Patrimonial | |
Economía | Costes de Transacción | Valor Añadido(Cadena de Valor) | Usufructo | De Uso (Utilidad) | |
Información | Umbral de Conmensurabilidad (Significados Compartidos) | Traducción | Compatibilidad | Como Standard | |
Formación | Comprensión | Interpretación | Organización | "Know-How" |
6.12.- Organización y Mercado de Necesidades.
Siguiendo en nuestro talante tentativo y provisional, podríamos investigar cómo se articulan las distintas necesidades de Maslow económicamente entendidas como bienes escasos. Ya expusimos cómo, desde nuestro punto de vista, la afirmación de que la economía es la ciencia de los bienes escasos puede reinterpretarse como la ciencia que estudia las necesidades. Realmente es una tautología afirmar que sólo se necesita lo que es escaso. En el momento en que un individuo, grupo o sociedad cubren satisfactoriamente ciertas necesidades, las trascienden para pasar a ser motivadas por otras.
Y no vemos restricción alguna posible para contemplar, por ejemplo, las necesidades de afecto y afiliación o las de logro o estima como sujetas a las leyes económicas más clásicas sin más que sustituir el metafísico y oscuro concepto de "utilidad" por ellas. Más allá de esto, y en la línea de Gary Becker que expusimos más arriba, la economía no es, en último término, una ciencia circunscrita al ámbito del dinero de curso legal y al intercambio de "bienes" y servicios materiales animados ciegamente por conceptos filosóficos tan pobres e inexpresivos como "el ánimo de lucro" o el "beneficio". Más bien puede concebirse como una filosofía o modo de contemplar el universo entero, en el sentido de que no existe el despilfarro de recursos en el cosmos y en el ánimo de contemplarla como un desarrollo más dentro de ciencias más amplias aún en mantillas como la Ecología.
Valdría resumirlo en que todo es escaso, todo tiene su valor
en relación con el todo y que la "racionalidad"
e "irracionalidad" económica, al igual que el problema del azar
estadístico y el determinismo causal en la física, pueden
ser parte de una racionalidad mayor más incluyente y explicativa.
Reiterando que es a título meramente descriptivo, podríamos
esbozar imperfectamente una tabla de tipos de "organización" y "mercados"
correspondientes a la jerarquía de Maslow:
Tabla 6.20: Organizaciones y Mercados de las Necesidades Humanas. Fuente: Elaboración Propia
Necesidades | Organizaciones | Mercados |
Autorrealización | Filosofías, Ciencias, Religiones, "Yogas" y sus iglesias y grupos. | Congresos, Simposium, Concilios Ecuménicos, relaciones humanas. |
Estima | Desempeño en el trabajo, , asociaciones profesionales, congresos | Fiestas públicas, Actos sociales abiertos, Homenajes, Medios de comunicación de masas: fama, prestigio etc. |
Sociales | Pareja, Familia, vecinos, amigos, pandillas, Cumpleaños, Aniversarios, Actos religiosos o culturales | Bares, Pubs, Bailes, Discotecas, Lugares de reunión |
Seguridad | Casa, Hogar, Trabajo | Inmobiliarias, Cías. de seguros, Sindicatos, Seg. Social, Policía |
Fisiológicas | Despensa, Nevera, Armario, Cocina, Baño, Cama, | Supermercado |
El afecto y la pertenencia, por ejemplo, pueden conseguirse en modo de identificación (empresa u organización) en la familia, la pandillas de amigos etc. Los bienes de este nivel son la compañía, el apoyo y la estabilidad emocional y se consiguen de forma eficiente en estas estructuras a un coste sensiblemente inferior a su satisfacción en el sistema de mercado.
Asimismo cabría distinguir las relaciones de identificación-transacción según la jerarquía de poder involucrada. Cuando es vertical nos encontramos con la relación entre el líder y el seguidor donde lo que está involucrado es, aventuramos, una necesidad de orden superior (en el líder) con otra de orden inmediatamente inferior (seguidor). En esta perspectiva, cuando alguien motivado por una necesidad superior en jerarquía encuentra un proveedor de ella que ya la ha trascendido, nos encontramos con una Identificación Vertical. Esta identificación es, a nuestro juicio, la base del liderazgo en su más puro sentido (el transformador de Nichols, 1988) y del poder referente o carismático (French y Raven, 1959). Puesto que el "absoluto noético" (17)(Brosse, 1981, 184) del motivado inferiormente (A) está en la motivación que el otro (líder) (B) ya ha llegado a objetivar, queda envuelto en una "totalidad" que abarca más allá de la posibilidad de conciencia a corto y medio plazo de A y se produce una dilución parcial (sintonía) de su identidad en la de B.
Esto implica también postular que una necesidad trascendida es
una necesidad que se vuelve consciente (se objetiva) y que se convierte
en las "reglas del juego", el "background"
de acuerdo a los cuales se busca la necesidad superior inconscientemente.
Dicho de otro modo: una necesidad trascendida deviene en un recurso instrumental
para la obtención de la necesidad motivadora emergente.
De este modo, sea quien provea de alimento al hambriento, de protección
al desvalido, de amistad al desamparado, de status al "don nadie" o de
comprensión al profano deviene, por este mismo hecho, en el particular
líder de su etapa evolutiva específica, creando una relación
vertical de poder entre líder y seguidor. Una diferencia entre esta
relación y la transaccional de Jefe-Subordinado (Transacción
Vertical) es que esta última suele ser cuantificable de acuerdo
a unidades standard de valor (moneda p.e.) mientras que la primera no suele
serlo. Pero, fundamentalmente, la diferencia reside en el hecho de que
se conciben a sí mismos como unidades independientes y autónomas.
La Identificación
Horizontal se da entre "colegas", coetáneos, parientes, amigos
etc. cuyo lazo relacional se basa en un conjunto de significados compartidos,
mientras que la Transacción
Horizontal es la normal en un mercado clásico de consumidores.
Ello se resume en la tabla 6.21.
Tabla 6.21: Identificación-Transacción y Jerarquía. Fuente: Elaboración Propia
Recapitulemos: de modo taoísta, y dialécticamente ligados en el tiempo, la organización crea (es la imperfección) imperfecciones en el mercado y viceversa, el mercado crea imperfecciones en la organización. La imagen de marca, la estrategia de diferenciación y la publicidad son formas de "organizar" el mercado: los usuarios "fieles" a una marca son, en cierto modo, miembros de la organización. Del mismo modo, los incentivos, las recompensas y promociones son formas de "mercadear" la organización: los miembros de una misma empresa son, en cierto modo, competidores en el mercado escaso de los premios, ascensos y presupuestos. Esta reflexión sería pertinente para el tópico de los límites de la empresa, como alternativa a otras teorías (por ejemplo los costes de transacción).
6.12.1.- Poder Cultural vs. Poder Económico.
Las necesidades encarnan en la sociedad como sistemas de valores y significados compartidos diferencialmente (y en jerarquía) ubicados en "segmentaciones" de una particular cultura. El "significado", pues, evoluciona de modo semejante a las necesidades de la jerarquía de Maslow. Y, de acuerdo a nuestro modelo, ello acontece conforme a una formulación constructivista ya descrita. Reconciliando la clásica tipología de French y Raven con el modelo que hemos expuesto, el poder, como relación vertical, podemos clasificarlo en Poder Referente o de Identificación y Poder Transaccional (volvamos a recordar el líder transformador y transaccional de Nichols -1988-). Esto puede concretarse en el Carisma(como poder informal) y en la Autoridad (como poder formal). Nótese que, siguiendo el hilo de nuestra argumentación, cabe reinterpretarlos como Poder Cultural, fruto de la identificación (carisma) y Poder Económico, fruto del poder de recompensa/castigo (transacción y autoridad).
Asimismo, esta clasificación está centrada en el contenido, en el qué es el poder. Sin embargo, cabe buscar una interpretación del poder como proceso, centrada en el cómo. En este caso, y al igual que en el caso anterior, la identificación nos habla de una asimilación (en diversos grados) de la identidad propia con la de otro, en el sentido de una comunión que propicia un aprendizaje empático (o vicario para los teóricos conductistas).
Desde una óptica transaccional, el poder no es más que la generalización (monetización) de la adquisición. El poder pues alude al concepto de "potencia" creciente de Aristóteles respecto a una también creciente versatilidad de "actos" posibles como consecuencia de ella. Podemos así extender la explicación económica o transaccional a las relaciones de afecto humanas. De hecho, intercambiar un bien o satisfacción presente por una promesa futura es el comienzo del crédito (confianza) y del poder por tanto. Una persona "prometedora" en este sentido deviene en una especie de "entidad financiera" de la necesidad correspondiente con sus también correspondientes operaciones activas y pasivas. La frase simbólica "me pagaste con una traición" sugiere profundamente la naturaleza dicotómica y biunívoca del crédito. Las personas depositan su libertad en organizaciones ideológicas a cambio de promesas y recompensas simbólicas. El bien obtenido a cambio es el "significado" con la reducción de ambigüedad y ansiedad consecuentes. Diríamos que depositan su confianza allí y, por las leyes de los grandes números que tanto benefician a los bancos, nunca acudirán simultáneamente todas a cobrarse de golpe todo lo entregado. Ello es más así cuando la entrega inicial es una forma de "depósito irregular" cuyo reintegro siempre es una nueva "reinterpretación" de la realidad.
El líder dador de significado deviene en poderoso en la medida en que consigue depósitos pasivos (delegación del poder en la toma de decisiones e identificación con él) crecientes sin tener que efectuar transacciones reales mas que esporádicamente. El grado del significado (signo) puede ser social (afecto y pertenencia), status (estima, logro y reputación) o entendimiento propio (autorrealización).
Además, otra clave del poder está en la habilidad de satisfacer las necesidades de los demás sin enseñarles a hacerlo por sí mismos (impidiéndolo por la lógica inercia de la comodidad). A este fenómeno lo llamaremos "el poder del favor". La clave de una "alta cotización en el mercado" empieza muchas veces con "gratuitas" ofertas de ayuda y favores prestados(18) que, además de serlos, son un importante medio de demorar el aprendizaje y la innovación por parte de los receptores de tales favores. Un buen ejemplo lo constituyen los "manitas" en informática de cualquier organización. Su espontánea disposición a arreglar todo tipo de problemas ajenos hace innecesario que el resto aprenda a solucionárselos por sí mismos, convirtiéndolo en persona insustituible y altamente "necesitada" por todos. No sólo, como dicen los teóricos, tiene el control de los recursos escasos, sino que, como los teóricos de la Dirección Estratégica dirían, actúan deliberadamente para convertir recursos relativamente accesibles (bienes normales) en recursos escasos (bienes de lujo) mediante el uso discrecional, sistemático y estratégico del "arte del favor". Inconscientemente, los demás caen presos de su propia inercia y comodidad al devenir esclavos en cierta medida del otro, además de profesarle admiración como experto, por un lado, y agradecimiento como "amigo altruista" por otro (aunque, quizás, al coste de parecer algo tonto e inocente). Así pues, y en contra de la simplificación económica, el altruismo monopoliza.
El anterior ejemplo no agota el amplio abanico de la capacidad ilustrativa del "poder del favor". Su uso está ampliamente extendido, y bastantes veces de modo inconsciente, en las parejas. ¿Qué hay detrás de las siguientes frases?: "sacrificaré mi vida por ti cariño; te daré cuanto necesites; no hace falta que te esfuerces porque siempre estaré a tu lado", etc. Dejamos al lector que haga el correspondiente ejercicio mental de interpretarlas desde la teoría del "Poder del Favor" ... o del "amor". Finalmente, también es utilizado por profesionales de todo tipo cuando evaden, por ejemplo, exteriorizar cualquier detalle relativo al problema que sus clientes les exponen (Abogados, Asesores Fiscales, Médicos etc.). Limitándose a cabecear con cara seria y pensativa, suelen despedir al cliente con frases del tipo "es un caso complicado, veremos qué podemos hacer ... " etc. Quizás la solución sea instantánea y nada complicada, pero demorarla unos días con ciertas consultas telefónicas "estratégicas" sobre detalles irrelevantes aparentemente importantes etc. dota al servicio de un valor mucho mayor.
El reconocimiento de este fenómeno guarda estrecho parentesco con nuestro continuo de relaciones. En el estadio económico se paga por el servicio externo como consecuencia de unos "costes de transacción" que evalúan el coste del "servicio" exterior como menor que el consecuente a endogeneizar tal actividad. En el de información es esta información la que sustituye al servicio para el cálculo de los costes de transacción, mientras que en el de formación la "compra" de esta se produce paralelamente a un cambio desde la lógica del "coste" a la de "recurso", con lo que la formación y desarrollo de los "Recursos Humanos" son una inversión, un activo a favor de la empresa.
Aún así, y como hemos citado, la interpretación transaccional anterior explica sólo una parte del fenómeno del liderazgo. Debe complementarse con las atribuibles a los procesos de identificación citados, ligados indisolublemente con los fenómenos de cultura y liderazgo.
6.13.- Sintonía, Significado y Organización.
Cabe encontrar interesantes relaciones entre los conceptos de Idea,
Ideal, Ideología e Ídolo, el Significado y ciertos tópicos
de la Organización. Tal relación la contemplamos como etapas
de un continuo evolutivo. Ello se expone en la tabla 6.22.
En ella se distingue entre símbolo, simbología,significado
yseñal.
El primero supone un Objeto, imagen o
figura concreta descontextualizada y no generalizable. La segunda un Rito
o conductas respecto a normas contextualizadas externamente. El tercero
interioriza estas normas y apela a la Conciencia
Personal del yo como última instancia, mientras que el término
señal sugiere la interpretación de lo anterior a modo de
un Indicador
(como una señal de tráfico) que "señala"
o apunta a algo que no tiene nada que ver con ella ni con el yo personal.
Recordemos que persona y personalidad vienen de máscara, el papel
que los actores griegos desempeñaban. La Conciencia Holista
no es personal, sino que es el fruto de la comprensión de la proporción
o sitio de uno mismo en la globalidad.
Tabla 6.22: Sintonía, Significado y Ciencias Sociales. Fuente: Elaboración Propia.
SINTONÍA | SIGNOS | ÉNFASIS | OBJETO | EMPRESA | TÓPICO ORGANIZACIONAL | RELIGIÓN |
IDEA | SEÑAL | CONCIENCIA HOLISTA | INDIVIDUO | META, Misión | COORDINACIÓN, Innovación | Amor |
IDEAL | SIGNIFICADO | CONCIENCIA PERSONAL | PERSONA: Ego IDIOSINCRASIA | ORGANIZACIÓN INFORMAL | DIRECCIÓN HACIA OBJETIVOS | Cristianismo |
IDEOLOGÍA | SIMBOLOGÍA | RITO, NORMAS DINÁMICAS, WAY OF LIFE: CONDUCTAS | ROL: MARIDO, OBISPO, JEFE | ORGANIZACIÓN FORMAL | ORGANIZACIÓN PARA OBJETIVOS | Iglesia |
íDOLO | SÍMBOLO | OBJETO ESTÁTICO CONCRETOIMAGEN, DOGMA | MITO, TÓTEM, ICONO | FUNCIÓN OPERATIVA | FUNCIÓN | Sacerdote |
Esta, creemos, quedará explicada mejor con el ejemplo de la evolución del fenómeno religioso:
Ídolo-Símbolo: creencia y adoración de las imágenes concretas y personales (i.e. "San Vicente mártir", patrón de la calle de una ciudad), iconografía, pequeñas estampas, superstición ligada al bienestar personal y seres queridos (hacer novenas para que a uno no le pase nada malo, que le toque la lotería o salga bien un negocio).
En la Organización supone un énfasis en el cargo y su operatoria, en el eficiente y diligente desempeño de las funciones propias del puesto. Se considera a las personas por su rol inmediato y personal (marido, jefe, vecino etc.), por la emoción subjetiva (actitud "pro" o "anti") que producen en uno y por el tótem, mito o dogma que encarnan. Un símbolo es algo concreto, único e independiente del contexto.
Ideología-Simbología: creencia en las normas dinámicas (conductas: behaviorismo moral). Se adoran los roles por su función impersonal (obispo, monja). La vida es conducta respecto a normas, ritos, ceremonias (ir a misa los festivos, confesarse, no comer carne el viernes, etc., hacer obras de caridad y "perdonar las ofensas" La iconografía es impersonal y más general: p.e. un crucifijo sin figura, y se reza más por la sociedad y por metas más abstractas (invocar ayuda para ser más honestos y menos pecadores, etc.).
En la Organización supone el énfasis en la organización formal. Se considera a la persona por su rol social: marido, jefe, vecino por su dimensión y significado externo respecto al grupo de referencia, no aislado del contexto.
Ideal-Significado: conciencia personal más allá de los ritos o costumbres de "comportarse externamente". Se trasciende el rol como desempeño de conductas normativas y se transfiere a uno mismo (se interioriza) como única y absoluta medida para captar el significado que pretende manifestarse por medio de las normas y ritos. Prima la consideración del éxito y el fracaso mediante continuo feedback y TOTE homeostático. Se considera a la persona por su personalidad particular, por lo que es en sí misma y que lo diferencia de los demás.
En la organización encarna en la organización informal, en aquello que hace a las personas distintas de su cargo, involucrando tanto aspectos personales como grupales de liderazgo y cultura.
Idea-Señal: las normas (ideología) y la personalidad (ideal) son vistas como señales de aspectos más profundos. Lo sagrado como experiencia (peak-experience) y conciencia holista desprendida de todo símbolo (imagen, dogma, ídolo, icono), simbología (norma, rito, ceremonia) o significado como representación personal (conciencia personal e idiosincrásica como autoridad principal).
En la Organización tendríamos el concepto de adhocracia, de misión y de Innovación, la instrumentalidad de todo símbolo, simbología o significado (en la organización: función, norma, satisfacción) respecto a la naturaleza creativa y cambiante de la realidad.
Parece trivial afirmar, como comenzábamos esta tesis, que la ciencia es un fenómeno humano. Si centramos nuestra atención en las ciencias sociales, esta trivialidad ya es menos digna de soslayo. Pero si, como hemos visto, las mismas ciencias naturales han recibido un radical golpe en los axiomas largamente aceptados, y que parecían menos cuestionables, forzando a un buen número de sus investigadores a volver su vista a la Filosofía o Psicología de la Ciencia en busca de una Gnoseología válida y a la Sociología y Antropología en la búsqueda de los contenidos concretos de los sesgos implícitos donde sus investigadores inconscientemente "vivían, se movían y tenían el ser", qué duda cabe que el resto de las Ciencias Sociales están en el umbral de una "conmoción" de dimensiones, creemos firmemente, mucho mayores.
En general, sin embargo, todavía no parece respirarse este clima en estos ámbitos. El problema es que estas ciencias, como la física, la neurofisiología, la biología o la química, no sólo han "revisado" las aportaciones de estas "otras" ciencias. Realmente han "creado", en muchos aspectos, una nueva Gnoseología, Filosofía, Psicología, Sociología o Antropología.
Por otro lado, como ya vimos con Gareth Morgan, a modo de ejercicio mental y buscando más ser didácticos que radicales, podríamos contemplar la ciencia como un "mecanismo de defensa" humano (en el sentido freudiano) de proyección en su búsqueda de seguridad. Queriendo hacer a la naturaleza y a dios a su imagen y semejanza como Nietzsche dijo, los hombres han creado una verdad antropocéntrica a la medida de sus temores:
¿Qué es la verdad? un ejército en movimiento de metáforas, metonimias y antropomorfismos, en breve una suma de relaciones humanas que son poética y retóricamente sublimadas, traspuestas y embellecidas que, después de un largo y repetido uso, la gente considera como sólidas, canónicas e inevitables. Las verdades son ilusiones cuya ilusa naturaleza ha sido olvidada, metáforas que han sido usadas y han perdido su huella y que ahora operan como mero metal, ya no como monedas. (Nietzsche en Morgan, 1989, 22).
Una verdad, añadamos, custodiada por medio del miedo y como consecuencia de ese mismo miedo. Ya vimos cómo la organización mecánica nacía de una "representación" de este estilo. Pero ¿Cuántos siglos hemos comulgado con la "irrefutable" realidad de "Administración Científica"? Sin embargo:
"Qué podría ser más antropomórfico en los modelos humanos que decir que todo es una máquina? Las máquinas son creaciones humanas" (Sheldrake en Weber, 81).
Otro tanto podría afirmarse de la hipótesis darwinista de la "supervivencia competitiva"(19), la cual representa cierto "dogma" compartido, no sólo por gran parte de las ciencias empresariales y económicas, sino también por algunos sectores ecologistas. En ella se proyecta el humano sentimiento de separación y de recelo (consecuencia de una racionalidad tan limitada como sesgada e impotente(20)) a la naturaleza extrayendo eslóganes del tipo "la ley de la selva", ignorando, como Morgan señala, que la naturaleza coopera tanto como compite y de que está sujeta a un "milagroso" (nuevamente el sesgo antropocéntrico) equilibrio.
Siendo esto así ¿Qué podemos augurar para La Organización, Dirección o Administración de Empresas, el Marketing, la Contabilidad, la Economía etc.?
Nuestra tesis es que la respuesta correlaciona significativamente con otra pregunta ¿Qué sabemos de este "Nuevo Paradigma"?
Siguiendo el argumento de nuestro trabajo, creemos que una Economía basada en las diferencias, la "transacción" y en la competencia, podría ampliarse gradualmente deviniendo en una Ecología que abarcase igualmente "lo común", la "identificación" y la cooperación. De este modo, una Ecología de síntesis debería trascender, en la medida en que, como entidad que forma parte de lo investigado, le fuese posible:
1.- El sesgo de considerar al hombre como centro del Universo.
2.- El considerar que este no es siempre una entidad independiente u ortogonal en sentido estadístico, sino que su comportamiento colectivo es tan frecuente como significativo para una teoría "elegante" y "parsimoniosa" (en términos de la Metodología de la Ciencia). Cabe observar en él, el menos, tantos comportamientos colectivos como individuales. Resaltemos que una consideración ética de esto implica atribuir maldad y bondad por igual al comportamiento individual y al colectivo. Actuar como individuo independiente no es siempre, ni mucho menos, sinónimo de egoísmo. Más bien podría implicar cierta sabiduría (que redunde a su vez en bien social). Igualmente actuar colectivamente no es, muchas veces, altruista en absoluto. Recordemos desde los problemas corporativistas, nacionalistas o racistas, hasta el comportamiento de las masas fanáticas del fascismo o del fundamentalismo religioso.
3.- Trascender la visión bíblica del hombre "malo", egoísta, interesado y oportunista. El hombre es, parafraseando la célebre frase de Ortega y Gasset, "él y su circunstancia". La "Revolución de los Recursos Humanos" es una asignatura pendiente en este sentido.
Todas estas consideraciones nos sugieren que existe un prometedor campo de investigación, teórico y empírico, que indague los vínculos entre factores cualitativos como la organización y estructura de las empresas, el "Management" de los recursos humanos y toma de decisiones, los estilos de dirección y participación dentro de ellas etc. como componentes esenciales de los ámbitos económicos y, por supuesto, como estimadores y predictores también fiables de ella.
Atendamos, por ejemplo, a la significación del dinero fiduciario en nuestra etapa económica. La necesidad o demanda de liquidez es función directa de la confianza en el símbolo del grupo a que representa esa moneda, normalmente una nación. Cuando el clima de confianza declina en relación a otros países (entiéndase como dato relativo a ellos), se tiende a materializar la liquidez en monedas distintas obligando a su devaluación. En la línea cualitativa que seguimos, significa esto que el dinero fiduciario (papel moneda) y su cotización respecto a otras monedas, lleva consigo dos fenómenos fundamentales:
1.- En primer lugar es el origen más abstracto del poder organizativo o personal puesto que es la potencialidad pura, y sin embargo inmediata, no anclada en ningún bien concreto al representar la capacidad factual amplia de su materialización económica.
2.- En segundo lugar es también un índice de cohesióny armonización que permite identificar, tanto a grandes masas de gente como una unidad de análisis y/o de transacción, como el grado en que las subunidades que la componen interactúan (se relacionan) en cantidad y calidad aceptable (recordemos nuestra dualidad identificación-transacción). Significa esto que la semántica asociada a moneda, economía e índices bursátiles es dependiente directamente de la identidad, confianza y cohesión interna de una sociedad, cuyo símbolo nacional traducido en el ámbito cuantitativo financiero y económico es la moneda.
De este modo, siempre que ocurra un deterioro severo de la identidad es probable que se invierta la preferencia hacia bienes económicos más concretos, como inmuebles o bienes naturales, e incluso, caso que la identidad ostentada por la persona, grupo u organización, sea hostil a su ubicación geográfica, hacia nuevas monedas que representen poder en otras identidades (naciones) distintas.
Las etapas con crisis nacionalista donde coexisten dos tipos de valores/necesidades (los que van desapareciendo y los que van apareciendo) suelen ser llamados de "crisis" social. Y, aunque se reconoce cierta relación entre la economía y cuestiones "sociales" como el nacionalismo, se tiende a concebirlos como dos fenómenos separados, de distinta etiología (como dos variables que se influyen mutuamente). Pero ello, obviamente, no es así. Las crisis, como las guerras, existen únicamente en las mentes de los hombres (una de las declaraciones de la O.N.U. así lo afirma), y sólo desde ahí se manifiestan en lo que llamamos realidad. De este modo, hablar de crisis económica puede convertirse en hablar de crisis en la mente (en las "representaciones" o conjunto de "significados" compartidos) de los hombres, porque la economía podría asimilarse a un termómetro donde se refleja el clima de confianza resultante de la compleja madeja de relaciones que los seres humanos tenemos, con nuestras creencias, actitudes y valores correspondientes. "Crisis económica" sería lo que en jerga clínica se conoce como un "síndrome" con sus síntomas correspondientes: valga decir que se tiene 38,5º de fiebre. Recuérdese el eterno enfrentamiento entre las corrientes estructuralista y monetarista en Economía: que el Banco de España manipule los tipos de interés puede tener la analogía médica de recetar antipiréticos sin averiguar las causas más profundas.
Como vimos en un capítulo anterior, en Economía se confunden muchas veces las unidades de análisis (de consumo, de renta, de ahorro o de gasto). De forma muchas veces indistinta son los individuos, las familias y las naciones. Pero, como en los bancos, las "cuentas" han de tener una identidad, un nombre bajo el cual el "negocio" del debe y el haber, de la suma, la resta y el saldo tenga lugar, porque sin "identidad" no hay transacción, ni negocio ni economía posible. Y una vez encontrada "nuestra identidad", ya se puede empezar a hablar de relaciones "beneficiosas" para nuestra "patria" o empresa, de ganancias y de pérdidas, de déficit o de superávit.
Cuando, en mayor o menor grado, nos identificamos con una idea política, social, religiosa o nacional, rompemos (trascendemos) en la misma medida las cuentas individuales de "pérdidas y ganancias" para convertirlas en una sola común. Es decir, dentro de la familia (la organización más básica) no suelen existir "cuentas" separadas y, en menor medida, dentro del "pueblo" o el "país" de uno tampoco. Asimismo, es fácil recolectar donativos para construir el campo de fútbol de un pueblo porque el individuo es el pueblo en cierta medida, y quizás también es fácil recolectar ayuda para Somalia o Bosnia porque el individuo es, asimismo, la humanidad en cierto grado. Caben interpretaciones radicalmente individualistas, como la de Gary Becker citada, pero nos inclinamos mucho más por utilizar una redefinición de las unidades de análisis: entender que el individuo no siempre actúa como tal, sino como parte de una identidad más grande con la que, en ciertos momentos "sintoniza". Es esta identidad supra-individual la que explica mejor ciertos comportamientos "altruistas".
Cuando escuchamos en cualquier medio de comunicación algún comentario sobre el estado de la "balanza de pagos" en relación con una identidad nacional (por ejemplo, España), escuchamos algo que seguramente para un nacionalista radical catalán o vasco carece de sentido. Para este, la balanza real es aquella que se establece entre el "gobierno central" (u otros "países") y "su país". Luego volvemos a la idea inicial de que la Economía, la transacción, comienzan después de lo cultural, nacional y político como una instrumentalización particular de la emergencia de identidades dispares. La Contabilidad, lo transaccional y lo económico comienza donde las personas y los grupos trazan las líneas desde las cuales se conciben como "identidades" distintas, cuando saben "quiénes somos nosotros" y "quienes son ellos".
Finalmente, es bien patente hoy que conceptos como la familia y la nación patria están en crisis. Europa atraviesa una crisis de nacionalismo sin precedentes. La "soberanía nacional" es el valor supremo argumentado en los incipientes foros europeos aunque suponga una abierta contradicción con lo que la unión pretende ser. Los jefes de cada nación hablan a sus "compatriotas" de lo mucho que les va a beneficiar este pacto, que frente a los "costes" vendrán las "ganancias" y hasta que la "identidad" nacional saldrá reforzada en la futura "Europa de los pueblos" etc. Añádase la no menos importante crisis adicional de los "otros" nacionalismos emergentes para entender parte, si no la totalidad, de la crisis económica actual.
Otro tanto acontece, por ejemplo, con el concepto "crédito financiero". Crédito viene del latín "credere": confianza. Así puestos, conceder un préstamo o, aún más, un crédito de disposición gradual, no es más que cuantificar, en moneda de curso legal, la confianza que alguien deposita en nosotros. Y qué duda cabe que esta confianza correlaciona directamente con la afinidad geográfica, nacional, cultural y de raza que exista.
Un fenómeno similar cabe encontrar en el mundo de la Organización de Empresas. Como ya vimos, paralelamente al auge que la cultura empresarial está teniendo hoy en día, existen otras aproximaciones que afirman que no es que la empresa tenga una cultura, sino que la empresa es una cultura: al igual que los hombres se asociaban en la edad media en gremios y estructuras feudales, así hoy en día la cultura es asociarse del modo que llamamos empresas u organizaciones. Tal modo pasará quizás a la historia a medio plazo, y tal vez con la misma increíble celeridad con que cayeron las estructuras comunistas del Este.
Por tanto ¿hacia donde se dirigen las organizaciones? Para nosotros, breve y categóricamente: hacia la Innovación. Cada día más, el problema es que el producto a conseguir es algo mucho más complejo e incierto; brevemente: algo, cada vez más nuevo. Se ha dicho hasta la saciedad que el momento actual se caracteriza por el cambio continuo y acelerado de productos, tecnologías, mercados etc. Así, la innovación (entendida como la investigación, desarrollo y oferta de nuevos productos o servicios) se vuelve la razón de ser de un creciente número de empresas y organizaciones. Así que, de pronto, toda la organización estructurada (burocrática o profesional), que antaño era eficaz, se vuelve un obstáculo. Se hace realidad entonces lo que alguien dijo: "la organización es la tumba de la innovación y la pesada losa de los profesionales ha sido arrastrada hasta la puerta del sepulcro".
En cuanto a nosotros, los científicos, sería prudente aceptar que nos hemos organizado y normalizado como profesionales y académicos, pareciendo lógico que, como corporaciones, compitamos entre nosotros en la reivindicación de la mayor parte posible de la "tarta de la verdad" aunque esta, en última instancia, no nos preocupe en demasía. La defensa de nuestros intereses corporativos, a modo de "derechos adquiridos", junto al paranoico (Kets de Vries, 1985) cuidado de nuestra reputación e imagen, no parecería augurar un final feliz a la efímera flor de la innovación.
La Organización y la Ciencia Innovadoras deben entender este tipo de problemas. Tanto en su interior como en su "staff" externo de asesores, existe la inercia de los expertos. Como el funámbulo en la cuerda, un Directivo o Científico Innovador ha de discernir día a día el "grano de la paja".
Esta última se encuentra, en primer lugar, en mucho del actual énfasis en la planificación y el control. Detrás de estos conceptos se esconde muchas veces un miedo a la incertidumbre patológico, una endémica esterilidad en la producción de nuevas soluciones. Los costes inherentes a un erróneo énfasis en ellos, ya de por sí altos, son pocos comparados con aquellos derivados de su miope enfoque de la Estrategia Empresarial. La planificación, lejos de ser un proceso racional, evidencia ser más un irracional impulso a que las cosas nos sigan siendo familiares que una eficaz asignación de recursos.
En segundo lugar están los normalizadores del saber: los expertos. Muy útiles en entornos estables y con baja tasa de cambio, pueden convertirse en una pesadilla cuando hay que innovar en entornos turbulentos(21). En el terreno científico esto se traduce en el "academicismo".
En tercer lugar hay que destacar el limitado papel de los incentivos externos: siempre que se establece un sistema de recompensa a la innovación, las personas "se organizan" para conseguirlas. Incluso los mismos entes que la promueven, ante la obligatoriedad de justificar sus asignaciones presupuestarias, "cubren el expediente" publicitándolas y ejecutándolas en una provechosa operación de "marketing de imagen", que no en una real gestión de la innovación.
El grano, sin embargo, reside en características que escapan muchas veces a la tangibilidad inmediata. Más allá de la normalización de habilidades (aunque las incluya), el innovador prima el aprendizaje frente a la planificación(22), el valor inmenso del error frente a su ocultación neurótica, la relación informal (adaptación mutua) frente a la estructuración normativa (sean estas normas de procedimiento, rendimiento y de habilidades o jerárquicas de poder). La dirección es vista más como coordinación y su desempeño, lejos de ser vitalicio, implica cierta rotación de puestos.
Asimismo, los verdaderos bienes del futuro son inmateriales, intangibles y de una ubicuidad pasmosa. La Información y la Formación son estos bienes del presente y del futuro, y no cabe esperar que sus mecanismos de coordinación (organización y mercado) sean los mismos que los de los bienes materiales.
Finalmente, hablar de los límites de la empresa, obviamente, tampoco tiene sentido desde las perspectivas innovadoras. Los conceptos de "redes neuronales" sugieren que la abstracción que suponen la empresa o el mercado son más una cuestión de grado que de fronteras, de significados que de "lugares".
A continuación, y aún a riesgo de caer en la redundancia, pasamos a resumir los aspectos más importantes de este trabajo:
1.- En cuanto a la Empresa, todas las Ciencias Sociales que la estudian han importado sus modelos de las ciencias naturales. Así que cabe esperar lo propio en esta ocasión. Una forma de empezar es "darse cuenta" de las representaciones implícitas que estas tienen de ella. Morgan las describe como "imágenes" (máquina, organismo, cerebro, cultura, poder, etc.), pero lo importante es descubrir cómo, asumidas inconscientemente, alimentan nuestra parcialidad y subjetivismo e impiden la creación de un marco teórico sólido para cada una de ellas.
2.- Respecto a las imágenes, la representación mecanicista y dualista (mente-materia etc.) ha contaminado el concepto de racionalidad en Ciencias Sociales. Unas caen bajo el hechizo de las Matemáticas (Economía) y la Estadística (Sociología y Psicología) asimilando la racionalidad con ellas, mientras que otras abrazan los conceptos de Autoridad, Mando, y Jerarquía como sus sinónimos. La exactitud y la precisión, la eficiencia y la perfección (de acuerdo a algún patrón estable) son sus lemas.
3.- Además, podemos ver cómo han ido evolucionando las ciencias empresariales inclinándose hacia ciertas ciencias en detrimento de otras según ciertas etapas y paralelamente a la evolución de la ciencia y de la sociedad. Nosotros encontramos, entre otras, las etapas jurídica, económica, información, formación e innovación, creyendo que, globalmente, el énfasis está actualmente pasando desde la económica a la de información.
4.- La "complejidad" inherente a la empresa requiere la emergencia de nuevas disciplinas que recojan, de modo más eficaz, las aportaciones de las ciencias "clásicas" y las reformulen de forma nueva. Así, emergen nuevas ciencias interdisciplinares que explican mejor el complejo mundo de la empresa que las tradicionales. Un ejemplo lo tenemos en los recientes estudios de "Administración, Organización y Dirección de empresas" con su titulación académica específica. Su incardinación práctica con las necesidades sociales obliga a la interdisciplinariedad citada. Ello unido al nuevo paradigma, de resultados imprevisibles pero radicales, requerirá una revisión epistemológica y metodológica que abandone la tradicional e irreal separación de las ciencias clásicas de la empresa. Nosotros proponemos el nombre de Organización (definida como "dar un sentido a varios sentidos") para esa eventual ciencia de síntesis.
5.- Los aspectos cuantitativos, gracias al auxilio de soportes informatizados, dejarán paso a aspectos cualitativos demasiado olvidados en la actualidad. La necesaria simetría entre el complejo mundo real, empírico del fenómeno empresarial impulsaría esta renovación en el mundo académico. Desafortunadamente, y de modo realmente increíble, términos como precisión, modelización matemática y/o estadística han sido asimilados al realismo, a "poder de predicción", y a variables "duras" (hard) sin ninguna justificación ni evidencia real. Aún con menos justificación, las variables cualitativas (verdaderas teorías descriptivas cuya capacidad de predicción es mayor gracias a que su "no exactitud" permite soportar mayor complejidad), se bautizaron como "blandas" (soft) con la idea implícita de que son de rango explicativo menor o secundario. Las razones, quizás, podemos encontrarlas, de nuevo, en aspectos culturales inconscientes del mismo tipo que las que mantienen los estereotipos occidentales de lo "masculino" (lo "hard" e importante) y lo "femenino" (lo "soft" y subordinado). Probablemente, la simulación informatizada logre una equilibrada síntesis entre estas dos "imágenes" complementarias de la realidad.
6.- Vivimos en un mundo turbulento, complejo e incierto. Nada puede negar que los aspectos sociales, jurídicos, económicos y culturales son facetas de una misma realidad. Y la ciencia no puede cruzarse de brazos y decir, por ejemplo, que los fundamentalismos religiosos, la identificación nacionalista, la familia y los grupos de amigos y enemigos (motores del mundo) caen fuera de la explicación de sus elegantes modelos racionales. Debemos buscar una ciencia de síntesis que los explique mejor "en conjunto" no separadamente y de modo inconmensurable (en el sentido de Kuhn).
7.- En este sentido, nuestra proposición consiste, en primer lugar, en un continuo de relaciones humanas, tomando como base que estas son el origen de todas las ciencias sociales. Frente a la postura usual de centrarse en los individuos, nuestra unidad de análisis es la relación misma. Esta relación, obviamente, es compleja en todas las dimensiones que queramos, al estilo de las postuladas por la Teoría de Sistemas; nosotros elegimos las dimensiones de frecuencia(23)y estandarización como las relevantes, creyendo que una eventual investigación empírica posterior podría construir, sin excesivas dificultades, estimadores válidos de estos conceptos. Seguimos con el aserto de que toda relación humana y social es una tendencia a la satisfacción de necesidades (especificar si son individuales o colectivas es caer en un error metodológico). Según la frecuencia y el grado de estandarización, así como el nivel de estas necesidades, se manifestará en una etapa con características específicas: jurídica, económica etc. Esto es aplicable al mundo social, empresarial, económico ¡y al científico!
8.- Básicamente, la identidad discurre por un continuo que va desde el ego hasta el grupo o sociedad e incluso la trascendencia (ego-grupo-trascendencia). Cada situación, contexto o escenario determinará el grado de amplitud e intensidad de esta identidad, residiendo en este grado el círculo "no se pasa" o frontera de inclusión-exclusión a partir de la cual se construye lo interno y lo externo, la organización (vía identificación) y el entorno (externo) con el cual comienza la transacción (nótese que esta explicación es opuesta, simétrica y complementaria a la de los costes de transacción). El individuo como unidad de análisis es más la excepción que la regla. Lo más normal es encontrarnos con unidades "difusas", al estilo de la emergente "Fuzzy Logic" o Lógica Difusa en Matemáticas donde las variables "pertenecen" en grado variable a diversas categorías a la vez.
9.- El mecanismo por el cual la identidad se desplaza a través del continuo es el de Sintonía, de modo que todo cuanto esté "sintonizado" respecto al tema relevante a considerar constituye una unidad, además de una "unidad de análisis". La Sintonía representa la otra "cara de la moneda" del comportamiento social y humano respecto al paradigma del procesamiento de la información. Esta otra cara es, empero, la cara oculta, el fenómeno relegado fuera de las fronteras del modelo "racional" por manifiesta inconmensurabilidad con él. Creemos que, al igual que el procesamiento de información ya es un paradigma válido gracias precisamente a la omnipresencia de la informática en nuestras vidas, el de sintonía puede también serlo gracias a omnipresente realidad de las emisiones de radio y televisión. Creemos firmemente que es un modelo "superior" científicamente en cuanto a que incluye y explica el del procesamiento de información como un caso particular (grados crecientes de desintonización) de él.
Sin perjuicio de las clasificaciones expuestas en este capítulo,
la Sintonía podría clasificarse en dos dimensiones: la formal
y
la informal. La primera supone el grado de
identificación del individuo con la organización, el grado
en que deja de ser él mismo para "ser la organización". En
este caso, la analogía organizativa de las necesidades individuales
la representan los mecanismos de coordinación. La segunda es el
grado en que el individuo "es su familia, amigos o ideologías".
La analogía de las necesidades individuales sería ahora el
continuo de relaciones sociales propuesto por nosotros en el capítulo
5.
En el centro de este triángulo (y común a los tres vértices)
subyace la jerarquía de Tipos de Razón o de Mente que sugerimos
en este capítulo (las 6 H's). Una ilustración se muestra
en la figura 6.14.
Figura 6.14: Triángulo de Sintonía: Necesidades, Mecanismos de Coordinación y Relaciones Sociales. Fuente: Elaboración Propia.
10.- En esta línea, creemos que existe una profunda, directa e íntima relación entre el nacionalismo y la Economía General real del mundo, entre la Cultura Organizativa y su Estrategia y Estructura. Esto no lo expresamos sólo en el sentido clásico de que cabría esperar, empíricamente, una fuerte correlación entre ellos (cosa que también conjeturamos), sino que expresan distintos niveles del mismo fenómeno en el sentido de los órdenes implícitos y explícitos de Bohm, no cabiendo explicaciones causales donde se dote a un concepto de independencia respecto a otro que se le supone endógeno.
11.- La Cultura y la Economía son los dos paradigmas que han encarnado los dos polos identificación-transacción de sintonía-procesamiento. En el primero son importantes los procesos autopoiéticos de autorrepresentación, mientras que en el segundo lo son la otra cara complementaria de estos: la representación como "entorno" como lo que no es "nosotros": "los otros". Evidentemente, ambos aspectos se encuentran siempre dialécticamente unidos, aunque en ciertos fenómenos destaque la cultura (en la organización o empresa) y en otros la economía (mercado entre "agentes" distintos). Ambos son modos distintos de asignación de recursos: la Cultura mediante el "role playing" y Economía mediante el "sistema de precios", sin ser, a priori, ninguno más "eficiente" ni eficaz que el otro. La "imagen de marca" es un modo de "organizar el mercado", mientras que una política de remuneración del personal con incentivos al "output" personal o grupal es un modo de "mercadear" la organización.
De igual modo, el nuevo paradigma que proponemos en Organización
tiene sus raíces en ambos enfoques, sin poder ser reducido nunca
a uno de ellos. La evolución de ambas corrientes parece concurrir
en este nuevo paradigma, como se expone en la figura 6.15.
Figura 6.15: Evolución Convergente de la Economía y la Organización hacia el Nuevo Paradigma. Fuente: Elaboración Propia.
12.- Es tan válido decir que el dinero, lo financiero y lo económico son cultura como que el sexo, el afecto, las creencias, cogniciones y los valores se instrumentalizan de modo económico. En este capítulo ya hemos intentado hacer algunas interpretaciones "cruzadas" alternativas de tópicos propios de una ciencia desde otra.
13.- La Empresa, como organización, es un "construcción" humana relativamente reciente y en evolución continua. La Dirección Estratégica de Organización de Empresas queda situada al mismo nivel que el del entrenamiento en Habilidades Sociales o en Asertividad en Psicología. El problema es que el factor central que orienta la acción sigue siendo los objetivos de la empresa o individuo. El reconocimiento de que la pre-existencia de objetivos impide "conocer" y "comprender" la realidad compleja puede dar paso a orientaciones tipo "Grass-Roots" de Estrategia Emergente (muy parecido a la Psicología Humanista donde se "deja crecer" al discente en educación o "autocomprenderse" al cliente, antes que intervenir activamente sobre él) donde el análisis (sea de la potencialidades internas o externas etc.) se revele perjudicial para la verdadera innovación y quede relegado a los aspectos tácticos o administrativos donde sí es necesario.
La "toma de decisiones" implícita
en este enfoque adolece de la necesaria creatividad para un mundo crecientemente
innovador donde el camino no está hecho y donde, por tanto, no hay
alternativas claras y donde la misma construcción de estas ahoga
la visión holista de la complejidad. El aparente caos que supondría
la ausencia de objetivos y decisiones pronto debería revelarse como
un fantasma ilusorio, del mismo modo que la erradicación del castigo
físico en las escuelas y organizaciones no produjo un "libertinaje"
que impidiera la enseñanza o la coordinación necesarias.
A continuación, y basándonos en nuestra matriz M-E (Grandío
y Bou, 1994), presentamos la evolución que, a nuestro juicio, ha
seguido y va a seguir la Dirección de Empresas.
Tabla 6.23.- Evolución Paradigmática en Dirección de Empresas según la Matriz M-E (Grandío y Bou, 1994). Fuente: elaboración propia.
Mintzberg (1979) | Estructura Simple | Burocracia Maquinal | Estructura Divisional | Burocracia Profesional | Adhocracia | - |
Organización Entrepreneurial | Organización Maquinal | Organización Diversificada | Organización Profesional | Organización Innovadora | Misionaria | |
Mecanismo de Coordinación | ||||||
Supervisión Directa | Normalización de Actividades | Normalización de Resultados | Normalización de Habilidades | Adaptación Mutua | Normalización de Normas | |
Fisiológicas | Dirección Científica | |||||
Seguridad | Tª Agencia y Contractual/Planificación Estratégica | |||||
Sociales/Nec. Logro | Costes Transacción/Dirección Estratégica | |||||
Estima(Status) | Lógica Dominante/Recursos y Capacidades | |||||
Autorrealización | Aprendizaje/ Desarrollo Organizativo | |||||
Trascendencia | Paradigma Transformacional, TQM |
Una ampliación y síntesis de este modelo, junto a nuestro
Continuo de Relaciones y Nuestro Continuo de Mentes se exhibe en la figura
6.15.
Figura 6.16: Evolución de las Teorías en Dirección de Empresas respecto a nuestros tópicos. Fuente: Elaboración Propia.
Dentro del actual paradigma (la Dirección Estratégica) y casi para finalizar, permítasenos retomar las 4 preguntas a que debería responder específicamente esta disciplina según Rumelt, Schendel, Teece (1994) (las cuales ya expusimos en el capítulo 3) e intentar, a título tentativo, elaborar nosotros mimos las respuestas "inspirándonos" en el Nuevo Paradigma.
1.- ¿Cómo se comportan las empresas? Por ejemplo: ¿De modo racional, racionalmente limitadas o de modo irracional?
Desde nuestra óptica, se comportan de modo racional con todo aquello que no es considerado un objetivo (léase la operativización de una necesidad activa). Esto supone interpretar lo que no es un objetivo como un recurso subordinado. Estos recursos subordinados sí son tratados de acuerdo a criterios de optimización "racionales". Ahora bien, aquellos objetivos a alcanzar no lo son en la medida que representan el "absoluto noético" de la organización en su conjunto y, en gran medida, son irracionales, aunque sean disfrazados con términos "racionales" (performance, competitividad, beneficios etc.).
Además, y si se nos permite ir algo más lejos, el comportamiento racional de un directivo o consumidor debe ser investigado "de lunes a domingo". Por ejemplo, las industrias del ocio "son" industrias complementarias e indisolublemente ligadas a las industrias "racionales" normalmente contempladas por la literatura empresarial. Los grupos privilegiados de altos directivos son consumidores de esa industria del ocio, restauración y juego lúdico que crece, en la misma medida, junto a la otra. Es, diríamos su contrapartida inevitable y, en la medida que sólo ellos representan el mercado potencial, deberían contemplarse juntos ambos tipos de "negocios": los racionales y los irracionales: los que venden sexo, placer, evasión, boato, diversión etc.
Inversamente, las empresas del ocio están dirigidas por roles directivos más o menos racionales cuyo negocio es su segundo rol no racional. Unas vacaciones son tanto un recurso ofertado de acuerdo a leyes de optimización económica como el capricho dictado por el viejo deseo de respirar el aire y contemplar los fabulosos amaneceres de tal playa tropical. De modo que el mismo directivo "ejerce" en distintos momentos ambos roles. De modo que todo miembro de una organización ejerce rutinas para poder comprar aventuras, se "comporta" para poder "soltarse", racionaliza en la organización para poder soñar el fin de semana en la montaña. Y estos comportamientos no son independientes entre sí.
La implicaciones de esto son claras: no podemos acabar el capítulo epistemológico de una disciplina con términos como "performance", beneficio o ventaja competitiva sin sentirnos defraudados. Las organizaciones tienen sus raíces en la parte caótica de los fines de semana y en el comportamiento lúdico, familiar etc.
2.- ¿Por qué son las empresas diferentes?: ¿qué mantiene la heterogeneidad en recursos y en rendimientos entre estrechos competidores a pesar de la competición y de los intentos imitativos?
Como la teoría de la complejidad sugiere, nunca se repite un mismo fenómenos exactamente. Además, tanto el término "rendimiento" como el de competidor, en una etapa informativa, carecen de relevancia central. Probablemente, sin embargo y más allá de los relativamente estáticos e inertes recursos y capacidades, sean la creatividad y la pasión por aprender, la mejora continua y el espíritu de servicio las variables claves del mañana.
3.- ¿Cual es la función o el valor añadido del departamento de los directivos en una empresa diversificada? ó ¿Qué limita el ámbito o extensión(24) de la empresa?
Las funciones tradicionales de Planificación, Organización, Coordinación y Control son asumidas por las modernas tecnologías de la información mediante la automatización de incluso la toma de decisiones a tres niveles: los CPD's (centros de procesos de datos a nivel operativo), los SID's (sistemas de información para la dirección, a nivel táctico) y los SIE (sistemas de información estratégica a nivel estratégico(25)). Tales niveles, pues, son cada vez más un problema de programación informática que una tarea directiva.
La verdadera tarea directiva es, cada día más, dotar de sentido a toda la creciente avalancha de información y datos de que estas tecnologías les proveen. La Gestión de Significado es pues el verdadero valor añadido del staff directivo. Desde la definición de organización que hemos dado al principio del capítulo 5 (la de dar un único sentido a varios sentidos distintos previos), la tarea directiva es esta. El concepto de sinergía se empapa de esta concepción en su más amplio sentido aquí.
De este modo, la diversificación está más relacionada con la capacidad de proceso (interpretación) respecto a "pools" de datos específicos, culturas, "líneas de investigación y desarrollo" y con conocimientos y habilidades compartidas intangibles, que con aspectos de costes de transacción o de "imperfecciones del mercado". Además, la filosofía de "red", en la que las empresas se asemejan más a una compleja maraña de interrrelaciones harán que el concepto "conectividad" cobre mayor relevancia en deterioro de esta pregunta.
Y, en la misma línea, los límites de la empresa son límites de procesamiento, interpretación y representación compartida de la información.
4.- ¿Qué determina el éxito o el fracaso en la competición internacional? ó ¿cuáles son los orígenes del éxito y cuáles son sus manifestaciones particulares es escenarios internacionales o competición global?
Lo "internacional", de nuevo, vuelve a ser un problema de gestión de la informativo. Las Redes de Tele-Información planetaria (i.e. Internet) están socavando las barreras del tiempo y del espacio. En gran parte, el concepto de "nacional" puede pasar a un segundo plano.
Por otro lado, y como en la vida de los individuos, competir tiene sus
raíces en cooperar. El énfasis en la personalidad que triunfa
es sólo una etapa en nuestras necesidades (como las necesidades
de logro de Maslow o McCleland), igual que el éxito económico.
La Universidades compiten y cooperan, pero el conocimiento es otro tipo
de bien. De modo que la tensión dialéctica producida entre
Cooperar y Competir tiene como resultado la creatividad y la innovación.
Además, démonos cuenta de que la verdadera "estrategia"
del mañana es la Innovación. Y, desde nuestro punto de vista,
y al contrario de la opinión de Porter (1985), Innovar es la necesaria
síntesis en un nuevo concepto de la dicotomía de este autor
"Diferenciación-Coste Mínimo". Creemos que esto es lo que
ha caracterizado a la empresa japonesa en su conjunto, más allá
de las dualidades occidentales. Innovar supone, realmente, una estrategia
de orden superior, una especie de "metaestrategia".
Figura 6.17: La Innovación como síntesis entre Diferenciación y Coste Mínimo. Fuente: Elaboración Propia.
14.- Como resumen máximo, un modo rápido de referirse a este trabajo sería llamarlo el Modelo "M.M.M.": el modelo Maslow, Morgan y Mintzberg. Y un breve repaso de cuanto ha hecho famosos a estos autores podría resumirse también en tres palabras: Necesidad, Imagen y Estructura respectivamente.
En una frase, nuestra tesis podría ser: "tenemos necesidades, estas nos hacen "soñar" en cómo satisfacerlas. La suma de la necesidad y el sueño crea una imagen, representación o deseo de cómo debería ser la realidad. Y a partir de aquí, estructuramos, organizamos y economizamos nuestra vida."
Naturalmente, por el camino de todo esto, suceden muchas cosas. Para comprenderlo haríamos bien en descubrir, primeramente, qué necesidad es la que más "manda" en nosotros o en nuestra organización.
En segundo lugar, seguramente, nos vendría bien saber con quién y qué estamos identificados, de qué o quién nos sentimos parte. Cuando lo sepamos, acabaremos de descubrir la unidad de análisis, nuestra Organización. Un paso más nos hará percatarnos que lo que ha quedado fuera constituye el entorno o Mercado con quien intercambiamos, transaccionamos. Ambos conceptos construyen nuestra imagen o representación que, a su vez, hace de "interface" entre ellos.
En tercer lugar, en esta supuesta película, podemos darnos cuenta que la división anterior es fruto de nuestro condicionamiento cultural y social, del aprendizaje "pasivo" y que la "representación", por su naturaleza, nunca puede ser la verdad. ¿Cómo, pues, vamos a salir de ella? ¿Es siquiera posible?
En cuarto lugar sólo quedan dos soluciones:
1.- Negar esta posibilidad, con lo cual el relato ha llegado a su lógico final.
2.- Toparse con el Nuevo Paradigma y seguir investigando.
15.- Si tomásemos perennemente la opción 2, para terminar,
y esta querría ser la conclusión global de esta tesis, descubriríamos
que puede haber un modo diferente tanto de hacer Organización como
de hacer Ciencia. Como algunos autores han señalado,
siempre ha existido una minoría de científicos(26)
que llevaban "la ciencia en los huesos", para los cuales nunca existen
fronteras entre las distintas disciplinas ni en su propia vida. Quiere
esto decir que ésta nunca estuvo dividida en Trabajo y Ocio, en
Ocupación y Descanso, en Serio y Divertido, en Pareja-Familia y
Profesión. Sin horarios, investigan día y noche divirtiéndose
y sabiendo que la Filosofía, el Arte, la Ciencia y la Religión
son, esencialmente, lo mismo.
A ellos, como a todo y a todos cuanto ellos amaron, dedico, humildemente,
esta Tesis.
Castellón, 12 de Febrero de 1996. Antonio Grandío Botella.
Notas al pie del Capítulo 6
(1) Recomendamos recordar el iluminador ejemplo citado en ese capítulo de R. Sheldrake del científico y el televisor.
(2) Se llama así al misterio de la Trinidad, en virtud del cual Dios es tres personas (Padre, Hijo y E. Santo) y Una sola a la vez.
(3) Entendemos por "Necesidad Activa" aquella que está vigente y es válida (en términos de énfasis puesto en ella) en un momento del tiempo para una persona o grupo.
(4) En próximos apartados veremos su correspondencia con los niveles heurístico y hermético (y sus métodos: "investigación sistemática" y "contemplación sistémica" respectivamente) en nuestro modelo de las 6 mentes (las 6 h´s).
(5) Aún así, el cristianismo tuvo también dos corrientes bien diferenciadas: la de Agustín de Hipona que adoptó las teorías de Platón a las enseñanzas cristianas y las de Tomás de Aquino que, bastante más tarde, adoptó las de Aristóteles. Fue esta última la que predominó y la que se descubre cuando observamos la educación, las artes y la ciencia moderna.
(6) Atendiendo a nuestra clasificación del apartado siguiente, los "ismos" en general pueden considerarse como degeneraciones de la idea inicial vía ideal, ideología e ídolo.
(7) Incluimos, obviamente, el alcohol.
(8) Esta clasificación guarda semejanzas con otras clasificaciones. Por ejemplo los 3 niveles del desarrollo moral de L. Kohlberg (1976, en Pérez Delgado, E. 1991, 61): Pensamiento Pre-convencional, Convencional y Post-convencional.
(9) Se sabe hoy en día que este proceder provoca una definida respuesta fisiológica: la reiteración de palabras o sonidos produce una reverberación en el cráneo que estimula la secreción ciertos opiáceos biológicos con su correspondiente respuesta psico-fisiológica (i.e. relajación de la musculatura lisa -involuntaria -, estados alterados de conciencia, etc.). Un fenómeno muy parecido se da en la práctica rutinaria de cualquier deporte, con lo cual, y paradójicamente, el deporte representaría una particular forma de "drogarse".
(10) RATIO: Ruta Ascendente de Transición Individuo-Organización (Grandío y Bou, 1994).
(11) Usamos esta palabra por su utilidad comunicativa. Sin embargo, no compartimos este término porque implica un visión ya trascendida en el Nuevo Paradigma. La empresa, o el ser humano, llama turbulento a lo que "corre más deprisa que él o ella misma", con lo cual ya está poniendo en evidencia su incapacidad endémica de innovar. Comulgamos con la demoledora crítica que Mintzberg hace de este término (Mintzberg, 1994, 204, 238-239).
(12) "Brave New World" el original en inglés de 1932.
(13) Quizás en esta reflexión se basó Marx para la elaboración del concepto de plusvalía.
(14) El "Academicismo" y la "Profesionalización" son, muchas veces, obstáculos reales, tanto en contra de la genuina investigación científica, como de la innovación en la empresa.
(15) No cabe duda de que ciertas organizaciones "sectarias" no pueden incluirse en esta afirmación. Los férreos dogmas y sistemas de disciplina que los caracterizan las ubican conceptualmente más cerca de las organizaciones burocráticas. Sin embargo, interpretamos el espíritu que pareció inspirar a Mintzberg cuando, sugiriendo cierto tinte evolutivo, caracterizó laorganización misionaria como una organización "postadhocrárica" (Mintzberg, 1979, final). Además, quizás sea esclarecedor en estas organizaciones distinguir tajantemente entre lo aplicable al líder y lo aplicable a los seguidores. O también en cuanto a organizaciones, entre aquellas autoritarias, con dogmas, líderes y seguidores y las innovadoras, donde priman la flexibilidad y la investigación.
(16) Estos mismos autores reconocen la importancia de Schumpeter en su teoría: "La influencia de Schumpeter es tan penetrante en nuestra obra que requiere aquí una mención especial." (Nelson & Winter, 1982, 39). De hecho, dedican la quinta parte de su obra (tres capítulos completos) a la revisión de los conceptos schumpeterianos.
(17) Ya hemos comentado que este concepto evolutivo viene referido al nivel máximo alcanzado por la conciencia de un individuo o grupo en un momento dado. Este último nivel tiene el grado de "absoluto" no relativo a nada, y define los referentes también absolutos respecto a los cuales se "representa" el mundo.
(18) No hace falta, en absoluto, que las transacciones sean gratuitas o "favores". Pueden estar remuneradas perfectamente.
(19) "Super"-"vivencia" ya indica un "vivir sobre", una vida "contra" y un "panhostilismo guerrero" emblemáticos de cierta "paranoia" humana.
(20) "Rebautizada" paradójica, si no trágicamente, como "racionalidad".
(21) Prácticamente todos en la actualidad.
(22) Recordemos la ya clásica polémica entre Ansoff y Mintzberg, entre la planificación y el aprendizaje.
(23) A última hora nos hemos dado cuenta de que esta frecuencia no sólo se refiere a la dimensión temporal, sino también a la dimensión espacial de conectividad, concepto sacado de las redes neuronales que hace referencia a la riqueza de conexiones de cada nodo de una red.
(24) "Scope" en el original.
(25) Véase lo que ha venido a denominarse "Minería de Datos" (Data Minery), en la cual los ordenadores (24 horas al díay en horas de ocio) van recompilando datos automáticamente vía "interrnet" según ciertas especificaciones dictadas periódicamente por el "top management", el cual solicita su tratamiento pertinente de acuerdo a "ideas" o "intuiciones".
(26) Véase Bohm &
Peat (1987) o los hombres científicos frente a los hombres "hormiga"
de Feyerabend (1970).
Índice
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