CAPÍTULO 2:
El Paradigma Emergente en la Ciencia.









"The line it is drawn, the curse it is cast
The slow one now will later be fast.
As the present now will later be past.
The order is rapidly fadin'
And the first one now will later be last
For the Times They are a-Changin'"
Bob Dylan (1964).
 

2.1.- Introducción.
2.2.- La Noción de Causalidad.
2.2.1.- Motivación y Ciencia: el conflicto entre Medios y Fines.
2.3.- El Nuevo Paradigma.
2.3.1.- Sincronicidad, una Alternativa a las Hipótesis de Causalidad.
2.3.2.- Órdenes Implícitos y Explícitos: Variables Ocultas.
2.3.3.- El Modelo Holográfico.
2.3.4.- Los Campos Morfogenéticos y la Resonancia.
2.3.5.- Las Estructuras Disipativas.
2.3.6. Complejidad, Caos y Estructuras Fractales.
2.4.- Resumen y Conclusión.

Índice

2.- El Paradigma Emergente en la Ciencia.

2.1.- Introducción.

Antes de abordar las fundamentales aportaciones de lo que ha venido a denominarse "el nuevo paradigma", permítasenos una breve reflexión sobre un supuesto básico muy arraigado en todas las ciencias que, pensamos, conviene revisar profundamente, con todas las implicaciones que se derivan de él. A nuestro juicio, es uno de los obstáculos más formidables que deberíamos remover para comprender este nuevo, pero también fascinante, "modelo del mundo". Nos referimos a la noción de "causalidad". Es un rémora formidable, en gran parte, por parecer estar firmemente asentada en la "lógica" y el "sentido común": como cuando pensábamos que la tierra era plana, así también nos hemos acostumbrado a pensar que todas las cosas tienen una "causa y un efecto". La causalidad es uno de los pilares de nuestra ciencia. Pero lo cierto es que, a tenor del nuevo paradigma, puede ser vista dentro de un marco mayor, como un caso particular de una "realidad" más vasta.

2.2.- La Noción de Causalidad.
 
 



La inmensa mayoría de la formulación pasada y presente de la ciencia tiene como estructura fundamental la operativización de modelos explicativos por medio de la causalidad. El supuesto básico más sencillo es que la variación del "valor" de una "variable", llamada independiente, produce efectos significativos en otra llamada "dependiente". Brevemente, y en su formulación más simple, suele representarse por la notación matemática al uso de la siguiente forma: Y = f(x)
















Donde Y es la variable que se supone "depende" de otra (x). Alteraciones en el valor de esta última, se traducirán inexorablemente en alteraciones en la primera, cuyo valor exacto viene mediatizado por la función (f) con sus operadores (normalmente matemáticos) y parámetros correspondientes.

Además, ciertamente, una ecuación matemática de tal tipo no obliga a una interpretación unívoca en términos de causalidad. Sabemos que el concepto de "correlación" es mucho más ambiguo y menos comprometido. Significa este último que, de alguna forma aún no especificada, esas dos (o más) "variables" están "relacionadas". Obsérvese que es cuando introducimos el tiempo que emerge en nuestra mente la noción de secuencia, de inicio y de fin, de proceso y de partes que, como una "gestalt" (en gran modo determinada por el deseo de observador, del científico y su teoría) se recortan sobre un fondo borroso donde el foco de nuestra atención se retira de la totalidad para percibir una realidad, que antes era indivisible, como constituida por fragmentos ahora. Es decir, es la fragmentación de la realidad inherente a la abstracción la que crea el tiempo en nuestra mente.

Estos fragmentos fenomenológicos que habitan en nuestro pensamiento reciben científicamente la denominación de "variables", lo cual supone la otra abstracción "representacional" necesaria para acometer el último y fundamental paso de la nuestra "objetivación" del mundo real: la medición. Esta no es sino asociar números a objetos según reglas (Stevens, citado y desarrollado por Meliá, 1990, 26-31). Pero ¿cómo establecemos la validez y la "cientificidad" de estas reglas?

Como ejemplo, nótese que las Fuentes del Derecho (las leyes jurídicas) son atribuidas a la Ley, la Costumbre y los Principios Generales del Derecho (y, para algunos, también la Jurisprudencia). Mas ¿No nacen asimismo de la costumbre y de los principios generalmente aceptados las leyes y métodos de las ciencias? ¿No son en buena parte reglas que nuestro colectivo ha interiorizado por socialización o aculturación?

Realmente, este tipo de polémica no es nuevo en absoluto. Remontándonos más de dos milenios atrás, y parafraseando la célebre cita de A. N. Whitehead, la historia de la Filosofía (y de la Ciencia) no es más que una serie de notas al pie de Platón. Este, como sabemos, siempre estableció una fuerte distinción entre conocimiento y opinión, y el empiricismo, el basarse en el mundo de lo tangible, era para él mera opinión.

Un vistazo a disciplinas más próximas no nos depara nada nuevo en este sentido. Recientemente, Godfrey y Hill (1995, 519) se refieren al problema los inobservables en Dirección Estratégica, desatacando que ninguno de los paradigmas pasados o actuales (Teoría de la Agencia, Costes de Transacción, Recursos y Capacidades, etc.) está libre de cimentarse en variables no observables. Tras distinguir dos grandes posturas respecto a este problema (la de los positivistas y las de los realistas), parafrasean al Nobel de Economía, F. A. Hayeck quien denunciaba el error científico de igualar la mensurabilidad de un constructuo con su relevancia en la explicación (Hayeck, 1989 en Godfrey & Hill, 1995, 531).

Sin embargo los tiempos han ido fluctuando de una postura o otra y, con el nuevo paradigma, viejas controversias renacen. De modo que esto es sumamente importante si consideramos que es a toda esta cambiante y, en cierto modo arbitraria, abstracción a la que llamamos "realidad científica empírica". Los físicos, como describiremos, y bajo el influjo de Newton, pensaron implícitamente hasta hace bien poco, que la realidad última (el átomo) se componía de "partículas sólidas" y quizás redondas. Hoy tal "representación" no tiene sentido.

Además, la idea de la causalidad nace de esta representación newtoniana de la realidad. Veamos a continuación las "reglas" de la causalidad, concepto que, si bien proporciona una simplificación útil y elegante, no hace una buena réplica de la compleja realidad social. Sin embargo, a veces, es aceptado con un inusitado y, quizás, excesivamente cándido entusiasmo.

Para que exista causalidad entre dos variables deben darse ciertas condiciones. Como ejemplo podemos citar las siguientes (Asher, 1976, en Meliá, 1990, 138-139):

"a.- Debe existir covariación entre X e Y.

b.- Debe existir una asimetría temporal o un orden temporal entre ambas.

c.- Se debe eliminar la hipótesis de que terceras variables intervienen en la relación como factores causales."

Este modelo clásico, si bien válido para explicaciones sencillas y simples, puede tener más inconvenientes que ventajas cuando queremos explicar o conocer los hechos sociales mínimamente relevantes. ¿Qué ha hecho que los científicos se hayan preocupado tanto por la causalidad?

La respuesta bien pudiera descansar en aspectos filosóficos y culturales. Una de las más plausibles es que hayamos heredado un modelo mecanicista del universo que tanto prestigio dio a la astrofísica y que ha sido envidiado por todas las ciencias (fueran estas naturales o sociales). Antes de Newton, el hombre se sentía mucho más cercano a todo lo existente, pero:

"... las tres leyes del movimiento de Newton y su modelo mecánico del sistema solar se convirtieron en el plano de un diseño completamente inanimado. Las cosas se movían porque seguían reglas que se encontraban fijadas y predeterminadas, un frío silencio invadió aquellos firmamentos en otro tiempo fecundos. Los seres humanos y sus luchas, el conjunto de la conciencia y de la propia vida, se convirtieron en algo irrelevante para el funcionamiento de aquella vasta máquina universal." (Zohar, 1990, 8).

Cada día, sin embargo, surgen más críticas destacando la insuficiencia de los modelos causales. Curiosamente, además, es necesario parar mientes en el hecho de que las Ciencias Sociales estén manteniendo un método científico importado desde las ciencias naturales que, además de ajeno a estas, ya no es utilizado por aquellas. Como vamos a ver, las Ciencias Naturales, en muchos campos, sencillamente lo han trascendido.

Tal proceder quizás responda en parte a unas necesidades corporativas específicas que sólo incidentalmente guardan parentesco con la ciencia. Recuérdese que hace tiempo la Economía, y hace mucho menos la Psicología, tuvieron que abrirse camino entre las ciencias más "veteranas" y tomar en consecuencia unos votos de "pureza" metodológica que podrían hacer sonreír a colegas de otras disciplinas.

Sin embargo, no es justo criticar tales posturas. Gracias a ellas se ha conseguido mucho (si no todo) en el desarrollo de sus cuerpos teóricos, amén del merecido reconocimiento y status otorgado por la sociedad a estas disciplinas y a su rigor metodológico. Pero es dudoso esperar que las Ciencias Sociales del presente y del mañana puedan seguir dando lo mejor se sí de este modo. La "experimentación" y la modelización "estadística" econométrica o psicométrica al uso, tal y como son concebidos tales términos en la actualidad deben, en opinión de muchos, ser asimilados y trascendidos en la búsqueda de un "nuevo paradigma", que las bases y los cimientos ya han sido echados y que una nueva etapa debe sustituir, con su metodología inherente, a la antigua.

Parece evidente que, lo que llamamos epistemología (y mucho más pues la metodología), surge desde unas bases en buena parte irracionales, en el sentido de que no podemos demostrar lo que más evidente nos parece y que, con el tiempo, puede resultar ser falso (o un caso muy particular de una ley mayor). Por ejemplo, cuando afirmamos ser "científicos empíricos positivistas", mantenemos implícitamente que la realidad es un hecho de una sola cara, la materia su fundamental esencia y lo positivo (observable y por ende, medible) lo único existente. Fueron Platón, con su alegoría de la caverna, mas tarde Kant con su distinción entre "fenómeno" y "noumeno" y más recientemente la Fenomenología de Husserl quienes insistieron en la dificultad, si no imposibilidad, de acceder a una "realidad" unidimensional. Estas visiones, como veremos, resurgen con fuerza en el nuevo paradigma emergente, de modo que es muy difícil poder sostener la validez de perspectivas únicas o simplificaciones excesivas.

Nos es interesante también, desde el punto de vista aquí presente, distinguir entre dos conceptos: realidadverdad. La primera viene de "res, rei": cosa, objeto; mientras que la segunda supone un significado más profundo y esencial. "Cosa" difícilmente puede ser asimilado a "hecho" y presupone implícitamente que lo factual está formado primariamente de partes relativamente independientes con unas relaciones entre ellas secundarias. La ciencia "asume" como postulado axiológico fundamental que la identidad de estas cosas "existe" en cuanto a ellas mismas y no en cuanto a su compleja vinculación relacional con el entorno. Así es como se arbitra la explicación causal soslayando la naturaleza del vínculo existente entre las "variables" y enfatizando la realidad de ellas como identidades. Además, "cosa" no es algo neutro. Para un nativo de ciertas islas del pacífico los zapatos que calzamos son cierto tipo de "pequeñas canoas" donde encerramos nuestros pies. El beneficio empresarial tiende a 0 para el economista clásico, al máximo para el de empresa, al satisfactorio para la Dirección Estratégica y es un particular mito histórico para el antropólogo cultural.

De esta forma nos acostumbramos a investigar sólo aquello que nuestra metodología nos permite, dejando de lado todo fenómeno que ponga en apuros nuestras creencias con su método correspondiente. Bastantes veces, no nos importa cuan importante sea el tema; si no cabe dentro de nuestros esquemas, resolvemos desdeñarlo argumentando unas cuantas frases hechas acerca del rigor y el método. En el ámbito de la Empresa, abordaremos también en próximos capítulos la naturaleza ritual e irracional que descansa detrás de toda la aparente racionalidad ligada con la toma de decisiones en la empresa y el procesamiento de la información.

Además, es un hecho que, viviendo una época de utilitarismo a ultranza, exista un sutil, que no pequeño, sesgo dentro de los modelos explicativos. Buena parte de este puede concretarse en lo que ha dado en llamarse su "poder de predicción". Donde hay predicción posible hay inexcusablemente posibilidad de control. Y donde hay control hay poder. Así, es de uso común hablar de variables "control", variable predictora, etc. El poder es pues un pilar básico de lo social. Como el pez que vive en el agua, en lo social nos investigamos a nosotros mismos, somos a la vez observadores y observados y la búsqueda del poder quizás represente ese "agua" donde nos movemos inconscientemente. El poder, el deseo, el "beneficio", lo emocional en suma alimenta y conforma nuestra racionalidad.

A nuestro juicio, y como expondremos más adelante, los científicos e investigadores nos hallamos distribuidos, en términos de centralidad estadística, en el nivel 4 de la jerarquía de necesidades de Maslow: el status, el poder, la necesidad de logro y la admiración social. Si aceptásemos esta opinión, los sesgos serían fácilmente detectables: más que búsqueda de significados (propios del nivel 5 de autorrealización) o de integración (propios del nivel 6 de trascendencia) el científico medio "competiría" en credibilidad e "ingenio" por proveerse de estos "recursos escasos" de 4º nivel rebajando sistemática, aunque elegante, astuta y subrepticiamente, las teorías rivales en beneficio de las propias. Retomaremos inmediatamente a este autor, pero antes recojamos unas muy pertinentes reflexiones generales desde la Filosofía.

Como recoge Peiró, J.M., resulta interesante en este sentido la diferencia que Ortega y Gasset (1940) establece entre ideas y creencias:

"mientras que las ideas se tienen, en las creencias se está y además se está de tal modo que de ellas no se suele tener «ni idea», sobre todo cuando se trata de las creencias básicas o fundamentales en que reposa nuestra vida". (Ortega, 1940 en Peiró, 1990, 159).

Ampliémoslo con palabras del propio Ortega y Gasset:

"Las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre que acontece. Porque ellas nos ponen delante lo que para nosotros es la realidad misma ... En ellas «vivimos, nos movemos y somos». Por lo mismo, no solemos tener conciencia expresa de ellas, no las pensamos, sino que actúan latentes, como implicaciones de cuanto expresamente hacemos o pensamos. Cuando creemos de verdad en una cosa, no tenemos la «idea» de esa cosa, sino que simplemente «contamos con ella»" (Ortega y Gasset,1940, 19).

Pero la naturaleza de las ideas en bien distinto:

"En cambio, las ideas, es decir, los pensamientos que tenemos sobre las cosas, sean originales o recibidos, no poseen en nuestra vida valor de realidad. Actúan en ella precisamente como pensamientos nuestros y sólo como tales...

De las ideas-ocurrencias -y conste que incluyo en ellas las verdades más rigurosas de la ciencia- podemos decir que las producimos, las sostenemos, las discutimos, las propagamos, combatimos en su pro y hasta somos capaces de morir por ellas. Lo que ni podemos es ... vivir de ellas" (Ortega y Gasset,1940, 21-2).

Así pues,

"... cuando se trata de entender una sociedad (o una organización) mucho más importante -y más difícil- que saber cuáles son las ideas existentes en ella es averiguar cuáles son sus creencias básicas" (Ortega y Gasset,1940, 25).

Estas afirmaciones de Ortega las amplia Julián Marías (1972):

"La importancia de estas creencias no es intelectual sino vital; no es tan importante una creencia cuanto más amplia y hondamente permite entender lo real sino cuanto más decisivamente condiciona un vida; y su solidez no es asunto de «evidencia» o de «demostración» sino de lugar de implantación" (Marías, 1972, 126 en Peiró, 1990, 160).

No obstante, este trabajo trata de indagar tanto en el conjunto de ideas como en el de creencias compartidas por la comunidad científica. A continuación nos centraremos en una de las creencias más difundidas cuyo lugar de implantación es esta última. Esta viene referida al problema de los medios y los fines en la investigación científica. Y nos basaremos en Abraham Maslow (1970), el cual sigue una orientación muy cercana a la nuestra respecto a la naturaleza, objeto y metodología de la Ciencia, además de servirnos como síntesis de cuanto hemos comentado hasta ahora.

2.2.1.- Motivación y Ciencia: el conflicto entre Medios y Fines.

Como decíamos, algunos de los problemas de la "ciencia ortodoxa" son consecuencia de lo que Maslow denomina centrarse en los medios y no en los fines. Centrarse en los medios significa que el científico considera que la esencia de la ciencia se encuentra en los instrumentos, técnicas, etc., en la metodología. Con ello se olvida de que, realmente, la esencia se encuentra en los problemas que se plantean, en los interrogantes. Ello equivaldría a estimar como sinónimos a la ciencia y al método científico (Maslow, 1970, 286). Desgraciadamente, para Maslow, esto está ocurriendo, con las consecuencia que vamos a apuntar:

1.- Pérdida de sentido, de vitalidad y de significación de los problemas, así como de la creatividad en general. Si revisamos las críticas que se realizan a los diversos trabajos científicos nos encontramos con que todas van dirigidas al método, a las técnicas, etc. No es corriente encontrar una crítica dirigida a lo insustancial de su objeto "... ya no es preciso que ofrezca contribución alguna al saber ... lo que importa es que esté bien hecha ... Por lo tanto, llegan a «científicos» gentes que son absolutamente inertes desde el punto de vista de la creatividad" (Maslow, 1970, 286).

2.- Pone a los técnicos y a los manipuladores de aparatos en el puesto de mando de la ciencia, desbancando a los que tienen preguntas que hacer y problemas que resolver. Sin llegar a una polarización irreal, el autor hace hincapié en la diferencia entre los científicos que saben sólo saben cómo se hace y los que también saben qué hay que hacer (287).

3.- Sobrevalorar la cuantificación indiscriminadamente como un fin en sí misma. La forma pasa a ser el elemento primordial dentro de la investigación y "la elegancia y precisión se anteponen a la pertinencia y el grado de implicación".

4.- Tratan de encajar sus problemas a las técnicas, en vez de lo contrario. El investigador determinado por la metodología al uso, intenta resolver aquellas cuestiones que puedan ser tratadas por sus métodos, olvidando quizá que primero debe ser la pregunta y posteriormente cómo resolverla.

5.- Conduce a crear una jerarquía de ciencias. En esta, y de modo pernicioso, "la física es más «científica» que la biología, la biología más que la psicología y la psicología más que la sociología..." (Maslow, 1970, 288).

6.- Compartimentaliza las ciencias demasiado, edifica murallas entre ellas que separan los territorios. Esta separación los convierte en "rivales", necesitando demostrar sus conocimientos. Por ello, el investigador pasa a ser una persona que "sabe" en vez de ser un individuo que "está intrigado".

7.- Crea un abismo demasiado grande entre los científicos y otros buscadores de la verdad, y entre sus diferentes métodos de búsqueda de la verdad y el entendimiento. Está situación desemboca en el gran alejamiento entre investigadores y poetas, artistas o filósofos. Es el "método científico" el que los coloca en reinos diferentes imposibilitando cualquier colaboranción entre ellos. Sin embargo, como apunta Maslow: "... muchos de los grandes científicos han sido también artistas y filósofos, y han sacado tanto alimento para sus ideas de los filósofos como de sus colegas científicos" (Maslow, 1970, 289).

Asimismo, Maslow hace hincapié en el hecho de que centrarse en "método" desemboca en la aparición de la llamada Ciencia Ortodoxa. Es ésta la que marca "el camino a seguir" en las investigaciones del momento. De este modo, parece insoslayable una serie de consecuencias, bastante negativas, en el tema que nos ocupa. De modo resumido serían:

8.- Tiende inevitablemente a crear una ortodoxia científica, que genera a su vez una heterodoxia. Las "leyes del método científico", resultado de las respuestas del pasado, se convierten dogmas a los que hay que seguir con suma lealtad. Esto las convierte en "... ataduras del presente, en vez de ser meras ayudas y sugerencias". Esta disposición es bastante arriesgada en las ciencias sociales. Si bien sus objetos de estudio son intrínsecamente diferentes de los de las ciencias físicas, su lealtad al método les lleva a aferrarse a él de modo peligroso.

9.- Uno de los mayores peligros de la ciencia ortodoxa es que bloquea el desarrollo de nuevas técnicas. Si existen unas leyes metodológicas formuladas, cualquier técnica que difiera de ellas es acogida con hostilidad. Esta hostilidad hace que la innovación en este terreno sea lenta. No obstante, cualquier idea heterodoxa, si resiste la batalla, cuando pasa a ser aceptada por el mundo científico se convierte en ortodoxa (Maslow, 1970, 290).

10.- La ortodoxia limita cada vez más la jurisdicción de la ciencia. Puesto que muchas de las preguntas de algunos investigadores no se pueden responder con la metodología ortodoxa, éstos renuncian a desarrollar áreas de gran interés. Las repercusiones son sobradamente conocidas: "investigar más de lo mismo" (Maslow, 1970, 290-1).

11.-La ortodoxia centrada en los medios enseña a los científicos a sentirse «sanos y salvos» cuando deberían ser arriesgados y valientes. Los investigadores centrados en la metodología se mueven sobre caminos seguros. Sin embargo, como señala Maslow "... el lugar adecuado para los científicos, de vez en cuando por lo menos, es en medio de lo desconocido, lo caótico, lo solamente entrevisto, lo inimaginable, lo misterioso, lo inexpresado..." (Maslow, 1970, 292).

Y concluye diciendo que:

"El exceso de énfasis en métodos y técnicas estimula a los científicos I) a creerse que son más objetivos y menos subjetivos de lo que en realidad son, y 2) a pensar que no tienen que implicarse en cuestiones de valores" (Maslow, 1970, 292).

Por último, Maslow hace una breve referencia al Lenguaje como único medio del que dispone el científico para transmitir sus conocimientos y a las Teorías como modo de describir las "verdades científicas". Así, uno de los errores en el que incurren algunos científicos es olvidar que el lenguaje es un modo de expresión y no la verdad en sí. De este modo, ocurre que, en cuanto al lenguaje:

"... Los científicos creen que su lenguaje es exacto y otros son inexactos. Paradójicamente el lenguaje de los poetas, siendo más inexacto, es más verdadero. A veces es incluso más exacto." (Maslow, 1970, 317)

Por otra parte, en cuanto a las teorías:

"... las teorías construidas sobre categorías son casi siempre abstracciones, es decir, enfatizan ciertas cualidades del fenómenos como más importantes que otras o como más dignas de ser percibidas. ... Aldous Huxley (1944) dice: «Cuando un individuo crece sus conocimientos se van haciendo más conceptules y sistemáticos en forma, y su contenido factual y utilitario crece enormemente. Pero estas ganancias tienen como contrapartida un deterioro en la calidad inmediata de la aprehensión, un desgaste y una pérdidda del poder intuitivo»" (Maslow, 1970, 318-319).

La recomendación final de Maslow, hace referencia a que el científico no debería, como de hecho hace, sobrestimar sus métodos o procedimientos de acceder a la realidad puesto que:

"... Los procesos cognitivos ordinarios del intelectual en funciones, el científico, etc., pueden hacerse más potentes si se recuerda que estos procesos no son las únicas armas posibles en el arsenal de los investigadores. Hay también otras. Si normalmente han quedado relegadas al poeta y al artista es porque no se entendía que estos medios de cognición abandonados dieran acceso a esa porción del mundo real que está oculta lejos del mundo exclusivamente abstracto e intelectual" (Maslow, 1970, 319).

Volviendo a nuestro análisis, además, démonos cuenta de que, casi imperceptiblemente, se identifica poder explicativo con poder de predicción. Ahora bien, el poder (la necesidad de poder -status, reconocimiento- nace de la fragmentación arbitraria, quizás tributaria de los deseos de éxito y reconocimiento social. Por ejemplo, los estados subvencionan la investigación deportiva si hay que "demostrar algo" al mundo. Pero el nacionalismo que da pie a tal investigación no es investigado sino hasta el límite en que esta empiece a cuestionarlo. Es estratégicamente preferido "poder controlar sin comprender" que "comprender" a secas, siendo esto último peligroso para el "status quo".

Viene esto a colación porque perecen ser este tipo de fenómenos los que potencian la investigación de tipo causal. Aunque inestimablemente útiles, a corto plazo, en el campo operativo y tecnológico, frenan la oportunidad de concebir un tipo de conexiones más complejas, sutiles y significativas de la realidad que deberían irrumpir, incluso con sus relevantes aportaciones a la tecnología.

Sea como fuere, esta cosmovisión, esta especie de "paradigma causal", supone unas creenciasactitudes implícitas:

1.- Que la realidad está formada por partes separadas.

2.- Que estas partes están conectadas de forma que una manipulación en una de ellas puede producir efectos "observables" en otras.

3.- Que el observador es algo separado de lo observado.

Así las cosas, podemos justificar mejor nuestra exposición de ciertos cambios significativos en algunas ciencias traídos por científicos contemporáneos de reconocida solvencia. Para empezar parecen existir indicios de que lo que llamamos hechos "objetivos", materia o realidad, son conceptos tan confusos para los físicos como para nosotros los de "performance", motivación, liderazgo, demanda, consumo o inversión.

Los términos físicos anteriormente citados están siendo abandonados por la Física moderna (ciencia paradigmática en el método científico natural). Y son abandonados porque parece existir fuerte evidencia de que el átomo no está formado exactamente de partículas separadas (Bohm, 1980, 26). En general, todos los modelos mecanicistas corpusculares (la realidad como partículas sólidas) están cediendo ante los modelos ondulatorios (la realidad como vibración u onda). Si parecía claro hace 100 años que "todo era materia", después "todo es energía", hoy, lo que parece más correcto afirmar es que "todo es vibración". Aún así, los físicos, epistemológicamente, y si se nos permite la expresión, están confusos.

Siendo esto así, la primera de las creencias o suposiciones se viene abajo. Y por reflexión lógica también las otras dos. Ahora bien ¿qué importancia practica (léase predictora) tiene esto para nosotros, los investigadores sociales?".

2.3.- El Nuevo Paradigma.

Recientemente, físicos como David Bohm (1971, 1980), Fritjof Capra, David Peat (1987) (este último basándose en las clásicas teorías de Karl Jung, -1950-) y el premio Nobel Ilya Prigogine, biólogos como Rupert Sheldrake (1985), filósofos como R. Weber (1982), el psicólogo y neurofisiólogo Karl Pribram (1971), el psicólogo de la conciencia Ken Wilber (1977, 1982) y muchos más, han dado a luz varios trabajos que podrían sintetizarse en lo que parece ser un nuevo "Paradigma" de la Ciencia, un paradigma radicalmente original que involucra a muchas ciencias en común y que ha venido a llamarse "El Paradigma Holográfico", "Las Ciencias de Espejo" o "La Naciente Ciencia de la Totalidad". Tal paradigma, no obstante, se está extendiendo rápidamente hacia campos más afines a nuestras disciplinas tales como a la Teoría de la Organización y del Management. A estas últimas les dedicaremos el próximo capítulo; en este nos centraremos en las ciencias naturales de donde ha surgido este nuevo paradigma.
 
 



El esquema de este nuevo paradigma queda expuesto en la tabla siguiente: Tabla 2.1: El Nuevo Paradigma.

  TÓPICO TEMA CLAVE AUTOR(ES) METÁFORA
1 SINCRONICIDAD CAUSALIDAD/TIEMPO SINCRONICIDAD DAVID PEAT DESDE CARL G. JUNG DOS CÁMARAS Y EL PEZ
2 ORDENES IMPLÍCITOS ORDENES EXPLÍCITOS ESTADISTICA/ CAUSALIDAD VARIABLES OCULTAS NO LOCALES HOLOMOVIMIENTO DAVID BOHM JACOBO GRINBERG ZYLBERBAUM PARADOJA E.R.P. 
3 CEREBRO HOLOGRÁFICO NO LOCALIDAD DE LA INFORMACIÓN: EL TODO EN LAS PARTES KARL PRIBRAM DESDE DENNIS GABOR EXPERIMENTO DE LASHLEY: ABLACIÓN PARCIAL DEL CEREBRO
4 CAMPOS MORFOGENÉTICOS INFORMACIÓN ACTIVA POR RESONANCIA MÓRFICA RUPERT SHELDRAKE EL CIENTÍFICO Y EL TELEVISOR
5 ESTRUCTURAS DISIPATIVAS TERMODINÁMICA: CAOS Y ORDEN ILYA PRIGOGINE EJEMPLO DEL CAZO DE AGUA 
6 ESTRUCTURAS FRACTALES MATEMÁTICA ITERATIVA: CAOS Y ORDEN BENOIT MANDELBROT CURVA DE PEANO

  Fuente: (1) y Elaboración Propia.
















2.3.1.- Sincronicidad, una Alternativa a las Hipótesis de Causalidad.

Siguiendo con la discusión anterior sobre la causalidad, volvamos a la 2ª afirmación inicial: la de la asimetría temporal entre las variables.

El físico David Peat en su obra "Sincronicidad" (concepto tomado de Jung) afirma:

"Al igual que los físicos buscan una teoría de campo unificada, Karl Jung y otros buscaban la sincronicidad, esto es, el principio unificador tras las coincidencias significativas, la conciencia individual y la totalidad del espacio y el tiempo" (Peat, 1988, 291).

En su libro con el mismo nombre, Peat describe la amistad que se fraguó entre el físico Wolfgang Pauli, premio Nobel de Física en 1945, y conocido por su famoso "Principio de Exclusión" aplicado a las órbitas atómicas) y el psicólogo Karl Gustav Jung. De resultas de las conversaciones entre ellos, este último describió de varias formas la sincronicidad. Así lo relata Peat:

"- «La coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados causalmente, que tienen el mismo significado o un significado parecido»

«- Actos creativos»

«- Paralelismos acausales»

También escribió <Jung> que:

-«las coincidencias significativas no pueden concebirse como la pura casualidad -cuanto más se multiplican y cuanto mayor y más precisa es la correspondencia... ya no pueden considerarse pura casualidad, sino que, por falta de una explicación causal, deben considerarse combinaciones significativas»." (Peat 1987, 34-35).
 
 



Siguiendo a este autor (Peat, 1987, 35) Jung (Jung, 1950, 129) propuso dos continuos independientes (ortogonales en la jerga psicométrica) para enmarcar su concepción: Figura 2.1 Continuos de Karl Jung (Jung, 1950, 129)
















Según Jung: "Espacio, tiempo y causalidad, la tríada de la física clásica, se vería completada entonces con la sincronicidad para convertirse en una tétrada, un quaternio que hace posible el juicio completo ... la sincronicidad es para los otros tres principios lo que la unidimensionalidad del tiempo es para la tridimensionalidad del espacio ... " (Jung, 1950, 129).
Aunque Pauli le propuso algunas modificaciones que, tras la oportuna discusión, desembocaron en el siguiente esquema:
 
 



Figura 2.2 Continuo final de Wolfgang Pauli y Karl Jung (Jung, 1950, 131) 
















Se está hablando pues, de la posibilidad de un "principio conector acausal": la sincronicidad:

"sucesos únicos, significativos y acausales que implicarían alguna forma de patrón" (Peat, 1987, 45).

Pero la hipótesis radical subyacente a la sincronicidad es la de suponer una "conexión", en el sentido literal, entre la mente y la materia, en lo psíquico y lo físico. Como afirma Jung:

"Si la ley natural fuera una verdad absoluta, entonces lógicamente no podría haber ningún proceso que se saliese de ella. Pero, dado que la causalidad es una ley estadística, se mantiene como tal a nivel medio, y, por consiguiente, da lugar a excepciones que de alguna forma han de poder experimentarse, es decir, han de ser reales." (Jung, 1950, 139).

En una de las tres formas admitidas por este autor, la "coincidencia temporal significativa" se da en:

"La coincidencia de un estado psíquico con su proceso objetivo correspondiente, cuyo acontecer tiene lugar simultáneamente." (Jung, 1950, 140).
 
 



De modo que podemos plantear la sincronicidad como la alternativa o complemento "mental" de la causalidad física. Lo físico y lo mental son ámbitos tradicionalmente enfrentados en nuestra cultura. Tal enfrentamiento llegó a su apogeo con el dualismo cartesiano. Estos dos puntos de vista pueden sintetizarse en la siguiente tabla: Tabla 2.2.- Relación entre lo Mental y lo Físico. Fuente: Zohar, 1990, 119. (2)

Mental Físico
Subjetivo (privado) Objetivo (público)
No espacial Espacial
Cualitativo Cuantitativo
Dirigido a su fin Mecánico
Poseedor de memoria Sin memoria
Holístico Atomísmtico
Emergente Composicional
Intencionado "Ciego" no intencionado
  La causalidad tiene elegantes imágenes: las de las bolas de billar, la de una locomotora arrastrando vagones etc. pero todas ellas son fruto del reduccionismo implícito en una visión físico-mecanicista heredada de la ilustración. La formulación cruda de la causalidad es pues:

"Daremos (...) reglas, pero cada una no es sino una aplicación del gran principio del orden causal: el después no puede causar el antes ... no hay modo de cambiar el pasado ... las flechas de una dirección fluyen con el tiempo." (Davis, 1985, 11).

Y uno de los grandes desarrollos metodológicos de esta creencia llevada al extremo es esa técnica conocida como el "Path Analisis" o "Análisis de Senderos" en la que una serie concatenada de variables se suceden, con bifurcaciones, secuencialmente con algún bucle de retroalimentación, pero siempre deslizándose en el devenir inmutable del tiempo. Aún así, se acepta que existen situaciones donde no puede hablarse de causalidad estricta porque las variables parecen estar interrelacionadas de forma inextricable. Se habla entonces de un "Loop" o "lazo". Y se afirma a continuación que estos últimos presentan innumerables problemas metodológicos, estadísticos e incluso filosóficos, a nivel de las asunciones teóricas adoptadas previamente (Davis, 1985, 32).

Abundando en las afirmaciones anteriores Peat ratifica:

"La cadena de la causalidad lineal es una mezcla de costumbres, creencias y sentido común. Pero este último se basa en una serie de suposiciones, como son:

- Que dos sucesos están separados sin ambigüedad el uno del otro y tienen su propia existencia independiente como, por ejemplo, dos cuerpos con límites bien definidos.

- Que algún contacto, fuerza o influencia fluye de un cuerpo o suceso hacia el otro.

- Que existe un flujo claro de tiempo ocurriendo la causa en el pasado y el efecto en el presente." (Peat, 1987, 52-53)

Asimismo, el observador, el científico, usa su mente como si perteneciera a un orden absoluta y radicalmente distinto de lo que observa (nótese que esto lo puntualizan los físicos: imagínese cómo debe hacer al caso en ciencias sociales).

Pero nuestra mente no parece funcionar así:

"...una parte de la mente puede estar envuelta en una especie de conciencia jintemporal mientras otros aspectos siguen un «hilo de pensamiento» lineal. En general, por lo tanto, nuestro mundo interior no cumple los tres criterios en que se basa la causalidad:

- Los sucesos no son claramente distinguibles ni independientes.

- No hay un flujo claro de influencia de un suceso al siguiente.

- El tiempo no es lineal y sin ambigüedad." (Peat 1987, 54).

Como hemos sugerido, el modelo que Jung y Pauli exponen no presenta la sincronicidad y la causalidad como dos conceptos irreconciliables sino como "..percepciones dobles de una misma realidad fundamental" (Peat, 1987, 70).

Así, un paso más hace afirmar también a Peat que la sincronicidad es el puente entre mente y materia, es decir, donde los mecanismos causales se reducen a la confusión absoluta (como en el universo subatómico), aparece una comprensión "ecológica" donde cada suceso no es sino una parte más del sistema total dotada, además, de significación para el sujeto observador (por ejemplo el científico). Y esto no se afirma como una metáfora sino en su sentido literal.

Hay un ejemplo de David Bohm (en Briggs & Peat, 1985, 132) que ilustra la existencia de órdenes de realidad implícitos que suponen, por conexión no causal, la existencia de variables ocultas no locales sincrónicas. Es el ejemplo de dos cámaras de televisión en ángulo recto filmando a un pez en el agua. Las dos imágenes suponen dos perspectivas del pez, el cual, percibiéndolas, no entiende que es él mismo, el mismo fenómeno, en dos perspectivas diferentes bidimensionales. Esto se muestra en la Figura 2.3. En esta caricatura, si el conejo fuera un científico que desconociera la tecnología de la Televisión encontraría, a lo sumo, una fuerte correlación estadística entre el comportamiento de ambas variable (dos imágenes en movimiento) pero carecería de el cuerpo teórico necesario para entender la realidad del fenómeno. Su teoría podría, perfectamente, describir y predecir la relación entre los dos "peces- partículas", pero esta teoría se basaría en una ilusión (Briggs & Peat, 1985, 133).
 
 



Figura 2.3: Las dos Cámaras, el Conejo y el Pez. Fuente: Briggs & Peat, 1985, 133.
















Finalmente, y ampliando este ejemplo, encontramos otra descripción parecida que, a nuestro juicio, atañe centralmente a las creencias implícitas en cualquier ciencia y su evolución. Es un ejemplo dado por el biólogo Rupert Sheldrake cuyas aportaciones ampliaremos más adelante. En él relata lo que podría suceder si un supuesto científico que no supiera nada acerca de un televisor ni de la existencia de ondas electromagnéticas intentara investigarlo:

"... al principio podría pensar que contiene pequeños seres cuyas imágenes ve en la pantalla. Cuando mirara adentro y encontrara transistores y lámparas podría adoptar una hipótesis similar a la de los reduccionistas: las imágenes resultan de una interacción entre esas partes mecánicas. Esta hipótesis quedaría respaldada si descubriera que al sacar algunas partes la imagen se distorsiona o desaparece. Si en este punto alguien (como Sheldrake) sugiriera que la imagen no resulta de estas partes sino que depende de influencias invisibles que entran en ellas, el investigador rechazaría la idea con desdén. Argumentaría que el televisor pesa lo mismo cuando está encendido y cuando está apagado. Admitiría que ahora no puede explicar todo a partir de las interacciones entre las partes de la caja, pero que sin duda podrá hacerlo alguna vez. Comparada con la potencia de salida eléctrica que alimenta el televisor, la potencia de la señal de TV es muy débil y sutil. Pero es obviamente crucial." (Briggs & Peat, 1985, 246).

Esta analogía nos recuerda la de Bohm de las dos cámaras de televisión y el pez. En ambos casos, los teóricos del nuevo paradigma señalan procesos ocultos en otra dimensión que trascienden las correlaciones entre las partes mecánicas.

Las ondas electromagnéticas en VHF y UHF de la emisora de televisión son "variables ocultas" sincrónicas respecto al televisor, puesto que no poseen ubicación espacial (no locales) y, dentro de su ángulo de cobertura, gozan de ubicuidad

total. Además no son "causa" de la imagen, sino que las ondas, esté encendido y/o sintonizado el aparato, existen con independencia de él y no tienen naturaleza material como el receptor. El que esté sintonizado o no, no es un problema de causa y/o efecto de la vibración de la ultrafrecuencia, sino que son la misma realidad en dos planos distintos. Y lo que percibimos, (las películas y documentales) son completamente ajenos a la tecnología y la naturaleza ondulatoria de la señal, aunque incluso esta sea inusitadamente débil.

Caben interpretaciones causales reduccionistas: el giro del dial del aparato "causa" la imagen, las ondas "chocando" contra la antena crean las figuras etc. Pero tales explicaciones nunca desvelarían la profunda naturaleza de la vibración, de la sincronía.

2.3.2.- Órdenes Implícitos y Explícitos: Variables Ocultas.

David Bohm, antiguo colaborador de Einstein en Princeton, (éste dijo de aquél que sería quien llevara a cabo su frustrada búsqueda del Campo Unificado), plantea los conceptos de "Orden Implicado y Orden Explicado" para intentar abrir una vía en el callejón sin salida de la indeterminación espacio-temporal de la Mecánica Cuántica a la hora de explicar la posición de una partícula atómica (modelo al cual Einstein no profesó demasiada estima, a pesar de su éxito para explicar los fenómenos subatómicos): la dificultad para predecir la ubicación, en espacio y tiempo, de cualquier partícula atómica, dentro del modelo.

A diferencia de la Teoría Mecanicista de Newton, la Teoría Cuánticatiene tres características básicas:

"1.- El movimiento es generalmente discontinuo en el sentido de que la acción está constituida por cuantos indivisibles (que implican también que un electrón, por ejemplo, pueda pasar de un estado a otro sin pasar por todos los estados intermedios).

2.- Las entidades, como los electrones, pueden mostrar propiedades diferentes (por ejemplo, como partícula, como onda, o como algo intermedio), dependiendo del entorno en el que existan y desde el que están sujetas a observación.

3.- Dos entidades, como los electrones, que se combinan al principio para formar una molécula y que después se separan, muestran una peculiar relación no local que puede describirse como una conexión no causal de elementos que están separados (como se demuestra en el experimento de Einstein, Podolsky y Rosen)." (Bohm, 1980, 244).

Añade Bohm que estas leyes son, simplemente, estadísticas, y que no pueden predecir aisladamente los acontecimientos futuros individuales (¡como las mismas Ciencias Sociales!). Así, la mecánica clásica (y también la propia Teoría de la Relatividad de Einstein):

"... precisa de la causalidad estricta (o determinismo) y localidad. Por el contrario, la teoría cuántica precisa de discontinuidad, no causalidad y no localidad" (Bohm, 1980, 245).

En el intento de explicar esta nueva "realidad descubierta", Bohm postula una teoría en la que todo fenómeno tiene diversos niveles de expresión, de tal forma que la luz, por ejemplo, como es estudiada en óptica, responde a unas leyes que no son más que el Orden "Desplegado", en las tres dimensiones conocidas, correspondiente a otros Ordenes "Implícitos" o "Plegados".

Sin embargo, estos órdenes "plegados" son, en el modelo de Bohm, más reales que los "desplegados", de tal forma que la explicación última no puede encontrarse en el fenómeno "desplegado" mas que a un nivel operativo, de "andar por casa". Si forzamos la investigación, o refinamos los instrumentos hasta límites determinados, nos toparemos con que la observación debe plantearse en otro nivel y con otras unidades de análisis o variables que, quizá por el momento, no son objetivables y de las cuales poco sabemos.

Un examen superficial de lo hasta aquí expuesto nos haría concluir que todo parece ser relativamente habitual, sobre todo para cualquier investigador social. Donde empieza lo asombroso, y por tanto el conflicto, es que un avance a través de esos órdenes nos llevan a conceptos sugeridos por algunos físicos como "el pensamiento", "la conciencia" etc., en el sentido de órdenes plegados respecto a lo que la física clásica llamaba "materia". La materia sería pues, un estado particular de un "pensamiento-emoción-conciencia" que funciona dentro de un modelo más o menos mecánico, pero sujeto en última instancia al orden "implícito" con respecto a ella y que es mucho más sutil, complejo y creativo. Más, en suma, holista. He aquí una afirmación "extraña" para un físico:

"El electrón, si tenemos en cuenta que responde a un significado de su entorno, está observando el entorno: hace lo mismo que los seres humanos." (Bohm en Weber, 1990, 81).

De hecho, una de las explicaciones más atrevida dada por parte del colectivo (tesis debida al físico Eugene P. Wigner, premio Nobel de 1963), fue que el experimentador influía de forma inextricable en las observaciones en tanto que instrumento participante. ¿Cómo? ¡con su conciencia!: produciendo un "colapso" en la Función de Onda ("derrumbando" la función de onda), colapso que, teóricamente, el mecanismo cerebral es capaz de producir (Peat, 1987, 175).

Para el investigador en el campo material, dotado de una visión estereoscópica, esa materia puede estar sujeta a un orden en cuanto objeto "sólido" material, o a un "desorden o caos" en cuanto a que, realmente, es un "fenómeno" que obedece a otros órdenes implícitos más sutiles que, observados desde la perspectiva del observador tridimensional, no cabe sino incluir en la llamada "varianza residual" la cual, en ciertas situaciones, es "demasiado significativa":

Bohm utiliza el término "reo-modo" para referirse a una especie de "juego" que él sugiere (Bohm, 1980, 53). Consiste en "re-elevar" hasta nuestra atención algún aspecto de la realidad respecto al resto. La metáfora puede asimilarse al enfoque de una cámara fotográfica que enfoca cierto rango de la imagen en términos de distancia. Este fenómeno es parecido a aquél conocido en óptica como "profundidad de campo" y varía de forma inversamente proporcional a la apertura del diafragma del objetivo de la cámara, definiendo desde qué distancia hasta qué otra van a quedar enfocados los objetos. Aquellos que queden fuera de esta banda resultarán desenfocados. Pues bien, hablando en términos analógicos, podríamos afirmar que la banda que está enfocada goza de claridad y de explicación ordenada y causal por medio de modelos deterministas, mientras que lo desenfocado es el "entorno", necesitando de métodos estadísticos y modelos estocásticos para su desenfocada perspectiva:

"(...) el desorden del comportamiento individual en el contexto de una ley estadística dada es, en general, compatible con la noción de leyes individuales más detalladas, aplicables a un contexto más amplio" (Bohm, 1988, 108).

En otras palabras, y conforme a la visión de este trabajo, los hechos observados no son sino un estado particular (materia) de una vibración con orden y parámetros radicalmente distintos, aunque unidos por un "significado" común. La representación modelizada de problemas pudiera requerir la explicitación de tantas variables que complicara el modelo hasta la irrelevancia mientras que su exclusión, por otra parte, engordaría significativamente el monto de la varianza no explicada. Ahora bien, si redefinieramos el nivel de análisis o encontráramos un modelo más integrador podríamos obviar este inconveniente sin dificultad.

Lo anterior nos remite a un viejo problema metodológico ligado a variables "fantasma", "ficticias" o de "holgura". Tanto en unas ciencias como en otras, se habla de "Variables Ocultas", inobservables, para dotar de mayor significación a los modelos usualmente débiles en poder explicativo.

Y es de obligada mención en todas las clases de iniciación a la metodología estadística la distinción entre conexiones causales y correlacionales entre variables. Que dos variables covaríen no implica su conexión causal, es decir, que una sea causa de la otra. Un ejemplo obvio es el hecho de que el número de ahogados en el mar correlacione de forma estadísticamente significativa con la venta de helados. Ello, lógicamente, no implica que lo primero sea consecuencia de lo segundo. Podemos hablar de correlación entre ambas variables pero la significación real del fenómeno sólo puede establecerse si, además, introducimos la variable "oculta" o "intervinente" "verano" o "estaciones del año".

Pero, ¿qué se esconde tras este proceder? Seguramente la creencia de que todo lo existente está sujeto a leyes que, a la larga, serán descubiertas y dotarán a las "covariaciones" de conexiones más claras como las del tipo causal. Pero los modelos de causalidad, y esta es una de las proposiciones de esta obra, no son sino un caso particular de un modelo más amplio que pretendemos exponer.

Recordemos que en física se acepta como una ley natural verificada la estrecha vinculación entre el espacio y el tiempo, de forma que se les atribuye la misma naturaleza. Se habla así del continuo Espacio-Tiempo. La Teoría de la Relatividad Generalizada habla de ello, así como de la intercambiabilidad absoluta de masa y energía.

Pues bien, uno de los continuadores de Einstein es este autor, conocido, entre otras cosas, por su teoría de las "Variables Ocultas No Locales". En síntesis, y como hemos expuesto en el ejemplo del televisor, plantea la existencia de variables "ocultas", no sólo en el sentido de las "variables intervinientes", sino como aquellas pertenecientes a otro ámbito, nivel u orden que no operan de modo causal ni temporal ni localmente (geográficamente). Estos órdenes se dice que están plegados unos dentro de otros y que están en íntima relación. Las variables de un orden más plegado respecto a otro representan una relación de tipo "no causal ni local". Y estos órdenes no son abstracciones sino realidades "físicas" en el más amplio sentido del término (Bohm, 1980, 104).

2.3.3.- El Modelo Holográfico.
 

Karl Pribram es otro de los pioneros de este nuevo paradigma. Su aportación a la "futura Ciencia de la Totalidad" es el llamado modelo "Holográfico". Pribram fue colaborador de B. F. Skinner, el fundador de la corriente conductista en Psicología y, con su libro junto a Galanter y Miller: "Planes y Estructura de la Conducta" (3), llevó a cabo la denominada "Revolución Cognitiva" (Miller, Galanter, & Pribram, 1960). Como sabemos, el conductismo rechazaba que todo cuanto aconteciera "dentro" de nuestro cerebro fuera objeto de la investigación científica: lo único científico en Psicología era la conducta, el comportamiento constituido por los Estímulos y las Respuestas del organismo:
 
 

Estímulo -> Organismo (Caja Negra) -> Respuesta (Conducta, Comportamiento) 









Recordemos que la Economía clásica, mediante un modelo casi "clónico" de la física newtoniana, también "modeliza" la empresa como una "caja negra" auspiciada por la clásica "mano invisible" de Adam Smith (Teoría de la Firma), cuyo objeto científico se reduce al análisis de los inputs (estímulos en Psicología) y los outputs (respuestas en Psicología):
 
 

Inputs (Factores Producción) --> Empresa (Caja Negra) --> Output (Productos) 








Tal concepción fue criticada desde el principio por la naciente Economía de la Empresa:

"Los estudios clásicos, conocidos como enfoque de «teoría de la empresa o de la firma» (theory of the firm), plantearon un modelo convencional y utópico de la empresa en el mercado, como caja negra coherente con la idea de la «mano invisible», es decir, observando sus decisiones respecto a otros agentes y sin entrar en una explicación de cuáles son sus procesos internos de comportamiento, de administración, y cual es su estructura de organización, enfoque de caja blanca que caracteriza a la Economía de la Empresa, por el cual surge la idea de la «mano visible», tarea que desempeña el empresario". (Bueno, 1993, 27).

Volviendo a nuestra exposición, y ante la crisis inminente de tal marco conceptual, en el libro de Pribram y colaboradores se anunciaba que, gracias al nuevo paradigma del procesamiento de la información, importado de la cibernética y los ordenadores, ya podía hablarse de "cognición" sin ser objeto de burlas "científicas". Irónicamente, puesto que los ordenadores y el software tenían existencia, pudo llevarse a cabo el "recambio epistemológico" en una ciencia muy necesitada de él. Tal fue el comienzo del neoconductismo o cognitivismo actual, paradigma mayoritariamente vigente aún en los círculos académicos(4).

Un problema central en neurofisiología es hallar dónde, en qué lugar, se encuentra almacenada la información en nuestro cerebro y en el de todas las restantes especies. Experimentos con animales demostraban que extirpaciones de porcentajes elevados del cerebro, de unas partes u otras, no eliminaban significativamente el aprendizaje previo (i.e. Lashley en 1929). Ello parecía sugerir que la información no parece estar almacenada localmente, sino inexplicablemente repartida en la totalidad del cerebro.

Pues bien, en una conferencia, Pribram:

"(...) expuso una teoría polifacética que podría dar cuenta de la realidad sensorial como «un caso especial» construido por las matemáticas del cerebro, pero sacado de un dominio situado más allá del tiempo y del espacio y donde sólo existen frecuencias. La teoría podría dar cuenta de todos los fenómenos que parecen contravenir toda la «ley» científica existente al demostrar que tales restricciones son producto de nuestros constructos perceptuales. La física teórica ha demostrado ya que los acontecimientos no pueden describirse en términos mecánicos a niveles subatómicos. Pribram, famoso investigador del cerebro, ha reunido durante una década pruebas de que la «estructura profunda» del cerebro es esencialmente holográfica, de modo análogo al proceso fotográfico sin lente por el que Dennis Gabor recibió el premio Nobel" (Wilber, Bohm y otros 1986, 16-17).

Resumido telegráficamente, el holograma es una proyección tridimensional producida por un haz de luz, normalmente rayo láser, al interferir sobre una "fotografía" hecha previamente con este tipo de rayo sin lente. La observación directa del "negativo" impresionado no revela imagen alguna, necesitamos obtener la imagen añadiendo el rayo láser citado. Pero, y esto es lo importante, si rompiéramos este en numerosos trozos, cada uno de ellos contendría siempre la totalidad de la imagen inicial, no una parte de ella, aunque con creciente pérdida de detalles (Figura 2.4).
 
 



Figura 2.4.- Diferencia entre la Fotografía Ordinaria y el Holograma. Fuente: Zohar, 1990, 88 y elaboración propia.
















"Holograma" viene del griego "holos": global, todo y de "gram": mensaje. Así, para Pribram, el cerebro es un Holograma que interpreta un universo holográfico. Nuestra visión estereoscópica (con lentes) no nos deja percibir la realidad holográfica. En momentos tales como la experiencia cumbre de Maslow(5), la experiencia estética o mística (sincronicidad para Jung, Pauli y Peat) sí que existe esta percepción, para la cual:

"Los fenómenos físicos no son más que subproductos de una matriz simultánea en todas partes. Los cerebros individuales no son mas que trocitos de un holograma mayor. En ciertas circunstancias tiene acceso a toda la información existente en el sistema cibernético total ... El modelo holográfico es una de esas teorías integrales que abarca toda la vida salvaje de la ciencia y del espíritu. Quizá sea el paradigma paradójico, sin límites, por el que ha estado clamando nuestra ciencia ... En contra de lo que todo el mundo sabe que es así, quizá no sea el cerebro el que produce la conciencia, sino más bien la conciencia la que crea la apariencia del cerebro, la materia, el espacio, el tiempo y todo lo que nos gusta interpretar como universo físico" (Wilber, Bohm y otros 1986, 16-17).

De este modo, nos encontramos con una visión que explica la realidad, sea esta física, biológica o social, como una infinita variedad de frecuencias en interacción formando patrones de interferencia con nuestro cerebro, el cual, por medio de transformaciones matemáticas (series de Fourier) las reduce a patrones más simples. Aunque inicialmente el cerebro es un holograma dentro de un holograma mayor indiferenciado (como las teorías psicodinámicas de Freud sugerían, el niño carece de conciencia de separación entre él y el exterior), el aprendizaje hace que:

"aprendemos a responder principalmente a ciertas frecuencias y no a las transformaciones constantes de frecuencias. Unos pocos hologramas selectos se estabilizan y aparentemente se separan unos de otros convirtiéndose en «cosas». Los hologramas, formados como memoria, refuerzan la impresión de que hay cosas separadas y así el mundo espaciotemporal explícito que conocemos evoluciona a partir del universo implícito de ondas y frecuencias". (Briggs & Peat, 1985, 291).

Ya hemos comentado que existe una significativa aplicación de este modelo a la Organización de Empresas hecha por diversos autores. La contemplaremos en el próximo capítulo de este trabajo.

2.3.4.- Los Campos Morfogenéticos y la Resonancia.

Rupert Sheldrake, como biólogo, se preguntaba cómo distingue el ADN que debía, según donde esté, duplicarse como piel, uña o cartílago etc. Para explicarlo propuso la existencia de "Campos Morfogenéticos". Estos se asemejarían a campos magnéticos que dirigen la duplicación del código genético biológico, siendo los responsables de la especialización del A.D.N. en órganos diferentes. El mecanismo para llevarlo a cabo sería la "Resonancia Mórfica" de forma que el A.D.N. respondería de forma diferencial al duplicarse de acuerdo a las directrices del Campo Morfogenético, "Resonando" con respecto a éste, dando lugar a la teoría que el bautizó como la "Formación Causativa" (Sheldrake, 1985, 90 y 127).

Además, estos campos suponen la existencia de una "memoria colectiva" donde quedan permanentemente almacenados las experiencias de todas las especies vivientes, influyendo sobre las conductas y desarrollos de la evolución de aquellas y, a su vez, siendo influidas por estos. Como hemos expuesto, la forma en cómo esta influencia se lleva a cabo es por "resonancia mórfica", concepto muy próximo al de sintonía que esta tesis plantea en capítulos posteriores.

Este campo recuerda mucho a los órdenes plegados o implícitos de Bohm (de hecho estos dos científicos(6) han discutido reiteradamente sus teorías). Y, rozando lo fantástico, postula asimismo la existencia de una "memoria colectiva" biunívocamente ligada a la conciencia de todo lo existente, incluido el hombre y su sociedad. Existen ya varios experimentos que parecen dar la razón a Sheldrake. No obstante, las investigaciones siguen para dar o no el espaldarazo definitivo a su teoría. Describamos brevemente los experimentos realizados.

Sheldrake intentó dar el espaldarazo a su teoría de los "Campos Morfogenéticos" con un experimento en el que colaboró el canal ITV en Gran Bretaña.

En un programa televisivo se mostró, a una audiencia de unos 2 millones de espectadores, un dibujo que contenía una imagen oculta.

"Unos minutos después se enseñó la respuesta y se "fusionó" de nuevo con la imagen enigmática, de manera que la imagen anteriormente oculta era evidente. Al final del programa se volvió a mostrar el mismo dibujo.

Unos días antes de la transmisión televisiva se mostraron ambos dibujos a un grupo de sujetos de Gran Bretaña, Europa, África y América para, unos días después, mostrarlos a otro grupo comparable con el anterior (i.e. estudiantes).

Se tomaron precauciones de que fueran aquellos que no hubiesen visto el programa (ni tuviesen noticia de él) los que contestaran las pruebas posteriores. Además se presentaron 2 dibujos parecidos, sirviendo el que no fue revelado como control.

El aumento de individuos que acertaron el dibujo mostrado posteriormente fue un 76% superior, estadísticamente significativo al nivel del 1%, frente al 9% superior del dibujo control. (Sheldrake, 1985, 297).

Se ha repetido el experimento con las ondas de radio obteniendo resultados similares, pero no podemos extendernos más en ello. Naturalmente, también ha provocado la inevitable polémica entre detractores y defensores de la teoría en los círculos académicos y científicos.

Abundando en esta línea, existe también un "preocupante experimento" en neurofisiología cerebral donde se pretende demostrar que:

"la dicotomía materia-conciencia es falsa y que lo único existente es la conciencia en diferentes niveles" (Grinberg-Zylberbaum, 1988, 11).

El experimento pretendía emular aquellos famosos y paradójicos resultados obtenidos por Einstein, Rosen y Podolsky con partículas subatómicas en 1935 (paradoja ERP). Brevemente, en este último fenómeno se observó que, cuando dos partículas elementales (p.ej. electrones) interactúan y después se separan espacialmente, una modificación posterior en la trayectoria de una de ellas "causa" una modificación concomitante en la trayectoria de la otra, con independencia de la distancia entre ellas. Parece pues ser que "de algún modo" están en comunicación o "conocen" lo que le sucede a la otra". No hay explicación científica oficial. Einstein se desentendió del asunto reconociendo su incapacidad para explicarlo. Pero sí existe una fuerte corriente que comienza a desempolvar los conceptos de "éter" y de la conciencia a los niveles cuánticos, a la cual nos hemos referido al comienzo de esta obra. Este fenómeno se ilustra en la figura 2.5.
 
 



Figura 2.5.- Diferencias entre el modelo Mecánico de Newton y el Sistema Cuántico.
Fuente: Zohar, 1990, 164.
















Después de haber comprobado experimentalmente que la tasa de correlación cerebral interhemisférica y la propia actividad electrofisiológica se volvía similar en sujetos que estuviesen en comunicación directa (independientemente de los canales sensoriales habituales), la tesis ERP de Grinberg-Zylberbaum para sujetos humanos fue que, después de que estuvieran en comunicación directa, la separación y/o aislamiento espacial de cada uno de ellos no implicaría la total incomunicación entre ellos.

"Para ello, pares de sujetos se hicieron interactuar en el interior de una cámara de Faraday y después fueron separados en dos cámaras aisladas. Una vez en las dos cámaras, a uno de los sujetos se le estimuló con destellos luminosos y sonidos para lograr potenciales provocados en la zona del vertex. Al mismo tiempo el otro sujeto mostró la aparición de 'potenciales transferidos' en la misma zona tal y como puede observarse en las figuras..." (Grinberg-Zylberbaum, 1988, 23).

"Puesto que el sujeto en el cual se registraron los potenciales transferidos no sabía cuándo se estimulaba al otro sujeto, los resultados indican que la paradoja ERP existe a nivel humano" (Grinberg-Zylberbaum, 1988, 27).

Finalmente, y al contrario de lo que las teorías de Charles Darwin postulaban, existen teorías que afirman que es la cooperación entre especies y ecosistema lo que explica mejor la evolución, en vez de la competencia. Es lo que Erich Jantsch (físico y biólogo) plantea con lo que él llama Coevolución:

"El desarrollo de las estructuras en lo que se llama microevolución refleja el desarrollo de las estructuras de la macroevolución y viceversa. Las microestructuras y las macroestructuras evolucionan juntas y en conjunto ... los cambios que se producen en la microescala instantáneamente producen cambios en la macroescala y viceversa. Ninguno de ambos «causa» los otros en el sentido habitual" (Briggs & Peat, 1985, 210).

Es pues una teoría cooperativa, no competitiva. A título de ejemplo, sus implicaciones en el conocido enfoque "Contingente" (Lawrence & Lorsch, 1967) de Organización de Empresas son evidentes.

2.3.5.- Las Estructuras Disipativas.

Ylya Prigogine, premio Nobel de Química en 1977, denomina "Estructuras Disipativas" a aquellas alejadas del equilibrio, las que basan su existencia en la "disipación de la Entropía" en el seno de ella y gracias a ella, al contrario de los sistemas termodinámicos clásicos. La evolución secuencial de estas presenta una atractiva visión de cómo el orden y el desorden, el determinismo y el azar pueden ser, simplemente, diferentes estados del mismo fenómeno. Brevemente, llega un umbral donde la estructura de un evento cambia radicalmente mediante un "salto" para configurarse conforme a otra estructura muy distinta: por ejemplo, la nieve posee una estructura interna fuertemente definida distinta a la correspondiente al estado líquido o como hielo o vapor. Y la conciencia es una de estas estructuras.

"Prigogine ha ampliado o reinterpretado la termodinámica demostrando que la segunda ley también puede señalar el surgimiento de nuevas estructuras e indicando de qué manera el orden nace del caos (...) Revelando todas la implicaciones de la segunda ley, Prigogine puede demostrar que cuando flujos de materia y energía sostienen a un sistema apartado de su punto de equilibrio, es posible que crezcan nuevas formas y órdenes de estructuras."

Una de sus ilustraciones preferidas es la explicación de la llamada inestabilidad de Bernard. Ésta ocurre cuando en una cocina se calienta una olla de agua o cuando el calor levanta en el desierto pequeñas partículas de arena en el aire nocturno.

"Si la olla de agua se calienta lentamente, el calor al principio se mueve hacia el agua fría a través de la conducción. Puesto que ninguna parte del líquido está lejos del equilibrio termal, la superficie queda llana e imperturbada. Sin embargo, cuando el agua del fondo se calienta, y por lo tanto es más densa, intenta subir mientras que, al mismo tiempo, el agua más fría baja. Bajo estos flujos en lucha, el agua ahora está lejos del equilibrio y contiene una mezcla de flujos, remolinos y espirales... de hecho, ya ha empezado el caos.

Cuando la velocidad de calentamiento sigue aumentando, no obstante, se alcanza un punto crítico en el que el sistema entero pasa del desorden al orden. Esto ocurre cuando el calor ya no se puede dispersar lo suficientemente rápido sólo a través de movimientos fortuitos, y los pequeños remolinos de repente aumentan en flujos a gran escala. Casi mágicamente, el movimiento del líquido se convierte en una serie de corrientes estables de convección que producen un enrejado ordenado de corrientes hexagonales. Estas células de Bernard se pueden ver a veces en la superficie de una taza de café que se enfría cuando se observa desde un determinado ángulo. Patrones similares se pueden observar si uno sobrevuela el desierto por la noche. (...)" (Peat, 1989, 95).

2.3.6. Complejidad, Caos y Estructuras Fractales.

La Teoría del Caos es una teoría matemática que trata de la ruptura de los sistemas ordenados dentro de otros caóticos. Desde su origen en el seno de las ciencias fícicas en los años 70, se ha desarrollado enormemente por su capacidad, entre otras, para describir ciertos fenómenos que se desenvuelven con altos grados de complejidad. Por ejemplo, el movimiento de las partículas a nivel cuántico o el tiempo metereológico, que tiende a desarrollar patrones aleatorios en la medida que interactua con sistemas locales más complejos ("Chaos Theory," Microsoft Encarta, 1994).

Durante mucho tiempo, los científicos echaron en falta herramientas matemáticas para tratar los sistemas caóticos, de modo que trataron de evitarlos en la investigación teórica. Sin embargo, en los años 70, el Físico Mitchell Feigenbaum (1985), determinó ciertos patrones consistentes en la duplicación de ratios cuando un sistema tiende hacia el caos (estas cantidades son conocidas como los números de Feigenbaum). Además, estos patrones están vinculados con la Geometría Fractal, que vamos a exponer más detalladamente a continuación, y exhibe ciertas afinidades con la Teoría de las Catástrofes(7).
 
 



Uno de sus conceptos importantes es la de "atractor extraño". Un atractor extraño es un gráfico de Espacio-Fase que representa la trayectoria de un sistema en movimiento caótico. Este sistema en movimiento caótico es completamente impredecible: dada la configuración del sistema en un determinado punto del tiempo, es imposible predecir con certeza cómo se formará un próximo punto en el tiempo. Sin embargo, el movimiento del sistema caótico no es completamente aleatorio, como se evidencia en la imagen de la Figura 2.6. Figura 2.6: Atractor Extraño. Fuente: Microsoft Encarta, 1994.
















Por otro lado, Benoit Mandelbrot, matemático de la multinacional IBM y profesor de la Universidad de Yale, descubrió, también a principio de la década de los 70, una "geometría" totalmente nueva: el fractal. Fractal viene del latín "fractua", que significa irregular, aunque a Mandelbrot también le gustan las connotaciones de fraccional y fragmentario que posee la palabra. Esta geometría fue usada por su autor para "simular" oscilaciones de la cotización de las bolsas de modo que las grandes recesiones imitan las fluctuaciones mensuales y diarias, "... de modo que el mercado es autosimilar desde sus escala mayor hasta su escala menor" (Briggs & Peat, 1989, 90).

Una definición de diccionario, hecha por el mismo Mandelbrot para la enciclopedia Microsoft Encarta 95, de fractal es:

"Un fractal es una forma geométrica que es compleja y detallada en estructura a cualquier nivel de ampliación. A menudo los fractales son auto-similares, esto es, tienen la propiedad de que cada pequeña porción del fractal puede ser vista como una réplica a escala reducida del total." (Microsoft Encarta, 1994, 'fractal').
 
 



Un ejemplo de fractal es el de "copo de nieve". Originalmente concebida por Helge von Koch en 1904, es una curva construida tomando un triángulo equilátero y desarrollando iterativamente triángulos equiláteros sobre el tercio medio de los lados que son progresivamente más pequeños. Esto se ilustra en la figura 2.6.
Figura 2.7.- Fractal de "Copo de Nieve" (Tomado de Microsoft Encarta 1994, 'fractal').
















Examinemos ciertas características tan importantes como desconcertantes de una ecuación fractal (Microsoft Encarta, 1994 'fractal' y Briggs & Peat, 1989, 95):

1.- Su resultado sería una figura de área finita pero con un perímetro de longitud infinita, consistente en un número infinito de vértices.

2.- Matemáticamente, tal curva carece de tendencia, es decir, no es diferenciable en ningún punto.

3.- Autosimilitud, como dijimos cada pequeña porción del fractal puede ser vista como una réplica a escala reducida del total.

4.- Pueden generarse por iteración.

El concepto "dimensión" es algo que difiere radicalmente de la geometría euclídea a que estamos acostumbrados. De esta manera, la dimensión de un fractal debe ser tomada como un exponente a la hora de medir su tamaño. Un fractal, así, carece de dimensión objetiva o cuantitativa, sino que depende de un componente cualitativo: la "dimensión efectiva" que elijamos para medir. En el caso de dos dimensiones euclídeas, esta oscila entre 1 y 2. La máxima complejidad (2) viene expresada en la famosa curva de Peano, la cual tiene tantas sinuosidades que alcanza todos los puntos de un plano pero que nunca se cruza consigo misma. El "copo de nieve" citado como ejemplo, tiene 1,2618.

Mandelbrot ha sugerido que todos los fenómenos naturales (montañas, nubes, galaxias etc.) son fractales por naturaleza. Y ello ya tiene una vasta aplicación en la construcción y modelado de escenarios naturales, artísticos y arqutectónicos de todo tipo por medio de su modelización fractal iterativa.
 
 



A continuación mostramos tres ampliaciones sucesivas del fractal que lleva el nombre de Mandelbrot. En particular se ha ampliado siempre el círculo pequeño izquierdo. Obsérvese cómo la complejidad y la repetición de patrones siempre es constante pero diferente. Además de la contradicción inherente a estas palabras, es de destacar la intrínseca belleza que posee, a pesar de que ha tenido que ser obtenido con 256 colores, reducido a escala de grises e impreso con una impresora cuya resolución no es la adecuada: Figura 2.8.- Fractal Mandelbrot 1 (Elaboración propia por medio de varios programas comerciales).Figura 2.9.- Fractal Mandelbrot 2 (Elaboración propia por medio de varios programas comerciales).Figura 2.10- Fractal Mandelbrot 3 (Elaboración propia por medio de varios programas comerciales).
















Estas gráficas no pueden sondear la inmensa profundidad e infinidad de formas posibles obtenibles de la que ha llegado a denominarse "el más complejo objeto de la matemática" o también "el polímero del diablo" (Briggs & Peat, 1989, 96).
 
 



Concretamente, la ecuación iterativa de Mandelbrot es la siguiente: Z = Z2 + C
















Donde Z es un número complejo que puede variar y C un número complejo fijo. Una vez elegidos por el usuario, podemos retar al más potente de los ordenadores del mundo a sondear este cosmos.

Para finalizar, los fractales pueden considerarse pues el punto de unión entre el orden y el caos, entre el determinismo y el azar, entre la turbulencia y la vida ... que nacen de una iteración mecánica.

2.4.- Resumen y Conclusión.

Esbocemos un breve resumen de lo que el Nuevo Paradigma ha supuesto en las Ciencias Naturales:

1.- Existe un Nuevo Paradigma (denominado "Ciencias del Espejo", Tª de la Complejidad o de Totalidad etc.) nacido en las ciencias naturales: Física, Termodinámica, Biología etc. Sus características esenciales podrían resumirse en:

a.- La materia no existe. El fenómeno ondulatorio parece incluirla como un caso particular (dotado de cierta permanencia) dentro de él.

b.- Los Modelos mecánicos lineales, de causa-efecto, no pueden dar cuenta de una realidad cuya complejidad trasciende la posibilidad de explicación de tales modelos.

c.- Las antiguas dicotomías Mente-Cuerpo, Natural-Social, Espíritu-Materia, Individuo-Colectividad, Egoísmo-Altruísmo etc., son diferentes niveles de una misma realidad indivisible, de un "holomovimiento" único.

d.- La relación entre niveles se da más de forma sincrónica que diacrónica, de modo que las "variables implicadas" carecen también de localidad espacial en beneficio de una cierta "ubicuidad".

e.- El cerebro humano parece percibir únicamente "frecuencias" además de ser él una parte de esas frecuencias, dotada de cierta permanencia. La percepción se da por "resonancia". Sin embargo, siendo ésta esporádica y parcial, el resto del trabajo lo ejecutan nuestras "representaciones" de la realidad que, en cuanto a imágenes que son, "construyen" activamente la realidad. Así, nuestras representaciones son el sesgo de la percepción y el origen de la dualidad sujeto-objeto.

f.- Parece existir cierta evidencia de la existencia de una "memoria colectiva" que interrelaciona todo y que es a la vez "causa y efecto", que "va junto a" la realidad (campo de complejidad) indiferenciadamente.

g.- El caos y el orden, el azar y el determinismo son subproductos de esta representación del campo de complejidad; deben, directamente, a esa representación su particular grado de caos y/o su orden. De todo caos surge un orden y de todo orden surge un caos. A su vez, un caos "objetivo" puede cobrar, para nuestros ojos, orden si cambiamos nuestra representación del fenómeno (y viceversa). Es de destacar también todo el nuevo desarrollo matemático de las llamadas Estructuras Fractales mediante las cuales ya puede "matematizarse" el "origen" del caos y el orden y su articulación empírica.

h.- Dado el continuo Mente-Materia y la estrecha vinculación entre todos los niveles de lo existente, las supuestas "Leyes Inmutables" del Universo (sean físicas, biológicas o sociales) se asemejan más a unas leyes cambiantes, interdependientes y en evolución, más que algo eterno estable y fijo "fuera" del universo mismo y ajeno a su devenir (como un "Deus ex-machina").

Como podemos constatar, la investigación proveniente de las ciencias naturales implica importantes reflexiones sobre la epistemología y metodología científica, en especial sobre las nociones de causalidad. Como el modelo de la sincronicidad propone, puede existir una correlación o vínculo entre variables distinto a la postulada por la causalidad. A título de ejemplo, y como axioma implícito en la tesis de este trabajo, los distintos niveles de análisis de un mismo fenómeno (constituidos por las distintas ciencias sociales) no están vinculados por modelos causales sino que son la misma realidad examinada con parámetros y/o unidades de análisis distintos.

De modo que la noción de causalidad debe ser complementada con la de sincronicidad, la equivalencia de significados de distintos niveles. Un ejemplo que veremos más adelante es aquel que establece un claro paralelismo entre sexualidad, ansiedad y los paradigmas de planificación y de burocratización organizacional. De modo que tópicos aparentemente lejanos e inconexos se revelan como el mismo fenómeno en distintos niveles, no como una secuencia concatenada de causas y efectos.

Aplicando los distintos órdenes implícitos y explícitos de Bohm a la organización, podemos enfocar nuestra vista (hacer explícito un orden) en lo que, en un momento de la historia de la Teoría de la Administración, pareció más real: el organigrama funcional y jerárquico: la organización explícita o formal. El "descubrimiento" posterior de la organización informal fue un enfocarse más en otro aspecto o nivel de la realidad organizacional hasta entonces desconocido o ignorado. La "sintonía" con este nivel es hacer explícito un orden que hasta entonces estaba implícito. Sin embargo tales niveles de análisis no deben ser interpretados como dos realidades distintas, aunque se postule que están relacionadas. Son simplemente una interpretación (representación) desde marcos conceptuales y filosóficos distintos de una misma realidad que puede hacerse tan compleja y multinivel como marcos o esquemas conceptuales tengan los investigadores.

Dicho en términos generales: el "descubrimiento" de un variable "oculta", más profunda a todas ellas puede dar cuenta, con simples modificaciones "paramétricas" en ella, de todas las realidades o niveles que hasta entonces habían sido estudiadas como independientes y transformadas por sofisticados procedimientos de procesamiento de datos en correlaciones estadísticas significativas a tal o cual nivel de precisión. Valga decir que la investigación científica "crea" o "abstrae" ciertas "variables" que no son sino el resultado final de cierto "programa" o marco conceptual con su léxico semántico propio en su intento de descifrar la realidad de acuerdo a él, unas interpretaciones mentales que asume como independientes o distintas para encontrar "correlaciones entre ellas más tarde cuando, en realidad, no hacía sino carecer de una conciencia "holista" o global del fenómeno que observaba por culpa del modelo parcial de interpretación de la realidad.

También podemos reinterpretar lo anterior como una forma de "re-elevar" en términos de Bohm distintos aspectos de la realidad.

Centrándonos en el ámbito de la Organización y del Management, y como veremos más adelante, uno de los paradigmas vigentes en la actualidad, la Dirección Estratégica de la Empresa, en su vertiente más clásica intenta, mediante un mecanismo de orden (organización formal), adaptarse a un entorno cada vez más "turbulento" y "cambiante" enfocándose, "re-elevando" su identidad interna en detrimento de la realidad "externa" que permanece desenfocada respecto a sus modelos. Para investigar este ahora "aleatorio" entorno la empresa utilizará métodos estadísticos en la casi ciega búsqueda de ciertos "patrones o tendencias de evolución del mercado". Sin embargo, un analista experto de los "mercados de referencia" descubriría un orden lógico en estos mientras que vería los esfuerzos de la organización para hacerse hueco en este como "caóticos" y sujetos a los azarosos, y en cierto modo inaprehensibles deseos e intereses creados de sus miembros.

Con las estructuras disipativas podemos comprender cómo fenómenos que en determinados niveles son caóticos, pueden, desde otro nivel, contemplarse como sujetos a un orden bien claro. Todo caos genera su orden y viceversa. Además, las distorsiones en el funcionamiento de la organización formal que caen dentro de la varianza de error, pueden, contemplando la organización informal desde un modelo sociocultural, ser explicadas dentro del orden propio de estas disciplinas.

Entronca, además, directamente con los enfoques de la visión holográfica que G. Morgan explica en el próximo capítulo en cuanto al principio de "especificación mínima crítica" (Morgan, 1986, 86) que postula la necesidad de limitar al máximo la creación de normas u organigramas explícitos y formales para que, de la interacción espontánea, surja poco a poco la estructura necesaria. También emparenta con la conocida Estrategia Emergente de H. Mintzberg y J.B. Quinn (1991), en el sentido de que es necesario proteger y auspiciar tanto las estrategias deliberadas (planificadas) como aquellas que van surgiendo espontáneamente al estilo de las hierbas del jardín: el modelo "Grass-Roots" (Mintzberg & Quinn, 1991, 109).

Citemos también el "Incrementalismo Lógico" y su complemento con el Modelo Cuántico (Quantum Leaps) de formulación de Estrategias de estos mismos autores (Mintzberg & Quinn, 1991, 111). Los saltos cuánticos vienen del citado principio de exclusión Pauli y de uno de los principios fundamentales de la Teoría Cuántica citado.

En cuanto a disciplinas científicas, al movernos dentro del continuo de relaciones que plantearemos, pueden llegar ciertas etapas donde se de una "crisis" entre el orden (disciplina/ciencia) antiguo y el nuevo. Por ejemplo, un incremento incesante en la estandarización y frecuencia del comercio internacional, con su formalización de los correspondientes contratos mercantiles de exportación, puede llegar a un umbral crítico donde su utilidad (la de los contratos) se torne en estorbo y requiera una adaptación automática a las "necesidades del mercado". Existiría una especie de "caos" de ineficiencia del modelo jurídico inversamente proporcional al orden más automático y eficiente del mercado económico emergente(8).

Pero, además, si aceptamos que la realidad organizacional es una dialéctica continua entre racionalidad e irracionalidad, entre egoísmo y necesidad de afiliación, etc. ambos enfoques anteriores podrían ser explicados dentro de un modelo más global con menor error que la suma de las varianzas residuales de los dos modelos anteriores aplicados de forma independiente. Un modelo en suma, y utilizando la nomenclatura propia de la Teoría de Sistemas, más sinérgico.

Hemos hecho un breve recorrido por algunas de las innovaciones más significativas de las ciencias físicas y naturales. Para finalizar este capítulo señalemos que, probablemente, y a tenor de la visión que se desprende de ellas, parece claro que el abismo entre espíritu, mente y materia comienza a diluirse en la luz del nuevo paradigma. Quiere esto decir que la separación entre ciencias físicas, naturales y sociales está dejando de tener sentido. Las, por varios siglos dadas por sentado, dicotomías entre ciencias y letras, ciencia y fe, razón y mito, y un largo etcétera, vienen a ser sustituidas por conceptos sintéticos de un nivel superior.

Realmente, como apuntaba la cita de Bob Dylan que abría este capítulo: "los tiempos están cambiando".
 

Índice
 
 



Notas al pie del Capítulo 2












(1) Esta tabla es prácticamente una síntesis de la bibliografía reseñada al final del capítulo.

(2) Originalmente en Feigl, H. The Mental and the Phísical. Carece de año y editorial en el libro de D. Zohar.

(3) El original: "Plans and the structure of behavior".

(4) Es interesante constatar que este libro fue publicado en 1960 y que fue de lectura obligada, al menos, en los cursos académicos 86/87 (siendo cursado este por el autor de esta tesis) y 87/88, dentro de la asignatura "Psicología Diferencial" de 4º Curso en la Facultad de Psicología de Valencia. Sin embargo, parecía ignorarse que hacía bastante tiempo que uno de sus autores había roto epistemológicamente con tal "Revolución" para presentar su "Revolución Holográfica", a años luz de distancia respecto a las tesis expuestas en estos trabajos. El mismo Pribram se refería recientemente en una entrevista a este preocupante desfase entre la Universidad y el mundo de la investigación científica: "Los libros de texto van con un retraso de cincuenta años con respecto a las investigaciones científicas reales. Antes eran unos diez o quince años de diferencia (...) El problema con los libros de texto es que mucha gente tiene pocas experiencias propias y lo que hace es leer libros de texto y escribir a partir de esos libros de texto otros libros.". (Pribram, 1991).

(5) Esta experiencia es un tema central en nuetro trabajo. Volveremos ampliamente a ella en próximos capítulos.

(6) En realidad, casi todos los científicos citados están en contacto más o menos estrecho, compartiendo la líneas fundamentales del "Nuevo Paradigma".

(7) La Teoría de las Catástrofes es un término para desarrollar un sistema de modelado matemático más satisfactorio a la hora de tratar con los eventos naturales radicalmente discontinuos (por ejemplo un metal que "cede" repentinamente) que los que puede proveer el tradicional Cálculo Diferencial. Fue introducido inicialmente por René Thom (1968) y atrajo muchos investigadores de las ciencias biológicas y sociales, aunque fue criricada por su escasa practicidad ("Catastrophe Theory," Microsoft Encarta, 1994).

(8) Estos "modelos" forman parte de nuestra aportación personal en el capítulo dedicado al "Continuo de Relaciones Sociales".
 
 



Índice Bibliografía del Capítulo 2
















BANNER, DAVID K. & GAGNÉ. T. ELAINE; ; 1995; Designing Effective Organizations: Traditional & Transformational Views; SAGE PUBLICATIONS THOUSAND OAKS.

BOHM, DAVID; 1988; 1980; La Totalidad y el Orden Implicado; KAIROS. Barcelona.

BOHM, DAVID & PEAT, F.DAVID; 1988; 1987; Ciencia, Orden y Creatividad; KAIROS. Barcelona.

BRIGGS JOHN.P.& PEAT, F.DAVID; 1989; 1985; A Través del Maravilloso Espejo del Universo; GEDISA. Barcelona,

BRIGGS, JOHN & PEAT, F. DAVID; 1990; 1989; Espejo y Reflejo: del Caos al Orden. Guía ilustrada de la teoría del caos y la ciencia de la totalidad; GEDISA BARCELONA

BROSSE, THERESE; 1981; 1978; Conciencia - Energía; TAURUS. Madrid,

BUENO CAMPOS, EDUARDO; 1993; 1993; Curso Básico de Economía de la Empresa: un enfoque de organización; PIRAMIDE MADRID

BURGOYNE, JOHN, PEDLER, MIKE & BOYDELL, TOM; ; 1994; Towards the Learning Company: Concepts and Practices; McGRAW-HILL LONDON

BURRELL, GIBSON & MORGAN, GARETH; ; 1979; Sociological Paradigms and Organizational Analysis; HEINEMANN LONDON

CARNAP, RUDOLF; 1985; 1966; Fundamentación Lógica de la Física; ORBIS, S.A.

CASTANEDA, CARLOS; ; 1971; Una Realidad Aparte; FONDO DE CULTURA ECONOMICA

CHALMERS, ALAN F.; 1990; 1982; ¿Qué es esa Cosa llamada Ciencia? Una valoración de la naturaleza y el estatuto de la ciencia y sus métodos; SIGLO VEINTIUNO MADRID

DAVIES, PAUL; 1988; 1983; Dios y la Nueva Física; SALVAT, B. CIENTIFICA

DAVIS, JAMES A.; ; 1985; The Logic of Causal Order; SAGE UNIVERSITY PAPERS

DESCARTES, RENÉ; ; ; Discurso del Método / Reglas para la Dirección de la Mente; ORBIS

DESCARTES, RENÉ; ; ; Meditaciones Metafísicas / Las Pasiones del Alma; ORBIS

DOMENACH, JEAN-MARIE; 1983; 1981; Las Ideas Contemporáneas; KAIROS. Barcelona,

DOSSEY, LARRY; 1986; 1982; Tiempo, Espacio y Medicina; KAIROS. Barcelona,

DYCHTWALD, KEN; 1978; 1977; Cuerpo - Mente; LASSER PRESS MEXICANA, SA. México,

Encarta' 95 Multimedia Enciclopedia; 1994; MICROSOFT

FERGUSON, MARILYN; 1991; 1973; La Revolución del Cerebro; HEPTADA

FERRUCCI, PIERO; 1987; 1982; Psicosíntesis; SIRIO. Málaga,

FEYERABEND, PAUL K.; 1985; -1980; ¿Por qué no Platón?; TECNOS.

FEYERABEND, PAUL K.; 1974; 1970; Contra el Método (Esquema de una Teoría Anarquista del Conocimiento); ORBIS. Barcelona,

FREGTMAN, CARLOS (EN NUEVA CONCIENCIA, MONOGRÁFICO Nº 22 DE INTEGRAL); 1991; ; Entre la Ciencia, la Psicología y lo Sagrado; INTEGRAL, BARCELONA

FRIGOLA, CARLOS; 1980; 1980; La Inmaculada Decepción; OLAÑETA J. DE J.

GARDNER, HOWARD; 1988; ; La Nueva Ciencia de la Mente: Historia de la revolución cognitiva; PAIDÓS BARCELONA

GORMAN, MICHAEL E.; ; 1978; A.J. Korzybski, J. Krishnamurti and Carlos Castaneda: A Modest Comparison; ETC. (Vol.35, nº 2)

GRINBERG-ZYLBERBAUM, JACOBO; 1988; 1988; Psicofisiología del Poder; I.N.E.C.

HAWKING, STEPHEN W.; 1989; 1988; Historia del Tiempo (del Big Bang a los Agujeros Negros); CRITICA

HEISENBERG, SCHRÖDINGER, EINSTEIN, JEANS, PLANK, PAULI, EDDINTON; 1987; 1984; Cuestiones Cuánticas; KAIROS. Barcelona,

HOFSTADTER, DOUGLAS R.; ; 1985; Metamagical Themas: Questing for the Essence of Mind and Pattern; BASIC BOOKS NEW YORK

HOFSTADTER, DOUGLAS R. & DENNET, DANIEL C.; ; 1988; The Mind's I: Fantasies and Reflections on Self and Soul; BANTAM BOOKS NEW YORK

HUXLEY, ALDOUS Y OTROS; 1982; 1972; La Experiencia Mística; KAIROS. Barcelona,

JUNG, CARL. G.; 1990; 1950; Sincronicidad; SIRIO

JUNG, CARL G.; 1981; ; Psicología y Religión; PAIDOS BARCELONA

JUNG, CARL G.; -1969; ; Los Complejos y el Inconsciente; ALIANZA EDITORIAL

KORZYBSKI, ALFRED; ; 1948; Science and Sanity (Introduction to Non Aristotelic Systems & General Semantics); INTERNATIONAL N.A. LIBRARY P.G. Pennsylvania

KRISHNAMURTI J. & BOHM, DAVID; 1986; 1985; Más Allá del Tiempo; EDHASA. Barcelona,

KRISHNAMURTI, J.; 1979; 1977; La Verdad y la Realidad; EDHASA. Barcelona,

KUHN, THOMAS S.; 1978; 1957; La Revolución Copernicana I; ORBIS, S.A.

KUHN, THOMAS S.; 1989; 1987; ¿Qué son la Revoluciones Científicas? y otros ensayos; PAIDOS BARCELONA

KUHN, THOMAS S.; ; 1962; The Structure of Scientific Revolutions; UNIVERSITY OF CHICAGO PRESS

LAO TSE; ; ; Tao Te King; LUIS CARCAMO

LEVY, DAVID; ; 1994; Chaos Theory and Strategy: Theory Application, and Managerial Implications; STRATEGIC MANAGEMENT JOURNAL VOL. 15, 167-178, 1994

MARTIN, CONSUELO; 1979; 1979; Jiva: El Ser Humano a Través de los 4 Estados de Conciencia; LUIS CARCAMO. Madrid,

MASLOW, ABRAHAM H.; 1991; 1970; Motivación y Personalidad; DIAZ DE SANTOS, MADRID

MASLOW, CAPRA, DASS, TART, WILBER Y OTROS; 1987; 1980; Más Allá del Ego: textos de psicología transpersonal; KAIROS. Barcelona,

MAYPER, STUART A.; ; 1980; The Place of Aristotelian Logic in Non-Aristotelian. Evaluating: Einstein, Korzybski and Popper; GENERAL SEMANTICS BULLETIN (nº 47)

MELIA I BOMBOI, VICENT; 1989; 1989; Procesos de Orden-Desorden en la Actividad Cognitiva; Castellón,

MELIA, JOSE LUIS; 1990; 1990; Introducción a la Medición; Valencia,

MORGAN, GARETH; ; 1983; Beyond Method: Strategies for Social Research; SAGE PUBLICATIONS LONDON

NORMAN, DONALD A.; 1987; 1981; Perspectivas de la Ciencia Cognitiva; PAIDOS

ORTEGA Y GASSET, JOSÉ; 1940; ; Ideas y Creencias; ESPASA CALPE MADRID

PANIKER, SALVADOR; 1992; 1992; Filosofía y Mística (una lectura de los griegos); ANAGRAMA

PEAT, F.DAVID; 1989; 1987; Sincronicidad (Puente entre Mente y Materia); KAIROS. Barcelona,

PLATON; ; ; Diálogos Socráticos; SALVAT

PRIBRAM, KARL; 1991; 1991; Entrevista a Karl Pribram (en revista Conciencia Planetaria nº 2); HEPTADA MADRID

PRIBRAM, KARL H.; ; 1971; Languages of the Brain; PRENTICE HALL ENGLEWOOD CLIFFS

SENGE, PETER; 1993; 1990; La Quinta Disciplina; GRANICA BARCELONA

SHELDRAKE, RUPERT; 1990; 1981; Una Nueva Ciencia de la Vida (La Hipótesis de la Causación Formativa); KAIROS

STACEY, RALPH D.; ; 1995; The Science of Complexity: an Alternative Perspective for Strategic Change Processes; STRATEGIC MANAGEMENT JOURNAL, VOL. 16, 477-495 1995

TALBOT, MICHAEL; ; ; Misticismo y Física Moderna; KAIROS

THIÉTART, R. A.; ; 1995; Innovative Management of Complex Systems: The Lessons of Chaos Theory; ACEDE (COMUNICACIÓN AL V CONGRESO NACIONAL EN MADRID 1995)

VARIOS; 1991; 1991; Nueva Conciencia; INTEGRAL

VON KROGH, GEORG, ROOS, JOHAN & SLOCUM, KEN; ; 1994; An Essay on Corporate Epistemology; STRATEGIC MANAGEMENT JOURNAL VOL. 15, 53-71, 1994

WATTS, ALAN; ; ; Psicología del Este, Psicología del Oeste; KAIROS. Barcelona,

WATTS, ALAN; ; ; El Futuro del Éxtasis; KAIROS. Barcelona,

WATTS, HUXLEY, WILBER, KRISHNAMURTI, AUROBINDO, BUCKE, WALSH Y OTROS; 1988; 1984; ¿Qué es la Iluminación?; KAIROS

WEBER, RENÉE; 1990; 1986; Diálogos con Científicos y Sabios, la búsqueda de la unidad; LIBROS LIEBRE MARZO

WILBER, BOHM, PRIBRAM, FERGUSON, CAPRA, WEBER.; 1987; 1978; El Paradigma Holográfico (Una Exploración en las Fronteras de la Ciencia); KAIROS. Barcelona,

WILBER, KEN; 1990; 1977; El Espectro de la Conciencia; KAIROS

ZANON, VICENS; 1991; 1991; La Máquina de la Felicidad; I.C.P.H.A.S.A. BARCELONA

ZOHAR, DANAH; 1990; 1990; La Conciencia Cuántica; PLAZA Y JANES

Índice